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El amante de mi Padre por Casle

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Notas del fanfic:

Hi~

hola a todas las personitas que les interezo leer este Two-shot.

Estoy subiendo esto por dos razones:

1° ya termine de escribirlo

2° en compenzacion al siguiente capitulo de "No soy perfecto", ya que aun no lo tengo listo.

por eso quise traerle seste shot como compensacion.

espero que les guste c:

 

~Casle~

Notas del capitulo:

Acabo de terminar de escribirlo y estaba muy anciosa, por lo que quise subirlo inmediatamente, espero que les guste y tambien espero sus comentarios.

La primera vez que lo vi fue saliendo de la oficina de mi padre, era imposible no notar su presencia, poseía un aura envolvente que hacía imposible separar la vista de su ser. Su caminar era único, su cabello era de un hermoso color oro, su piel tan pálida le quedaba a la perfección, sus largas piernas y su perfecto caminar, sin duda era alguien deslumbrante.

 

Ese día había ido a visitar a mi padre a su trabajo, el día anterior había tenido una pelea con mi madre y no había llegado a dormir, por lo que fui a visitarlo para saber cómo estaba. Después de que aquel chico saliera de su oficina entre yo, claro antes tocando la puerta y esperando su permiso para entrar, porque sabía que le molestaba que entraron sin tocar.

 

-pase- escuche que respondía desde dentro. Abrí la puerta y entré a la oficina.

 

-Padre- llame su atención, ya que estaba ordenando algunos papeles desparramados en su escritorio.

 

-oh, Jonghyun, ¿qué haces aquí?- preguntó despreocupado.

 

-solo vine a saber como estabas, anoche no llegaste a casa- me senté en una de las sillas que estaban frente a su escritorio.

 

-ah- suspiró agotado- realmente en esos momentos no quería estar cerca de tu madre, lo menos que necesitaba era comenzar una nueva discusión, por lo que pase la noche en mi antiguo departamento.

 

-no sabia que aun conservabas tu departamento de soltero.

 

-no quise deshacerme de él, sabía que en algún momento me seria util- respondió sin mirarme, con la vista aun fija en los papeles.

 

-pero... ¿hoy regresas a casa?.

 

-lo más probable es que si, aunque llegaré tarde, tengo mucho trabajo que hacer aquí.

 

-entonces me voy, nos vemos después. Adiós- me despedí de él y salí de la oficina.

 

Últimamente las peleas entre mis padres eran más frecuentes, apenas y se hablaban, eso me hacía pensar que en cualquier momento su matrimonio se iba a terminar, aunque eso a mi no me importaba mucho. Con mis 23 años ya tengo mi vida hecha, vivo con mis padres solo por petición de mi madre, ya que no quería estar sola mientras mi padre estaba en el trabajo.

 

Al llegar a casa fui recibido por mi madre, acompañada con una lluvia de preguntas respecto a mi padre. Realmente a ella no le importaba su estado, lo único que le interesaba era que no cometiera una estupidez y quedar mal ante las demás personas, para ella lo más importante eran la apariencias y la reputación de la familia.

 

Sabía que mis padres realmente no se amaban, desde que tengo memoria sé que su matrimonio fue uno arreglado, que fue un acuerdo entre las empresas de mis abuelos para poder fusionar sus negocios. También tengo presente que la razón por la que me tuvieron fue por la presión de ambas familias, pero eso no quita que ambos sientan cariño por mi.

 

-no te preocupes mamá, pasó la noche en su antiguo departamento- vi como relajaba sus hombros.

 

-no sabia que aun lo conservaba- se dio media vuelta y regresó a la sala de estar.

 

-dijo que no lo quiso vender, para que cuando pasan este tipo de cosas tener un lugar al cual acudir- le expliqué mientras me sentaba junto a ella en el gran sofá de la sala.

 

-¿regresará esta noche?- preguntó sin apartar la vista del televisor.

 

-si, dijo que regresaría algo tarde, pero que lo haría- solamente recibí un asentimiento de cabeza como respuesta.

 

Esa misma noche mi padre regreso a casa alrededor de las 2 de la mañana. Yo aun me mantenía despierto ya que estaba terminando un proyecto para la universidad, pude escuchar como mi Madre le reclamaba la hora de su llegada entre otras cosas, hasta que comenzaron los gritos, más por el lado de mi Madre.

 

-¡¿qué es esa marca en tu cuello?!- con simplemente escucharla uno se daba cuenta de que estaba furiosa.

 

-es solo un piquete de algun bicho, deja de armar escándalo por cualquier cosa.

