Acabo perder todos mis archivos de resúmenes, historias y bla bla T-T
Tendré que comenzar de nuevo y estoy en el peor momento de mi vida… los que me siguen en face quizá lo entienden lo entienden y los que no ps no. así que segitme XD
A y si el cap me salió medio estúpido culpen a las drogas
ANTERIORMENTE.
Mis archivos murieron asique no recuerdo exactamente qué ha pasado TT
CAPITULO. 12 (CREO…) DE FIESTA.
Joder me sentía adolorido por lo que el pervertido me hizo ayer, se le veía feliz pero no tenía por qué ser tan bestia ¿cierto? Como sea, hoy eh tenido que venir a la escuela, si sigo faltando llamaran a mi linda abuelita y ella les dirá a mis padres. Lo menos que quiero el volver a verlos. Sé que no son los peores padres pero la última vez que nos vimos no quedamos en los mejores términos
–muero de sueño— susurro para mí, ahora mismo tenia clases con la maestra de Formación Cívica y Ética ¿Por qué existe esa materia? Para mí es un misterio, no vemos más que valores y esas cosas que no tengo. La clase es tediosa y aburrida así que normalmente salgo con la excusa de ir al baño aunque voy a la cafetería o solo camino como león enjaulado.
(a continuación la verdad de cómo me volví Pancho)
–¡Hey! Pancho— escucho una voz hablarme o puede que no sea a mí, aun así volteo para encontrarme con un amigo desde que entramos a secundaria. Su nombre es Moisés pero todos le decimos Mono, él es moreno, de pelo negro y corto, es un poco más alto que yo aunque solo un par de centímetros.
–¿Qué pasa Pancho?— le digo, cuando nos conocimos no nos podíamos aprender nuestros nombres por lo que comenzamos a llamarnos Pancho, lo mismo paso cuando conocí a Jessy, Kass, Pao, etc. Así nació la rebelión contra los maestros que encabeza, aunque solo haya sido un juego me divertí mucho en esos momentos, aunque ahora solo queda el apodo.
–Vengo a traerte— no entiendo ¿A dónde vamos? Le hago saber mi duda y me responde con –la maestra te vio caminar en sentido contrario de los baños por lo que me mando a traerte— me dice y obedezco, joder no me dejara salir en lo que queda de la semana. –por cierto ¿quieres venir a una fiesta conmigo hoy?— a decir verdad no tenía nada que hacer después de la escuela. Mi madre saldrá con su hermana a Guerrero y mí ahora novio ira a una fiesta para mayores, a la cual no me quiso llevar con el pretexto de ser menor de edad, que idiota es a veces.
–Claro, no tengo nada mejor que hacer— le respondo a lo que él sonríe. Ahora que lo pienso, siempre creí que él era homofóbico por los comentarios que hacía con respecto del tema. Así que no intente hablarle después de que Mari haya violado mi boca frente a todos; aunque le alegra estar equivocado.
–me alegra no tener que ir solo— me dice y lo miro, si dice que es una fiesta para niños lo golpeare y le meteré es pastelillo de mi mano por donde nunca lo ha tocado el sol –es fiesta de sexo y drogas por si piensas que es de bebes— ¿seré demasiado obvio como que se haya dado cuenta? Como sea ¿Qué hare en una fiesta de esas? Tengo novio celoso, las drogas saben feas… supongo que tengo tiempo de pensar en lo que hacer.
Llegamos a la clase la maestra me regaño por no ser honesto y haber roto varios valores, me regaña como si en lugar de haber roto valores haya invocado a algún demonio del séptimo infierno o algo asi
De vuelta a casa no veo a mi novio; por un día que no lo vea no pasa nada, demás el ira a su fiesta y yo a la mía; en casa, mi abuelita ya ha salido con su hermana así que no tengo porque preocuparme; la tarea se la pediré a Wen mañana.
Aún hay tiempo para que Mono pase por mí, su casa queda lejos así que a la mejor que él me recoja, faltan cerca de 6 horas así que dormiré y tragare nutella ¡Wii¡
Han pasado varas horas y admito que no eh salido de cama, mi nutella aún no se ha acabado lo cual es demasiado raro, lo normal es que el nutella me dure como máximo una tres horas, pero este me ha durado 6 horas… 6 horas… ¡Mono llegara en cualquier momento! Salgo corriendo a mi habitación para tomar lo primero que encuentre, pero, antes de poder llegar escucho el timbre de la puerta. Detengo mi carrera y camino despacio hacia la entrada; esto es incómodo, me dejo horas para arreglarme y yo me quedo comiendo nutella.
