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"Oscuros Amores" por Noribet

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Notas del fanfic:

  

 

Quería escribir algo de éstos chicos, ya que me encantan, no soy muy buena en esto, asi que esperó les agrade.

Y de nuevo me encontraba en aquel lugar, las paredes negras en detalles a colores vivos, resaltaban ante la luz de lamparas incrustadas. Todo un ambiente melancólico, con ese olor a alcohol, combinado con perfumede hierba y maderas, que quedaba perfecto ante adornos de plantas.
Me sentia bien entrando a un sitio que para variar, no me incomodara de sentirme observado como algún bicho raro, desafortunadamente una costumbre de mis días. Eso si, tenía que cuidarme de alguno que otro pervertido, otra costumbre no muy grata.

 

 

Me tenía sin cuidado el hecho que me dejarán entrar sin preguntar mi edad, mejor para mi, ya que era menor teniendo diecisiete años.
Era algo tarde, aun así me sente en una mesa apartada de aquel bar burlesco, en la que siempre me escondia. Una, por mi forma de vestir y lucir, no era normal para la mayoría, aunque en ese lugar disimulaba de cierta medida. Y eso porque me encantaba verme como chica siendo hombre, ponerme peluca, vestidos, zapatos y accesorios, todo dependiendo del estilo que se me antojara, y esa noche, había escogido uno de lolita, con mi peluca café chocolate rizada cayendo hasta la mitad de mi pecho, con un gran moño rosa pastel, en juego con mi vestido blanco y rosa, igual a mis zapatos.
La segunda y más importante, para ver el show de un hombre que me traía como loco, (creo que estoy enamorado).
Ya estaba por terminar de actuar, y como el acosador que era (ya que en eso me habia convertido, en un acosador) salí rápidamente de aquel sitio, antes que la excitación se me subiera. Tomaría un taxi y me iría a casa, luego lo vería.

Salí a una noche despejada, respire el aire frío y me en camine a ver algun taxi.
Pero cual fue mi suerte, que al avanzar, dos chicos que note me veian en el bar, me abordaron, impidiendo que siguiera. Estaban sonriendo, seguro pensaban que era una chica frágil y podian aprovecharse ya que era de noche y no habia ni un alma cerca.


- Que linda eres - dijo uno de ellos, rubio y alto, se veía que ambos se ejercitaban.
Intento tomar mi brazo, yo retrocedi.
- Tranquila, no te haremos daño, solo nos divertiremos un rato - dijo el otro castaño queriendo ponerse detrás mio, ya sabía que eso pasaría.
Trage grueso y comenzó el forcejeo.


No supe como logré safarme y correr por el callejón del bar (claro, mala idea, estaba oscuro y sin nadie a la vista). Mientras corría, marcaba en mi movil a la policía, sentía a los dos hombres pisar mis talones, y el eco de los zapatos sonar contra las paredes, me ponian la respiración agitada y el corazon acelerado.

Tenía miedo. Pero cuando crei ser alcanzado, dos chicos salieron enfrente mío, por una puerta trasera del bar, la que ocupaba el personal.

Por poco mi corazón se detiene de ver al hombre de mis sueños, sonreír hablando con otro chico, seguramente su amigo, a quien atropelle de lo rápido que iba, saliendo volando mi telefono, estrellandose en el suelo.
Solo alcance a ver como el hermoso rostro de Tsuzuku (como se llamaba mi amor), se distorsionaba y gritaba.
-¡Cuidado!- dijo, pero yo ya me encontraba tirado encima de su amigo, quien cayó de espaldas, y me sorprendió de sentir sus brazos al rededor mio, me habia sostenido de la espalda al caer.
Me levanté rápido de su pecho, y me arrodílle, seguro todo sonrojado.


-¡Lo, lo siento mucho!- dije de inmediato.


Lo mire, ese chico era hermoso, casi tanto como Tsuzuku, era blanco, de ojos azules, su cabello rubio casi blanco con rayos lila en sus puntas, le lucia muy bien. Su rostro era de esos pocos que reflejan ternura inmediata, junto con un dulce brillo en sus ojos, que me miraban con sorpresa y algo de preocupación.


