-Me dijeron que no hablara contigo, dicen que si te veo te ignore- Seokjin dijo, y Namjoon bajó su mirada hacia su regazo. Seokjin odiaba verlo tan alterado.
Seokjin piensa que Namjoon ha estado extraño desde hace un tiempo, pero Namjoon siempre ha evitado el tema siempre que le pregunta, por lo que decidió dejar de hacerlo. No quería que Namjoon se sintiera agobiado cuando viene a verlo. Últimamente ya no viene a ver a Seokjin igual que antes, ha estado así durante los últimos meses. Seokjin pensaba que era por lo que sus amigos y familiares le dicen, pero espera que con el tiempo Namjoon se sienta menos incómodo.
-Pero no importa lo que digan, ¡no tiene importancia!- Seokjin sonrió, alejando rápidamente el tema que ha estado preocupando y confundiendo a Seokjin desde hace un tiempo, ya que realmente no entiende porque les desagrada tanto cuando antes lo adoraban, y el lado derecho de la boca de Namjoon se levantó en una leve sonrisa también.
-Lamento que tengan que decirte eso- Namjoon dijo, y Seokjin sacudió rápidamente la cabeza.
-Está bien, ya no me molesta. Ellos sólo siguen conmocionados por el accidente- Seokjin dijo, y sintió que su sonrisa se desvaneció en esta ocasión.
Fue aterrador lo que casi le pasa a Namjoon. Seokjin vio el carro antes de que pudiera ver a Namjoon y pensó que era una locura suponer que alguna vez volvería a sobrevivir, basado en los daños que tuvo el coche. Estaba agradecido de que así fuera; no sabía lo que haría sin Namjoon. Habían estado saliendo desde hace mucho tiempo; Seokjin incluso tiene pensado en casarse con él. Se preguntaba si la probabilidad de que Namjoon se le propusiera ahora fuera más baja, ya que ahora todo el mundo le decía a Seokjin que no hablara con él. Esperaba que Namjoon se lo pida de todas maneras, porque para él, Namjoon es más importante que las opiniones que sus amigos y familiares han estado construyendo a su alrededor.
Miró a su novio por un momento, sintiéndose agradecido de tenerlo. La sonrisa impecable de Namjoon, su suave piel, y esos hoyuelos en las mejillas de Namjoon lo hacían sentir afortunado. Las sabias palabras de Namjoon, la manera en que siempre protege a Seokjin, y la forma tan sincera en la que siempre le dice “te amo”, todo eso lo hacía sentir como el más afortunado.
-¿Estás seguro? ¿Todavía me amas?- Namjoon preguntó.
-Por supuesto que sí, Namjoon, no me veo no amándote- Seokjin respondió. Miró hacia la mano de Namjoon, y se acercó para tomarla. Namjoon rápidamente la alejó, y luego miró a Seokjin con unos ojos que mostraban una mezcla de tristeza y nerviosismo.
-Seokjin, no puedes tocarme- dijo, volviendo rápidamente a su actitud relajada. A Seokjin le gustaba la forma tan calmada de Namjoon, la manera en que parece que entiende con sólo una mirada. También le gustaba el contraste entre sus actitudes. A veces él es calmado, tranquilo, y realmente ansioso por estar en la cama todo el día, y otras veces está sonriendo, y tratando de hacer reír a Seokjin con bailes al azar o incluso cantando. Amaba como Namjoon le mostraba su lado “alegre”, eso lo hacía sentir honrado.
-P-pero extraño tomarte de la mano- Seokjin hizo un mohín, sintiéndose lastimado por no poder.
-Lo sé, también extraño tomar tu mano. Pero, estoy enfermo, y no quiero que te enfermes ¿recuerdas?- preguntó, y Seokjin asintió. Lo recordaba, porque Namjoon siempre era así cuando se enfermaba. Algunas veces esperaba que Namjoon lo dejara pasar. No le importaba si se enfermaba. No creía que lo hiciera de todos modos, ya que su sistema inmunológico es bueno, pero Namjoon prefería esto y Seokjin pensaba que debía escucharlo.
