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FIEBRE DE SÁBADO POR LA NOCHE por Bartina

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Jin Hyosang era uno de los productores más importantes que tenía la Stardom. Esta compañía dependía mucho de sus habilidades porque sabían lo talentoso que era.  Mientras todos los demás integrantes de Topp Dogg se encargaban de ensayar coreografías, perfeccionar sus habilidades vocales o entretener a los admiradores con participaciones en programas de variedades, Kidoh permanecía encerrado en el estudio de grabación.  Los directivos de la compañía a veces lo presionaban para apresurar los demos, así es como Hyosang se estresaba bastante.  La única compañía que tenía Kidoh durante ese tiempo era la de su celular donde podía chatear con sus amigos y uno de ellos era su compañero de Daenamhyup y Rock Bottom Choi Ikje, también conocido como i11evn (ileven).

Ellos hablaban mucho, este hyung era el único que sabía  todo lo que Hyosang se estresaba con el trabajo en la Stardom. Ikje aprovechaba para pasar, por lo menos, una vez cada dos días a dejarle algo rico para comer o aunque sea hacerle compañía durante el poco rato que lo autorizaban a quedarse ya que adjudicaban que “era una distracción para el trabajo del productor”.

<sms> Hyosang, estoy muy aburrido ¿Quieres que vaya un rato contigo?

<sms> No, hyung, no me siento bien y no quiero contagiarte.

<sms> ¿Qué tienes?

<sms> No sé, algún virus de porquería.

<sms> ¿Irás al hospital?

<sms> No, estoy bien.

Los mensajes continuaron un rato y el mayor notaba que su amigo estaba realmente enfermo. Decidió ir a visitarlo a la compañía y tomarlo por sorpresa. Ikje tenía miedo de que Kidoh pudiera empeorar. En una pequeña bolsa colocó unos medicamentos, una botella de agua y fue hasta ese edificio donde estaba el chico. Una vez que llegó a la Stardom le pareció extraño que no hubiera tanta gente como habitualmente había, hasta parecía que la seguridad del lugar no estuviera en la puerta del edificio como era costumbre.

-          Qué raro… ¿Hola? Bah, yo paso.

El mayor tomó el ascensor y llegó al piso donde se encontraría el menor. Caminó por un pasillo y golpeó la puerta donde debería encontrarse su amigo. Hyosang abrió la puerta y su aspecto no era el mejor.

-          ¿Hyung? ¿Qué… haces aquí?

-          Hyosang, estás hecho mierda.

El mayor empezó a reír, era inevitable porque la relación de ambos era muy cercana y las bromas no faltaban.

-          Traje medicamentos porque dijiste que no irías al hospital. El hospital vino a ti.

-          Ah…

-          Sé que mi chiste fue una basura pero pon un poco de humor ¿no?

-          Me siento como el culo,  hyung.

El menor  temblaba aunque estuviera usando una manta alrededor de su cuerpo.  Se sentó en una silla frente a una computadora y un teclado. El mayor tomó asiento en una silla al lado del contrario y lo miró preocupado.

-          ¿Qué pasó que no hay  casi nadie en la compañía?

-          No sé, yo estoy aquí  adentro y ni sé qué hora es…

-          Kidoh, creo que deberías ir al hospital. Me preocupa verte así, ya no pareces el visual de Daenamhyup.

Ikje bromeaba aunque el otro apenas tenía fuerzas para moverse. Kidoh no dejaba de temblar y cuando el mayor tocó la frente de éste se percató que tenía fiebre. En ese momento i11evn se levantó de la silla y, con el ceño fruncido, lo tomó de la muñeca a su amigo. Hyosang levantó la vista y observó esta acción sorprendido.

-          ¿Qué sucede, hyung?

-          Vamos al hospital.

-          No, no quiero, déjame tranquilo. Ya me curaré solo.

-          Deja de ser un niño pequeño, vamos que te llevo, no está muy lejos. Me preocupas mucho.

-          Tsk… está bien pero para que dejes de hablar.

Los dos salieron de ese cuarto de grabación y así ambos lograron salir de la Stardom. Hyosang se encontraba débil y apenas podía seguir la marcha del mayor. El hospital quedaba a unas calles pero el ritmo de la caminata de Kidoh disminuía cada vez más. Ikje se acercó y lo sujetaba mientras caminaban.

-          Hyosang ¿Qué sucede?

-          Yo…

En ese momento Kidoh cayó desmayado pero no se hizo daño ya que venía  sujeto por i11evn. Ikje se asustó mucho y lo subió a su espalda. Por suerte la casa del mayor estaba a unos metros más y así pudo llegar a ésta, abrir la puerta y entrar. El mayor estaba asustado pero no perdía la cordura, reaccionaba usando la razón. Recostó al menor en la cama y lo tapó con unas mantas.

-          Hyosang, no te mueras… no te mueras.

