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Te encontre por Airay

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Notas del capitulo:

Yo realmente no sabía cómo cambiar los guiones pero creo que lo hice bien. Como siempre  gracias por los comentarios y los concejos, ustedes siempre me animan a escribir con más ganas!

El siguiente capítulo contiene 2 relatos sobre cómo llegaron los alfas y los betas al mundo, no los crean! Salieron totalmente de mi imaginación, para coherencia(?) de la historia y puede que ni si quiera tengan sentido -suda-, los pondré en cursiva para que se entienda mejor (espero).

Pienso que como Killua es tan cool a veces le dice a su hermana “sis” –de sister duh- por lo que si leen “sis” no es que este mal escrito :P

Sin más disfruten el capitulo –amores– 

–Gracias– dijo bajito retrocediendo, más solo pudo dar un paso ya que albino aun lo tenía entre sus brazos –Ummm–  miro curioso al más alto.

Se tardo un segundo en entender que estaba pasando y otro más en soltar a moreno.

–Lo que sea – el albino también retrocedió un paso a pesar de que aun no quitaba totalmente su mano de la espalda del mas bajo –Será mejor que volvamos – y usando la frase como pretexto empujo al moreno para que se moviera, tardando un poco más en retirarse.  

Bajaron en silencio. Mientras avanzaban uno junto al otro el albino comenzó a sentirse incomodo, sus manos se sentían torpes y prefirió guardarlas en sus bolsillos, antes de que las ganas de tocar al más bajo fueran más fuertes. El moreno parecía ajeno al ambiente, era tal que empezó a tararear una alegre canción.

– ¿Qué rayos estas cantando? – pregunto después de un tiempo de estar escuchando al moreno,  con un tic en su ojo.

El moreno se detuvo frente al peliblanco mientras tomaba aire, pronto comenzó a cantar una pegajosa canción y pese a que su voz no era la gran maravilla, el albino no pudo evitar sonreír de la alegría del más bajo.

–Ya cállate, cantas horrible – dijo tratando de ocultar su sonrisa – ¿De dónde sacaste esa canción?– Pregunto arqueando una ceja.

–No canto tan mal– hizo un puchero –Mito-san me la enseño, su nombre es Guu! Guu! Guu! – comento con una gran sonrisa.  

–Tsk hasta su nombre es ridículo – dijo negando con la cabeza.

Sin embargo el ambiente se hizo más ameno y finalmente llegaron a la habitación.

–Alluka!!!– El moreno entro haciendo un alboroto.

La joven se levanto rápido mientras abrazaba al moreno.

–Me tenías preocupada! Saliste tan molesto y te saltaste la cena y no volvías y creí que algo malo te paso y...– Frunció el ceño sin querer seguir regañando al moreno, que parecía un perrito apaleado –Me alegro que ya estés aquí – Abrazo al moreno con una gran sonrisa.

–Iré a darme un baño– bufo y avisó el albino, sin mirar a nadie en particular.

Aprovechando que el albino se había marchado se dejo caer en la blanda cama suspirando satisfecho mientras sentía las suaves sabanas.

–Mouuu realmente podría dormir aquí – El moreno comenzó a rodar de forma infantil.  

–Si lo haces probablemente oni-chan te sacará a patadas – Dijo la pelinegra con una sonrisa apenada.

–Mouuuu – El moreno se quejo contra las almohadas –Alluka...– La morena solo la miro curiosa luego de escuchar el tono serio del ojimiel –Alguna vez haz sentido cómo si no pertenecieras al lugar que se supone que tienes que pertenecer?–Pregunto en el mismo tono.

La pelinegra solo lo miro incrédula, era una pregunta bastante extraña y más aún porque el moreno parecía completamente serio, se mordió el labio sin saber bien que responder. Se rió bajito atrayendo la atención del pelinegro que la miraba interrogante.

–Gon, no sé bien a qué se debe tu pregunta, pero eres una persona fuerte, nadie dudaría nunca del lugar al que perteneces– Comento calmada, creyendo que esa era la preocupación de su amigo. Ya regañaría a oni-chan por hacer que Gon se sintiera vulnerable.

