Capítulo I
Aquellos ojos burlones, esas mejillas rojas a causa de la risa descontrolada ¿De qué se ríen? .Sentía como sus miradas recorrían cada parte de mi menudo cuerpo.
-¿Quieres jugar?
Mis brazos se aferraban alrededor de mis rodillas, me sentía tan vulnerable. Baje la mirada clavándola en los raspados que tenía en mis rodillas, aun no se habían curado del todo; me ardían tanto.
-¡Tenemos un nuevo juego!
Lo odio. Odio esa frase, ellos no entienden que no quiero jugar. Estrujo la desgastada tela de mi camiseta tragando en seco, reprimiendo mis ganas de llorar.
-¿El monstruito quiere llorar?
Si quería.
Dann, una rata del orfanato, cabellos castaños, ojos pequeños, nariz regordeta de contextura gruesa, se reía señalándome. Él quedaría grabado en mi mente.
-No quiero jugar su estúpido juego
Susurré. La desdichada ratilla me agarro de los cabellos levantándome de golpe
-¡Uh! A la hermana Rose no le gustara que hayas dicho “estúpido”
-¡Muy mal! ¡Le diremos!
-¡Sí, se lo diremos!
La rata castaña aún con su asquerosa mano jalando de mis cabellos, fuimos todos en busca de la “rata madre” o conocida como “Hermana Rose”. Mis quejidos fueron callados por el bullicio y mis lágrimas pasaron desapercibidas.
Pasamos por el comedor, Dann iba delante arrastrándome y detrás iban sus secuaces gritando en busca de la rata madre.
-¡Suéltame!
Grité dándole palmadas en su mano intentando quitarla de mis cabellos. Dann se detuvo en mitad del comedor, empujándome contra una de las mesas.
-¡Ups! Se me calló
Las risas burlonas no se tardaron en escuchar, me recargue sobre la mesa temblando…pero no de miedo, sentía como una adrenalina se apoderaba de mi cuerpo, empecé a reír…pero no de felicidad
-¡Eh! ¿De qué te ríes?
Mi risa aumentaba, ya no tenía control sobre mí y eso se sentía tan bien. Agradecí internamente que aún no hayan recogido los trastes de las mesas.
-¡Te estoy hablando!
Escuchaba su chillona voz de lejos y la verdad es que no me importaba, tenía un plan.
-¿Quieres jugar?-susurré-
-¿Eh?
Sonreí ladinamente, cerrando los ojos escuchando mi propia melodía, la melodía de mis latidos acelerados. Aún de espaldas a Dann aproveche en coger sigilosamente lo más próximo que tenía a la mano
-Tengo un juego nuevo
Todo sucedió en cámara lenta…Sus gritos de dolor, mi risa, la melodía, las caras deformadas por el horror de sus secuaces y lo más importante…aquel tenedor clavado en su brazo izquierdo, se podía ver perfectamente el camino desgarrador desde su hombro bajando dolorosamente hasta antes de terminar el brazo
Reí. Este juego si me gustaba
Mire directamente a Dann, este se estaba retorciendo de dolor en el suelo desangrándose. Sonreí. Nuestras miradas se cruzaron de repente, ahora él es el que tenía lágrimas cayendo a borbotones de sus ojos y como él; decidí ignorarlo.
Mi cuerpo temblaba, aun sentía esa adrenalina, mis manos deben estar manchadas de su sucia sangre; preferí no verlas…
¿Qué es esto que siento de repente?
Mi pecho se oprime, mi respiración se agita y mi frente suda frío. Tenía la sensación de querer salir corriendo de allí de escapar lo más rápido que podía…
¿Culpa?
Antes de siquiera pensar en algo más, siento como una mano huesuda pero firme me agarra del brazo apartándome bruscamente
-¡Fue él!
Oh no…