- ¿Te encuentras bien?- me pregunto con sus labios en un tono rojo, muy lindo.
-S... si- respondi cohibido y asenti con la cabeza, mi cara se calento.
-¿Y tu lo estas?- preguntó entonces la voz de Tsuzuku, quién le dio la mano para que se levantara, yo me quede muy avergonzado.
- Si lo estoy, parece ser que un ángel me cayo encima. - contesto el chico sonriendo al levantarse y me ofresio su mano.
Lo mire sonrojado por un momento pero acepte su ayuda y me levantó para luego ver mi telefono hecho trozos. - Ya no tiene remedio. -menciono por mi celuar.
En eso, los otros dos hombres llegaron y vieron la escena.

Recorde porque corría y me gire con brusquedad para verlos.


-¡Hey la muñequita es nuestra!- dijo uno de ellos.
Yo los miré con miedo, y retrocedi un paso.
-No lo creó- hablo el amigo de Tsuzuku, me tomo del brazo para pegarme mas a el, eso me sonrojo ya que aunque pareciera pasifico, su voz sonó sería.
- Además, es él, no ella. - les dijo Tsuzuku en tono serio y cruzandose de brazos.
Me quede petrificado, su actitud era algo fría, tal vez sabía que lo había estado siguiendo de un tiempo para acá, y lo había molestado.
Los otros se sorprendieron un tanto, crei que se marcharian, pero el rubio sonrio.


- Yo no tengo problema con eso. - dijo tomandome de un brazo y jalandome, pero el amigo de Tsuzuku le impidio avanzar y me jalo de nuevo, colocandome a su espalda.
- ¡No te lo llevarás! - le dijo firme y con mirada retadora.
Yo no sabía porque lo hacia, porque me defendia si ni me conocía, se lo agradecia pero no quería que el o Tsuzuku estuvieran en problemas por mi culpa.


Entonces el rubio lo empujó del pecho y yo me alarme, pues el otro le devolvio el empujon. Tsuzuku igual se coloco en guardia por el otro chico.
Temi que pasaran de los empujones y miradas asesinas a los golpes.
Y cuando dije un "¡Basta!" para tratar de impedir que comenzará una pelea, un rechinido de llantas y el motor de una motocicleta se escucharon entrar al callejon. Mi atención y la de los demas la capto la gran moto negra brillante que se detuvo a fuerte velocidad, a un lado de nosotros entre otro chirrido, con la llanta delantera al aire, para luego caer ligera.
Dos hombres iban a bordo, y a mi ver vestian muy bien, su look era de chamarra de cuero negro, y pantalones ajustados con sierres y correas de adorno. El hombre castaño que iba de tras, se bajó con elegancia, sacudiendo su chaqueta. Su cabello un tanto largo y ondulado le enmarcaba su rostro, en el cual dibujaba una bella sonrisa.
El hombre que conducía se recargo en el volante de la moto, de manera coqueta y mirandonos con sus rasgados y bellos ojos delineados en negro, como esperando ver que haríamos a continuación, llevaba una banda blanca cobriendo su nariz, y sus bonitos labios también sonreian.


- ¿Bien podrían decirme que estaban haciendo afuera de mi amado bar? - pregunto el castaño con tono serio sin dejar de sonreír a todos, eso me resulto intimidan te.
-¡Kai sama!- saludaron  con una reverencia, lo que me dejo claro que aquella persona era importante.
-¡Estos caballeros ya se iban Kai sama!- se atrevio a decir el amigo de Tsuzuku señalando a los acosadores.
Estos lo miraron con odio.
- Debería saber Kai sama que los caballeros estaban a punto de hacer un espectáculo aquí afuera de su amado bar. - dijo Tsuzuku con tono de satisfacción.
Kai los miro borrando su sonrisa, algo que me provoco escalofrío, lo mismo que a los otros dos que de inmediato se inclinaron y pidieron disculpas.
- !Perdonenos señor, no volvera a pasar ! - dijo uno de ellos.
- Si jamás haríamos nada que pudiera molestarlo, ya nos vamos señor, con su permiso. - luego se inclinaron repetidas veces.
- Eso espero, no quiero recurrir a metodos duros para dejarles claro que en mi bar no esta tolerado la falta de respeto, y mucho menos a parte de mi personal. - hablo lento miro a Tsuzuku y volvió a sonreír.
- Jamás pasará señor. - dijeron ambos y con otra reverencia se alejaron.


Yo respire aliviado, que bueno que no habia pasado a mayores.