 

-¡¿como que cualquier cosa?!, ¡escúchame bien, si me entero que me estás engañando, te arrepentiras, recuerdalo!- se escuchaban sus pasos por toda la casa y como cerraba la puerta de su dormitorio fuertemente, pues claro, ellos no compartían habitación

 

Ese tipo de peleas ya se me hacían normal, en especial la paranoia de mi Madre. Sinceramente creo que es mejor que se divorcien a que sigan de esa manera, estoy seguro de que yo tambien en algun momento explotare y les diré que sus peleas ya me tienen arto.

 

Ese mismo día volví a visitar a mi padre a su oficina, pero esta vez no me tope con aquel chico que había llamado mi atención, sentí un poco de decepción ya que si lo veía de nuevo estaba pensando en hablarle. Deje aquellos pensamientos de lado por el momento y entre en la oficina de mi Padre.

 

-¿no crees que es mejor que se separen?.

 

-si, yo tambien se lo he dicho, pero ella se niega a aceptar, diciendo que quedamos mal ante los demás empresarios y cosas asi, realmente me tiene arto.

 

-ella es realmente testaruda, espero que pueda entrar en razón pronto.

 

Después de hablar con mi Padre no tenía ganas de regresar aún a casa, por lo que pase a una cafetería que estaba cerca de la oficina. El ambiente era agradable, me hacía sentir bastante relajado, era perfecto para tomar un café y disfrutar de lo que quedaba de tarde.

 

Con la  mirada escaneo el lugar buscando una mesa libre para sentarme, pero antes de poder hacerlo, mi vista se detuvo en cierta cabellera rubia que se encontraba al final del local. Era el mismo chico que había visto en día anterior, mi mente se debatía en si debía acercarme a él y hablarle o simplemente mantener la distancia. Pero antes de darme cuenta ya estaba caminando en su dirección.

 

Se le podía ver tan concentrado en su lectura, debes en cuando separaba sus ojos del libro para beber un sorbo de su café, ya estando frente a su mesa me arme de valor y le hable.

 

-hola- levantó la mirada de su libro para dirigirla hacia mi, mirándome directamente a los ojos.- mi nombre es Kim Jonghyun, ¿puedo sentarme?

 

-si- realmente no me espere esa respuesta, sin apuros me senté frente a él.

 

-¿cual es tu nombre?- esa era una de las dudas que habían surgido desde el primer momento en que lo vi.

 

-Kim Kibum, pero puedes decirme Key- una pequeña sonrisa se formo en sus labios.

 

Durante el resto de la tarde la pasamos hablando sobre distintos temas, resultó que teníamos bastantes gustos en común, era una persona bastante sociable, le gustaba salir de fiesta de vez en cuando y pasar tiempo con sus amigos, era realmente agradable, además de que solo era un año menor que yo. Intercambiamos números con la intención de encontrarnos nuevamente en otra ocasión.

 

Ya era de noche, no me había dado cuenta de cuánto tiempo estuve en esa cafetería, pero ya era hora de volver a casa. Al llegar me tome con una de las múltiples escenas que montaba mi Madre a mi Padre, decidí ignorarlos y seguir el camino hasta mi cuarto. Según lo que alcanse a escuchar es que esta vez la pelea era porque papá había llegado con un olor diferente en su camisa.

 

Al rato no tardaron en comenzar los gritos por parte de ambos, y a los pocos minutos el ruido de la puerta principal ser cerrada fuertemente, de seguro mi Papá había salido nuevamente de casa. No quise bajar a ver cómo estaba mi mamá, ya que después de todo ella había ocasionado la pelea.

 

Preferí mandarle un mensaje a Key preguntando si nos podríamos encontrar el día siguiente, casi inmediatamente recibí una respuesta, para mi suerte positiva, nos encontraríamos en la misma cafetería que la de hoy a la misma hora.

 

De esa manera pasaron varias semanas, de encuentros casuales con Key hasta algunas conversaciones por mensaje, a pesar de que ya era un poco más cercano a él, sentía que no era suficiente. Las peleas de mis padres seguían como siempre, solo que me dedicaba a ignorarlas olímpicamente, hasta que mi madre me pidió un favor.

 

-necesito que vayas a ver a tu padre- entró sin tocar a mi cuarto.

 

-¿cual es la razón esta vez?- ya sabía que había un motivo, pero queria saber cual seria el de esta vez.

 

-necesito saber si me es infiel, quiero que lo sigas y me digas si mis sospechas son verdaderas o no.

