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Por cada cosa por Kazumii V

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Leo y Ravi vuelven del acuario, fue bonito y están muy felices, mientras esperan que el semáforo cambie para poder pasar la calle, el menor dice algo que a Leo le avergüenza, entonces se da vuelta y golpea al menor en el cuello. Wonsik, sonríe y agarra con ambas manos de la nuca a su novio.

En ese momento los ojos de Ravi se desvía detrás de Leo, justo ve como el gato cruza la calle y como Kookie corre persiguiendo al felino. Ravi pierde su sonrisa y abre grade los ojos mientras ve como la rueda delantera de un auto pasa por encima de su cachorro, y por si fuera poco la rueda trasera también pasa por encima del cachorro.

El auto de atrás se detiene y el que chocó al cachorro también.

Leo ve como el rostro de Ravi se va descomponiendo, primero sonreía, luego se asombró por algo que vio a su espalda, se horrorizo y finalmente se llenó de tristeza. Taekwoon, preocupado, voltea lentamente, ve los autos detenidos y baja su mirada, ve un pequeño bulto lleno de sangre, sus ojos se abren todo lo que da al reconocer que es su cachorro. Se separa de Ravi y camina unos pasos hacia Kookie, a cada paso que da su boca se va abriendo horrorizada y su respiración se agüita, se detiene frente a su cachorro. Lo ve allí, lleno de sangre y sin moverse ni un milímetro, sigue el camino de sangre que lo conduce a una rueda, levanta la vista y ve al conductor bajar del vehículo.

-¿Es suyo? Lo siento, lo siento –se disculpa el hombre muy arrepentido.

Leo, se llena de ira y tristeza, agarra al hombre del cuello de la camisa y le da un puñetazo en el rostro, el hombre cae hacia atrás. Esta por golpearlo de nuevo pero ya no tiene fuerzas, mira de nuevo a Kookie y siento una fuerte presión en el pecho, lleva una mano hacia ahí y comienza a faltarle la respiración. Todo se vuelve borroso, sus ojos se llenan de lágrimas que se deslizan por sus mejillas. De repente no siente las piernas y luego ve todo negro.

Ravi, al ver caer a Leo, sale de su trance y corre hacia él, al llegar a su lado se arrodilla y comprueba que no se haya hecho daño al caer. Agarra a Leo en sus brazos y revisa su cabeza, no tiene sangre pero de seguro luego tendrá un chichón. Wonsik levanta la vista y ve el pequeño cuerpo de Kookie delante suyo, sus ojos se llenan de lágrimas y niega con la cabeza, no debe decaer, Leo le necesita. Respira un par de veces de forma profunda y suave para tranquilizarse, cuando se siente listo, carga a su novio entre sus brazos y lo lleva hasta estar frente a Ken, quien esta en estado de shock aún.

-Ken, dile a N que nos vamos –le pide Ravi sin dejar de ver a Leo.

Ken, le mira y asiente, camina hasta la puerta del local donde esta N con la mirada fija en Kookie.

-N Hyung, N Hyung –le llama Ken, toca el hombro del líder y éste le mira –Ravi dice que debemos irnos.

N, asiente y entra al local, ve que por la ventana están los dos menores y la empleada viendo la calle.

-chicos, vámonos –les ordena, los chicos asienten y salen del local, la encargada se acerca a N.

-sabes, aquí también sucede eso así que tenemos un mini cementerio, si quieres yo podría recoger al cachorro, meterlo en una caja y enterrarlo aquí –propone ella mirando al líder con los ojos llorosos.

-si, por favor –le pide N, intentando no quebrarse.

La chica asiente, busca unos guantes y una caja de zapatos.

Ken, abre la puerta de la furgoneta, Ravi sube y se sienta en el fondo, acomoda a Leo entre sus piernas y deja con cuidado la cabeza de éste apoyada en su pecho. Wonsik mira el rostro de Taekwoon, ve el recorrido de lágrimas en el, y siente su corazón llenarse de tristeza. Cierra los ojos y recuerda como las ruedas del auto pasaron por encima de su cachorro acabando con la vida de éste. No va a llorar, no debe llorar, tiene que ser fuerte, Leo es el más afectado en todo esto y cuando despierte llorara a mares seguramente, Ravi debe estar ahí para consolarlo, no debe quebrar, debe ser fuerte por los dos.

Hongbin llega a la furgoneta, mira dentro y decide no entrar, Ravi y Leo se ven muy mal, uno desmayado y el otro con la mirada vacía. El visual voltea y ve a su novio caminar hacia él con la mirada perdida.

-Hyuk –le llama y éste le mira, parpadea y de sus ojos caen lágrimas.

-¿No es un sueño? –le pregunta Hyuk, Hongbin niega y lo atrae a su pecho.

El menor se aferra a su novio, enseguida se acerca Ken y los tres se abrazan, sin llorar ni decir nada. Luego suben a la furgoneta y esperan al líder, quien a los minutos llega con una bolsa en la mano, se sienta en el asiento del copiloto y mira a Ken.