-          Hyung… ¿Dónde estoy? ¿Estoy muerto?

-          No estás muerto, tranquilo. 

El menor de ambos se reía y su cuerpo dejó de temblar. Lo miró al mayor y se sonreía un poco.

-          ¿Estoy en casa? 

-          Bueno, algo parecido…

Ikje buscó unos paños que mojó en agua fría y  los colocó sobre la frente del menor.  Se lo quedó mirando y no pudo evitar ver que su amigo estaba algo raro. Kidoh tenía una sonrisa que no se desvanecía de su rostro.

-          ¿Estás bien? ¿Tengo algo en la cara y no me dijiste?

I11evn se frotó su rostro con ambas manos como si deseara quitar alguna suciedad que lo haría lucir chistoso.

-          No tienes nada. Gracias…

-          ¿Por qué dices eso?

-          Estuve muy solo estos días y el único que se preocupó fuiste tú. Mis compañeros de Topp Dogg pasaban a verme pero no se quedaban más de 2 minutos junto a mí.

-          Pero somos amigos ¿Cómo no haría eso por ti? Eres importante para mí.

-          No recuerdo cómo llegué aquí pero seguro fuiste tú quien me trajo ¿No?

-          Sí… fui yo pero porque te sentías mal, muy mal. No quiero que empores, Hyosang.

El mayor remojó el paño en agua fría y notó que las mejillas del menor no dejaban de estar coloradas a causa de la fiebre.

-          ¿Tanto te importo?

-          Claro que me importas. Somos amigos, haría lo que sea por ti.

-          Eso ya lo dijiste, hyung… Estás siendo repetitivo.

Kidoh se rió y lo miró como nunca antes lo había mirado al mayor. Era una manera extraña, un brillo en los ojos del chico que el mayor jamás había visto ¿Sería a causa de la fiebre? Ikje se quedó perdido un instante en sus pensamientos por ver a su amigo reaccionar de este modo.  Volvió a 

colocar el paño en la frente de Hyosang y éste lo tomó de la mano en ese instante.  Ikje no supo cómo reaccionar y hubo un minuto de silencio en el cuarto.

-          ¿Q-Qué su-sucede?

-          Quiero quedarme contigo. Me cuidas y te necesito.

El mayor se sorprendió y su corazón empezó a palpitar rápidamente, desvió la mirada y su rostro se tiñó de colorado. Se levantó abruptamente y llevó el recipiente con agua  fría a la cocina.

-          Ikje, no pierdas la razón…

Se dijo a sí mismo. Sirvió un vaso de agua para el enfermo que parecía ya sentirse mejor… en un sentido físico. Buscó una pastilla, un medicamento, para combatir la fiebre de Kidoh. I11evn reunió fuerzas y regresó a la habitación donde estaba su amigo.

-          Bebe un poco de agua y toma el remedio, te hará bien.

-          Como usted diga, doctor.

Sonriendo el menor se sentó en la cama y tomó el remedio. Ikje se sentó en el pequeño banquito que estaba al lado del colchón.

-          ¿Quieres algo más?

-          No, ya con que estés conmigo estoy bien.

-          ¿H-Hyosang? ¿Qué dices? ¿Es la fiebre? Ya deberá hacer efecto el medicamento.

En ese instante el menor reaccionó molesto.

-          ¡No culpes a la fiebre de lo que siento!

-          ¿Qué carajo te pasa?

-          Hyung... ¿Tan estúpido eres?

-          Oye, no me insultes. Hace un rato decías cosas lindas de mí y ahora me agredes.

-          No, te calmas tú.

El mayor lo observaba e interiormente sabía perfectamente lo que sucedía pero le parecía muy irreal ¿Hyosang se estaba confesando? ¿Podría ser cierto? El mayor quería desconocer la situación porque temía equivocarse, malinterpretar la situación.

-          Es la fiebre, estás delirando.

-          ¿Ah, sí? ¿Eso crees? No me desafíes.

-          ¿Yo?  No te estoy desafiando ¿Por qué mejor no duermes un poco para que vuelvas a la normalidad?

Hyosang se enojó mucho más y no dudó en actuar. Tomó todo como una provocación  de parte del contrario y decidió ponerse en acción.

-          Hyung…

-          ¿Qué?