 

-¿no crees que estás siendo algo exagerada?

 

-no, simplemente le hago caso a mis presentimientos, ahora ve- me ordenó antes de salir de mi cuarto.

 

Sabía que estaba siendo una exagera, pero aun así fui donde mi padre, tenía pensado decirle sobre lo que planeaba mi madre, realmente no tenía nada contra ella, pero entre los dos siempre me lleve mejor con mi padre.

 

Al llegar al piso de la oficina de mi Padre salude a su secretaria, le dije que venía a verlo, pero dijo que estaba ocupado por el momento, aun asi quise esperarlo fuera de su oficina, no sabía cuánto tiempo iba a demorar pero eso no me importaba, ya que no tenía nada que hacer.

 

El ruido de algo caer dentro de la oficina llamó mi atención, me acerque lentamente a la puerta y la abrí lentamente sin hacer ningún ruido, si mi Padre se percataba de mi presencia iba a ser malo, pero lo que vi dentro de la oficina me dejo sin palabras, estaba completamente congelado en mi lugar viendo aquella escena.

 

Varios papeles esparcidos por el suelo, como también lapiceras y otros implementos que antes estaban encima del escritorio, los cuales fueron reemplazados por el cuerpo de una persona. Kibum estaba sentado sobre el escritorio de mi padre, sin polera, con él entre sus piernas mordiendo la piel blanca de su cuello, mientras ambos soltaban gemidos de placer.

 

No supe como reaccionar ante tal escena, solamente pude salir de aquel lugar lo más rápido que mis piernas me lo permitían, no tenía ganas de regresar a casa aun, simplemente comencé a vagar por las calles sin ningún destino en particular. Mi cabeza era un lío, no sabía qué pensar respecto a eso.

 

Después de varias horas deambulando regrese a casa, lo primero que me encontré al cruzar la puerta fue a mi madre impaciente, lo primero que hizo al verme fue preguntarme si había averiguado lo que me pidió. No sabia si decirle la verdad o no, pero antes de que me diera cuenta ya había hablado.

 

-no, el no te engaña, deja de ser tan desconfiada- seguí mi camino hasta mi habitación.

 

Al día siguiente quedé en encontrarme con Kibum en la misma cafetería de siempre, tenía que hablar con él y aclaran la relación que tenía con mi padre. Al llegar lo pude ver en la misma mesa de siempre, tomando un café americano, su favorito. Me acerque como siempre y me senté frente a él, quería saber qué sucedía, por lo que hable de manera directa.

 

-se… se que eres el amante de mi padre- su rostro se mostraba inexpresivo, como si no le afectara en lo más mínimo.

 

-a si que el Sr. Kim es tu padre, vaya coincidencia, con razón tu rostro se me hacia conocido- tomó la noticia de una manera tan relajada que me impresionó.

 

-¿sabías que el tiene familia?

 

-porsupuesto que si, se que soy su amante- dejó su vaso con café aun lado y me miró directo a los ojos.

 

-entonces, ¿porque estas con él?- su mirada se mostraba fría, como si no poseyera ningún sentimiento.

 

-si piensas que me gusta o que lo amo estas completamente equivocado- lo mire sorprendido, esperando a que siguiera hablando -solamente lo hago por placer y por los beneficios que obtengo al ser el amante- una sonrisa traviesa apareció en su rostro.

 

-¿que clase de beneficios?

 

-regalos, tu padre siempre me los da, como por ejemplo el departamento en el que vivo actualmente, ropa, un auto, dinero, ese tipo de beneficios.

 

-solo estas con él por el dinero, ¿por eso lo buscaste?

 

-corrección, el me busco a mi y me da todos esos regalos para que siga siendo su amante, yo no tengo ningún problema en seguir con esto, después de todo si me busco, es por algo.

 

Después de aquella conversación no volvimos a tocar el tema del “amante”, no porque a él le molestara hablar sobre eso, sino que era yo quien prefería ignorar ese hecho. Realmente a mi no me molestaba que mi padre tuviera un amante, considerando que su matrimonio era un infierno, lo que me perturbaba era que su amante era más joven que yo, y además la persona de la cual me enamore a primera vista.

 

Pasaron un par de meses, mi Madre aún seguía con sus sospechas, por más que le decía que dejara de pensar en eso, parecía que se aferraba aún más a la idea de la infidelidad, aunque no estaba equivocada, preferí guardar el secreto.

