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Noche de Brujas (ONESHOT) 【CDM Cas/Nath】 por Rumple

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Notas del fanfic:

Hola!!

Soy Rumple y si estás en el fandom de Corazón de Melón, sabrás que a mi lo que se me da bien es dibujar, aunque de vez en cuando (Cada mil años) me da por escribir un poquito!♥

Escribo tan poco que este es mi primer fanfic y lo empecé hará dos años o asi. El otro dia rebuscando entre archivos lo encontré a medias y lo re-leí, sorprendiendome a mi misma de que no estaba TAN mal escrito, asi que decidí continuarlo (y ¡OH! ¡Sorpresa! Terminarlo) Se nota bastante el cambio en la manera de redactar, lo que he escrito esta semana es a partir del lemon.

Perdonen mi manera de escribir, no puedo evitar usar palabrotas cada 4 sílabas. :(

 

PD.: Como lo que soy es dibujante, he decidido hacer un pequeño "concept art" de como van vestidos los personajes: http://img03.deviantart.net/c057/i/2015/259/e/1/concept2_by_btrumple-d99uzcp.png

PD2.: Que por cierto no me pertenecen a mi, son ls hijitos de ChiNoMiKo

Si el delegado principal del Sweet Amoris hubiera sabido lo que le iba a pasar esa noche, no habría hecho acto de presencia en aquella fiesta. Vamos, es que ni la habría pisado. Estúpida juventud y estúpidas tradiciones yankis. Halloween no es una fiesta típica de donde él vive. Es todo culpa de los gemelos y su estúpida obsesión de aprovechar la mínima oportunidad que se presente para liarla y montar fiestas, y mucho más si eso implica ir disfrazado.

Se maldice. A él y a su desinterés por cualquier cosa que sea completamente irrelevante en su trabajo. Ese puto desinterés y esas ganas de aparentar madurez que hicieron que no trajera disfraz. Porque, traerlo de casa, no lo traía. Ahora se encuentra de noche por la calle, metido dentro de la ropa de la persona que más odia en el puto universo, acompañado del sujeto en cuestión, un marica victoriano y su hermana vestida de demonio-puta. El disfraz de su hermana es muy acertado por cierto; bien, bien, veo que vas aceptando que eres una fresca y que eres descendencia del maligno. Piensa, claro. No se puede permitir decir esas cosas en voz alta.

-Oye delegado, estás muy guapo con mi ropa, ¿no crees?

-Cállate Castiel. -Sí, cojones. Cállate Castiel.

-Ten en cuenta que formas parte de mi disfraz. - Se ríe. Su risa. Resuena por toda la calle. Dentro de la cabeza de Nath; exasperante, piensa. - Será divertido verte pasarlo mal por mis alrededores toda la noche, Delegado.

Cállate mierda. Cállatecállatecállate. Es jodidamente OBVIO que se está riendo de él, le ha obligado a ponerse su ropa. A la fuerza; "ya verás que divertido, delegado." "Quiero que completes mi disfraz. Me completas, delegado. ¿No estoy haciendo tu sueño realidad?" Gilipollas. Lo odia. Tantísimo.

El disfraz de Castiel.

El disfraz de Castiel es una burla a la fiesta de Alexy. Un insulto a la festividad de Halloween. Su ropa; su ropa de cada día. No lleva nada especial, no parece que vaya disfrazado. Igualmente estaría mal pensar que no va bien, porque Castiel siempre va bien. Va bien sin saberlo. Esa imagen de chico malo que hace que a todas las chicas de les hagan las piernas de mantequilla. Puede llegar así a la fiesta y da igual lo que haga porque nada más cruzar la puerta todas las bragas caerán al suelo. A no ser...

A no ser que lo estropee con algo jodidamente ridículo. "Quiero que completes mi disfraz"

-Y se puede saber cuál es tu disfraz?- Nath y Ámber caminan detrás, unos pasos alejados de Lysandro y el terror de las chicas.

Entonces Castiel se da la vuelta.

-De justificante.

¡¿Qué coño significa esa estupidez?! Castiel. Va. Vestido. Normal. Sólo que con un justificante QUE NO HA ENTREGADO pegado con cinta en el pecho de la camiseta. Es ridículo.

Ahora lo entiende. Felicidades Nathaniel, vas disfrazado de Castiel, y él va disfrazado de justificante que no va a entregar. Que gilipollez.

Ámber camina al lado de su hermano, no comenta nada, ni habla. Raro en ella. Tan sólo escucha, callada, la conversación de Castiel con Lysandro. Es perfecta. No sabe de qué hablan pero sabe que la conversación es perfecta. Castiel suelta "joder" "polla" "mierda" cada tres palabras, pero es perfecta.

Finalmente y despues de soportar mil y una gilipolleces, llegan a la casa de Alexy, -y Armin-. El portal de la casa está decorado con motivos típicos de la fiesta; calabazas vacías (de plástico) telarañas falsas, cenefas de murciélagos y un laaargo etcétera.

