El final del primer cuarto había llegado más rápido de lo que esperaban, el marcador estaba levemente a favor de los visitantes, sin embargo no era algo que preocupara a los jugadores de SM, que fueron al descanso con la mentalidad de cambiar de estrategia y regresar para igualar o superar el puntaje de sus rivales, los cuales se veían mucho más confiados que ellos.
Sehun se quitó aquel casco que comenzaba a sofocarlo y miro a las graderías, examinando minuciosamente cada hilera de personas, hasta que su mirada se topó con la de Tao, quien sostenía uno de esos dedos de espuma que la gente solía llevar en los juegos de baseball, con la cara pintada de los colores de equipo y luciendo su propia camiseta de jugador. El maknae sabia más que nadie, lo mucho que Tao deseaba estar en el juego, pero que una grave lesión en el partido previo a la final se lo había impedido, así que se obligó a sonreírle y levantar la mano en la que sostenía el casco, provocando que no solo su amigo gritara de emoción, si no también toda la gente que estaba en las gradas apoyando al equipo.
El joven tackleador se sentó en una pequeña banca que había al lado del campo, tomando el agua que BaekhHyun le ofreció momento antes, escucho atentamente la nueva jugada que usarían y se levantó cuando terminaron los dos minutos de descanso que más bien le parecieron ser solo segundo, con resignación volvió a ocupar su puesto en la línea ofensiva, no sin antes echar un rápido vistazo a las graderías, sin volver a encontrar a la persona que buscaba.
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Había pasado casi un mes desde que Chanyeol se enteró de la relación de su mejor amigo con Taeyeon, la líder de porristas, su animó decayó de tal manera que había dejado de salir los sábados por la noche con Baekhyun, sus calificaciones bajaron y hasta termino por afectar su atención mientras jugaba, provocando que casi perdieran el último partido, al permitir que uno del equipo contrario derribara a KyungSoo e impidiera un touchdown que les hubiera asegurado el gane del juego, evitando hacerlos sufrir lo que habían tenido que sufrir para ganar.
Y era por eso que ahora estaban celebrando la victoria en casa del mismísimo Chanyeol, quien a manera de disculpa había propuesto poner su casa como sitio para la fiesta, aprovechando que estaba solo ya que sus padres estaban en Japón y su hermana estaba haciendo un trabajo en Mokpo.
Parecía que toda la escuela estaba en aquella gran casa, sin embargo y a pesar de que la mayoría de personas estaban ahí para poder conseguir divertirse con algo más que baile y bebidas, el dueño de la casa junto con Sehun, Kai y Xiumin, se mantenían en el ático de la casa, lugar que el más alto se había encargado de transformar en un increíble cuarto de videojuegos.
-Se quedaran toda la fiesta metidos aquí ¿cierto?- pregunto Xiumin, haciendo un puchero involuntarios antes de mirar a sus compañeros de equipo, quienes parecían absortos en la televisión frente a ellos.
-Pensé que no te gustaban las aglomeraciones hyung- comento Kai que en ese momento trataba de ganarle la partida a Chanyeol.
El mayor de los presentes, se encogió de hombros y comenzó a curiosear algunas de las cosas que el offensive tackle tenía en aquella habitación.
-Maldición- dijo el moreno de pronto al notar como terminaba la partida.
-No seas llorón Kai, perdiste, págame- respondió el más alto sonriendo de manera arrogante.
Sin embargo Kai no era un buen perdedor y tiro el control al piso para luego empujar con fuerza el hombro de Chanyeol, tomar una de las botellas de cerveza que había en la pequeña mesa de centro y salir del ático para ir a la fiesta, que en aquel momento se había vuelto muy tentadora para él.
-MI TURNO- grito Sehun tomando el control del piso y sentándose en el lugar anteriormente ocupado por el moreno.
Mientras que MinSeok solo reía al ver el infantil comportamiento de sus amigos, decidiendo por fin unírseles en los juegos al conectar el tercer control que Sehun no sabía que el juego tenía. Un rato más paso en el que ninguno de los tres jóvenes se movió de aquel lugar, cuando el tono de llamada del teléfono de MinSeok invadió el ambiente, desconcentrando a los otros dos que miraron mal a su hyung antes de poner el juego en pausa.