 

Uno de esos días recibí un mensaje de Kibum invitandome a una pequeña fiesta en su departamento con sus amigos, me pareció una perfecta oportunidad para saber dónde vivía y poder hacerme más cercano a él.

 

Su departamento no era un simple departamento, sino que era un penthouse en el último piso de uno de los edificios más caros de la ciudad. Desde el pasillo era posible escuchar música y risas provenientes del departamento de Key. Toque el timbre y espere a que me abrieran la puerta, cuando se abrió no pude contener mi sorpresa al ver a Kibum, traía puestos unos pantalones negros de cuero que moldeaban a la perfección sus largas y esbeltas piernas y se ajustaban increíblemente bien a su trasero, llevaba una polera tambien de color negro sin mangas, cada vez que se movía se le podían ver sus rosados pezones.

 

Me saludó efusivamente, al parecer el alcohol ya había hecho algo de efecto en su sistema. Entramos al departamento y lo primero que hizo fue presentarme ante sus amigos.

 

-chicos, el es Jonghyun- me abrazo por el cuello, lo único que pude hacer fue tragar duro. Todos sus amigos me saludaron alegremente, al parecer ellos también estaban algo ebrios.

 

-Jonghyun, ellos son mis amigos, Taemin, Onew, Amber, Woohyun, Dongwoo, Heechul, Min, Tiffany, Sooyoung, y Minho- me señalo a cada uno de ellos mientras decía sus nombres.

 

Todos ellos se veían realmente agradables y simpáticos, de seguro me llevaría muy bien con ellos, excepto con Minho, me molestaba que se la pasara viendo descaradamente el trasero de Key cada vez que tenía una oportunidad, eso realmente me molestaba.

 

Después de un rato todos habían sido domados por el alcohol, riendo a carcajadas, intentando bailar sin caerse, diciendo estupideces, y hasta quitandose la ropa, todos a exepcion de mi y Key, quien a pesar de haber tomado una gran cantidad de alcohol aún poseía parte de sus cinco sentidos.

 

Ambos estábamos en un rincón un poco alejados de los demás riéndonos de las estupideces que hacían, en ese momento realmente me sentía bien, solamente el y yo sin que nadie nos molestara, pero como dicen, los momentos felices nunca duran para siempre, en ese momento apareció Minho, se sentó al otro lado de Kibum, pasó su brazo por los hombros del rubio, inclinó su cabeza y comenzó a besar su cuello. Kibum solamente reía ante el contacto.

 

Eso me molesto, no quería seguir viendo esa escena por lo que me levanté y salí al balcón del departamento para poder calmarme, escuche la voz de Kibum llamarme pero no me di vuelta ni me detuve. Sentí como alguien abría la ventana y salió también al balcón, pero no quise mirar quien era.

 

-¿porque te fuiste tan repentinamente?- reconocí esa voz al instante, pero aun asi no queria mirarlo.

 

-pensé que no te importaría, ya que estabas de lo más cómodo con tu amigo besandote el cuello- no pude ocultar el disgusto en mi voz.

 

-¿porque te enojas?, no es algo que tenga importancia- trato de restarle importancia al asunto, pero solo hizo que me enojara aún más.

 

-supongo que aparte de tener sexo con mi padre, tambien lo tienes con tus amigos, actúas como una puta- me gire para ver su rostro, y vaya que me arrepiento de haber dicho esas palabras, su rostro se veía triste, pareciera que en cualquier momento rompería a llorar.

 

-aunque no lo creas no soy una puta, no tengo sexo con mis amigos, otra cosa es el skinship.

 

-lo siento, creo que me pase un poco- dije bajo, apenas para que pudiera escucharlo.

 

-sabes… la razón por la que me da lo mismo acostarme con tu padre- lo mire extrañado- es porque nunca me he enamorado de nadie, por lo que no había razones para negarme al trato que tengo con tu padre.- eso me dejó fuera de lugar.

 

-en enserio, ¿nunca te has enamorado?- pregunté incrédulo, a lo que él negó con la cabeza.

 

-nunca encontré ese impedimento que no me permitiera seguir con lo del “amante”, hasta ahora.

 

Lo mire fijamente, como él lo hacía conmigo, por alguna razón se veía mucho mas hermozo que de costumbre, la luz de la luna se reflejaba en sus rubios cabellos, hacía que su piel se viera con un hermoso brillo sobrenatural, se veía tan perfecto que pareciera que me encontraba en un sueño.

 

-¿qué quieres decir?- apenas logré preguntar

 

-que me gustas… tonto.