-es el collar de Kookie –aclara N, mostrando la bolsa, Ken asiente y arranca el vehículo.

Nadie dice nada en todo el camino. Al llegar, Hyuk le ayuda a Ravi, carga a Leo y lo lleva hasta el ascensor, a mitad de camino, Hyuk le devuelve a Ravi su novio diciendo que éste pesa mucho.

Una vez en el departamento el ambiente es triste, muy triste, Hyuk se tira en su cama mientras Hongbin ayuda a Ravi a acomodar a Leo en la cama. N, deja el collar del cachorro en el sillón, llama al mánager y le explica lo sucedido, Ken entra al baño y se da una ducha, lo último que quiere es que alguien lo vea llorar.

Ravi, le saca los zapatos a Leo y luego se sienta a un lado en la cama, mira sus manos y ve que estas tiemblan.

-¿Estas bien? –le pregunta preocupado Hongbin, Ravi le mira y niega con la cabeza.

-necesito estar sólo –le dice y Hongbin entiende, sale de la habitación y cierra la puerta detrás suyo.

El visual se sobresalta al escuchar la maldición que N grita, se acerca a él e intenta tranquilizarlo.

-¡Le explique todo! Y puedes creer que el mánager no nos quiere dar el día libre –dice N mirando a Hongbin, se quita las zapatillas y las arroja muy fuerte contra la pared –perdón, Bin, eso fue muy infantil –se disculpa antes de encerrarse en su habitación.

Hongbin niega con la cabeza, para él eso esta bien, es una forma de descargar la ira, camina a la cocina y luego se sirve un vaso con agua. Bebe unos tragos, sirve más agua y camina a la habitación de Hyuk, entra allí y ve a su novio acostado boca abajo.

-toma un poco de agua, te hará bien –susurra Hongbin, sentándose en la cama.

Hyuk, se mueve, se sienta en la cama y agarra el vaso para bebe unos tragos. Ambos quedan en silencio, le habían tomado tanto cariño al animal que se volvió alguien de la familia.

-duerme conmigo hoy –le pide Hyuk, Hongbin asiente y luego ambos se acuestan en la cama.

Ambos se mira, ven la tristeza en los ojos del otro, se agarran de la mano y entrelazan sus dedos.

Unas horas más tarde, ya de noche. La lluvia cae, choca contra la ventana de la sala, se escuchan truenos y eso sólo hace la tristeza de los 6 chicos aumentar.

-es como si el cielo también estuviera triste y llorara –dice N, mirando por la ventana de la sala.

Esta sentado en el suelo, con sus rodillas flexionadas y con una manta alrededor de su cuerpo. Ravi se sienta a su lado y le pasa una taza de café recién preparado, N agarra la taza y le agradece al menor.

-mañana hablaré personalmente con el mánager, Leo no podrá trabajar –dice Ravi, antes de beber de su taza.

-yo también lo haré –dice N, en ese momento se escucha un trueno muy fuerte que deja a todo el edificio sin luz –deberías ir a ver, seguro despertó –afirma el morocho.

Ravi, se para y deja su taza en la mesa de la cocina, con su celular alumbra su camino hasta la habitación. Una vez allí casi le da un infarto al ver a su casi pálido novio sentado en la cama y con la mirada perdida, parece un muñeco o un fantasma.

-Taekwoon –le llama Wonsik, se sienta frente a su novio y le acaricia la mejilla.

-Kookie –susurra Leo, mira a Ravi y levanta la mano, agarra la muñeca del menor.

-lo siento –es lo único que dice Ravi antes de que Leo se arroje a sus brazos.

Leo, aprieta con sus dedos el suéter de su novio, sube un poco más la mano y acaricia su cabello, oculta su rostro en el cuello de Ravi, inhala su aroma y eso lo tranquiliza un poco. No quiere llorar pero involuntariamente lo hace, las lágrimas caen solas por sus mejillas humedeciendo así el hombro de Ravi, quien envuelve muy fuerte a Leo con sus brazos, lo atrae totalmente a él, hasta que están casi pegados, respira hondo y se muerde el labio cuando escucha los sollozos del mayor.

Se quedan así largo tiempo, hasta que Leo se tranquiliza y se vuelve acostar. Ravi le cuenta lo que N le había dicho, que Kookie fue enterrado en el mini cementerio del local.

-fue mi culpa –susurra mirando el oscuro techo, la luz ya había vuelto pero ellos están a oscuras en la habitación –si no hubiera ido contigo al acuario, no habría dejado con Ken a Kookie y él aún estaría conmigo –todo sonó de una forma tan fría que Ravi llegó a pensar que ése no era su novio.

-no fue culpa de nadie, Leo –dice Wonsik, ya no tiene palabras, voltea a mirar al moreno, apenas lo ve pero es suficiente.

-era tan pequeño –susurra, se quiebra una vez más y Ravi lo atrae a su pecho –tan lindo –ahoga un sollozo y se abraza a su novio.