- ¡Gracias Kai sama!, lamentamos las molestias. - expreso Tsuzuku con una reverencia.
Entonces el hombre rubio en la moto se hecho a reír, para luego bajar y caminar hasta nosotros.
- Gracias que hay camaras afuera del bar - comento ese rubio señalando las pequeñas lentes arriba de la puerta, a la cual saludo.
- Por un momento creí que nadie nos miraba Reita sama - dijo el amigo de Tsuzuku con pesar y tono agudo.
- Como crees Mia, seguro Aoi no quita los ojos de las pantallas cada que vienes - expresó con una risilla picara.
Note como Mia se sonrojaba ante el comentario.
- Saben que siempre están atentos los de seguridad. - hablo Kai con voz dulce - pero al enterarnos de lo que pasaba, ya que Aoi nos aviso, aquí, este niño mimado, quería hacer una entrada de película en su juguete nuevo - miro al rubio y luego a su moto.
- Vamos seguro causamos buen impacto, esos dos nunca volverán ha acosar a nadie fuera de tu amado bar - comento el rubio ensanchando su sonrisa y mirándome tierno, yo volví a sonrojarme.
- Sí me alegro, ahora los dejamos chicos. - aviso Kai palmeando el hombro de Tsuzuku y la puerta que estaba al lado y era automática, se abrió.- ¡Que pasen linda noche! - se despidió y entro al pasillo.
- Nos vemos chicos, y cuiden bien a esta ternurita. - dijo de pronto el rubio a quien llamaron Reita, y me sorprendio al tocar mi cabeza y acariciar mi cabello, y dirigirme una tierna mirada antes de seguir a Kai.
- Ya dejalos que me pondras celoso y te castigare en casa Reita.- reclamo Kai mirandolo serio.
- Bueno ya, sabes que solo te amo a ti corazón - se apresuro a decir el rubio con algo de miedo y yendo con él.
Tsuzuku y Mia se rieron por lo bajo.
- Mas te vale iguana del mal - dijo Kai jalando al rubio del cuello y plantandole un apasionado beso enfrente de todos.
Yo me quede con la boca abierta y seguro la cara roja.
Kai jalo a un ruborizado Reita dentro del bar.
- ¡No maltrate mucho a Reita san, Kai sama! - les dijo Mia riendo.
Kai separandose por un momento de Reita, nos sonrio.
- No les prometo nada. - dijo mientras la puerta se cerraba.
Tsuzuku y Mia se volvieron a reír complices, yo me agache un tanto incómodo.
- Bueno, me parece que será mejor irnos a casa - comento Tsuzuku volviendo a un tono serio.
- ¡Claro! - concordo Mia - Vienes con nosotros amm...? - Me pregunto como queriendo averiguar mi nombre.
- Me... Meto - conteste algo timido. - Ya no, les quiero causar molestias, mejor...
- No molestas, eres encantador. - me dijo Mia y volvi a sorprenderme. - Solo que tendras que ir en medio de Tsuzuku y yo. - aviso, pues Tsuzuku se dirigia a una de las tres motos aparcadas enfrente de la moto de Reita. Subió a una rojo con negro y la encendio.
Yo me quede en cero, escuchando el motor ronrronear, como podia negarme a seguir al hombre que me robaba el sueño, pero como ir simplemente asi, podría ser peligroso.
- ¡Vamos! - me animo Mia empujandome, luego me susurro - puedes quedarte en el apartamento de Tsuzuku... - eso me cayó como agua helada en la cabeza, acaso era tan obvio que estaba enamorado.
No pude decir ni hacer nada, Mia me jalaba hasta Tsuzuku y mi cuerpo parecía dejarse llevar con alegria. Mis ojos miraban a ese hombre de cabello negro, que no parecía importarle que Mia subiera a su espalda a un chico acosador, porque seguramente eso pensaba de mí. Simplemente ignoro la situación y en cuánto Mia abordo detrás de mí dijo un claro: Sujétense.
Sentí los brazos de Mia rodear mi cintura, tomo mis manos entré las suyas y las coloco en la cintura de Tsuzuku, quize gritar en ese momento por la emocion, pero me contuve mordiendo mi labio inferior.
Lo que siguió me dejo atontado y nervioso, pues Mia se re pego a mí, empujando me contra el cuerpo de Tsuzuku, dejando me apretado entre ellos dos, y aunque incómodo, no cabía de la emocione de estar abrazando al primero.
Mis nervios se removian en mi estómago, la moto avanzo, me sujete mas fuerte, el viento frio y humedo dio en mi rostro. Todo el camino que no fue largo (mal por mí) entre ocho o diez minutos, mi corazón latia acelerado, hasta que llegamos a un estacionamiento, debajo de unos apartamentos.
Quería estar abrazado a Tsuzuku por mas tiempo, pero bajé de la moto detrás de Mia en cuánto se detuvo.
- Ven Meto, quiero platicar contigo. - dijo Mia y volvió a jalarme, ahora hacia un elevador.
Tsuzuku nos siguió. Serio y ni un poco alterado, se recargo en la pared de metal del ascensor, para luego mirar a Mia y a mí en lo que este indicaba el séptimo piso, y hacia sonidos con la garganta de alguna cancioncilla.
Trage grueso de sentir la mirada penetrante de Tsuzuku, yo ni podía verlo sabía que mi cara estaba roja, asi que mi vista estuvo sobre mis zapatos rosas. En cuánto llegamos Mia jalo mi mano y salimos al pasillo. Me sentía como niño de cinco años jalado por su madre, aunque no podia protestar, Mia me parecía todo un guapo y hermoso encantó.
Nos detuvimos frente a una puerta, Tsuzuku llegó sacando unas llaves y abrió dejando abierto al pasar, Mia entró conmigo por detrás. El interior del apartamento era amplio y en tonos tierra. Todo en orden, una sala roja estaba enfrente y le seguia la cocina blanca, donde Tsuzuku fue a sentarse y comer lo que distingui era pastel, y entre cucharadas volvió a ignorarnos.