—No puedo creer que tardes tanto. Le dije a Jess que llegaríamos por ella— me regaña, pudo haberse ido sin mí. Pero no, incluso me dio la ropa con la que me quería vestido, perecía un pervertido buscando mi ropa en el armario. La ropa solo es una camisa blanca, unos pantalones ajustados negros y unos tenis de tela negros.
Ya habíamos llegado. Jess se perdió en cuanto un chico la invito a bailar, aunque ahora debe estar abriendo las piernas en algún lugar apartado, en cuanto a mí, parezco un antisocial en esta fiesta. Siembre que venía alguna hacia lo mismo que hizo Jess, con mujeres.
Mono se quedó conmigo aunque quizá quiera salir como Jess.
— ¿Te piensas quedar todo la noche aquí?— me pregunta. Sé a qué se refiere, ya hemos venido a fiestas juntos. Pero ahora tengo novio ¿Qué se hace en fiestas cuando tienes novio?
—¿Qué quieres que haga?— pregunto. y me como si hubiera hecho una pregunta tonta —ya sabes, tengo novio y … —
—Baila como mínimo— me dice jalándome de la mano.
—Creí que eras homofóbico— me digo dejándome arrastrar.
—Admito que me sorprendió que fueras gay— es la primera vez que me dicen eso, se siente raro que alguien te reconozca como tal.—Pero somos amigos ¿cierto?— esta sensible, ¿Quién es este tipo? No es mono.
—¿Debo decir gracias o te mando a chingar a tu madre?—
—¿Porque lo dices?—
—Bailar con hombres no es lo mío—
—¿Temes que tu noviecito se entere?— me dice cuando quedamos en el centro. Me toma de la cintura, aunque parecía dudarlo un poco.
—Lo digo por esto— le digo mientras señalo sus manos en mis caderas.
—No pareció importarte eso cuando él te beso—
Me rio un poco —¿celos?— pregunto aun divertido.
—Quizá— su aliento choca con mi nariz, eso lo explica todo, está más que ebrio.
—Mono, suéltame— estar así con él, además de ser extraño, es incómodo.
—No quiero— su voz infantil es molesta. Estoy inmóvil, no hago nada para quitármelo ¿Cuándo comenzó a beber que no me di cuenta? —Bésame …— acerca sus labios a los míos, pongo mis palmas en su pecho. Creo que el único hombre que me gusta es mi novio.
Ciento un golpeo en el costado, alguien me pego un codazo. Haciendo que mis brazos flaquearan y sus labios chocaran con los míos. Antes de que lo pudiera empujar. Alguien me jala hacia atrás y una mano lo empuja lejos de mí. Regreso la mirada, la vida me odia, mi novio esta tras de mí.
—Ho-Hola— trato de sonar de lo más normal aunque no funciona, mi voz se escucha nerviosa. Espero que no le pase nada a Mono.
—¡¿Quién eres tú?!— la voz de mono me suene, se levanta como puede. Camina hacia nosotros con toda la intención de golpear a Mari.
—Mono si te vas a casa te follo— en cuanto lo dije, el enojo que tenia se esfumo, se sonrojo y salió corriendo; supongo que a casa. En cuanto a mi novio, bueno, su mano que estaba en mi hombro me sujeto de forma brusca y lastimándome.
—Bestia, me estas lastimando— le digo aunque no parece escucharme. Me toma de la mano y me saca de allí prácticamente a rastras.
Comenzamos a caminar en silencio. Me jalaba de la mano llevándome a su ritmo. El lugar de donde se hacia la fiesta no estaba muy lejos de su casa, estaba a solo unas cuatro cuadras. Me marcaba el ritmo, seguía la velocidad de sus pasos como podía. A esta altura ya estoy seguro que nos dirigimos a su casa, hace rato que noto que él también estaba ebrio, bastante aunque no lo parezca más que por el olor.
Llegamos a su casa, seguimos caminando hacia la habitación. Ahora sé que cada vez que se molesta me folla de manera más brusca, así que después de ver ese beso y decirle a otro que lo fallaría, no creo que me pueda mover para mañana.
Llegamos a una de las esquinas de la cama. Me tomó de la muñeca y me lanzo como si no pasara nada. Lo mire solo un momento para desviar la mirada, su expresión era seria y daba un poco de miedo en la penumbra de la habitación.
