Son las tres de la mañana, mi móvil vuelve a sonar, no sé cuantas llamadas y mensajes he recibido, pero no pienso revisar y mucho menos responder; por fin deja de sonar y decido apagarlo. Suspiro, me dejo caer en la cama.
Cuando estoy a punto de caer dormido, el timbre comienza a sonar constantemente, maldigo y cubro mi cabeza con la almohada, el sonido se amortigua y de nuevo comienzo a dormirme, cuando casi me veo a mi mismo volando sobre los edificios de la ciudad, la puerta de mi habitación se abre.
Me siento en la cama asustado, tal vez es un ladrón o un secuestrador. Miles de pensamientos corren en mi mente en cuestión de segundos; estoy por soltar un grito cuando la luz es encendida. Veo al idiota de mi mejor amigo, amigo con derecho, novio, ex novio. No lo sé con certeza.
Es el problema de tener un amigo que te conozca tan bien y desde hace tantos años, que no eres capaz de recordar cómo se conocieron o porque se siguen frecuentando a pesar de todo. Y de cómo han terminado encamados más veces de las que eres capaz de recordar. Pero que es el idiota que admiras y amas mucho más que el helado, los peces y la música juntos.
-¿Para qué mierda tienes celular si no piensas responder?- Es lo primero que sale de su boca, es un idiota, pero se ve tan bien con esos pantalones ajustados, que le enmarca ese casi inexistente trasero, que por una extraña razón me hace babear. Lo escucho reclamar pero no entiendo las palabras, solo son un sonido fluido y sin sentido.
Observo su boca moverse hasta que me da la sensación de que si lo sigo haciendo me tirare a sus brazos para besarlo, el desgraciado es bueno para eso. Pasaría el resto mi vida besándolo si me fuera posible. No me doy cuenta de cuando ha avanzado y está parado junto a mí en la cama. Como sigo sentado me siento diminuto a su lado. Sus ojos están que arden, no de la forma que te dice “te arrancare la ropa y te prometo que caminaras al mero estilo pato” sino de la manera “porque carajos estoy tratando de hablar contigo”.
- ¡DongHae! ¡Ponme atención!- y entonces lo hago porque odio cuando grita.
-¿Qué quieres HyukJae?- Me mira con odio.
-¡Te lo he dicho desde que llegue! ¡Pero te has perdido en tu mundo otra vez, no sabes lo frustrante que es esto!- Suspira- Como sea ¿Por qué no me dijiste que te irías de la fiesta?
-Solo me aburrí y tú estabas ocupado comiéndote a la chica que se acuesta con Siwon- si, tenía que decir aquello, detalles innecesarios pero fundamentales, por lo menos a mi consideración.
- En primera, no me la estaba comiendo, la estaba saludando y en segunda no se acuesta con Siwon sino con Kibum. Siwon se acuesta con Heechul o eso fue lo último que me entere, pero esa no es la cuestión. Te estuve buscando por toda la casa, tengo detalles jugosos que contarte, pero como castigo por ser desconsiderado conmigo no te los contaré.
Mi mejor amigo está presente, ese HyukJae que suele contarme los chismes de mis otros amigos y así tener material para molestarlos.
Sin previo aviso me besa dulcemente los labios.
- Hazme espacio en la cama, estoy cansado- dice mientras me acaricia el cabello. No he notado cuando ha apagado la luz y ha encendido la lamparilla de noche o cuando se ha deshecho de su camisa y de sus pantalones.
¡Genial! Trae los calzoncillos que le regale, esos con monitos comiendo bananas de los que todos se rieron por las supuestas dobles intenciones que tenia al dárselos, pero solo fue porque me gustaron, me recordaron a él; además solo me entere de lo que eran las supuestas intenciones hasta que Hyuk me lo explico. Gráficamente, muy gráficamente. Genial. Ahora siento mi cara arder. Mi amigo con derecho se había presentado en esa ocasión.
Me pego casi a la pared cuando él se interna en mi cama, el silencio reina mientras sigo pensando en cuanto más tardara para abrazarme y poder dormir en santa paz. Oh, han sido 5 segundos. Pasa su brazo por mi pecho y el otro bajo mi cuello, pegando su pecho a mi espalda, me encanta su calor. Y esto es cuando me siento enamorado y que él me corresponde, que deja de ser mi mejor amigo para convertirse en mi novio-esposo-amante, todo a la vez. Me duermo al fin.
Solo han pasado tres horas para que el imbécil me despertara para tener sexo mañanero, ¿Enamorado? ¿Romántico? Claro y yo soy el mejor cantante de Asia. El muy bastardo se ha ido casi corriendo después de que se corrió en mi estomago. Genial. Y yo soy el que necesita visitar al psicólogo una vez al mes. Cuando lo noto estoy cayendo dormido de nuevo y solo un pensamiento inunda mi mente: Maldito bipolar.
Ya son casi las 11:00 a.m. y estoy por desayunar cuando el timbre suena, me levanto solo porque no quiero seguir escuchando el molesto sonido. Flores. Un gran ramo de flores. Y una tarjeta pidiendo disculpas por dejarme en la mañana y la promesa de una comida en mi restaurante favorito. Creo que será una cita. Lástima, no pienso salir de este departamento hasta que sea estrictamente necesario.