El mayor contesto dudoso, ya que por la prisa no había visto el nombre del contacto, sin embargo su semblante se suavizo y su rostro se ilumino al reconocer la voz de la persona que había llamado, Chanyeol regreso su atención al juego y elimino al personaje de MinSeok de la partida pues sabía que su hyung iba a tardar un poco en aquella llamada que no parecía ser de gran importancia para él en esos momentos, ya que lo único que quería era olvidarse del mundo entero, sobre todo de cierto joven que a esa altura de la fiesta ya debía estar completamente ebrio y vomitando en cualquier esquina. Pero Sehun no pudo tener de nuevo la misma concentración en el juego, no al menos después de escuchar el nombre de LuHan salir de los labios de su adorable hyung, sobre todo luego de escuchar ese mote tan cariñoso con el que Xiumin y Lay se referían al castaño de vez en cuando, y que, de algún modo lograba cierta irritación en su ser.
Cuando termino de hablar el mayor guardo su celular y miro a la pantalla, notando como su personaje había muerto.
-¿Qué quería tu amigo hyung?- pregunto Sehun, tratando de concentrarse en el juego o al menos fingir que lo hacía.
-Lo invite a la fiesta, se había perdido, pero ya se ubicó, estará aquí en unos minutos- contesto el mayor como si nada.
El maknae estuvo a punto de comentar algo cuando la puerta que conectaba el ático con el resto de la casa se abrió, dejando ver a un muy preocupado JoonMyun acompañado por un Tao aún más preocupado.
-ChanYeol, Baekhyun está sobre la mesa del comedor cantando, KyunSoo y Kris están abajo tratando de hacer le entrar en razón pero es un necio, vamos tu eres su mejor amigo, tienes que hacer algo- dijo Suho.
-Exacto, soy su mejor amigo, no su madre, solo espero que no esté cantando desafinado, sería su fin-dijo contesto Chanyeol.
-Está tratando de quitarse la ropa- intervino Tao al ver la actitud despreocupada de su amigo.
El chino apenas había terminado de decir aquello cuando ChanYeol ya había bajado del ático, no sabiendo si tenía prisa por detener a Baekhyun o por no perderse ni un minuto más de aquello, los otros dos en la habitación se limitaron a observar en silencio y mirarse entre ellos, hasta que Tao, quien seguía apoyado en el marco de la puerta, volvió a hablar.
-Minnie hyung- llamo el chico panda haciendo que el aludido lo mirara expectante- creo que tu también deberías bajar.
-No veo porque, ellos cuatro pueden con Baekhyun, de hecho, Chanyeol por su cuenta podría con Baekhyun.
-Chen hyung también está con él, están…haciendo un dueto.
MinSeok abrió los ojos con sorpresa y se levantó lo más rápido que pudo, deteniéndose en la puerta para tomar al chino del brazo y comenzar a jalarlo para que caminara de regreso a la fiesta, sin embargo el más joven trato de soltarse al no entender sus acciones.
-Tú vendrás conmigo.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque si el tonto de JongDae se pone difícil, tú lo noquearas con uno de tus movimientos ninjas.
Dicho aquello ambos desaparecieron tras la puerta, bloqueando el estridente ruido de la fiesta, dejando a Sehun solo en aquel silencio y quietud, perezosamente, se levantó del sofá, tirando el control del juego a un lado para luego tomar una de las sodas que estaba en el piso, de pronto, el sonido de la música invadió sus oído por unos segundos antes de desaparecer de nuevo. Al girar hacia la puerta, se encontró con la delgada figura de Luhan, vestido con un suéter azul del equipo de soccer, pantalones negros de mezclilla y un par de zapatos grises un poco gastados.
-¿MinSeok hyung?- pregunto el chino al entrar y mirara a todos lados, topándose con la figura de Sehun, quien estrujaba la lata de soda en su mano- Oh, Hola Sehun.
-Hola Luhan hyung, me sorprende verte aquí.
-¿Por qué?
-Pensé que el entrenador Kim te tendría limpiando las graderías y el campo tu solo.
-La victoria de hoy lo tenía muy feliz, así que me dejo en paz, al menos por hoy- contesto divertido Luhan, sabiendo que el menor tenía buenas razones para creer aquello, pues aquel hombre parecí odiarlo cada día más- ¿Has visto a Xiumin?
-Esta abajo, salvando el poco orgullo que le queda a JongDae- explico el menor, obteniendo una mirada curiosa por parte del mayor- borracheras, ya sabes.
El mayor asintió aceptando aquello, susurrando un apenas audible “lo esperare” antes de dejarse caer en el cómodo sofá del lugar y mirar a su alrededor, como buscando algo interesante que ver o hacer para entretenerse mientras esperaba el regreso del mayor, Sehun solo lo miro unos momentos antes de decidir que debía decirle al chino que no esperara a Xiumin, ya que tratándose de un asunto que involucraba a Chen, eso tardaría hasta el día siguiente.