Se arrodillo en la cama jalándome de las piernas para acomodarlas alrededor de él. Desabrocho mi camisa sin cuidado haciendo que incluso algunos botones se desprendieran de la camisa. Comenzó a chuparme por todas partes comenzando por mi cuello, mi pecho, mis pezones, mi abdomen, mi vientre; sentía rastros de su saliva por todo mi torso. Me dolía la dureza con la que me mordía ciertas partes, parecía masoquista por disfrutar de esas mordidas en zonas blandas como mi cuello o mis pezones.
Mi cinturón fue retirado y lo lanzo a la cabecera atorándose entre el borde y el fondo de la cama. Rompió el botón de mi pantalón al tratar de sacarlo con fuerza. Estaba siendo muy brusco, y yo me estoy dejando hacer todo lo que él quiera.
Sujeta mis piernas levantándolas un poco y haciendo que este más abierto que antes. Me comienza a morder por las piernas; eh descubierto que mi punto más erógeno son mis piernas. No puedo dejar de gritar por lo que me hace, creo que tratare de ponerlo celoso un poco más seguido.
Deja de tocarme, lo miro queriendo saber porque se detiene. Entonces lo veo desvestirse, la imagen de él completamente desnudo hace que me muerda el labio inferior. Estoy igual o más desesperado que él, sujeto mis piernas abriéndolas lo más que pueda. Noto como se relame los labios y se acerca a mí —hoy, yo soy quien manda— al decirme eso, toma el cinturón que minutos antes había lanzado a la cabecera amarrándome con el alrededor de las muñecas. Me besa en la mejilla para después girarme y que quede boca abajo.
Al estar de espaldas de él comenzó a lamer mi espalda hasta llegar a uno de mis costados. Siguió mordiendo mis piernas causando que no me pueda apoyar con mis manos. La sensación de impotencia es frustrante, pero la sensación de excitación hace que no pueda notar más que su ser en todo mi cuerpo.
Siento sus manos en mis caderas, quiero que lo meta, quiero sentir su gran y duro miembro dentro de mí. Mis deseos no se hicieron esperar mucho, me mete su falo de una sola estocada; duele un poco, aunque ya estoy acostumbrado a el grosor de su miembro, la forma en la que entro hace gemir a cualquiera. No espera a que me acostumbre a la intrusión que hay en mi interior. El maldito y jodido pervertido comenzó a embestirme con fuerza y sin cuidado. Sentía que cada embestida que me daba llegaba cada vez más profundo.
Las manos que sujetaban mi cintura se aferraban a mi piel a tal punto que me lastimaban, pero las embestidas y la excitación que sentía hacían que me volviera masoquista, el dolor sentido me daba mayor placer, si esto continua, y claro que seguirá, le pediré que me amarre y me golpee con algún látigo de tiras o algo así. Aunque la idea no me desagrada del todo.
— ¿Cómo es que con todo lo que te follo sigues estrecho?— habla en mi oído. No esperaba que dijera eso. Es un alago o ¿Qué es? Además ¿Cómo puedo ser estrecho según él? ¿Con tatas putas se habrá acostado?
Mis gemidos se han vuelto más fuertes, todas las cosas que me dice. Normalmente él se queda callado y escucha mis gritos y gemidos. Ahora me habla de otra manera, diciéndome guarradas, quizá sea por el alcohol. Sea lo que sea me pone más cliente que de costumbre. No quiero que termine, aunque sé que es imposible, estoy a nada de terminar en las cobijas.
—Quiero terminar en tu boca— al decirlo salió de mi ano, me giro haciendo que quedara en la posición de boca arriba, coloco sus piernas a cada lado de mi cara, acerco su miembro. Me desilusiona que no me haya llenado por detrás, aunque quizá sea mejor recibirlo por el frente. Deslice mis manos hasta mi intimidad, aun siendo sujetadas por el cinturón, para comenzar a masturbarme al momento en el que el embistió mi boca. La forma en la que hacia el mete saca hacia que abriera mi boca lo más que pudiera. Sentía que se me partiría la mandíbula por la mitad. —Joder, ya no puedo— al decirlo yo termine en mi vientre mientras el, haciendo otras cuantas embestidas termino en mi boca. Su semen se deslizaba desde mi lengua hasta mi garganta. Aun no retiraba su miembro por lo que lo intente limpiar por completo con unas cuantas chupadas que le di.
Así termino mi día de fiesta. Si algo me ha quedado claro, es que mi novio es muy celoso.