HyukJae llega con empaques de comida cinco minutos después de la supuesta hora acordada para la “cita”. Estamos sentados en la sala comiendo en silencio.
- ¿Por qué estás aquí?- pregunto mirándolo, mientras él mastica despacio.
- Te conozco demasiado bien, sé que no saldrás de este lugar a menos que sea una emergencia, y si fuera por ti te alimentarias a base de helado y porquerías- el tipo sano salió a relucir.
- Deja a mi comida en paz.
- ¿Qué te sucede? Estas extraño, más de lo normal quiero decir.
- Yo también te quiero- creo que es mala respuesta ya que no despega sus ojos de mi cara, nos quedamos mirando por unos instantes hasta que yo desvió mi mirada.
- ¡Vaya! ¡Así que era eso!- dice abriendo los ojos luciendo sorprendido y después comienza a partirse de risa.
- Idiota- dejo los palillos y me dirijo a mi habitación, ya no tengo hambre. Y no soporto que se ría de mí.
Me tiro en mi cama y miro el techo. Toca la puerta. Lo maldigo. Insiste y yo hago lo más sensato que se me ocurre. Meterme bajo la cama. Creo que debería de limpiar acá abajo más seguido.
La puerta se abre; lo escucho suspirar mientras yo retengo mi respiración. Se agacha y me ve, hace cara de asco, odia ensuciarse innecesariamente y se mete conmigo. Se queda en silencio.
- Siento haberme reído, pero no era de ti, sino de la situación- sonríe con su estúpida sonrisa que es toda dientes y encías. Hijo de puta. Creo que lo amo.- Te tengo una pregunta, concéntrate, ¿Qué es lo que crees que somos?
Me tomo desprevenido, me quedo callado unos instantes, pensando.
- Creo que somos mejores amigos, y ex novios, pero no estoy seguro no recuerdo que alguna vez me lo hayas pedido ni yo aceptado pero puede que lo haya olvidado como esa vez que dijiste que acepte que me amarraras a la cama y yo no lo recorde; y de esos tipos que follan de vez en cuando.
- Esa vez fue épica- murmura HyukJae- al punto, siempre pensé que no necesitabas que te dijera las cosas con todas sus letras para que lo supieras, todo se ha dado de manera tan natural que nunca me planteé la idea de tener que explicarte los cambios en nuestra relación- respiró tranquilamente y toma mi mano- siempre hemos sido amigos y nos hicimos mejores amigos, tú fuiste mi primera vez en todo y yo fui la tuya, y cuando comenzamos a tener sexo más que a hablar éramos una especie de ¿amigos con derecho? con exclusividad, con mucha exclusividad. No lo sé con exactitud, pero comenzamos a darnos mimos antes, durante y después de tener sexo y se fue convirtiendo en hacer el amor, así que te convertiste en mi novio y lo somos desde entonces- sonrió satisfecho con su explicación- espera ¿Por qué ex novio?
- Dijiste que me dejarías cuando Kyuhyun dejara su adicción a los videojuegos, y los ha dejado por estar todo el tiempo tras Sungmin- Dije convencido, eso lo recordaba a la perfección, porque hasta llegue a comprarle videojuegos para que no los dejara. No quería que HyukJae se alejara de mi- Además últimamente solo estás conmigo para follar.
- DongHae, eres un tonto oficialmente- como lo dice con una sonrisa no lo tomo como un insulto- Solo dije eso de Kyuhyun porque parecía casado con su computador, y no creí que encontrara a alguien que le aguantara el carácter de mierda que se carga, pero ya ves, Sungmin es masoquista y están juntos- Sonrió- Y de lo último, ¿Crees que me puedo resistir a ti? He estado trabajando como loco y vienes tú con esos pantalones ajustados y tu mirada de cachorro abandonado, ¿Cómo podría resistirme a eso? Además no recuerdo haber escuchado que te quejaras alguna vez.
En eso tiene razón.
- Entonces ¿Qué somos?- le digo mientras me pego lo mas que puedo a él. Casi no puedo respirar, mi pulso se dispara cuando siento sus manos acariciar mi cara y mira mis ojos.
- Somos todo lo que quieras que seamos, mejores amigos, novio, amantes, no sé tal vez próximamente esposos- sonrió cuando lo dice- seremos lo que tú quieras- se acerca a besarme pero se detiene en el ultimo segundo- menos primos o hermanos o algo de eso, eso es inquietante pero si eso quieres lo podemos intentar- dice completamente serio.
- Idiota- es lo que sale de mi boca antes de fundirnos en un beso amorfo, con contractura en el cuello, y hechos una especie de plastilina humana, por el diminuto espacio en el que nos encontramos.
- Si no te ha quedado claro, te amo- lo dice sobre mis labios mientras una corriente eléctrica me atraviesa.
- Lo sé, yo también te amo- le respondo, besándonos suavemente.
- Salgamos de aquí, el polvo me está creando alergia- maldito mata pasiones pudo haber sido especial pero no tenía que acabar con el momento romántico.
Al salir solo nos dedicamos ver malas películas cursis, de vez en cuando nos besamos y acabamos durmiendo abrazados, como una pareja enamorada de ancianos. Tal vez eso éramos y aun no nos enterábamos.