Todo se desmoronaba una vez más, una vez mas todos estaban en el punto de mira, la marcha de Tao les había sumido a todos en un túnel de dolor y rabia, pues les había mentido, jamás les dijo que no pensaba regresar, los más afectados con esto eran, Sehun pues era revivir la partida de Luhan, la cual le dolió muchísimo, pues supuso perder a su mejor amigo, y Suho que siempre sintió adoración por Tao, al que cuidaba como si fuera un hermano pequeño, además como líder de Exo, Suho comenzaba a sentirse un fracaso, no era el único que lo pensaba, pues había leído criticas de algunas fans, que decían que Suho era un líder inepto, pues no conseguía mantener Exo unido, y así se sentía él, un completo inútil.
Pero en Exo nadie pensaba así, todos querían a Suho, pues siempre fue un líder justo, que les regañaba cuando era preciso, pero también les cuidaba y mimaba siempre que podía, así que para todos él era, el mejor líder que Exo podría haber tenido.
Una vez más a solas en su cuarto, Suho comenzó a llorar, descargando en la soledad de su cuarto todo su dolor, toda su rabia e impotencia, el no quería que nadie le viera así, delante de los demás el seguía siendo el mismo de siempre, el líder siempre atento a todo y todos, pero a solas, se rompía cada día un poco más, sin querer llamar la atención de nadie.
Xiumin llevaba días observando a Suho, sabía que estaba mal, él le conocía muy bien, sabía que tenía la costumbre de culparse de todo, pues tenía un elevado sentido de la responsabilidad, también sabia que a solas lloraba, el quería consolarle, pero una vez mas Suho parecía querer pasar por eso solo, Xiumin le dio el espacio que parecía necesitar, confiando en que vendría a él si le necesitaba, pero con el paso de los días, Xiumin vio que eso no pasaba, Suho estaba cada vez peor, y aun así no venía a él, así que decidió que esta vez iría el, no pensaba permitir que se hundiera, él le recordaría que no estaba solo.
Xiumin entro silenciosamente en el cuarto de Suho, donde le vio llorar, sentado en la cama, de espaldas a la puerta, camino despacio hasta él y le abrazo con fuerza.
Suho lloraba amargamente, el estaba tan centrado en su dolor que no escucho la puerta abrirse, ni sintió como alguien se sentaba en la cama con él. Cuando sintió unos brazos rodearle, el se tenso, pero rápidamente se relajo al escuchar aquella voz tan familiar, cantándole al oído.
A ti, que estas llorando y teniendo un momento difícil
esta canción que canto desde mi corazón es para ti.
Cuando pienses que estas solo, cuando las lagrimas de repente salgan
cuando sientas que nadie está a tu lado...
Recuerda, que nunca estas solo, incluso si el mundo te esta hiriendo también
de ahora en adelante, aunque te sientas solo y triste, no llores.
Te abrazare silenciosamente y te escuchare.
yo estaré ahí secando tus temblorosas lagrimas incluso tu soledad.
Cuando no puedas dormir en la solitaria noche,
te escuchare cuando nadie este ahí para ti
Como una lluvia torrencial, deja que tu historia fluya
cuando el lugar que evitas, también este empapado
Recuerda, que nunca estas solo, incluso si el mundo te esta hiriendo también
de ahora en adelante, cuando te sientas solo y triste, no llores
te abrazare silenciosamente y te escuchare
yo estaré ahí secando tus temblorosas lagrimas, incluso tu soledad.
Xiumin sintió como Suho se relajaba poco a poco.
Suho se giro para poder mirar a su ángel, ese que siempre cuidaba de él, que siempre era su máximo apoyo, el que siempre sabia cuando le necesitaba, sin necesidad de que el hablase. Suho le abrazo con fuerza, dejando salir el dolor de dentro, mientras escuchaba la voz de su novio.
- Esta bien amor, llora cuanto necesites, yo estoy aquí, estoy aquí y no me iré jamás de tu lado- le susurraba Xiumin
- Volví a fallarles a todos- dijo Suho entre lagrimas
- No amor, tu no nos fallaste, nos fallo la SM, nos fallo Tao, pero tú sigues aquí, apoyando a todos, gracias a tu fuerza y cariño, todos estamos en pie, así que deja de decir tonterías- le dijo Xiumin
- Pero..- dijo Suho y Xiumin le interrumpió
- Pero nada y la próxima vez ven a mí, recuerda que tu cuidas de todos, pero yo soy quien cuida de ti- le dijo Xiumin sonriéndole cariñosamente
Suho no pudo evitar devolverle la sonrisa a su novio, el jamás entendería como tuvo la fortuna de que alguien tan maravilloso como Minseok se enamorase de él, lo que él desconocía es que eso mismo opinaba Minseok, quien también se consideraba afortunado por tener el amor de Junmyeon.
Esa noche los dos durmieron abrazados, importándoles poco si el mundo o sus compañeros descubrían su secreto, ellos se necesitaban más que nunca.
Porque si, su relación era un secreto para todos, a ojos de los demás, ellos eran grandes amigos, que se apoyaban y que eran cariñosos a veces el uno con el otro, solo Chen conocía la verdad, una verdad que juro no contar a nadie, pues para Chen, ellos merecían poder amarse, sin ser juzgados por nadie, porque su amor era el más puro que el jamás vio, por todo eso el siempre les ayudaba a ocultar su relación, una relación que ya duraba dos años.
Un amor tan grande y puro, pero que la sociedad Coreana aun no estaba preparada para aceptar, pero eso jamás les impidió, ni les impediría seguir amándose y cuidándose, aun sabiendo que algún día, tendrían que afrontar al mundo, pues ellos no pensaban separarse jamás.