“La madre que me parió, ¿¡a quién se le ocurrió la idea de que levantarse a las siete de la mañana era una buena idea!?” preguntó Myungsoo, dejando escapar un quejido mientras se secaba el agua que Woohyun le había tirado por encima para despertarlo con su camiseta.
“Pues a ti.” Woohyun le dio un golpecito en la cabeza. “Te avisé de que levantarnos a las siete después de habernos acostado a las cinco no sería una buena idea.”
Myungsoo murmuró algo incoherente mientras se levantaba y caminaba dando tropezones hacia la ducha.
“Mijoo nos ha traído el desayuno hace una media hora. Date prisa y come algo antes de que nos marchemos.”
“Sí, señor.” Myungsoo hizo el gesto militar antes de cerrar la puerta del baño tras de sí.
Woohyun se sentó en el sofá, esperando a que el chico terminara de arreglarse, y frunció el ceño cuando su móvil vibró.
De: Sunggyu <3
¿Vais a venir al final esta mañana?
Woohyun presionó sus labios, algo mosqueado de que solo le preguntara para eso.
Para: Sunggyu <3
Sí.
Woohyun se tumbó en el sofá, esperando por su respuesta.
De: Sunggyu <3
Ok.
Chasqueando la lengua, lanzó su móvil hacia el otro lado del sofá, dejándolo prácticamente en el borde de este.
Sorprendentemente, recibió otro mensaje, y la vibración hizo que su móvil se cayera al suelo con un sonoro plof.
“Mierda.” murmuró, incorporándose para recogerlo.
De: Sunggyu <3
¿Te apetece salir esta tarde a tomar un café?
Una sonrisa del tamaño del ego de Myungsoo se asomó en los labios de Woohyun.
Para: Sunggyu <3
Si OuO
De: Sunggyu <3
Esa carita te hace ver como un depravado sexual.
Antes de que pudiera responder, Myungsoo ya se encontraba en la puerta, con un bollo de chocolate metido en la boca e indicándole con la mano que ya podían irse.
“¿Por qué parece de repente que hayas ganado la lotería?” preguntó Myungsoo, cruzando las piernas, sentado en el metro, mientras Woohyun apoyaba la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos.
“Sunggyu quiere volver a salir conmigo.”
“Wow, al parecer alguien no puede esperar para tener el plátano entre sus manos.”
“Voy a dejar de hablarte.” resopló Woohyun, poniendo los ojos en blanco. “Mira que eres ordinario.”
“¿Ordinario? Encima que he hecho uso de un recurso literario para establecer una metáfora entre un plátano y una po-”
“¡Myungsoo!” Woohyun le dio en golpe en el brazo. “Cállate, quiero intentar descansar de tus irritantes soliloquios antes de que lleguemos a Scotland Yard.”
“Buena suerte consiguiendo dormirte en diez minutos.”
Pero al final Woohyun ni siquiera pudo descansar durante esos minutos, porque Myungsoo no paró de molestarlo durante todo el camino, y por si fuera poco, una señora mayor se sentó delante de ellos, y comenzó a interrogarlos como quien no quiere la cosa, incluyendo preguntas incómodas y fuera de contexto cómo si estaban saliendo y si mantenían relaciones sexuales.
Woohyun se bajó del metro frustrado, pasándose una mano por el pelo mientras resoplaba.
“Si sigues frunciendo el ceño así, te van a salir arrugas antes de los cincuenta.”
“Vete a la mierda.”
Myungsoo observó cómo Woohyun se daba media vuelta y comenzaba a caminar hacia adelante, levantando ligeramente la cabeza para dar a entender que estaba mosqueado y que no tenía ninguna intención de establecer una conversación.
“¡Woohyun!” exclamó, una vez el chico estaba a punto de poner un pie en las escaleras mecánicas.
Sorprendentemente, el chico se giró para mirarlo, pero casi que lo estaba fulminando con la mirada. Myungsoo esbozó una pequeña sonrisa, divertido.
“Scotland Yard está por el otro lado.”
****
“Buenos días, Myungsoo.”
“Buenos días, Sunggyu. Siempre es un bonito día para ver tu cara bonita.” respondió Myungsoo, dejando el chaquetón sobre la silla de la oficina.
“Oye.” advirtió Woohyun, mirándolo de reojo.
“Oh, se me olvidaba que tenemos al novio aquí.” Myungsoo tosió, intentando cubrir la sonrisa que amenazaba con aparecer en su rostro. “Pero centrémonos, ¿dónde están los papeles del caso?”
Sunggyu se acercó hasta uno de los armarios y sacó un archivador considerablemente voluminoso, y lo depositó sobre el escritorio con un golpe seco.
“Aquí se encuentra toda la información que hemos recogido a partir de las víctimas. También hay fotos de contenido bárbaro e inhumano.”
“Nada que no haya visto antes, seguramente.”
Myungsoo abrió la carpeta y escaneó con rapidez a través de los papeles, memorizando nombres y fechas y archivándolos en su memoria.
Los nombres de las víctimas no parecían tener ninguna relación entre sí así que desechó la información, fijándose posteriormente en las fechas, las cuales parecían haber sucedido con un período de cuatro días entre cada asesinato. Eso significaba que aún tenían dos días antes de que los homicidios en Oxford tuvieran lugar.
Las fotos resultaron ser más encarnizadas de lo que se había esperado, lo cual significaba que la televisión había impuesto una censura sobre ellas y que solo habían mostrado las imágenes menos violentas.