Mia literalmente me sentó en el sofa de perfil a Tsuzuku, y me miro fijamente entre una sonrisa, mientras se ponia en cunclillas.


- En cuánto te vi de cerca, me imaginé que eras el chico del que me hablo Tsuzuku - mencionó, yo abri mis ojos con sorpresa, seguro le dijo que yo era un acosador, pero que pena me dio en ese momento.
Mia miro mi mano izquierda, y jalo un poco mi vestido del hombro, note que miraba mi tatuaje, el hermoso tatuaje que Tsuzuku había hecho, y por el cual lo conocí.
- ¿Es obra de Tsuzuku verdad? - dijo convencido y sonriendo.
Yo asenti con una leve sonrisa, de esas que ocultas sin éxito, cuando no queremos que se den cuenta de nuestra felicidad.
- ¡Lo sabía! - afirmo - estas enamorado de ese tonto desde entonces. - dijo dejando me impactado, no me esperaba eso, que a caso leía la mente, que susto.
Mia se rio al ver la cara de asustado que puse y luego miro a Tsuzuku, que ni por enterado se veía de mis sentimientos.
- Eres hermoso, hasta te dejaría salir con el - mencionó Mia mirandome de nuevo, seguro noto mi cara teñirse de rojo. - Aunque no lo parezca, Tsuzuku me dijo cosas lindas de ti. - yo al escucharlo quise correr lejos, y que no me vieran en terrible vergüenza.
Mia miro al hombre que seguía comiendo sin inmutarse, y luego de nuevo clavo sus ojos en mi.
- Dijo que un lindo chico que vestia y parecía niña al cual le estaba haciendo un laborioso tatuaje, lo estaba siguiendo, hasta después de háber terminado su trabajó, lo continuo viendo de lejos. - se rio al decirlo y yo suplicaba que la tierra me tragara completo, no quería seguir escuchando. - Dijo que estaba siendo acosado por un angel - dijo en tono sensual, volvi a ruborisarme, y mire de reojo a Tsuzuku, pero este seguía comiendo.
Senti unos dedos en mi menton y me elevaron la cara, hasta mirar a Mia.
- También creo que eres un angel, asi que te lo dejaré claro - menciono seriamente, yo trage grueso, seguro era pareja de Tsuzuku y me ordenaria nunca volver a verlo. - No es nada fácil una relación con ese hombre y te lo digo porque me agradaste - dijo y me volvió a sonreír dejandome confundido. - Si quieres intentar algo no me opongo, pero créeme cuando te digo que es una persona complicada, hasta dudo que sea humano - se le salio una sonrisilla. - yo teniendo ya una vida a su lado no alcanzo a comprenderlo del todo. - me soltó, se levantó y suspiro.
- ¿Entonces si te gusta? - me preguntó.
Yo imagine mi rostro era todo un poema en ese momento, algo me decia que ellos eran mas que amigos, y con esas palabras me quedaba claro. También comprendi que tenían una relación extraña, pues parecia que Mia no estaba para nada molesto, al contrario, se veia interesado en mis sentimientos por Tsuzuku. Asenti con mi cabeza y bajando mi mirada, ya que mas daba, expondria mis sentimientos, si sería, sería.
- Eso me imagine - hablo un Mia sonriente. - Tsuzuku te lo dije, es un chico encantador - menciono, pero aquel hombre seguía desinteresado, eso me entristecia. - ¿Puedo besarlo? - pregunto de repente y abri mis ojos como platos sin creerlo.
Esa vez Tsuzuku nos miro.
- ¿Quieres ver que lo bese? - hablo Mia de nuevo, con voz sensual y mordiendo su labio.