-¿T-también me amas?- Seokjin preguntó, y Namjoon se giró para verlo.
-Siempre, Seokjin- dijo, sonriendo suavemente- No importa que pase- asintió.
Seokjin sonrió, sus ojos ardían por las lágrimas que los llenaban.
-Tengo miedo de que nos separen- Seokjin dijo suavemente, su sonrisa se desvaneció junto con el poco ambiente feliz. Namjoon extendió su mano para limpiar debajo de sus ojos, y Seokjin se emocionó, pero sabía que Namjoon es demasiado inteligente como para tocarlo accidentalmente porque lo olvidó. En su lugar, se levantó y se acercó a la ventana.
-Bueno, mientras no me dejes ir y yo tampoco te deje ir, está bien, ¿cierto?- Namjoon preguntó, y Seokjin asintió rápidamente, utilizando su manga para limpiar las lágrimas que deseaba que Namjoon limpiara por él. Namjoon siempre solía limpiar sus lágrimas, y a Seokjin le encantaba la forma tan cálida y suave que sus dedos se sentían contra sus mejillas.
Espera que se mejora pronto, para que pueda volver a sentir sus caricias. Ha estado enfermo desde hace tiempo.
Seokjin se levantó también, y se acercó a Namjoon. Miró por la ventana con él, sonriendo por los signos de primavera que se mostraban a través de las últimas semanas de los meses de invierno. Seokjin estaba emocionado por su aniversario el mes que viene, porque Namjoon le prometió hace tiempo que este año, su décimo año, sería memorable. No le quería preguntar a Namjoon que planes tenía, pero sentía que estaba a punto de explotar por los pensamientos de lo que podría ser. Aunque, confiaba en Namjoon; sabía que Namjoon estaba consciente de sus gustos, y de las cosas que le gustan. Estaba seguro de que lo hará feliz, como todo lo demás que Namjoon hacía por él.
-Creo que me tengo que ir pronto, pero haré todo mi esfuerzo para volver mañana- Namjoon asintió. Seokjin suspiró ante esto. Odiaba cuando Namjoon decía que tenía que irse. Quiere pasar horas y horas con él porque le encanta la presencia de Namjoon, incluso si están recostados en silencio.
-¿Estás seguro que no puedes quedarte más tiempo?- Seokjin preguntó.
-Quiero quedarme, pero tengo un cita médica de nuevo- asintió.
Seokjin asintió también, sabiendo que tiene razón. No quería que Namjoon cancelara algo tan importante como eso. Esperaba que tal vez el doctor le diga a Namjoon que ya está bien.
-Muy bien- dijo, y Namjoon le sonrió. Seokjin lo miró mientras caminaba hacia la puerta, y antes de que Namjoon llegara a la puerta, dijo,
-Ah, no me mires mientras me voy, hace que sea más difícil irme-
Seokjin se giró hacia la ventana; sentía como sus ojos ardían de la misma manera que lo hacían siempre que Namjoon decía que se iba. Confiaba en que Namjoon no haría nada malo cuando se fuera, pero él no confiaba en los otros carros en la calle y no confiaba en las demás personas y realmente oraba porque Namjoon no pasara por una situación peligrosa de nuevo, porque eso asustó mucho a Seokjin, queriendo nunca que se lastimara de esa manera. Mientras Namjoon estuvo en el hospital, Seokjin no habló con sus amigos o familiares, ni tampoco los miró; se paseaba por los pasillos del piso en el que Namjoon estaba.
-¡Namjoon, espera!- dijo antes de darse la vuelta.
Ya no pudo soportarlo. No pudo soportar sentirse tan asustado, lo único que quería era que Namjoon se quedara más tiempo con él, quería abrazar a Namjoon, independientemente de que él se enfermara, y lo único que quiere es que Namjoon le diga honestamente que él estará bien.
