“No quiero saber nada de ti en mucho tiempo.” dijo Myungsoo, frotándose las muñecas con las manos, intentando aliviar la presión de las esposas.
“Oh, vamos, no puedes enfadarte.” replicó Woohyun, intentando usar un poco de aegyo.
“¡Me has vendido por una cita! Espero que al menos te haya metido la lengua hasta la garganta.”
“No nos hemos besado, simplemente...nos hemos dado un poco a conocer. ¡Pero ha dicho que quiere salir más veces conmigo!”
“Guau, enhorabuena.” Myungsoo se subió el cuello del chaquetón mientras miraba en su móvil la hora. “Llegamos tarde.”
“¿A dónde?”
“Tengo un mensaje de Howon.”
“¿Hoya? ¿Qué es lo que quiere Hoya?”
“¿Si lo supiera no crees que ya te lo habría dicho?”
Woohyun puso los ojos en blanco.
“Debería haberte dejado en la cárcel y nunca haber pagado la fianza. Eres insoportable.”
Myungsoo se encogió de hombros, esbozando una pequeña sonrisa.
El camino hacia la casa de Hoya era largo, puesto que vivía en Cambridge, así que había que coger el metro.
Era casi de noche, lo cual hacía que el paseo por aquellas calles y el metro se volviera considerablemente peligroso. Caminaron en silencio durante la mayor parte del trayecto, excepto cuando Woohyun se tropezó con una de las escaleras de la estación y Myungsoo no pudo parar de reírse.
Llegar hasta Cambridge tomó más de una hora, y el estómago de Myungsoo pedía ser alimentado.
“Vamos a parar aquí.” dijo una vez salieron de la estación, señalando a uno de los restaurantes.
El clima aquel día era templado, más bien fresco, y Myungsoo se frotó las manos, intentando hacerlas entrar en calor.
El interior del bar era cálido, debido a la calefacción, aunque se encontraba prácticamente vacía y el dueño estaba echándose una cabezadita sobre la barra.
“Buenas noches.” saludó Myungsoo, despertando al hombre de un sobresalto.
“O-Oh, buenas noches.” respondió este, parpadeando varias veces para poder despertarse, algo avergonzado. “¿Qué desearían tomar?”
“Un bocadillo de atún por mi parte, por favor.” pidió Myungsoo.
“Otro para mí también, por favor.” añadió Woohyun. “Y una cerveza, a ser posible.”
Myungsoo chasqueó la lengua una vez se sentaron en una de las mesas, la que estaba más hacia el fondo, justo en frente de la televisión y al lado de un mapa de Inglaterra que ocupaba casi toda la pared.
“No tienes gracia ninguna.” dijo. “Siempre te pides lo mismo que yo.”
“No tengo mucha hambre así que la verdad es que me daba bastante igual qué pedir.” replicó Woohyun, fulminándole con la mirada.
“Por supuesto que no tienes hambre, a saber qué has comido esta tarde.”
Woohyun abrió la boca para replicar justo cuando su teléfono comenzó a vibrar.
Desbloqueó la pantalla para ver que era el policía, y enarcó una ceja, sorprendido.
“Puedo ver por la manera en la que has tragado con fuerza y la forma en la que tu vena del cuello ha comenzado a palpitar debido al aumento del flujo de sangre que es un mensaje de tu querido policía.”
“¿Te he dicho alguna vez que das miedo?” preguntó Woohyun mientras abría el mensaje del chico.
“La verdad es que no.” Myungsoo tomó un sorbo de su cerveza cuando esta fue depositada en la mesa. “¿Qué quiere Sunggyu?”
“Dice que necesita nuestra ayuda para un nuevo caso, algo relacionado con un asesino en serie.”
“Wow, solicitando mi ayuda después de apresarme, qué hábil de su parte.” Myungsoo dejó la cerveza en la mesa con un golpe demasiado fuerte. “Pareces algo decepcionado.”
“Nah.” Woohyun evitó su mirada, centrándose en el bocadillo. “No es como si esperara que fuera a pedirme salir de nuevo.”
Myungsoo también comenzó a comerse su bocadillo, cuando las noticias echadas por la televisión lo distrajeron de ello.
“Nueve asesinatos en un período de tres días, alrededor del área de Bristol, Londres, Birmingham y Cambridge. Se estima que son todos causa del mismo asesino, puesto que ha dejado patrones semejantes en sus víctimas. Les advertimos de que las imágenes que van a ver a continuación son macabras y...”
El estómago de Woohyun se revolvió ante las imágenes, y sintió ganas de vomitar por unos segundos, pero Myungsoo no se inmutó.
“Oh, vamos, Nam, ¿después de haber estudiado medicina y haber servido al ejército me vas a decir que un poco de sangre te pone malo?” preguntó Myungsoo, con sorna.
“Vete a la mierda.” replicó Woohyun. “¿Crees que este es el caso con el que Sunggyu requiere nuestra ayuda?”
“Probablemente. Pero vas a tener que decirle que le toca esperar al menos un día, quizás un par. Primero tenemos que ver qué es lo que quiere el pesado de Howon.”
“Espero que no sea de nuevo un informe sobre por qué debes unirte a él y trabajar única y exclusivamente para él. Sé que Howon trabaja para la Casa Real, pero solicitar tu ayuda de esa manera...”
“Me necesita, él lo sabe, pero nunca lo admitirá en voz alta. De todas maneras espero que de verdad no sea eso porque entonces me ha hecho venir en vano.”