Quede impactado, con la boca abierta, estaría hablando en serio, como podia preguntarle aquello. Vi a Tsuzuku, y mas me confundi de ver sus hermos labios sonreir, parecía estar atento a nosotros esa vez.
Mia ya no dijo mas, solo volvió a mirarme, sonreirme y acercarse con lentitud inclinandose hacia mi. Me maldije internamente, mi cuerpo no reaccionaba, solo miraba como se iba acercando mas, y mas. Rodeo mi cara con sus manos, y mirando mis labios los beso (estaba besandome), aprovecho que seguia en shock y con la boca entre abierta para meter su calida lengua a mi cavidad, probandome con suavidad, aumento la intencidad y me saco un leve gemido que lo hizo suspirar. Me di cuenta que comencé a corresponder, torpe pero lo intentaba, seguro detectaba el aumento en mi temperatura.
Cerre mis ojos, era la primera vez que me besaban, y mas de esa manera, no tenía claro si lo sentía tan jodidamente bien por ser mi primer besó o porque Mia era buenísimo haciéndolo. Su aliento cálido combinado con el mio, sus labios sobre los míos y su lengua jugando con la mía, me estaban excitando a gran velocidad.
De pronto entre todo el calor del momento, la invadio la imagen de Tsuzuku, que me hizo regresar a la realidad, no podía estarme besando con Mia, cuando al que quería era precisamente quien nos miraba. Abri mis ojos, y traté de separarnos, pero me lleve una sorpresa al sentír resistencia en Mia, él apreto su agarre en mi rostro, y bajó una de sus manos hasta mi pierna, subiendo insinuante entre el vestido. Antes de que pudiera avanzar mas, me removi tratando que me soltara, pero no dure mucho, dejo de besarme en un movimiento brusco. Y entonces vi por que, Tsuzuku lo tomaba del brazo que tenía su mano en mi pierna, y lo jalaba apartandolo de mi.


- ¡Ya para! que me haras descontrolar - fue lo que le dijo en forma sería.
- Bueno tenía que llamar tu atención de algún modo - le contesto Mia sonriendo. - Ahora me voy Meto, fue un placer, vivo al lado - dijo como si nada - si Tsuzuku se pone grosero, puedes quedarte conmigo. - me guiño un ojo, besó mi mejilla y se fue, escuche que cerró la puerta al salir.

 

 

De nuevo quede en shock, que haría a solas con Tsuzuku. Me decia: ¡no te quedes como idiota di algo!.

Pero mi condenado cerebro estaba en blanco de tenerlo en frente temiendo que pudiera escuchar los latidos de mi corazón.
¡Demonios!
- Yo... - empecé a decir.
- ¡Ven! - dijo Tsuzuku de pronto y jalo de mi mano levantandome del sofa, yo me sentía flotar.
Me llevo a una habitación, y al entrar prendio la luz en intensidad baja y se volteo quedando justo frente a mi, cerrando la puerta y empujandome con su cuerpo contra esta, mirandome a los ojos. Mire sus orbes negros y brillantes, quedando sin aire, perdido en ellos y dejando de lado el hecho de que estaba en una situación comprometedora viendo por donde lo mirara, seguro que cuando mi cerebro se enfriara me reprenderia yo mismo.
Mi cuepo se estremecio de sentir a Tsuzuku pegarse mas a mi.
- ¡Me gustas! - salió de su boca, y yo por poco muero de un infarto - muero por probar estos labios tuyos - me suspiro tomando una de mis manos.

