ANTERIORMENTE.
En medio del alboroto que montamos en esta habitación siento como me inunda de su semilla, me siento cansado, pero al ver su cara por el reflejo me indica que esto no ha terminado. Me levanta haciendo que quede sentado como la vez anterior, encima de el estante. Su liquido comienza a salir de mi interior. Acerca su boca a mi miembro, comienza a lamerlo, de una manera que hace morderme los labios, lo engulle por completo, trato de aferrarme al azulejo sin ningún resultado, comienza a chuparlo, me arrebata más gritos, no puedo soportarlo.
Caigo de manera en la que mi espalda choca contra el espejo, el pervertido alza mis piernas mientras introduce dos de sus dedos, comienza a simular embestidas, no puedo dejar de gemir. El tampoco deja de chuparme, ya no lo aguanto más cuando descargo mi semen en su boca.
Se acerca a mi boca, me besa, esta vez no opongo ningún tipo de resistencia. Siento como comparte conmigo el líquido que recién arroje. A pesar de ser un pervertido, a pesar de haber arruinado mi vida académica, a pesar que me folla de varias maneras, estoy estúpidamente enamorado de él.
CAPITULO 8. Zoológico
Me levanto de mi cama pesadamente; anoche, después que llegamos a mi casa Mari me dio un recuerdo de lo que hicimos en los baños de mi secundaria, no puedo creer que no se allá contenido ni porque mi madre estaba en casa, dios si cuando estábamos en medio del acto vino a preguntar “¿hijo estas bien?” tuve que aguantarme las ganas de gritar pues el muy estúpido comenzó a morderme cuando llego; me alegra que le haya puesto seguro a la puerta.
Después de eso durmió conmigo aunque por lo que veo ya se fue. En el fondo me alegra pues si me viera como estoy ahora seguro me hace otra “quedarme en cama” ya saben a qué me refiero y es que es un maldito pervertido.
Hoy quede de ir con Wendy al zoológico de la ciudad, me parce que Mari se reuniría con algunos de sus compañeros para hacer un trabajo. Bueno seguro se preguntan quién es Wendy, Wen es mi prima, es hija de un hermana de mi papá, aunque nos conocemos solo desde hace dos años es una muy buena chica… cuando no quiere que ligue con los hombres. Estoy casi seguro que esta salida es para conseguirme novio; quizá le debería decir que ya tengo aunque no me creerá hasta que vea que nos besamos y si es no quiere que hagamos algo más.
Me levanto como pedo; después de la primera noche juntos no me ha vuelto a doler… quizá estoy demasiado abierto o algo así. No quiero bañarme, me da flojera, pero no sería buena idea oler a sudor y semen –haa— suspiro, debo bañarme aunque no quiera. Tomo una toalla y me dirijo al baño.
El agua caliente me encanta, se desliza por mi cuerpo; espero que no se me haga tarde, siempre suelo tardar al bañarme –oye idiota te estoy esperando— escucho la linda voz de mi primita, ella es así de cariñosa. Bufo para cerrar la llave del agua; tomo mi toalla y me la amarro a la cintura.
Abro la puerta para encontrarme con Wen, se ve malhumorada, la ignoro para ir a mi habitación a vestirme, me acompaña, ella no sabe lo que es privacidad. Esto lo a echo varias veces y diga lo que diga no se ira ni dejara que me valla; me visto tratando que no me vea, me pongo los pantalones por debajo de la toalla, noto que me mira fijamente –deja de mirarme así—le digo, comienzo a sentirme incómodo.
–¿cómo es que tienes esas marcas?— hasta que me pregunta eso es cuando raciono. Tengo el torso desnudo y no recordaba que el idiota siempre me deja marcas de mordidas y chupetes. Siento mi cara caliente e intento cubrir las marcas con mis manos. Ella pone una cara de pervertida –¿Quién te rompió el culo?— esta estúpida, abecés… no, siempre la quiero ahorcar cuando sale con estas estupideces.
–yo… solo…—la verdad es que no sé qué hacer, podría decirle la verdad aunque estoy seguro que comenzaría a acosarme; también le puedo decir que fue una mujer para que no que n se entusiasme; dios como quisiera no tener que responder.
–as que, me voy por dos horas y me eres infiel— escucho, vuelvo mi vista hacia la persona que hablo; es Mari, aunque es el peor momento en el que pudo haber llegado.
Wen se acercó a él para quedar a una distancia no mayor a un metro –así que eres su novio…— lo miro retadoramente.
–si— respondió sin muchas ganas –¿algún problema?— le pregunta de la misma manera en la que se miran, como si estuvieran en alguna especia de miradas.
Ambos comienzan una pequeña discusión. Los comentarios de Wen fácilmente se pueden mal entender, y las miradas que me dedicaba Mari me daban a entender que estaba molesto y MUY celoso; odio sus malditos celos.
Con el poco valor que tengo, después de recibir miradas y escuchar las cosas que decían de mí; decido intervenir –se los dejare en claro de una vez— ambos se callaron, agradezco que mi madre allá salido pues si estuviera seguro que escucha y no quiero enfrentarla por ahora –Wen él es Mari… mi novio— al decirlo Mari parece se cierta forma feliz y ¿orgulloso? a veces no sé lo que piensa con claridad –Mari ella es mi prima— al decirlo Mari la mira con seriedad, como si la estuviera estudiando.