Llaman al timbre y se pueden escuchar los pasos emocionados de alguien que corre detrás del portal.

-Qué coño... - Alexy es el que ha abierto la puerta. Vestido con un mono de El Monstruo de las Galletas que le queda enorme. Alexy es monísimo, hasta que abre la boca. -QUE MIERDA TÍOS.

Decepción. Decepción en su voz y en sus ojos. -una decepción regular- Pobrecillo, se nota que se ha esforzado mucho en esta fiesta y ahora va y contempla el morro y la mala educación que tienen esos sujetos. Cómo para venir aquí y presentarse sin disfraz. Lysandro no lleva pero no cuenta porque Lysandro parece que vaya disfrazado siempre.

-No vais a pasar. -Perfecto. En la cabeza de Nathaniel eso suena delicioso. -¡¿Dónde os creéis que vais sin disfraz?!

-Oye marica, que vamos disfrazados. - Castiel ganaría el premio a la persona más respetuosa del mundo.

-¡Y una mierda! Aquí todos nos hemos currado un disfraz. No pienso permitir que entréis vestidos de... -los examina- ¡de lo que sea que vayáis!

-¿Pero... no te gusta? Nathaniel va de yo, y yo voy de justificante no entregado. Es gracioso tío, no lo niegues.

-Graciosísimo. Muy mucho. Sois los más mejores. Y ahora... -Sonríe. -No puedo permitir que entréis así. -Alexy les agarra las muñecas cuál ninja y los arrastra dentro de su casa pero no sin antes girarse hacia Ámber; -Ámber querida, gracias por venir disfrazada de algo.

-¡No es de "algo", este disfraz es muy caro!

Si si, lo que tu digas.

Mientras Alexy los arrastra a dónde sea que los lleve pasan por delante del salón que está lleno de gente. Alexy es el rey a la hora de montar fiestas, Nath lo nota al ver que conoce apenas a la mitad de la gente que se pasea por ahí. ¿De dónde los saca? ¿Cómo conoce a tantas personas? Pero de repente se paran delante de una puerta y la mente de Nath se despeja de preguntas que en ese momento carecen de importancia. Alexy les explica que es un vestidor.

-Aquí guardamos nuestras tonterías. Elegid un disfraz

-¡Al igual! ¡¿Me vas a dejar uno?! Como mola tío. - Castiel se emociona... En realidad, a veces, es como un niño pequeño. Seguro que en realidad se muere de ganas de llevar algún disfraz sexy que aumente su atractivo en plan bombero o algo asi. Segurisimo que se ha emocionado tanto porque sabe que si encuentra algun disfraz que le siente bien (que no es difícil porque casi todo le sienta bien) se le hará muchísimo más fácil tirarse a alguna que otra chica esa noche.

-Sólo podéis elegir entre los de la derecha, los de la izquierda son de Armin y no los deja a nadie, ya que los cosplays son caros y bla bla bla... -Se lleva la mano al mentón -Así que tendréis que elegir entre mis disfraces... que uso para... cosas...

Cosas... Y qué cosas Alexy. Castiel es listo y se mete primero. Buen movimiento chaval. Lo ha visto, le ha pasado por la cabeza durante un segundo y se ha encerrado. No es tonto y si los disfraces entre los que puede elegir son los que usa Alexy para follar (que ya ha aclarado que están limpios) entonces habrá poca cosa que se pueda aprovechar y llevar en público porque todos saben que a Alexy le gusta... Estar debajo.

Y no se equivoca. Se encierra en el vestidor y lo ve, un arsenal de trajes de todo tipo; de enfermera, de animadora, de sirvienta, de gato, de algo que no consigue deducir que es pero que no parece muy digno, y de policía. Oh si nena, de policía. Esa noche iba a triunfar.

Nath espera fuera, apoyado en la pared, los brazos cruzados y tamborileando con los dedos encima de su codo. Sigue con la ropa de ese capullo. Que asco. Huele a él.

Y lo ve salir. Mierda. De policía.

Su debilidad

Mierda

Mierdamierdamierda. Piensa en otra cosa Nathaniel, piensa en cuando en primero se te declaró una chica y se meó encima. Sí, eso fue divertido pero la tuvo que rechazar. La niña era guapa pero le fallaba algo, no pudo deducir el qué. Puede que fuera que se meara encima.

Bien, sí. Se ha distraído. Es raro. Intenta poner en orden sus pensamientos un poco. A ver Nath, no te gustan los chicos ya lo sabes. Lo sabe, ha estado con chicas, y no ha estado mal. Pero prefiere no estar con nada, estar sólo él y su trabajo. Eso está bien, eso mola, ¿no? No Nath, no mola. Por eso te llaman empollón. Castiel lo hace, siempre le llama empollón o lame-culos, se ríe de él y ahora está ahí plantado mirándolo con un uniforme de policía que por sorpresa de nadie le queda tirando a superbien.