“Quiero ver los cuerpos.” dijo Myungsoo, chasqueando la lengua. “Consígueme un bono de metro para ir a las otras tres ciudades esta tarde.”
“Por supuesto.” Sunggyu sacó su teléfono y comenzó a hacer una serie de llamadas, mientras Woohyun se acercaba hasta Myungsoo.
“Joder.” murmuró. “¿Qué clase de criminal hace esto?”
“Un spree killer y un homicida hedonista, probablemente.”
“¿Crees que hay presencia de necrofilia en este caso?”
“Lo dudo, fíjate en los cuerpos de las víctimas, ninguna tiene alguna marca procedente de una violación. De todas maneras, prefiero ver los cuerpos directamente para asegurarme, pero creo que simplemente lo ha hecho por el placer de matar. Un psicópata en toda regla, Woohyun.”
Myungsoo estaba sonriendo y Woohyun hizo una mueca.
“¿Cómo puedes sonreír en esta situación?”
“¿No te das cuenta de lo maravilloso que es este caso? ¡Me encantan los retos!”
Sunggyu entró poco después en el cuarto, pasándole un bono para el metro.
“¿Tienes alguna idea de quién puede ser?”
“¿Crees que me conozco a todos los asesinos de este mundo?” Myungsoo puso los ojos en blanco antes de sentarse de nuevo en la silla y volver a observar las fotos de los cadáveres, pero no había nada más que pudiera descifrar a partir de ellas.
“Woohyun, ¿vas a venir conmigo a ver las víctimas?” preguntó.
“¿Esta tarde?” Woohyun se mordió el labio.
“No te preocupes, Woohyun-ah, yo también voy a ir con vosotros. Podemos ir a cenar juntos después, si quieres.” intervino Sunggyu, sonriendo, causando que sus ojos se convirtieran en medias lunas y Myungsoo pudo jurar que vio a Woohyun prácticamente tirado en el suelo y llorando, murmurando algo acerca de que era demasiado adorable para este mundo.
****
La primera parada fue allí mismo, en Londres. La casa donde el homicidio había sido ejecutado se encontraba a menos de media hora en coche desde Scotland Yard, así que todos fueron hacia allí en el coche oficial de la policía.
“¿Cuál es la víctima que se encuentra aquí?” preguntó Woohyun, quien estaba sentado en el asiento del copiloto.
“La mujer rubia cuyo cuello fue degollado.” respondió Sunggyu, sacudiendo la cabeza para apartarse el flequillo de los ojos.
Woohyun levantó la mano y le apartó los mechones de la cara, acariciando su mejilla suavemente por el camino, y Myungsoo hizo un sonido de arcadas desde atrás.
“Muchachos, muchachos, dejad los toqueteos para esta noche, por favor. Tenemos unos cadáveres que examinar antes.”
“Eres un amargado.” replicó Woohyun, dejándose caer hacia atrás en el sitio, y Sunggyu intentó esconderse con su flequillo, sonrojado.
La casa estaba vallada y cubierta con precintado amarillo de policía, y en su interior había un ligero olor a descompuesto que hizo que Myungsoo arrugara la nariz.
La mujer se encontraba tirada en el suelo de la cocina, ligeramente inclinada hacia la derecha. Sus pantalones estaban perfectamente colocados en su sitio, pero Myungsoo los desabrochó para asegurarse de que no había habido ningún acto sexual.
“Como sospechaba, no estamos ante un caso de necrofilia.” dijo, esta vez pasando hacia la parte superior.
La camisa blanca de la muchacha estaba entreabierta, dejando ver un poco de su sujetador, pero un riachuelo de sangre bajaba por el canalillo, procedente de la herida del cuello.
Myungsoo sacó su lupa y observó la herida con cuidado, cada corte y cada incisión. Obviamente era un arma blanca, probablemente un cuchillo de carnicería o quizás uno de cocina japonés, a juzgar por la facilidad con la que el corte parecía haber sido hecho, aunque luego se había ejercido presión. La mujer tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos, probablemente debido al grito ahogado que se había quedado en su garganta cuando sus cuerdas vocales fueron cortadas.
Myungsoo observó el área del cuello con su lupa, e iba a guardarla cuando algo justo entre el cuello y la clavícula, llamó su atención. Había un símbolo de un infinito trazado con la punta del cuchillo, y la sangre seca se había quedado coagulada a su alrededor, pero aún así era perfectamente visible, lo que indicaba que había sido echo ahí a propósito para que ellos lo encontraran, probablemente la marca de la casa del asesino.
Myungsoo no quiso decir nada hasta que no hubiera examinado el resto de cuerpos, pero cuando ya había visto el último cadáver, pudo asegurar que todos poseían la marca, exactamente en el mismo sitio.
“Sunggyu.” dijo, una vez estaban en Scotland Yard de vuelta. “Me gustaría pedirte tu oficina prestada esta noche. Tengo trabajo que hacer.”
Sunggyu parecía dudoso, pero terminó aceptando.
“No muevas nada de su sitio.” avisó. “Y no hagas ningún escándalo.”
“¿Desde cuándo he hecho yo algún escándalo?”
“No me hagas empezar.” resopló Sunggyu, cogiendo el chaquetón de la percha una vez se hubo cambiado de ropa en el baño.
Woohyun se colocó a su lado, sujetando su mano entre la suya, y Sunggyu se sonrojó ligeramente.
“Venga parejita, id por ahí a cenar y pasad la noche en un hotel.” Myungsoo les guiñó un ojo antes de que ellos salieran por la puerta. “¡Y no os olvidéis de usar condones!”