Aquel ser hermoso e inocente observa por la ventanilla del auto que lo lleva de regreso a casa, observa como han crecido los hermosos pastos expandidos por todo el jardín de la casa, todo ese tipo de flores y sobre todo, los colores.
-¿Te gusta hijo?-Pregunta su padre mientras le mira el perfil de lado, resplandeciendo. Parece un niño jugando con el viento.
-Si. Es precioso.-Una hermosa sonrisa se asoma por sus labios.
-BaekHyun y mama esperan por ti ansiosos.-Y es ahí cuando su padre puede ver esos ojos color avellana y esas largas pestañas negras lo cual heredo de su hermosa madre.
-Yo también. Deseo verlos ya.-El Sr. Do suelta una risita. Su hijo ha cambiado. Ya no es aquel ser que huía de las personas, de su propia familia.
Ya están estacionados frente a la bella morada que KyungSoo tanto extrañaba. Baja y no duda ni un segundo en correr hacia esos brazos que tanto temió y que el día de hoy anhela que lo sostengan.
-Madre.-Los brazos cálidos de su madre lo abrazan.
-Mi niño.-Tiffany no puede evitar llorar de felicidad. Su bebe está de vuelta en casa Además puede sostenerlo entre sus brazos algo que al igual que su pequeño, temía.
Su padre se detiene a un lado de ambos. El chofer, mientras, baja las pocas pertenencias que ocupo el pequeño fuera de casa.
-¡Oh, Oh, Ohhh! ¡Kyung!-Un chico un poco mas alto que el nombrado corre hacia ambos (Su madre y el)-. Solo he subido por un sweater y ya te veo aquí. ¡Por Dios! Esto parece un sueño. Uno hermoso. –KyungSoo sonríe. Su mama lo suelta para que así ambos hermanos se reúnan.
Hace 7 meses que el más pequeño de la familia Do, KyungSoo, fue internado en una clínica por su trastorno de pánico el cual ya ha superado, por algo está ya de regreso en casa, pero en cambio tiene una fobia que aún no supera y sigue con terapias conductuales y cognitivas; Hafefobia: Miedo irracional a ser tocado. Pero hay algo que lo alegra en demasía; Que por fin puede estar cerca de los seres que ama mucho: su hermano, su madre, su padre, sin que su respiración se acelere, su corazón palpite como loco, su boca se seque, los temblores lo sacudan y un miedo irracional lo domine. KyungSoo es feliz, muy feliz ahora por ese simple hecho.
-Entremos.- El Sr.Do extiende su brazo invitándoles a pasar.
Ambos hermanos entrar abrazados por los hombros. El Sr. Do toma a su esposa por la cintura quien de inmediato se recarga en su hombro y le limpia con delicadeza las finas lágrimas que recorren su piel pálida.
KyungSoo y Baekhyun entran a la sala y un ¡Bienvenido! Aturde y sorprende al pequeño pelinegro. Ahí en la sala de la mansión están sus tíos, abuelos, primos y, personas cercanas a él. Su sonrisa es tan grande que siente que no cabra más en su rostro.
-¡Bienvenido!-Gritan de vuelta.
Así es como pasan el rato. Su hyung pone la música para celebrar. Pastel y una variedad de comida es puesta en las mesillas de la gran sala.
Su padre el Sr. Do DongHae es un gran empresario de renombre. Su madre la diseñadora Stephanie Hwang, son grandes personas de suma importancia en los medios. Ambos con enormes sumas de dinero; Millones, quizá e incluso más. Por lo cual cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo corren riesgos o atentados en su contra pero lo peor, es que también sus dos únicos hijos; Do BaekHyun de 19 años y Do KyungSoo de 17.
La seguridad es primordial en su mansión, pero hoy ha sido una excepción. Su querido retoño regreso.
Desde el día que supieron que algo andaba mal con su hijo menor las alertas en ambos padres se subieron al 100%. Contactaron con un doctor que los índico con un psicólogo. KyungSoo tenía un trastorno de pánico y una fobia.
Fue difícil para ellos ver como su hijo no quería ser tocado o si quiera que alguien estuviese a un metro de él. Fui aún más difícil verlo marchar a la fuerza.
Pero ahora es otra cosa; Su niño está de vuelta y más recuperado. Ya no hay temor de estar cerca de él.
Por otro lado KyungSoo se siente un poco agobiado, abrumado, se disculpa por un momento con su madre y padre para subir a su antigua habitación. Una vez dentro de esta observa la ventana del balcón abierta y como las blancas cortinas se mesen. No enciende la luz ya que la luna alumbra bien. El aire fresco y la brisa de la lluvia entran por esta. Frunce el ceño algo extrañado. ¿Quién abra abierto su ventana? Bueno, quizá su hyung que ya sabe que el ama la naturaleza y más el fresco de la noche.
Camina hacia la ventana, sale al balcón y siente la brisa hacer contacto con su piel. Le gusta. Posa sus manos sobre el metal del balcón, cierra sus ojos y aspira el olor a humedad. ¿Hace cuánto no podía hacer esto?.
Pero KyungSoo se ve interrumpido por unas fuertes manos rodeándole de la cintura y tapando su boca. Abre sus ojos como plato. ¿Qué está sucediendo? ¿Es una broma de mal gusto?. Pero intenta abrirlos aún más y gritar como si de eso dependiera su vida cuando el cuerpo de la otra persona se pega por completo a su espalda.
-Si gritas te corto la puta garganta-Un metal frio le toca sin delicadeza su cuello, supone es una navaja. KyungSoo intenta quitar la mano de su boca, pero al parecer el contrario es mucho más fuerte y por mucho-. Lo tengo. Prepárense. Ahora bajo con él. Vigilen que no haya nadie en la entrada. Lo llevare conmigo. De inmediato baje, se largan.-Informa el desconocido. KyungSoo niega al escuchar tal información. No puede evitar llenarse de miedo y prohibirle a sus lágrimas fluir. Pero hay otro miedo; Lo están tocando y no es precisamente alguien a quien estime o conozca.
Un golpe en su cuello y parte de su espalda hace que el pequeño pelinegro se desvanezca en esos brazos ajenos.
-Por una putada, eres demasiado delgaducho y no pesas ni una pluma.-Suelta el extraño mientras carga como aun costal el cuerpo de KyungSoo.
***
La persona de cabello color ceniza, de tatuajes recorriendo su cuello y brazos, con un diamante en su oreja derecha mantiene una mirada fija y fría sobre la carretera. Esta tan fuera del mundo del cuerpo inerte que lleva en el asiento del acompañante. La luz roja del semáforo hace que se detenga. Mira a ambos lados, pero su vista se queda quieta sobre ese ser tan, tan… hermoso.
Le da una calada a su cigarrillo que permanece entre sus dedos. Suelta el humo y sigue observando con sumo cuidado ese esbelto cuerpo:
Pestañas largas de un color negro como la noche, cabello liso y de igual color que sus pestañas, piel blanca y pálida como la luna y la nieve juntas. Mejillas sonrosadas. Labios gruesos y rojitos. Y un cuerpo de muerte, pero no, ¡NO! Jongin no puede verlo así.
Cuando se lo describieron nunca se lo imagino así. Según Chanyeol, Baekhyun tenía el cabello rubio. Pero en fin. A la mierda todo.
El semáforo da luz verde y Jongin acelera.
KyungSoo sigue aislado de este mundo entrando a un sueño profundo y cómodo.