–no es justo— dice Wen –no te pusiste rojo cuando me presentaste –y ¿Qué no es el de quien estabas enamorado desde hace más de dos años?— si antes me había sonrosado, ahora seguro parecía como un foco de navidad.
–as que desde hace dos años— la voz de Mari es burlona; dios me siento tan avergonzado.
Trato de salir de allí; tomo una playera cualquiera y una sudadera para decir –iré con ella al Zoológico—trato de no mirarlo a los ojos cuando paso frente a él.
Me toma del brazo, de la cintura y me roba un beso. Podía escuchar los saltitos de Wen y sus risillas de emoción también. Despegamos los labios se acerca a mi oído –cuando vuelvas no te dejare dormir— estoy seguro que Wen no escucho pues s lo hiciera ya estaría con preguntas incomodas.
El zoológico es muy grande; hace ya mucho tiempo que no venía uno; si mal no recuerdo la última vez fue hace dos años; y la persona que me trajo… si fue el que ahora es mi novio. Lo más raro es que cundo nos conocimos ninguno de los dos nos agradaba el otro. De hecho me fastidiaba estar con él. Depuse de cierto día… jamás me volví a separar de él; desde el día en el que perdí a la persona que más quería… pero ahora no estoy para recordarla; ahora vengo a reír con esta pervertida que está a mi lado, además ya no estoy solo; ahora lo tengo a él y sé que no me dejara… o eso espero.
Son las 6 pm; solo faltan dos horas para que cierren el zoo; ya estoy en casa de Mari; lo más seguro es que allá con alguno de sus amigos o me este siendo infiel con alguna de sus “amigas” vamos que yo no me chupo el dedo.
Llago como cerca de media hora más tarde de que le mande el mensaje y no es que estuviera celoso pero le quiero mostrar lo que robe del zoológico. –¿Qué hace un oso el mi casa?— se veía enojado, pero es culpa del ¿Cómo puede dejarme solo con alguien más irresponsable que yo? Si cuando estoy solo termino en la estación de policías ahora con una idiota e lo peor.
–es un osezno; su nombre es Pancho— le digo feliz, ahora tengo un lindo osito de mascota. El me mira molesto.
—¿Por qué lo trajiste aquí?— me pregunta; sus ojos hicieron que me estremeciera.
–sus hermanos le estaban haciendo burlin solo porque tiene la nariz chueca— el pareció meditarlo.
–primero los osos no puedes hacer burlin y segundo su nariz es normal— me dice aun molesto
–¡que dije Pancho? Eres lindo él lo acepto— el pequeño osito soltó un algo que se podría describir como un rugido débil y a la vez tierno –no; solo es serio pero no es mala persona—
–ahora resulta que hablas oso— me dice serio; se estaba burlando pero ¿Quién lo manda a tener un novio como yo?
Yo lo regreso a ver –no es oso; es Italiano— no parece creerme o se lo toma de jugo.
-vamos— me dice señalado la puerta, sé que debo devolverlo con sus hermanos pero… le hacen burlin por su linda nariz.
El zoológico de noche es muy silencioso; a excepción de los sonidos que producen los animales… todo es silencioso y de cierra manera aterrador: por el camino vamos esquivando a los guardias nocturnos que ahora deben asegurarse que no allá nadie aquí dentro.
Por fin llegamos al habitad de los ositos y sus dos hermanos, el que estaba a la izquierda se llama Pancho y el de la derecha también se llama Pancho. Claro que yo lo puse los nombres. De un salto llegue a la pequeña isla que suponía era el habitad los tres oseznos, Mari me ve atentamente; deje a Panco en el piso y me acerque a sus hermanos –escuchen— me arrodille para quedar más o menor a la altura de ellos –si vuelven a molestarlo vendré a cortarles los huevos, el pene y hare que se los coman—
Les sonreí y de otro salto llegue al lado de Mari; la isla estaba algo retirada de los barrotes pero por suerte tengo una buena condición física; quizá no la mejor pero no me puedo quejar.
Seguimos caminando por un rato; Mari me tomo de la mano, me sentía raro venir así pero tampoco me quejaba; su mano era grande, me hacía sentir seguro. Doblamos la esquina y encontramos a un guardia... –¿qué hacen aquí?— nos pregunta, yo me congele y para ser franco abría golpeado al guardia y saldría corriendo. Por suerte Mari venia conmigo.
–vera es que mi novio y yo estábamos nos quedamos un rato a solas; claro si es que me entiende— el guardia no pareció comprender aunque yo si lo comedí a la perfección. El guardia pidió que se explicara, el solo se acercó y note como el guardia se puso de color rojo; su cara estaba más colorada que la mía.
Al final el guardia nos dejó salir sin ninguna objeción mas que prometiéramos que jamás volveríamos a hacerlo en algún lugar público; claro que al ver la cara de Mari supe que eso no estaba en sus planes.
MINI HISTORIA
(Pancho y sus hermanos-esclavos)
Un osito estaba acostado en una hamaca mientras otro osito lo abanicaba con una hoja bastante grande. Un tercer osito llego –señor ya no tenemos uvas— el osito se veía apenado.
–y que quieres que yo haga? consígueme uvas, o acaso quieres que le diga al humano que me has tratad mal?—
El osito comenzó a tartamudear cosas in entendibles para por fin decir –disculpe señor es seguida traigo sus uvas—
El osito se fue y solo quedaron dos ositos –y tu abanica mas fuerte—