Myungsoo se terminó su cerveza mientras las imágenes anteriormente vistas por televisión continuaban rondando por su cabeza. Había un patrón muy claro entre esos asesinatos, ¿cómo es que no habían conseguido dar con él ya? Necesitaba ir a ver los cuerpos y examinar la zona un poco más, para terminar de formar su idea, porque a través de la televisión no podía funcionar correctamente.
Myungsoo se giró hacia el mapa que tenían detrás suya, frunciendo el ceño.
“Disculpe, señor, ¿podría dejarme un lápiz?” preguntó, y el dueño se lo tendió sin ningún problema, probablemente porque no sabía qué iba a hacer con él.
Myungsoo se acercó hasta la pared, marcando un punto en cada una de las ciudades donde el asesino había atacado.
“Woohyun.” el susodicho levantó la mirada de su plato, inclinando la cabeza para indicarle que continuara hablando. “Dile a Sunggyu que mande una patrulla a Oxford. La próxima víctima va a ser allí.”
Woohyun intentó ver qué era lo que había hecho Myungsoo con el lápiz y el mapa, pero no dudó en segundo en coger el móvil y mandarle un mensaje al policía, quien no tardó más de diez segundos en responderle.
****
“¿Estás seguro de que va a atacar en Oxford?” preguntó Woohyun mientras caminaban por las calles, de camino a la casa de Hoya.
“Las ciudades se enlazan y Oxford es justo el punto medio. Creo que el asesino va a hacer un ataque masivo allí. Solo espero que se espere lo suficiente como para que podamos estar allí y detenerlo a tiempo.”
La casa de Hoya estaba a unos quince minutos a pie desde el bar.
Myungsoo se había subido el cuello del chaquetón para evitar el aire frío contra su cara, y Woohyun había metido las manos en los bolsillos de su chaqueta.
Hoya parecía saber que ellos estaban de camino, puesto que abrió la puerta a los pocos segundos de que ellos llamaran al timbre.
“Mi querido Myungsoo.” saludó el hombre, vestido con una bata de estar por casa que dejaba ver el colgante de una serpiente alrededor de su cuello. “Qué alegría verte de nuevo.”
“Una pena que no pueda decir lo mismo, Howon.” respondió Myungsoo, entrando al salón.
Howon vivía en una mansión, el trabajar para la Casa Real le hacía ganar una buena suma de dinero, y una de las criadas se ofreció para coger su chaquetón, pero él se rehusó a quitárselo.
“Y bien, Howon, ¿puedo saber a qué se debe vuestra llamada?” preguntó, sentándose en el sofá mientras cogía con su mano el vaso de whisky recién puesto en la mesa.
“Por supuesto.” Hoya se sentó en uno de los sillones, llevándose el vaso de whisky hacia los labios y humedeciéndolos ligeramente, para después relamerlos. “Necesitamos su ayuda.”
“Si va a pedirme una vez más que me una a vuestra infructuosa e inane organización, le diré que-”
“Esta vez no se trata de mi organización, querido Myungsoo. Es una petición realizada directamente desde la Casa Real. La Reina solicita vuestra ayuda.
“Wow, me siento realizado en esta vida.” respondió Myungsoo, con un deje de ironía. “¿Y se puede saber por qué?”
“La princesa ha mantenido relaciones...pecaminosas fuera del matrimonio, y hay ciertas fotos que si se filtran podrían causar un daño terrible a la Corona británica.”
“Una actuación muy digna de una princesa.” murmuró Woohyun, terminándose el vaso de whisky de un trago, y Myungsoo le dirigió una mirada de advertencia.
“¿Y qué desea la Reina de mis servicios?”
“Ha solicitado que vayáis a la casa Real donde se os darán los papeles con la información necesaria para que vayáis a ver a la persona que posee las fotos y os apoderéis del dispositivo móvil.”
“¿Por casualidad la persona que posee las fotos es la misma con la que mantuvo relaciones sexuales?”
Hoya asintió.
“¿Quién es?” preguntó Myungsoo, sorprendentemente divertido ante la situación.
Hoya tragó saliva, luciendo incómodo ante la situación.
“Un Master.”
Woohyun casi dejó caer el vaso con un golpe al suelo.
“Así que la princesa está interesada en las prácticas sadomasoquistas. Quien lo diría.” Myungsoo se incorporó del sofá. “Vámonos Woohyun, tenemos cosas que hacer.”
“¿Eso significa que va a rechazar esta propuesta?” Hoya se incorporó de un salto de su sillón, luciendo alarmado.
“Por supuesto que no.” Myungsoo se pasó una mano por el pelo, alisando su flequillo. “Dígame a qué día y a qué hora debo de estar en el Palacio Real.”
“En dos días, a las diez de la mañana.” respondió Hoya, suspirando aliviado.
“Pues allí nos veremos.”
“Antes de que se vaya, quizás le gustaría volver a considerar la idea de unirse a mi org-”
“Adiós Howon.”
La puerta se cerró tras ellos con un golpe, y Woohyun se frotó las manos antes de volver a introducirlas en su chaqueta.
“Me estoy muriendo de sueño.” dijo, bostezando. “Hemos pasado todo el día fuera, y ahora aún nos queda todo el camino de vuelta hacia Londres.”
“Puedes dormirte en el metro si quieres.” Myungsoo se encogió de hombros. “Mañana tenemos que levantarnos temprano, quiero ir a Scotland Yard y pedir los papeles para el caso del asesino en serie. Voy a hacerme cargo de él.”
Woohyun sonrió, y el vaho helado de la madrugada se escapó de entre sus labios.
“¿Vas a llevar dos casos a la vez?” preguntó.
Myungsoo resopló.
“Por supuesto.” respondió. “Soy el gran Kim Myungsoo, ¿qué esperabas?”