-Wow, no pensaba que ustedes jugaran FIFA- comento Luhan mientras sostenía el empaque del juego.
-No somos de otro planeta hyung- contesto el menor tomando dos controles para luego lanzarle uno al castaño, tomar el juego y dirigirse a la consola de juegos- ¿Qué tal un partido amistoso?
Luhan sonrío y sin dudarlo acepto la propuesta de Sehun, subestimando por mucho las habilidades del menor en el juego, ya que creía que al ser un jugador del futbol americano, más siendo parte de la línea de defensa, lo único de lo que era consiente era de derribar gente a su paso, pero se llevó una gran sorpresa al ver jugar al menor, aunque fuera un videojuego parecía saber alguna que otra táctica que los futbolistas de carne y hueso solían utilizar. Así pasaron los minutos, entre más juegos, bebidas, bromas, pláticas sin sentido y risas, cualquiera que los hubiera visto en aquel momento diría sin dudar que aquellos dos jóvenes eran amigos desde hace años y no simples conocidos que se veían de lejos durante las horas de entrenamiento o que se saludaban fugazmente en los pasillo, cuando rara vez llegaban a encontrarse.
El rugido del estómago del mayor capto la atención del ambos muchachos, que hasta ese momento eran realmente consientes de la hora, notando que ya eran casi las once de la noche y que aun así la fiesta debajo de ellos parecía no parecía tener un final cercano.
-No creo que tengan comida abajo- comento Luhan casi para sí mismo.
-Tampoco lo creo, a menos de que lo que busques para comer sean frituras y aperitivos para bebidas-
-Supongo que tendré que ir a buscar algo de comida por mi cuenta- dijo Luhan levantándose del sofá, dejando el control sobre una vieja mesa de noche- diviértete el resto de la fiesta.
-Espero que encuentres algo decente para comer a esta hora- contesto Sehun, viendo al mayor caminar hacia la puerta del ático, sintiendo como de repente sus manos picaban y de su interior surgía una vocecita que le decía que detuviera al chino.
Sin embargo, el menor no movió ni un solo musculo, mientras veía como su compañero de juegos salía del lugar sin mirarlo, aquella molesta voz había pasado de rogarle a gritarle por dejar que Luhan se fuera, trato de ignorarla, pues no quería pensar que ya se estaba volviendo loco o algo por el estilo. Sehun estaba un poco enfadado, no estaba siendo sincero consigo mismo y era lo que más le frustraba, no podía reconocer que Luhan le atraía, pero al mismo tiempo había disfrutado infinitamente tenerlo tan cerca y sentir su aliento, oler su perfume, todo eso lo excitaba y no quería que el chino llegara a darse cuenta, a decir verdad, le daba miedo de que alguien se enterase de que le atraían los hombres, porque aunque él mejor que nadie sabía que varios de sus amigos también tenían esas preferencias y era poco probable que los demás lo juzgaran, no estaba listo para admitirlo en voz alta.
Miro su reloj con su usual semblante serio antes de decidir que seguiría el consejo de Luhan y trataría de divertiste un poco, tomo su chaqueta del equipo deslizando el suave cuero sobre sus largos brazos, acomodando el cuello antes de dirigirse a la puerta, dispuesto a encontrar algo interesante que hacer en esa fiesta, pero cuando estuvo a punto de abrir la puerta, esta se abrió, dejando ver de nuevo la figura de Luhan.
-Sabes, creo que comer solo es muy deprimente- comento el recién llegado mientras trataba de ocultar su sonrojo entre la débil luz del cuarto- ¿Quieres ir a comer?
-¿Qué?
-¿Qué si quiere ir a comer…conmigo?- pregunto Luhan un tanto más alto esta vez, aun sabiendo que el menor si lograba escucharlo desde aquella distancia- Yo invito, por haber subestimado tus habilidades.
Sehun se quedó unos segundos embobado por la perfecta sonrisa del mayor, siendo sincero consigo mismo, el menor se sentía pesado y bastante adolorido por la paliza que había sufrido en el juego, pero algo en Luhan hacia que quisiera estar con él todo el tiempo, como si en cualquier momento el chico fuera a desvanecerse ante sus ojos.
-Está bien, iré pero recuerda hyung, tu invitas-dijo Sehun de manera confiada antes de salir junto al mayor de aquel viejo, pero bien decorado ático.