-Te toca, nena. -Nena. Eso resuena en él y lo desconcierta un poco. Capullo. No es la primera vez que lo llama así pero ahora ha usado un tono de voz diferente. Más cruel. Más peor.

Nathaniel se despega de la pared, perezoso y pesado, cómo si le costara horrores y lentamente se mete en ese pequeño cuarto.

Horror.

Hijo de puta el Castiel de los huevos. Se ha quedado el único disfraz decente y masculino. Aunque no lo culpa, él habría hecho lo mismo. Hoy sólo le queda aceptar su derrota y coger el más decente que pille. Total, que más da. Ya ha llegado hasta aquí sin pegarse un tiro, ya puede soportar cualquier cosa.

A ti te gustan los gatos Nath. Decidido. Irá de gato. No es el más tapado pero mierda, al menos no lleva falda.

Sale de ahí. Shorts peludos, orejas de gato y cola. Muy digno Nathaniel, estás divino. La parte de arriba del traje es prácticamente inexistente, se está muriendo de vergüenza. Se quiere morir. Seguro que igual que la chica que se meó al declararle su amor.

-¿No tienes frío, delegado? - Oh si, perfecto. Castiel, sentado en el sofá, junto a Lysandro y un par de chicas, rodeado de gente, alzando la voz. Su puta voz. Que resuena por todo el puto comedor. La gente lo mira. Mierda. Cállate Castiel por favor. De todos los Cállate Castiel de la historia de los Cállate Castiel éste es el peor. Suena como una súplica dentro de su cabeza. Cállate por favor y no vuelvas a abrir más esa bocaza. No digas nada. Cállate. No hagas ningún comentario por favor.

Castiel se levanta de su sitio y avanza hacia él.

No. Nononononono. ¿...Eh? Lo rodea y se dirige al colgador de chaquetas que hay en la entrada. Castiel descuelga una de sus chaquetas-sudadera negras y se la tira a la cabeza al señorito delegado.

-Te vas a resfriar.- ¿EH? ¿Desde cuando se preocupa por él? Es igual, déjalo. Después de un par de segundos con la chaqueta tapándole la cara y algún comentario estúpido por parte de Castiel (Que era de esperar) La aparta y se la pone. Le va un poco grande pero no pasa nada, cuanto más tape mejor. No es que su talla de ropa sea muy distinta, en realidad miden casi lo mismo, pero a Castiel siempre le ha gustado llevar la ropa un poco ancha. - En cuanto acabe la fiesta me la devuelves. No quiero que pille tu olor y mucho menos que te la lleves a casa. Vete a saber si te la quitará tu hermana y se restregará con ella como perra en celo. -Nathaniel ha soltado una risita. -Pfff ¿qué? -Es como la cuarta o quinta vez que una carcajada de Cas resuena en su cabeza en lo que lleva de noche- No sabía que podías reír.

-No invitas a hacerlo muy a menudo, para que engañarnos - Vete corre Nath, no alargues la conversación. Bien, sí, muy bien. Ve a buscar algo para beber.

Y allí se queda, apoyado en la pared, medio muerto de frío, pensando en sus cosas. De vez en cuando alguien hace un comentario sobre su ropa; el que se lleva el premio es Alexy que al verlo exclama "¡Ya no soy el más gay de la fiesta!" Y fingiendo tristeza se escabulle entre la gente para hacer... Vete tú a saber qué.

La noche avanza, nada interesante, se le acerca alguna chica pero nada, ningún interés. De vez en cuando va Kentin (que va disfrazado de soldado) a ver qué tal le va la cosa y charlan un poco. Kentin es de los pocos chicos con los que se lleva bien. Es una lástima que no haya venido Melody...

Inconscientemente va vigilando lo que hace Castiel por ahí. Lo ha mirado dos veces y cada vez estaba comiéndole la boca a una tía distinta. Ahora es la tercera vez que lo está mirando y ya está con otra. ¿Cómo lo hace? Osea, ¿A las chicas les gustan esas pintas que lleva? Bueno... Para qué engañarnos, el traje de policía le queda tirando a bien... Muy bien Nathaniel, otra vez pensando cosas raras.

Pasan las horas, después de esperar a que Alexy vaya lo suficientemente borracho como para que no le importe que se quite los shorts peludos del disfraz de gato y de conseguir volver a ponerse los tejanos largos y rotos de Castiel (hay que tener dignidad) Nath se ha juntado con los gemelos y más gente y la fiesta se está haciendo más amena. Ha contado 4 chicas que han pasado por la boca de Castiel desde que han entrado ahí. ¿Eso debe ser un nuevo record incluso para él, no? Vuelve a mirarlo. Y esta vez ve que algo va mal. Va MUY MAL. La chica que tiene cerca ahora es su hermana. Lo que le faltaba por hacer y acabar de humillarlo. "¿Te acuerdas de cuando me tiré a tu hermana en la fiesta de Alexy?" Sí. "Fue gracioso, suplicó como una perra en celo"

Su hermana estaría encantada al momento. Pero no soportaría el hecho de ser utilizada y luego si te he visto no me acuerdo. Nath sabe que Ámber está enamorada de Castiel desde hace mucho, y una cosa es que él la llame puta y otra muy distinta es que venga el gilipollas este y la deje por los suelos. No lo va a permitir. De ninguna manera. Es su hermana y con su hermana no se mete NADIE.