El menor lo tomó del brazo, lo atrajo hacia él y cuando lo tuvo cerca pasó su mano hacia la nuca de Ikje para poder unir sus labios con los ajenos.  No pudo más que apoyar sus labios con los otros por unos segundos dándole un corto beso. Se apartó de esa boca y lo miró en silencio esperando una respuesta. I11evn  fijó sus ojos en los contrarios  sin decir palabra alguna y escasos segundos después tomó el rostro de Kidoh con una mano sobre cada mejilla.  De esa manera el mayor acercó sus labios a los del otro y comenzó a besarlo de una manera tierna. Hyosang cerró sus ojos y apoyó sus manos en los hombros ajenos continuando con ese beso suave, con un ritmo lento pero lleno de sentimiento. Ambos disfrutaban esa unión ya que nunca antes habían experimentado esto y les estaba gustando en demasía.  El mayor quería detenerse lentamente porque sabía que al ser el primer beso entre ellos no era una buena idea que se volviera pasional. Sin embargo, cuando el menor sintió que esa boca se alejó, y antes de abrir los ojos, maldijo dentro de su mente “¿Eso es todo? ¿Tan simple?”. Kidoh deseaba un beso más intenso pero tampoco se había animado a llevarlo por ese camino.

-          Hyosang…

-           ¿Sí, hyung?

-          Hyosang…

-          ¿Sí?

-          Hyosang…

-          ¡Mierda, hyung! ¡Habla de una vez!

-          Me gustas.

-          ¿En serio? No me di cuenta….

-          No te burles.

El  menor se rió y le dio un corto y rápido beso en los labios antes de volver a recostarse. Se cubrió con las mantas hasta el cuello y cerró los ojos.

-          Hyung ¿Te molesta que si duermo?

-          No, claro que no.

-          Si quieres puedes dormir también.

-          No, me quedaré despierto un rato más para cuidarte.

-          Espero que duermas pronto, no quiero que también enfermes.

-          Buenas noches, Hyosang.

-          Buenas noches, Ikje…

Kidoh lo había llamado por el nombre, eso quería decir que la distancia que los separaba, esa formalidad, estaba desapareciendo. El mayor se sintió sumamente feliz al escucharlo.

Pasó un poco más de media hora desde que ese chico empezó a dormir pero Ikje no hacía más que revisar notificaciones en las redes sociales para combatir el sueño. Este intento fue inútil ya que al rato cayó dormido. Apoyó sus brazos en el colchón y hundió su cabeza en el hueco que éstos producían quedando dormido.

Las horas transcurrieron y los dos siguieron durmiendo sin que nada interrumpiera el descanso hasta que el celular del productor de Topp Dogg sonó. Kidoh atendió la llamada algo desorientado.

-          ¿Sí?... Oh, hyungnim, lo siento mucho, ya… sí, ya voy para la compañía. Lo siento… No volverá a ocurrir.

Ikje despertó a causa de la situación acontecida y se frotó los ojos con sus manos buscando desvelarse.

-          Buenos días, Hyosang.

-          Me acaban de llamar de la Stardom… debo irme.

Kidoh estaba algo confundido porque despertó en una cama, en una casa, que no era la propia. Miró al mayor y sonrió.

-          Gracias por haberme cuidado.

El menor se había recuperado de su estado febril y ya no se sentía mal, ahora incluso tenía más fuerzas que antes. “¿Quizás solo le hacía falta un descanso?”, pensó para sí mismo. No recordaba casi nada de lo sucedido la noche anterior, era extraño. La fiebre lo había hecho delirar y él era de esas personas que sufrían los efectos de tal estado. Solo creyó que había dicho alguna que otra incoherencia pero jamás se hubiera imaginado lo que realmente sucedió.

Ikje sonrió y se acercó al rostro del otro y depositó un corto beso sobre los labios ajenos.

-          Desde hoy será todo distinto pero para bien. Te quiero y te cuidaré siempre. Me gustas desde hace un tiempo atrás pero nunca me animé a decírtelo.

-          ¿Te gusto?

-          Sí ¿Qué te haces el sorprendido? Ah… entiendo… siempre tan irónico.

El mayor se reía y lo abrazaba mientras decía esas últimas palabras. Hyosang no entendía la razón por la cual recibió ese beso pero sí entendió, muy bien,  lo que su amigo  le dijo. Se apartó un momento de ese abrazo y  suspiró.

-          ¿Por qué tardaste tanto? Me gustas, Ikje y así como tú has dicho, a mí también me resultaba difícil decirte lo que sentía.

Los dos se miraron a los ojos y volvieron a besarse. No importaba nada más en ese momento, nadie más existía para ellos dos.

Kidoh no recordó la noche que pasaron, ni esas indirectas que él mismo mandó, tampoco las palabras que dijo y mucho menos el beso. Si él no hubiera enfermado quizás ninguno de los dos hubiera dicho lo que sentía respecto al otro y seguirían siendo simplemente amigos. Esa desgracia ocurrida, la enfermedad, había sido el empujón que necesitaron. Por un lado Hyosang creyó que Ikje era quien había dado el primer paso y, por otro lado, el mayor se sentía seguro porque él no había sido responsable de tal confesión. Ninguno de los dos quiso declararse primero pero por un percance inesperado de la vida ambos lo pudieron hacer, cada uno en un momento distinto pero con el mismo sentimiento.

FIN.

 


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