Salir de la casa de los Park fue un verdadero reto para ambos deportistas, ya que estaba atestada de gente que parecía estar absorta, dejándose llevar por la música y el efecto que la bebida u otras sustancia provocaban en la gente.
-Me sorprende que no estés como uno de esos chicos ahí adentro- dijo Luhan una vez estaban caminando en una dirección desconocida para el menor.
-¿Por qué lo dices?-
-Me das esa impresión de típico chico popular, tú y muchos de tus amigos.
-No todo es lo que parece- comento el menor un tanto ofendido antes de acoplarse al paso del chino.
Sehun seguía la dirección en la que Luhan iba, no tenía idea de donde estaban o hacia donde iban, solamente se limitó a caminar en silencio luego de aquella charla, era el momento perfecto para desconfiar de Luhan y de cualquiera de sus intenciones, pero de cualquier manera lo siguió sin rechistar hasta llegar a un pequeño local al que el chino entro sin mirar a Sehun, sentándose en una de las mesas más alejadas y ordenar para ambos algo que el maknae no alcanzo a escuchar.
Aquel lugar era diferente a cualquiera en el que Sehun hubiera estado antes, todo dentro del pequeño local parecía acogedor, sobre todo al estar iluminado por tenues velas y bombillos amarillos que contrastaban con el intenso rojo de las paredes, dándole también un ambiente de misterio o romanticismo, dependiendo de la perspectiva de la cual se estuviera viendo la situación. No cruzaron palabras más que para alagar el asombroso sabor de la comida y hacer uno que otro comentario sobre lo fría que se estaba poniendo la noche. Sin embargo, Sehun pudo sentir un extraño calor surgir de su pecho, al estar ahí, al tener a Luhan frente a él, sonriéndole de esa manera tan peculiar y que el coreano encontraba fascinante, sentía como aquel extraño sentimiento invadía cada parte de su cuerpo, provocando un escalofrió que afortunadamente el mayor no noto cuando Sehun se detuvo a observar más detenidamente aquellos aparentemente suaves y rosados labios que su acompañante poseía. Pero a pesar de todos los esfuerzos del chico rubio, su intensa mirada no pasó desapercibida por Luhan, quien se limitaba a verlo de reojo, tratando de no caer en el mismo estado en el que estaba hundido Sehun, preguntándose a sí mismo desde cuando había comenzado su fascinación por el rostro del menor y su curiosidad por saber la causa de su siempre serio semblante.
Cuando terminaron de comer, Luhan pago la cuenta, como había prometido y ambos salieron del local sin tener idea de que hacer, quedándose en la puerta viéndose el uno al otro.
-Supongo que debo llevarte a casa, por tu cara deduzco que no tienes ni la más mínima idea de donde estamos-hablo el chino riendo nerviosamente, metiendo sus manos en los estrechos bolsillos de su ajustado pantalón a causa del frio.
-Supones bien hyung, pero debo regresar a la casa de ChanYeol, me quedaría a dormir ahí y algo me dice que sería una mala idea dejar a ese gigante solo esta noche.
-Está bien- contesto rápidamente Luhan encogiéndose de hombros antes de comenzar a caminar.
Sehun se quedó un momento viendo como el mayor caminaba despreocupadamente por aquella vieja y apenas iluminada calle, dejando salir un suspiro antes de correr hacia el mayor , entrando de nuevo a un extraño, pero cómodo silencio en el que parecían estarse conociendo el uno al otro con solamente observar cada movimiento, cada gesto que hacia el contrario, hasta que las palabras comenzaron a surgir espontáneamente, haciendo que el trayecto a la casa de los Park fuera rápido, quizás, demasiado rápido.
Todo estaba en silencio cuando llegaron, la gente que antes llenaba la casa se había ido dejando como única señal de vida una sombra al otro de una de las ventanas que daban a la calle.
-Bien, ya estas a salvo- hablo Luhan balanceándose en sus talones, mientras miraba el solitario alrededor, evitando que su mirada se topara con la del menor.
-Gracias por la cena y por mostrarme ese lugar.
-No es cual quien lugar niño, deberías estar honrado, ni siquiera he llevado a Xiumin o a Lay-rio Luhan, fingiendo estar ofendido- si quieres, puedo mostrarte como llegar.
Sehun solo asintió, tratando de contener la sonrisa que había provocado aquel comentario.
-Me divertí, gracias por acompañarme, nos vemos Sehunnie- se despidió el mayor antes de darse la vuelta y alejarse rápidamente, dejando a Sehun con un “hasta pronto” en los labios.