-Eh oye ¿Nath que-? ¡eh! ¡Espera! - Nathaniel se aparta entre la gente y le quita a Alexy su vaso. Camina, le va el corazón a mil, esta podría ser la última de sus noches, esos pasos podrían ser los últimos de su vida. Porque está claro que Castiel le va a partir las piernas después de... Esto.

No se lo puede creer. Lo ha hecho ¡Lo ha hecho! La cara de su hermana se deforma en lo que podría ser la mismísima expresión del infierno personificado si no fuera porque la de Castiel es diez mil veces peor. En ese momento siente una mezcla de sentimientos en su interior, entre el terror más puro y la satisfacción más majestuosa. Los tiene ahí delante muriéndose por arrancarle la yugular. Excelente.

Cómo se atreve... ¡¿CÓMO SE ATREVE?! Tirarle a él, Castiel, al que nunca nadie se atreve ni a decirle nada, ¡un puto vaso de alcohol! ¡en la cara! Y con refresco joder. Ahora estará pegajoso durante dos días por su culpa. Su primer impulso es saltarle encima y partirle la puta cara a puñetazos, pero no. Nah. Parece que ha encontrado su punto. Donde hay que pinchar. Al fin, después de mostrarse años en ese estado de máxima tranquilidad (que canta a fondo que es solo fachada) cada vez que intenta iniciar una pelea. Siempre ahí controlandolo todo. Quiere verlo sin control. Quiere arrancarle esa cara de niño bueno a mordiscos. Y lo va a hacer.

Ya lo creo que lo va a hacer.

-¿Qué te pasa, nena? ¿Estás celoso? -Se le acerca.

-No creo que sea eso. - Contrólate Nath, no juegues su juego.

-¡Nathaniel! ¡¿Qué coño te pasa?! ERES RETRASADO O QUÉ. -Ámber está hecha una furia.

-Cállate coño. Vete a otro sitio. -La aparta. Quítate Ámber, vete a otro sitio. Lejos de Castiel a poder ser.

-¡Ja ja ja ja! Míralo, se pone en plan hermano protector. -Su expresión se vuelve malévola -Tiernísimo.

Oh dios santo cómo lo odia. Lo odia a muerte. Podría construir una réplica a tamaño real del titanic con todo su odio.

-No vayamos a molestar a los invitados con esa tontería que acabas de hacer... -Su cara sigue dando miedo. Mucho miedo. -Ya verás ya. -Se le acerca aún más. -Te vas a arrepentir de haberme jodido el polvo de esta noche.

¿D-Disculpa? ¿Qué coño significa eso...? Lo agarra de la muñeca y lo estira hacia una de las habitaciones. No, mentira, no es una de las habitaciones. Es el sótano de la casa de los gemelos. Mierda, va a morir.

En el sótano.

-No pienso permitir que le pongas un dedo encima a mi hermana.

-Tranquiiiilo... Si lo que le iba a poner no era un dedo precisamente. -Joder. Que putas ganas de romperle los dientes contra el suelo que tiene. -Pero ahora ya no puedo.

-Es una lástima.

-Sí. -Lo acorrala contra la pared -Lo es.

Nathaniel no ha podido ni articular una respuesta que ya tiene los labios de Castiel encima.

-Ya verás delegado. -Susurra entre beso y beso. -Espero que disfrutes de ser mi chica esta noche.

No hay nada de tierno ni encantador en lo que dice. En realidad es todo bastante acojonante ¡Y una mierda iba a ser su chica! Castiel ha empezado a apretarlo contra el muro y a empujarlo violentamente con las caderas. Está notando su polla contra la suya y da gracias a dios de que haya cuatro capas de ropa de por medio.

Sinceramente Nath esperaba la paliza de su vida. Hasta se había empezado a mentalizar de que iba a morir. Pero no. La cabeza de Cas funciona de otra manera y esque da igual lo que se pensara que le iba a hacer porque esto es mil veces peor y es lo mejor que ha sentido en años y sería perfecto si no fuera porque es Castiel. No. Mentira. Es perfecto porque es Castiel y porque si ahora mismo los pillara su hermana rompería a llorar y se encerraría en su cuarto durante días. Y porque si lo supiera su padre sabe dios que les haría. Yo no tengo hijo. Oh sí, eso suena perfecto. Los destrozaría a hostias. A los dos. Pero qué más da si les pasa algo, a fin de cuentas odia a Castiel y se odia a sí mismo. Odia este momento y el hecho de que lo esté disfrutando tanto. Lo maldice, pero se restriegan el uno contra el otro y se restriegan tanto que parece que se están desgastando. Oh sí por dios.