"Santo Cristo redentor" grite en mis adentros, pues puso mi mano sobre su miembro sexual.
- El beso que te dio Mia me dejo asi, ahora tendras que ayudarme - me comento al oido, apretando mi mano contra su miembro que ya estaba mas duro que una roca.
(¡Cielos! ¡Cielos!) Mi vientre parecía contraerse alocado por tocarlo aun sobre la ropa.
- Pasa la noche conmigo - pidió sobre mis labios, me sentí derretir con su cálido aliento.
Lo único que mi torpe cerebro me dejo hacer, fue asentir con la cara como tomate. Lo admitia, lo deseaba con todo el corazón.
Ya no supe nada de mi, si esta bien o mal, si se daria cuenta que era mas virgen que las margaritas, que si estaba listo o no para el sexo, pues mi mente se quedo nadando en el limbo color rosa, al momento que sus labios tocaron los míos.
No podia hacer otra cosa que suspirar entre aquel beso que con rapidez dejaba lo casto y dulce y se volvía necesario y demandante de pasión.
Sus manos pasaron a rodear mi cintura, y su lengua bífida se adentro pecaminosa a mi boca, explorando todo a su paso, mucho mas salvaje, ruidoso y húmedo de como lo había hecho Mia, pues sentí que mi boca estaba siendo ultrajada. Sin demora me encamino a la camá sin depegarse de mi ni un centimetro.
En cuánto Tsuzuku jalo las cobijas, me dejo caer sobre el colchon, sonrio y en seguida se coloco sobre mi, era obvio que el quería el control, y yo se lo daría con gustó, pues aunque quisiera oponer resistencia, mi mente y cuerpo lo impedirian.
Sus manos no perdieron tiempo, comenzó a quitarme el vestido, yo notaba la excitacion pintada en su rostro, tanto su respiración como la mia estaban agitadas nos delataban.
- Eres tan sexy con esa cara, ángel - me comento jalando el vestido para abajo, quitandolo de un movimiento, suspire, estaba candente, miro mi pecho desnudo y mi brazo tatuado, se ralamio el labio. Luego bajo su mirada a mi pelvis. - Vaya tus medias me elevan y no te imaginas cuanto - dijo con voz ronca, poniendo cara de éxtasis mientras acariciaba mis piernas colocandose entre ellas.
- ¡Aah! - comenzó a gemir bajito, y con eso sentí mi miembro despertar, verlo era tan excitante, me aceleraba los latidos.
Paso a rasguñarme las medias hasta rasgarlas, dejando marcas rojas sobre mi blanca piel.
- ¡Ah! - comencé a seguír su voz.
Él se quito la camisa, dejandome ver cada hermoso tatuaje en su piel lechosa de brazos y pecho, luego desabrocho su pantalon, poniendose de pie para quitarlo con todo y la ropa interior, y que viera su sexo en todo su explendor, me contuve para no tapar mi cara con mis manos por la pena. Con apresura y rasgando mas mis medias, volvio a colocarse entre ellas, y nuevos gemidos salieron de su boca, pues se pego a mi entrepierna, para restregarse insinuante.
- ¡Aaah! - mi voz le hizo coro, me gustaba aquello, me sentia en la gloria, y no queria dejar de ver su cara en gozo, pero con el mío propio, no podia evitar cerrar los ojos de momentos, mientras mi espalda se curvaba.
Se inclino sobre mi recarngando sus manos en mi cintura, y yendo a besar mi estomago, su lengua jugo en mi ombligo dejandolo húmedo, subiendo hasta mi pecho, donde atrapo uno de mis pezones en sus labios, lo mordio y succiono hasta dejarlo duro, yo no supe como, pero tenía mis piernas abiertas y rodeando su cintura como una chica en pleno acto de coito.
- No ¡ah! - me mordió, mi cordura ya estaba en el mas allá, y solo tenía el delirio del deseo de su carne ardiendo sobre la mia.
Note que él también lo deseaba, pues de un arrebato pareció convertirse en un animal, rasgo la media de mi entrapierna rompiendo mi ropa interior, el sonido del fuerte desgarre me dio una descarga en mi bajó vientre que me estremecio todo el cuerpo. Ahora si no tenía ya nada qué ocultar, mi
miembro rebozante de amor sobresalia de mi cadera.
- ¡Que hermoso! - me alago Tsuzuku mirando mi pene y mordiendo su labio inferior - tendre que apresurarme, no creo aguantar mas - me dijo con voz temblorosa pasando una mano desde su pecho hasta su entrepierna con descaro.
Este hombre se inclino cual felino y subió hasta mi rostro, quedando su
boca en mi oreja.
- Como será tu primera vez, te tratare bien - comento lento y excitado, mordiendo el lóbulo de mi oreja sacandome un quedo gemido.