Namjoon se giró hacia él y lo miró con confusión. Seokjin no solía hablar tan alto. Rápidamente fue hacia Namjoon, que se veía en pánico.
-S-Seokjin, por favor- dijo, dando un paso hacia atrás hasta que su espalda golpeó la puerta.
-¡Por favor, quédate, no me dejes!- se quejó. Se sintió patético y desesperado, pero si con eso Namjoon se quedaría, entonces así sería.
Namjoon miró la hora y negó con la cabeza- Seokjin, lo siento, me tengo que ir, quiero quedarme, pero en este momento no puedo- dijo.
-¡P-por favor, no quiero que te lastimes de nuevo!- Seokjin gritó, y los ojos de Namjoon comenzaron a humedecerse.
-Eso no pasara, Seokjin, no te preocupes, por favor- Namjoon frunció el ceño.
Seokjin se acercó y Namjoon se movió hacia atrás. Se sintió herido por esa acción, aunque Namjoon tuviera razones para hacerlo.
Seokjin decidió que ya no importaba, no importa que razón tuviera; necesitaba tocar a Namjoon de nuevo. No pudo sostener a Namjoon el día en que se lastimó, y quería abrazarlo, para así no perder a Namjoon en un accidente, recuerda como sus manos se sienten más largas si él se fuera a ir hoy sin abrazarlo. Nunca quería olvidar como se sentía su abrazo.
-Seokjin, detente por favor, no quiero que te en…-
Seokjin no recordaba sus pensamientos de hacer lo correcto, no escuchaba, y se abalanzó sobre Namjoon para un abrazo. Sin embargo, en lugar de sentir su abrazo, se encontró golpeando el frío suelo.
Al principio pensó que Namjoon había saltado para quitarse, pero cuando abrió los ojos… Namjoon ya no estaba en la habitación.
Seokjin se sentó en el suelo, confundido. ¿A dónde había ido? ¿Seokjin lo había asustado? ¿Namjoon vendría mañana? Ni siquiera pudo disculparse por no haberlo escucharlo.
Escuchó un golpe en la puerta, y antes de que pudiera decir “pase”, vio unas piernas cubiertas por pantalones y zapatos blancos impecables. No era Namjoon, ya que él siempre usaba el par de tenis negros que compraron hace unos meses.
-Sr. Kim…- dijo en voz baja. Seokjin miró hacia arriba, mirando una cara familiar, pero no pudo ponerle nombre a la misma.
Seokjin miró alrededor de la habitación una vez más, y de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas. Se sentía muy mal por perder el control de esa manera, pero no entendía como no pudo escuchar a Namjoon abrir la puerta. Se levantó, y con las piernas temblorosas, miró debajo de la cama y detrás de la silla de la habitación. Se giró para mirar a la mujer en la puerta, y también a la bandeja que sostiene con las píldoras y el agua.
-Sr. Kim, ¿está bien?- preguntó, y Seokjin miró la bata de hospital.
-¿Lo vio irse?- Seokjin preguntó.
-¿A quién?- ella preguntó.
-Kim Namjoon- Seokjin dijo débilmente, y la mirada en los ojos de ella hizo que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Ella parecía afectada, con empatía, y finalmente, como si ella estuviera preocupada por Seokjin. Su corazón se aceleró, se arrepintió de lo que hizo, y pensó que no sería capaz de dormir hasta que Namjoon, probablemente, regrese mañana.
-Supongo que va a venir mañana-
-Lo siento, Sr. Kim. Pensé que no habría problema si le traía su medicamente un poco más tarde. No lo haré de nuevo- dijo mientras caminaba hacia él.
Seokjin se tomó un momento para mirar las pastillas de la bandeja antes de sentarse en la cama y enterrar su rostro entre sus manos. La enfermera se acercó y puso la bandeja sobre la mesa. Ella se sentó en la cama junto a él y froto suavemente en círculos su espalda.
-Va a estar bien, Sr. Kim. También he perdido seres queridos, y vamos a asegurarnos de que se sienta mejor-