Un gruñido casi inaudible se escapa por la boca de Castiel. Nathaniel lo ha escuchado perfectamente, ha sido silencioso y susurrado pero dentro de su cabeza resuena y resuena y le sorprende una puta barbaridad que algo tan pequeño como eso signifique que el otro tambien lo esté disfrutando. Le gustaría pensar que gruñe porque odia disfrutalo tanto como él pero en el fondo sabe de sobras que gruñe porque es Castiel y seguramente siempre gruña cuando folla. Ese pensamiento le baja el subidón del momento. Ahora en su cabeza ya no resuena la voz de Castiel sino una sensación de incomodidad y auto-desprecio. "Lo hace siempre" y "Da igual con quien, lo hace siempre y que lo esté haciendo contigo no significa que seas especial."

No significa nada.

Se le va la cabeza, ya no piensa en dónde está ni en lo que hace. Ha empezado a dejar de disfrutarlo, ya no se frota contra quien tiene delante porque acaba de recordar que lo odia y que si se deja hacer mucho más será su fin. Acaba de recordar que Castiel le está haciendo esto para mañana o pasado poder gritar a los cuatro vientos en los pasillos del instituto que "¡El delegado la chupa!" o que "¡Parece que a Nathaniel le gusta que se la sobe un tío!".

Su preocupación va en aumento. ¿Que coño va a hacer ahora? Si ya era una tortura convivir con Castiel hasta entonces, no se puede ni imaginar como va a ser a partir de todo esto. Tiene ganas de llorar y de que entre Ámber y de que lo pille haciéndolo con Castiel y de que vaya contárselo llorando a su padre, que con un poco de suerte lo matará de una vez por todas y no tendrá que volver nunca más al instituto.

Otro gruñido.

Otro gruñido que le recuerda que Castiel no ha parado de moverse, que seguramente ni se haya dado cuenta del bajón que acaba de experimentar y que sigue besándole el cuello y la boca y de vez en cuando hasta le tira un poco del pelo. Ahora se pregunta porque castiel no gime. Es decir, ha soltado algún que otro jadeo pero ha sido grave y profundo. Hay algo en él que hace que absolutamente todo lo que haga sea desorbitadamente masculino y sexy. Si sigue escuchándolo se va a dejar hacer de todo y no quiere porque sabe que si se deja, lo va a pasar mal.

-Oye...

-Qué. -¿Cómo osa Nathaniel interrumpir aquello? Castiel suena irritado. "Qué. Qué quieres. No hables. Si hablas me recuerdas que eres tú."

-He cambiado de opinión. - Nathaniel vacila un par de segundos antes de seguir hablando mientras recibe telepáticamente el "¿Qué?" Que claramente se ha dibujado en la mente de Castiel. -...Puedes ir a tirarte a mi hermana si quieres.

Resuena una carcajada por todo el sótano, y ahora por primera vez en mucho rato Castiel lo está mirando directamente a los ojos.

-No lo has entendido, ya no tengo ganas de hacerlo con tu hermana.

-Ya pero

-Cállate. -interrumpe- Hago esto porque se que te jode y porque si me da la gana te hundo la puta vida. Tu mismo acabas de humillarme delante de un montón de gente así que cállate, haz lo que te diga y así, a lo mejor, aprendes a que de mi no se ríe ni dios.

Ya está. Sí. Por un momento ha pensado que se lo estaba pasando bien pero ahora ya se ha ido todo a la mierda y Castiel le ha recordado que si, efectivamente, a partir de ese momento su vida iba a ser un infierno. No es que no lo supiera de antes, pero con esas palabras ha confirmado sus preocupaciones y ha aumentado sus ganas de llorar y de morirse allí mismo.

En ese instante, se siente derrotado, está cansado y patalear no le parece la mejor opción, Castiel sigue pegado a él e inconscientemente coloca sus propias manos en el pecho del hijoputa teñido que tiene delante.

-Está bien, haz lo que quieras. -Nunca se había arrepentido tanto de unas palabras. Y mira que se arrepiente de casi todo lo que dice. Está harto de no poder decir nunca lo que piensa, por eso casi todo lo que sale de su boca son mentiras o versiones suavizadas de las ideas que le rondan por la cabeza. Aunque, ¿De que le sirve hacer y decir lo que piensa si por culpa de hacerlo ha acabado en esta situación?

-¿Me lo dices en serio?

-Haz lo que quieras, pégame si quieres, pero no me lo recuerdes nunca más. -Castiel se va apartando poco a poco ya que las manos del delegado han empezado a bajar y ya no están más en su pecho. -Puedes follarme por detrás y puedes correrte en mi boca, pero porfavor, que todo quede en este sótano. -Las manos de Nathaniel ya no están en su pecho y han bajado poco a poco hasta meterse en su ropa interior. Tiene las manos frías. -Se que la parte mas graciosa de todo esto es reírte de mí durante los 3 o 4 años siguientes, se que tendrías mucho material para humillarme -empieza a acariciarlo por dentro de los calzoncillos. -Se que esa es la razón principal por la cual nos has metido en esto, pero te pido por favor, que intentes reducirlo todo a esta noche porque como alguien me vuelva a recordar lo que está pasando aquí me pego un puto tiro.