Busco algo con una de sus manos debajo de una almohada, al hayarlo se levantó con lentitud, dandome un fugaz besó para regresar entre mis piernas.
Vi como derramaba liquido transparente de una botellita en su mano (seguro era lubricante). Al hacerlo me dirigio una mirada y sonrisa cargada de lujuria.
En ese momento pensé que para mañana en la mañana, ya no sería virgen de mi pobre y delicado trasero. Pero para lo mucho que me importaba, ya que si era Tsuzuku quién lo hacía, podría quitarme lo virgen, hasta de mis pestañas postizas.
Tuve que respirar profundo, y calmar mi interor, diciéndome que todo eso era real y no otra de mis fantasías.
- Tranquilízate pequeño que no sera agradable al momento - aviso Tsuzuku acomodandose mientras derramaba mas lubricante sobre mi miembro y se escurria entre mis gluteos.
Mi vientre se contrajo al sentir frío, pero luego lo hizo de sentir una de las manos de ese hombre sobre mi pene.
- ¡Aaah! - gemi, no lo controlaba, me gusto.
Su mano comenzó a masturbarme deliciosamente. Acaricio desde la punta hasta mis testículos, subia y bajaba apretando con sus finos dedos, volviendome loco y el lo sabía por mis gemidos.
- Eres adorable - sonrio de verme - Ya preparate - me aviso y seguido sentí como su otra mano bajo a mi trasero, abriendose paso entre mis gluteos, para acariciar el rededor de mi entrada, - Que suave eres - dijo entre un jadeo.
- ¡Ah! - me queje, pues no espero nada para meter el primer dedo, abriendose paso en mi interior.
Yo me removi incómodo entre las sábanas.
- También estas tan cálido, me gustas - hablo con su voz cerca y metio el segundo. - Habia esperado mucho para tenerte así, sabía que eras menor, y pedi que te dejaran entrar al bar - confeso y yo me estremeci - solo para verte. Que bueno que corriste al callejón esta noche. - sonrio ampliamente y metió el tercer dedo.
Pense que si no me lo decía, nunca hubiera imaginado que me veia, eso hizo que mi corazón diera un vuelco.
- ¡Aahg! - gemi pues movío sus dedos en círculo en mis adentros que se contraian, y eso parecía gustarle.
Tocaba cada centímetro de mis paredes imitando embestidas y rosando mi punto de placer sin dejar de masturbarme, sacandome gemidos agudos. Quería morir del puro gozó.
- ¡Sigue así! - habló sacando de una sola vez sus dedos, haciendome lloriquear.
Cuándo lo ví con ojos llorosos, se acomodo y de una estocada me penetro profunda y dolorosamente.
- ¡Aaah...! - salio mi voz desgarrada. Mi espalda se curvo, mi cabeza era mi apoyo en el colchón, mis ojos apretados derramaban lágrimas, mis manos se sujetaron temblorosas a las sábanas, eso dolia.
- Tan ¡ah! lindo... - mencionó Tsuzuku feliz y volvió a salir para entrar igual de fuerte.
- ¡Aamm...! - mi boca entreabierta gemia, dolia pero no quería que se detuviera, deseaba que Tsuzuku me hiciera suyo todo lo que quisiera, hasta quedar satisfecho, no importaba si terminaba en silla de ruedas.
Dejo de masturbarme y se aferro a mi cadera, enterrando sus uñas en mi carne como un animal hambriento, teniendo todo el control sobre mi.
Los gemidos de ambos llenaron el silencio de la habitación, el choque morboso del miembro y pelvis de Tsuzuku contra mis glúteos sonaba erótico para mis oídos.
- ¡Aah! ¡aah! - El rechinar de la cama con cada penetración hacian la música que acompañaba nuestras voces y respiración desbocada.
Mi mente se fundia ante el acto sexual de ese hombre que estaba destrozandome en cada embestida, una... otra... y otra vez. Se movía frenético al ritmo, mientras el sudor nos bañaba a ambos. Mi vientre estaba en llamas, y el miembro ardiente de Tsuzuku derretia mis paredes que se contraian a su alrededor.
El cabello de Tsuzuku mojado y pegado a su rostro con el gesto del placer adornandolo, me daba el toqué final para que mi erecto pene estuviera al borde de explotar, ya no aguantaría mas.
Él se dio cuenta de mi condicion al escucharme y ver mi miembro. Asi que levantó un tanto mis piernas y penetro aun más, dejandome viendo estrellas al dar de lleno en mi divino punto, sacandome un gritó que se desvanecio dejandome sin voz.
Mi mente estaba por menguar, todo era placer entre estrellas que chocaban en mi cabeza, su voz en gemidos sonoros llegaban colapsando lo único que me quedaba de lucidez, y con otra embestida bombardeante de luces, ya no supe mas de mí.