Justamente a eso se refería, se lamio el labio ansioso, el nunca sería un alfa, estar cerca del albino solo le confirmo sus sospechas.  

–¿En qué piensas?– Pregunto luego que el moreno no dijo nada.

–En que creo que soy un pésimo alfa –Dijo medio riendo, medio suspirando.

Un silencio torpe cubrió a los jóvenes.

–Sabes que los Beta nacimos de un deseo y es por eso que nos regimos por las estrellas– Comento de repente bajo la curiosa mirada del moreno –Se dice que los Beta nacieron de la cruza perfecta de un Alfa y un Omega– Al principio lo había comentado para distraer al moreno, pero tal vez no sería tan malo contarle una historia.

–¿Quieres escuchar una historia?– El moreno asiente de manera vigorosa para la diversión de la pelinegra –Hace mucho, mucho tiempo, cuando en el mundo solo existían Alfas y Omegas las cosas eran muy distintas... Se dice que los omegas eran nobles y reyes, mientras que los alfas eran sus guerreros y guardianes, siempre listos para dar la vida por los omegas, tal como los omegas daban su vida por ellos– El moreno la miro interrogante al escuchar la última parte.

–No se sabe el motivo, pero siempre que nacía un alfa el omega que le daba la vida moría– Respondió la silenciosa pregunta del moreno.

Pese a esto, vivían en armonía y solo tenían una regla, nunca pretendas ser algo que no eres– El moreno trago grueso por alguna extraña razón.

–¿Y cómo fue que nació el primer beta?– Pregunto atento al relato.

 –Porque un par de tontos enamorados rompieron la única regla que no tenían que romper– Dijo entre risas –Un fuerte y respetable guerrero alfa se enamoro perdidamente de la princesa a la que tenía que cuidar y ella a su vez se enamoro de él... Era tal su amor que dejando todo atrás, se fugaron para vivir juntos. Al cabo de un año la omega quedo embarazad, durante 8 meses fue celosa y cariñosamente cuidada por su amor, todo el tiempo hablaban de cómo sería su hijo, ella pese a todo deseaba que fuera un alfa, para que fuera libre y fuerte, mientras que él deseaba que fuera un omega, para que nunca tuviera que conocer el lado malo de la vida y porque egoístamente no quería que su esposa muriera.

Cuando finalmente llego el día, el alfa estaba nervioso esperando que la partera le avisara como estaba su amada, finalmente después de lo que pareció una eternidad, salió de la habitación con un pequeño bulto entre sus brazos y el rostro pálido, el hombre pensado lo peor se encamino a ver a su esposa.

La mujer estaba radiante, con los ojos envueltos en lágrimas. En seguida su esposo entendió  que estaba pasando, despacio se acerco a su mujer y abrazo su delicado y frágil cuerpo.

–Lamento no estar contigo para apoyarte, pero prometo siempre velar por él y verlo crecer –Esas fueron sus últimas palabras antes de morir.

El hombre destrozado, volvió en si al escuchar el llanto del recién nacido.

La mujer, que aun no recuperaba el color le entrego al bebe y huyo del lugar, el hombre confundido descubrió al recién nacido notando que este era extremadamente hermoso, tal como su madre y entendió el miedo de la partera. Había nacido un hijo prohibido, un alfa con la apariencia de un omega, el hombre arrullo a la pequeña bendición entre sus brazos y juro cumplir su promesa.

Durante años lo cuido como un omega, sin embargo la fuerza y el espíritu libre del niño le impulso a contarle la historia del cómo nació y enseñarle las artes del combate. Bajo nuevas convicciones el ahora joven prometió velar tanto por omegas como alfas y cumplir la única regla que le habían enseñado, ser el mismo. Juntando las silabas de los nombres de sus padres se autoproclamo Beta.

 –Y qué paso después!?–  el moreno pregunto al borde de la euforia.