Castiel sonríe y vuelve a gruñir. Suspira y apoya su cabeza en el hombro de Nath. Al fin el delegado actúa por si solo. En realidad le habría gustado que perdiera los estribos, se le lanzara encima y le soltara un par de puñetazos, pero una paja también está bien.

Lo ha logrado más o menos, ha logrado que Nathaniel deje el porte de niño bueno de una puta vez, ha logrado que suelte guarradas por esa boquita que tiene. Pero no siente la satisfacción que pensó que sentiría cuando llegara este momento, la verdad es que no se parece para nada a como lo había imaginado, él esperaba un poco de pelea y recibir hostias y rabia pero por parte del otro solo ha recibido resignación. Nathaniel sigue tocándolo y él sigue con la cabeza apoyada en su hombro. Siguen de pie pero ya no mueve las caderas como cuando se estaban enrollando, ahora es todo más pausado y sorprendentemente ¿Dulce? Es relajante, no es apasionado y eso le hace pensar que ha fracasado en su misión. Nathaniel sigue impasible y tranquilo aunque sabe perfectamente que se está muriendo del asco. Sabe que lo hace por miedo y que si no fuera porque lleva unos cuantos años riéndose de él, efectivamente había conseguido lo que quería: Enloquecerlo. Pero no. No lo ha conseguido porque se acaba de dar cuenta de que ha sido un pesado de mierda y de lo más agotador con él, el delegado está cansado de todo y está haciendo esto por cansancio y para no tener que aguantarlo nunca más. Quería sacarlo de sus casillas y quería verlo fuera de si pero lo unico que ha logrado es que le obedezca aun más. Por primera vez en mucho tiempo empieza a sentirse mal. Ha desgastado la paciencia del delegado broma tras broma, solo porque le parecía divertido. Esperaba verlo enfadado y cagandose en sus muertos, pero se ha pasado demasiado de la raya y han acabado aquí. Ha acabado por romperlo. Ha roto a Nathaniel. No literalmente, pero sabe que algo dentro de él no está bien y es por su culpa.

La mano de Nathaniel lleva tanto tiempo en sus pantalones que ya no está fría. Sigue acariciando sin ir muy deprisa porque aunque a Castiel le parezca relajante, lo está haciendo sin ganas. Es relajante pero no es lo que quería. Se siente mal y algo dentro de él le recuerda que ha sido un capullo y que debería disculparse. ¿Disculparse él? ¿Desde cuando? Esa palabra no está en su vocabulario así que solo le quedan las acciones.

Es ahora la mano de Castiel la que busca la entrepierna del otro. Empieza a desabrochar los pantalones de Nath (que en realidad son suyos) y-

-No tienes por qué. -La voz del delegado rompe el silencio de la sala.

-Callate gilipollas y déjame hacer -No sabe en qué momento se le ha ocurrido hacer esto. No sabe ni si a Nathaniel le gustará, pero que coño, a él le está gustando, ¿Porque cojones no le iba a gustar a Nath?

Ahora están los dos por igual, solo que Castiel se mueve más rápido en un intento desesperado de que vuelva la pasión extraña de antes. Reconoce que le ha gustado restregarse con Nath y besarle y notar que Nathaniel también se restregaba, ha sido lo más parecido a un Nathaniel fuera de control que visto en su vida y quiere volver a verlo.

Algo en su mente hace click. Algo le da la idea de que no lo tiene todo perdido y de que todavía se puede "desencajar" al delegado. Solo que ha sido gilipollas y no se ha dado cuenta antes de que no lo iba a lograr con insultos y amenazas. Nathaniel está acostumbrado a eso, demasiado. Hay otras maneras.

Moverse más rápido funciona.

-Tienes buena mano, delegado. - A Nathaniel esas palabras le sorprenden, no se lo esperaba. Sin darse cuenta se está moviendo con bastante más ritmo y hay algo de desesperación en la manera de acariciar. -¿Que pasa, te matas mucho a pajas pensando en mí o qué?

Nathaniel asiente mientras entierra su cara en el cuello de Castiel. Asiente como si le fuera la vida en ello. En realidad es mentira. Nunca se ha tocado pensando en Castiel pero algo le dice que a partir de esta noche va a empezar a hacerlo.

Castiel se ríe y jadea.

Empiezan a mover las caderas otra vez. Nathaniel sigue en silencio y se muerde la boca para no sorprenderse suplicando su nombre. Vuelve a disfrutar de la situación en la que se encuentran y ahora si que no se arrepentiría de volver a decirle que puede hacer con él todo lo que quiera. ¿En que momento ha dejado de lado toda compostura y ha empezado a creer que sería buena idea que Castiel lo partiera en dos? ¿En que momento ha olvidado recordar que esta haciendo todo esto para salvar el pellejo?