 

Se hacerlo lentamente hacia mi, no sabia que hacer, su confesión me había dejado sin palabras, en ningun momento pense de que él pudiese sentir algo por mi. Cerré los ojos en espera del dulce contacto de los labios de Kibum, los cuales no tardé en sentir sobre los míos, en un principio fue un suave roce inocente, nos separamos unos pocos centímetros, observándonos a los ojos, transmitiendo toda clase de sentimientos sin necesidad de las palabras.

 

Pose mis manos sobre la cintura de Kibum y lo atraje nuevamente hacia mis labios, pero esta vez en un beso más feroz, demandante. Mordí su labio inferior, enseguida él abrió su boca y nuestras lenguas se encontraron, comenzaron una batalla donde ninguno de los dos se daba por vencido en ganar el control del beso.

 

A pesar de que nos encontrábamos en la terraza del último piso y el viento llegaba con fuerza donde nos encontrábamos, la temperatura de nuestros cuerpos aumentaba a cada movimiento y roce entre nuestros cuerpos. Metí mi mano debajo de su reveladora camiseta y comencé a acariciar sus caderas, antes de que pudiera hacer algo más Key rompió nuestro beso.

 

-aquí no, los borrachos de adentro nos podrán ver, sigueme.

 

Tomó mi mano y entramos nuevamente al departamento, habían unos que otros cuerpos completamente inconscientes en el suelo, mientras que los que se podían mantener de pie trataban de bailar sin perder el equilibrio a cada segundo, y cuando alguno de ellos caía al suelo los demás estallaban en risas.

 

Kibum me guió hacia el pasillo que conducía a su cuarto. En medio del pasillo jale a Key y lo traje hacia mi para comenzar un nuevo beso, avanzamos de manera dificultosa, entre tropezones y choques con paredes, mientras las prendas de ropa desaparecian de nuestros cuerpos y quedaban esparcidas a lo largo del pasillo. Ya en frente de la puerta del cuarto cargue a Key, tomándolo desde sus muslos,  el enrollo sus piernas en mi cintura, aun sin romper el beso, a duras penas logré abrir la puerta, una vez dentro lo deposite suavemente sobre la cama, mientras yo me subía lentamente sobre él. No me percate en que momento nuestra ropa había desaparecido, solamente teníamos nuestros boxers puestos.

 

Nuestras bocas se separaron por la falta de aire, comencé a besar, morder la piel de su cuello, cada vez bajando más y más hasta llegar a sus pezones, los cuales chupe y mordí sacando deliciosos gemidos de la hermosa boca de mi Key. Sus manos recorrían mi espalda y mi torso, tocando a su antojo, mordiendo mi cuello, dejando marcas que se verían al día siguiente.

 

Levanté la vista, para poder verlo a los ojos. La pasión y el deseo era lo que podía apreciar, estaba excitado, tanto o más que yo, volví a besarlo, esta vez sin ningún tipo de lujuria, solamente transmitiendo le todos mis sentimientos.

 

-jong… ya no aguanto más- susurro después de terminar nuestro beso.

 

Esas simples palabras desencadenaron una profunda pasión, en menos de unos segundos ambos nos encontrábamos desnudos disfrutando del cuerpo ajeno, cada toque, cada caricia, cada beso.

 

Al momento de penetrarlo pude disfrutar de su cuerpo, de su estrechez y de su calor, era completamente placentero. En un principio pude apreciar en su rostro que se sentía algo incómodo, pero en unos cuantos segundos esa mueca de incomodidad cambio por una de placer.

 

En cada movimiento, estocada que daba contra su cuerpo, se deshacía en gemidos, esos hermosos sonidos que solamente hacían que mi excitación aumentara, que arremetiera con más fuerza.

 

Cada vez que sentía sus uñas arañar mi espalda, buscando un lugar de donde aferrarse, cada vez que me apretaba aún más en su interior, hacía que gemidos roncos escaparan de mi garganta debido a placer que experimentaba.

 

Una vez en el límite, nuestros cuerpos llenos de sudor, apunto de llegar al éxtasis, Kibum siendo el primero en llegar, aumentando la tensión de todos los músculos de su cuerpo, produciendo una exquisita presión sobre mi y causando que terminara dentro de su cuerpo.

 

 

 

 

Notas finales:

OMG >////< 

realmente me puse nerviosa al escribir el lemon, ya que es la primera vez que lo hago, por eso no es tan descriptivo, pero por lo menos es mejor que mi primer intento.

espero que lo disfrutaran y nos leemos en un par de días

 

DEJEN RW

 

las/los quiero mucho <3


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