Cuando mi mente logro revivir, con lentitud comencé a despertar. Un dolor punzante en mi tracero me trajo a la realidad. Un sinfín de escenas y emociones colapsaron mi cabeza. Entendía lo que habia hecho, y abri mis ojos, tratando de no quejarme del dolor, la luz seguía tenue.
Me levanté con lentitud, me dolia todo. Mis ojos notaron el estado de mi cuerpo, y para nada recordaba el sinfín de marcas y moretones que lo adornaban desde mi pecho hasta las piernas. Caí en la cuenta de que Tsuzuku se divertio conmigo despues de desmayarme. Hasta habia señal de sangre en la sabana y mis inglés, no quería averiguar como estaria mi trasero, si ya me dolia horrores.
La puerta se abrió dejando entrar a un Tsuzuku bañado y cambiado casual, fumando un cigarrillo. Se percato de mi, mirandome serio.
- Que bien que estes despierto - me dijo desviando la vista - Sera mejor que te cambies y te vayas. - comento dejando dinero sobre el buro junto a la cama.
Yo quede inmóvil y sin habla.
- Lo de anoche fue un error, aqui hay dinero, toma un taxi, y vete a casa. - soltó simplemente, no volvio a verme a la cara y dio media vuelta.
Vi su espalda cerrar la puerta de la habitación. Sus palabras quedaron en mi cabeza, mi cerebro trabajaba para asimilar lo sucedido. No había otra explicación, él había jugado conmigo, solo me utilizo.
De un derrepente mis ojos derramaban lágrimas, el llanto inundaba mi garganta, y mis manos vestian mi adolorido cuerpo entre sollozos. Acomode mi peluca y vestido, sali de la habitación, tome el bolso del sofa, limpie mis lágrimas y sali de ese departamento.
Choque con alguien al salir con la cabeza gacha. No me detuve, solo quería irme de ahi.
- ¡Espera! - me tomaron del brazo.
La voz pertenecía a Mia. Me jalo y me vio de arriba a bajo. Trate de soltarme, no quería ni verlo, moria de vergüenza.
- Pero que... - comenzó a decir, apretando el agarré - Ese idiota lo hizo de nuevo - susurro envolviendome entre sus brazos - No sabes cuanto lo siento, crei... el me dijo que... perdona no debi dejarte con él. - se disculpo y su voz me sono sincera.
Me sentía tan vulnerable y engañado, que correspondi su abrazo, llorando en su pecho con tal sentimiento, que seguro mas niño de tres años regañado por su madre, pero con el corazón roto no podia verme.
- Estas sangrando - Me susurro Mia preocupado, y note el calido liquido rojo escurrir entre mis piernas - vamos a mi departamento - me llevo con cuidado y sin dejar de abrazarme, y solo lo deje, mi mente no temía de Mia, él al menos parecía preocupado por mí.
 
"No volvería a enamorarme nunca"

 

Notas finales:

Si llegaron hasta aquí, felicidades, han ganado... No mentira, solo tendrán mi agradecimiento. U.Ur

Si tiene buena aceptación, lo actualizare pronto.

GRACIAS POR LEER *3*

 

 

Koichi: Pero yo cuando saldré?

T^T

Autor: Tranquilo en el proximo, y tienes papel especial. (Con cara picaresca)

Koichi: Oh genial!!

 


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