Se le vuelve a ir la cabeza como cuando hace mas o menos media hora y se vuelve a inundar con los sonidos que hace Castiel. Ya no piensa en que si sigue así será su fin. Ya no maldice la situación y ya no se auto-tortura recordándose que Castiel se está riendo de él. Por un momento se toma la libertad de dejar de pensar en todo eso y concentrarse en follarle la mano a su compañero de clase. Piensa en que si Castiel rompe su palabra y decide joderlo durante semanas con el tema siempre podría contraatacar con un "Tú la tenías más dura que yo" o con un "Deberias haberte visto la cara al escucharme decir que podias correrte en mi boca" ..., pensándolo mejor, eso último mejor no.

Se mueven cada vez más rápido y están sincronizados de una manera espectacular, Castiel lo soba y se pega y Nathaniel está desesperado por oírlo jadear y gruñir. Se esfuerza mucho en tocarlo bien y en hacer que ponga los ojos en blanco de vez en cuando, que gima y que vaya soltando un "uff" o un "dios" o hasta un "joderhostiaputadelegado". Está callado porque tiene miedo de que si hace algún ruido se pueda perder la voz de Castiel. Lo besa y descubre que es mil veces mejor porque ahora lo tiene jadeando dentro de su boca y joder, parece que se va a derretir. Castiel se da cuenta de ello, Nathaniel empieza a perder el control. Es terriblemente evidente que no puede con su vida y no aprovechar ese momento para destrozarlo de placer seria lo equivalente a ir a casa de tu abuela y no terminarte la comida; pecado. Castiel empieza a masturbarlo con más fuerza y al delegado cada vez le cuesta más aguantarse las ganas de gemir y de gritar.

-Hazlo.

¿El que? ¿Que hago? A Nath no le cuadra esa palabra en aquel momento. ¿A que se refiere?

-Gime, grita. -Como si le hubiera leído la mente Castiel va y le suelta eso, suena a orden. -Te estás siempre reprimiendo, no tienes porque hacerlo conmigo.

Nathaniel no está del todo seguro, en cierto modo, le da vergüenza.

-Venga, va. -Después de una pequeña pausa vuelve a mover la mano con todavía más fuerza. -Usa esto como un paréntesis, puedes desfogarte ahora si quieres.

Al volver a notar el movimiento de la mano de Castiel en su polla ya no sirve de nada morderse la lengua porque se le hace imposible aguantar los jadeos que escapan por su boca.

No es virgen pero sabe que nunca antes había sentido tantas ganas de gritar el nombre de alguien. Nunca antes había gemido durante el sexo y el hasta ahora silencioso sótano se inunda con las voces de los dos. Castiel gruñe y se rie de vez en cuando, y como siempre, es imposible evitar que siga diciendo alguna que otra gilipollez. Nathaniel en cambio es todo jadeos, no habla ni gruñe pero esta mas que claro que lo está disfrutando como nunca. No mira a Castiel. tiene la cabeza gacha y las pocas veces que abre los ojos los abre para fijarse exclusivamente en cómo lo tocan o en como toca él. Ya no piensa en nada y cada vez le cuesta más mantenerse en pie.

Castiel siente absolutamente lo mismo. Empieza a notar ese pequeño estrés que se siente cuando sabes que queda poco y sabes que vas a acabar pero él no quiere y se esfuerza en prolongarlo. Pero es jodidamente difícil si en su cabeza rebota de lado a otro la voz de Nathaniel diciendo "Puedes follarme por detrás y puedes correrte en mi boca" una y otra vez como si se tratara de un salvapantallas como los que había en los ordenadores de antes. Es muy difícil intentar aguantar si con tan solo recordar esas palabras se le hace un nudo en el estómago.

Sabe que queda poco y sabe que repetir esas palabras en su mente no va a ser suficiente. Necesita más y lo necesita ahora porque si no se corre escuchando alguna barbaridad saliendo de la boca de Nathaniel todo esto habrá sido en vano.

Dándole a entender que no quiere que pare, aparta a Nath y lo empuja contra la pared cogiéndolo por la parte delantera de la chaqueta. Con un poco de separación entre ellos va a ser mucho más fácil acabar viendole la cara. Nathaniel lleva todo el rato sin mirarlo y no va a permitir que eso siga siendo así. Aprieta los puños en la ropa del delegado (que sigue siendo la suya) y saca fuerzas de donde puede para conseguir hablar normal.

-N-Nathaniel... dí algo... -Ese "dí algo" Nath no lo ha escuchado para nada. Se ha perdido a medio camino con ese "Nathaniel". No recuerda la última vez que Castiel lo llamó por su nombre completo y escucharlo en ese contexto lo ha dejado fuera de juego. -¡...Nathaniel!

-¿...Eh?

-¡Que digas algo maldita sea! -Se están mirando fijamente y si no fuera porque es Castiel eso último habría sonado a suplica desesperada.