-ya basta, por favor –le pide el menor en un hilo de voz, no debe quebrarse, aún no –¿No te duele el chichón? –le pregunta cambiando de tema, toca la cabeza de Leo y siente un pequeño bulto en la parte de atrás.

-si duele, pero no el chichón –dice Taekwoon, cierra fuerte los ojos, ya no quiere llorar.

Al escuchar esas palabras, Ravi no dice más nada, a él también le duele.

A los pocos minutos ambos se duermen.

A la mañana siguiente, nadie habla. Preguntar ‘¿Estas bien?’ es sólo para empeorar todo. Es más que obvio que no están bien, por esa razón desayunan en silencio y luego van a la empresa. Allí el ambiente deprimente se nota a kilómetros, por suerte nadie pregunta nada. Trabajaron muy mal ese día pero el mánager no les regaño. Esa noche cada uno durmió en su cama, ni un buenas noches se dijeron.

Al día siguiente, si se saludaron.

Están todos desayunando, bueno no todos, Leo aún no despierta y nadie se anima a despertarlo. Así que cuando tienen que salir, deciden dejarlo descansar. Ravi entra a la habitación de su novio y lo ve allí aún dormido, sonríe triste y deja una nota en la mesita, junto al collar de Kookie, que fue lavado por N ya que tenía manchas de sangre. Le da un beso en la frente y luego sale de la habitación.

Una hora más tarde, Leo despierta con los ruidos de los truenos y la lluvia caer. Se sienta en la cama y ve la hora de su celular, 2:14 pm. A esa hora debía estar en una sección de fotos. Confundido se pone de pie y sale en busca de los demás, no los encuentra y supone que lo dejaron. Vuelve a su cama y agarra su celular justo en ese momento se apaga, no tiene batería, suspira frustrado y lo deja donde antes estaba, ahí es cuando se percata del collar de Kookie y la nota de Ravi. Agarra ambas, primero se queda largo rato viendo el collar y luego lee la nota.

Sonríe triste al terminar de leer la nota, todos se preocupan mucho por él. Se acuesta en la cama con el collar de Kookie entre sus manos.

Unas horas después se ducha, se prepara algo para comer y luego mira un programa de cachorros en la televisión. No es que él sea masoquista, bueno... Sí lo es.
Llora mientras ve el programa y come galletas, que le recuerdan a Kookie, llora aún más fuerte mientras susurra el nombre del cachorro.

Todo se desmorona en ese momento, es una suerte que nadie pueda verle.

Una hora más tarde, limpia su rostro con agua y vuelve a sentarse en el sillón. La lluvia ya paró pero aún está nublado. Leo escucha el ruido de la puerta siendo abierta, voltea a ver y se encuentra con los ojos oscuros de Ravi.

Leo sólo le mira, Ravi se quita los zapatos y deja su campera a un lado del sillón. Mira por un largo rato los ojos marrones de Taekwoon, luego camina, saca su celular y pone una música romántica, lenta y triste. La pone a todo volumen, deja su celular sobre el sillón a un lado de Leo, quien le mira extrañado.

-tienes trabajo, ¿Qué haces aquí?

-lo adelante todo para estar conmigo –confiesa Wonsik, ya de nada sirve mentir por vergüenza –se que estas sufriendo y no quiero dejarte solo –al escuchar eso el corazón de Taekwoon salta de alegría.

Ravi sonríe de una forma tierna y cálida, le extiende la mano al mayor, éste duda pero acepta la mano, se para y siente como su novio rodea con un brazo su cintura.

-bailemos –propone Wonsik, aún sonríe y no deja de ver los ojos de su novio.

Taekwoon, no entiende muy bien pero aún así, pone una mano en el hombro de Ravi, y la otra la deja sobre la palma del menor.

Comienzan a bailar, lento y tranquilo, Ravi apoya su frente sobre la del moreno. Ambos cierran los ojos y sólo escuchan la música de fondo. Se quedan así un rato, en paz y tranquilidad, disfrutando de la compañía del otro.

-se que también estas sufriendo –susurra Leo, abre sus ojos y mira los de su novio –era nuestro cachorro –con esas palabras rompe la barrera de Ravi –se que no lloraste, hazlo ahora –le pide rodeando con sus brazos el cuello del menor y besando sus labios. Ravi se aferra a su novio, comparten un beso triste y cariñoso.

-no podía llorar, tú estabas mal y yo tenía que estar para ti –dice Ravi, aún aguanta las lágrimas, Leo asiente y le vuelve a besar –era nuestro cachorro –el menor se derrumba, cae de rodillas al suelo y su novio lo abraza muy fuerte –y ya no esta... No esta.

Ambos lloran y se consuelan mutuamente, ambos sienten el dolor y la tristeza del otro.

Horas más tarde cuando los demás entran al departamento, se encuentran a la pareja abrazada y dormida en el sillón. Sonríen y deciden despertarlos, debían comer todos juntos como la familia que son.
Notas finales: Lo siento si te hice llorar... :(

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