 –Bueno... Cumplió su promesa– Se rio bajito al ver la cara de desconcierto del moreno, ella sabía que no era tan buena relatando historias como su hermano pero al menos estaba feliz de que al ojimiel le gustara.

–Sis sabes que esas historia carece de argumentos científicos cierto, probablemente desde hace mucho antes que ya estaban naciendo los betas – Dijo siendo un total aguafiestas.

El moreno quiso regañarlo, pero todas sus replicar quedaron en el olvido al ver al más alto ¿era su idea o el albino se veía distinto? Se mordió el labio al no saber qué era lo que exactamente tenía el ojiazul.

 –Oni-chan no seas aguafiestas – infló sus mejillas mientras se cruzaba de brazos.

–Hazte un lado Gon– Y sin esperar a que el moreno se moviera se tiro junto a él. Arquea una ceja al notar como el moreno no se ha movido, de forma descuida apoya una mano cerca de la espalda del más bajo, deleitándose como este parecía estremecerse  –¿Estás bien Gon? – pregunta en un tono bajo.

–Oh ¿Por qué lo preguntas?– El moreno parecía genuinamente confundido.

Pese a la pregunta no responde. Es por la luna se dice a si mismo mentalmente, debe dejar de ver cosas donde no las hay. Por otro lado el moreno mentalmente se regaña y se obliga a mantener la calma. Un silencio incomodo cubrió a los jóvenes, por suerte estaba ahí la morena para hacer las cosas más fáciles, o tal vez no?

–Oni-chan porque no le cuentas la historia de cómo nacieron los alfas, estoy segura que Gon no la ha escuchado – El moreno negó de forma energética gradecido de que la morena le de algo para distraerse de la mano que cada vez estaba más cerca de su cadera.

–Esa historia tonta... – Dice con desgano.

 –Vamos~ Alluka me conto la historia de los Beta es lo justo que tu nos cuentes la de los alfa–

–Lo que acabas de decir ni si quiera tiene sentido –Deseaba seguir replicando pero el ver la cara de cachorro de ambos lo dejo sin argumentos –Bien, pero no quiero que ninguno de los 2 me interrumpa–Mira de forma seria a ambos.

 –Yey – entre risas se acomodan mejor para ver al albino.

Se aclara la garganta antes de empezar a contar su relato, mira de reojo al moreno y ve como este le regala una sonrisa cálida. Terminemos rápido con esto para que pueda dormir, piensa para sí mismo.

 –Se dice que hace mucho tiempo la Luna estaba perdidamente enamorada de la Tierra, era tal su amor que siempre se paseaba alrededor de ella esperando que algún día le correspondiera. Lamentablemente la Tierra, al igual que el resto de los planetas, solo tenían ojos para el Sol y orbitaban a su alrededor.

A la Luna no le importo esto, era tal su amor que si no podía ser su amante sería su confidente.

Siempre atenta a su amada, noto como esta  se deprimía cada cierto tiempo, preocupado  le pregunto a que se debía y esta le respondió.

 –Estoy triste porque el Sol no me ve, soy árida, pequeña y sin gracias– dijo llena de tristeza.

“Para mi eres perfecta” le quiso responder, más se guardo su respuesta y pensó como podría ayudarle, finalmente tuvo una idea y usando su ingenio creó un hermoso vestido azul para la Tierra.

El Sol al fin la miraba, se sentía radiante, pronto dejo de ser árida y su belleza se multiplico. El resto de los planetas molestas y celosas, se alejaron  de la Tierra dejando de orbitar junto a ella, pero no le importo, tenía la atención del Sol y eso era suficiente.

Pero el Sol era un joven caprichoso y pronto su interés se esfumo, había visto mucho tiempo ese vestido y Saturno tenía un nuevo anillo a su alrededor. Ahora la Tierra estaba sola, no tenía planetas con quien orbitar y el Sol ya no la miraba, el no tener a sus amigas cerca  le ayudo a comprender que en verdad nunca estuvo cerca del Sol y lloro al darse cuenta de lo tonta que fue.