-¡¿A-algo?! ¡¿Como que?! -Nath sigue con la polla de Castiel entre sus manos y sigue concentrado en hacer que sus movimientos sean lo más placentero que ha sentido Castiel en su puta vida, asi que se le está haciendo tremendamente difícil descifrar a que coño se refiere el otro con "decir algo"

-¡Yo que sé! ¡Alguna guarrada, como antes...! -Cada vez aprieta más los puños y cada vez le cuesta más aguantar.

-¿Como antes...? Como cuando lo de que te corrieras en mi b-

-¡RÁPIDO MALDITA SEA! -Las caderas de Cas chocan contra la mano del delegado y es una embestida tras otra y Nathaniel cree que nunca ha visto a Castiel tan desesperado.

-¿...Como que si ahora mismo lo estuviéramos haciendo a cuatro patas y me presionaras la cara contra el suelo me daría igual que me doliera porque me la estarías metiendo y te notaría dentro y esque te juro por mi puta vida que aullaría tu nombre hasta quedarme afónico?

La cara de Nathaniel ha seguido igual de seria que siempre, no se ha escuchado ni una pizca de desesperación en su voz pero eso mismo ha sido lo que lo ha hecho tan interesante. Lo ha dicho con su tono de voz de siempre y Castiel no ha necesitado más de tres palabras para empezar a correrse. Ha sido escuchar el "si ahora mismo lo estuviéramos haciendo" y aunque le estaba mirando todo el rato esa cara de empollón que tiene, lo único que ha podido recibir su cerebro ha sido el cuerpo de Nath debajo del suyo, apretandole la cabeza contra el suelo, metiéndosela sin piedad una y otra vez, y escuchando como se dejaba la voz gritando su nombre. No sabe desde cuando tiene tanta imaginación, pero las imágenes han sido claras y lo suficientemente buenas como para marcarse en su memoria por lo menos durante el par de meses siguientes.

Ahora si, ahora puede permitirse desplomarse en el suelo y sentarse, que es algo que lleva queriendo hacer desde hace mucho rato. Se sienta y apoya su espalda contra la pared para descansar unos minutos y contemplar como el delegado sigue todavía ahí, de pie, y con las manos llenas de esperma.

-¿...No tendrás un pañuelo por casualidad?

-Mmm... no. Qué más da, sécate en tu ropa. -Ha sido decir eso y arrepentirse al instante. Por unos segundos ha olvidado que Nathaniel lleva, de hecho, su ropa. -Ni se te ocurr- Demasiado tarde. Nathaniel ya lo ha mirado con malicia, ya ha asentido con un "como quieras" y se ha restregado las manos por la chaqueta y los pantalones. Lo mataría, pero ahora no le quedan fuerzas y si no fuera porque la broma se la han gastado a él, le habría parecido bastante graciosa, así que qué más da.

Ahora es Nathaniel el que se sienta a su lado.

-¿...Que tal, delegado?

-Ha sido... Raro.

-Tú todavía no has acabad-

-No te preocupes. -Interrumpe. -No iba a terminar de todos modos.

-¿Por qué? ¿No te gusto?

-Pues claro que no me gustas, pero no ha sido por eso. -En realidad, mentalmente está agotado y lleva un buen rato en ese estado. -Ya sabes, las circunstancias... Además he tenido una noche movidita. No tenía la cabeza en su sitio.

-Qué decepción, pensaba que hacerlo conmigo era tu mayor aspiración, ya veo que no. En fin, te debo un orgasmo.

-No me debes nada. -Nathaniel se quita la chaqueta y se la entrega. -Hemos quedado en que yo hacía lo que me pedías esta noche y tu no volvías a mencionarlo nunca mas. Estamos en paz.

En realidad, tal y como había salido la cosa, a Castiel no le salía a cuento contar nada. No tiene nada para humillar a Nath. Ha sido él quien ha empezado, ha sido él el que ha suplicado y ha sido él el único en correrse.

Que Nathaniel suelte un "me voy a mi casa" mientras se levanta del suelo lo quita de sus pensamientos. Nathaniel pregunta que si se puede llevar su camiseta para el camino y después de obtener un "Sí claro, ya me la devolverás cuando te hayas restregado lo suficiente con ella" como respuesta, sale del sótano y se escucha el portazo que pega en la puerta al irse.

No sabe si quiere salir de allí. No sabe si ahora mismo está para aguantar las miradas y preguntas de los demás. No sabe ni siquiera como encajar el "Pues claro que no me gustas" ni cómo tomarse el que el delegado no quiera repetir. En ese sótano han pasado y se han dicho muchas cosas esa noche y tiene sueño. Al final es que ni recuerda si ha conseguido que Nathaniel se descontrolara.

Solo sabe que el que ahora ha perdido el control es él.

 

Notas finales:

¡Eso ha sido todo! espero que les haya gustado mucho mucho mucho mucho.

Si se me va la olla puede que escriba un epílogo pero a saber.


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