–No  llores yo siempre estaré contigo – y armándose de valor agrego –Para mi eres lo más importante- El albino fingió la voz de la Luna.

La Tierra asombrada se dio cuenta que en efecto, la Luna siempre había estado para ella y se sintió mal por haberla ignorado por tanto tiempo, aun envuelta en la tristeza se disculpo y prometió que sería una mejor amiga para la Luna. El tiempo pasó y su relación cada vez se hacía más estrecha.

–Desearía poder abrazarte– dijo la Tierra como si nada un día –Eres tan buena conmigo, pero aun así te siento tan lejos–

La Luna lo que más quería era acercarse a su amada, pero sabía que por su gran tamaño podría chocar y hacerle daño. Hasta que finalmente encontró una solución.

Aguantando el dolor se saco un pequeño trozo, le dio dos piernas para que pudiera correr, dos brazos largos para abrazar y fuerza para proteger a la Tierra y así nunca más se sintiera débil.

–Cuídala y nunca más dejes que llore de nuevo–

Y con esas palabras la envió a la Tierra...  Y así fue como el primer Alfa nació.

Una vez finalizado el relato, el albino se rasco la mejilla apenado de ver como los más jóvenes lo miraban rebosantes de alegría.

-Oh! Cierto, después de eso la Luna siguió mandando mas Alfas a cuidar a la Tierra y es por eso que hoy en día es tan pequeña y llena de cráteres.

El moreno miró a la Luna por la ventana y se pregunto si algún día conocería a alguien que lo quisiera tanto como la Luna a la Tierra.

-Oni-chan pero te falto una parte- dijo risueña.

El ojiazul alterado, se atoro con su propia saliva mientras miraba a su hermana.

-La Luna hizo al primer Alfa a su imagen y semejanza... Le dio una piel pálida, cabellos color plata y unos ojos como el color azul cristalino del mar- agrego de memoria la joven.

El albino sintió como su cara se calentaba.

-Al igual que Killua!- comento el moreno como si hubiera descubierto un acertijo.

Sintió como su cara se calentaba aun más.

-Así es! Cuando era pequeña oni-chan solía contarme esa historia todo el tiempo. Él jugaba a hacerme un vestido azul con unas mantas mientras prometía cuidarme por siempre- dijo recordando su infancia con una sonrisa amable.

 –Suficiente duérmanse ya!– El  albino no podía hacer nada para ocultar su vergüenza –Y tu deja de reírte–

Comenzó a despeinar al moreno, más bien de forma juguetona haciendo que la risa del moreno fuera más clara.

La habitación estaba sumergida en un silencio placentero, la morena fue la primera en caer dormida, espero un tiempo, un poco más. Se sentía como un niño a punto de hacer una travesura, evitando hacer ruido giro su cuerpo para ver al moreno dormir. Expectante se mordió el labio asomando su cabeza, grande fue su sorpresa al ver como el moreno lo miraba con esos extraños ojos color caramelo completamente serio, será acaso qué está durmiendo con los ojos abierto?.

 –Killua –

Trago grueso al notar que más bajo esta despierto y probablemente le pediría explicaciones.

Continuara...

Notas finales:

Lamento la demora! Bueno técnicamente fueron solo casi 4 horas, pero desde que escribí la otra historia siento que le robe el tiempo a esta y por eso me demore y la culpa es tan grande! –llora-

Como dije no crean nada de lo que “relate”, solo es parte de mi headcanon (realmente no se cual es la historia de la creación de los alfas, betas y omegas y como soy tan vaga no quise buscarla) de todas formas espero que suenen convincente. En lo personal me siento bastante satisfecha con la historia de los alfas, pero esa es solo mi –no tan humilde- opinión.

Para los que no estaban al tanto Guu! Guu! Guu! Es la canción de Gon (y Tell me la de Killua –baba-)

Si tienen tiempo me dejan sus opiniones. Nos leemos luego.


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