How does it feel?
La habitación era lúgubre, silenciosa y solitaria, con paredes de un color blanco inmaculado, un escritorio junto una gran ventana que dejaba apreciar en todo su esplendor la ciudad. Una pequeña silueta era lo que se podía apreciar en un rincón de la habitación, donde la soledad y tristeza era latiente, como si de un corazón se tratase.
Baekhyun miraba el danzar de los autos, mientras que su mente divagaba lejos de ahí, recordando escenas del pasado. Uno que lo había marcado de diferentes maneras, provocando cambios radicales en su persona. Baekhyun era un muchacho alegre, extrovertido y sonriente, pero todo había cambiado cuando sucedió el accidente. Aquel accidente que lo había marcado para siempre y que, lamentablemente, no podía olvidarlo.
El recuerdo del accidente donde había perdido a esa persona era como un constante repique. Chanyeol había sido su mejor amigo desde hace tiempo y ambos habían compartido momentos inolvidables, incluso el amor había florecido entre los dos, sin embargo, ya no estaban juntos.
El chirrido de la puerta avisó a Baekhyun que ya no estaba solo en la habitación y podía oír claramente el tap tap de los zapatos del recién llegado resonando por el funesto silencio que los rodeaba. Un hombre alto, hebras de color oscuro, de piel blanquecina, trajeado y pulcramente peinado se acomodó en el asiento frente a Baekhyun, quien miró cada uno de los movimientos del recién llegado.
Ambos compartieron miradas, sin decir nada, dejando que Baekhyun se sintiera seguro de comenzar a soltarse por sí mismo. El tic tac del reloj era lo único que se podía oír en la habitación donde ambos se encontraban en completo silencio a la espera de algo que, probablemente, nunca llegaría.
— ¿Alguna vez has experimentado la pérdida de un ser querido? —cuestionó el chico —. ¿Sabes lo terrible que es perder a alguien que es como una parte de ti?
—Sí —respondió —, sé lo que se siente, Baekhyun y lo sabes.
Baekhyun negó.
—Es diferente, ¿sabes? —sonrió sin ganas —. Perdí a Chanyeol y, desde ese momento, nada ha tenido sentido en mi vida.
—Él no hubiese querido verte así, lo sabes —murmuró el hombre —. Chanyeol hubiera querido verte de otra forma.
— ¡Ya sé! —exclamó —, pero no puedo, no sin Chanyeol.
—Estas destruyéndote a ti mismo, Baekhyun —interrumpió —. Dos veces fuiste aparar al hospital por intento de suicidio, tienes que tomar medicamentos para poder dormir y tienes un cuadro depresivo alarmante. Debes hacer algo contigo, Baekhyun.
—No lo entiendes, Baekbeom —susurró —. No puedes comprender el dolor que estoy sintiendo por la muerte de Chanyeol. Nadie lo entiende —negó efusivamente.
El hombre lo miró por unos segundos, queriendo consolar a su pequeño hermano, pero sin poder comprender el grado de dolor que Baekhyun estaba sintiendo por la pérdida de su novio.
— ¿Cómo sientes la depresión? —cuestionó Baekbeom —. Cuéntame cómo lo sientes, Baek.
—Es como ahogarse, pero puedes ver como todos a tu alrededor respiran. Es como si estuvieses nadando bajo el agua, pero sin alcanzar a tomar aire.
Baekbeom inhaló y exhaló, tratando de controlar las lágrimas que querían ser liberadas por las palabras de su hermano.
—Debes seguir luchando por Chanyeol, por mamá, por papá, por ti, Baek. No puedes quedarte estancado, debes seguir —dijo —. Hay muchos especialistas que pueden ayudarte a superar este suceso.
Baekhyun negó.
—No —murmuró.
—Escucha, un tanatólogo puede ayudar a superar esto, Baekhyun. Necesitas ayuda y él es el único que puede ayudarte.
—No lo necesito —respondió —. No necesito a nadie, Baekbeom.
—Baek —llamó —, lo necesitas. Escúchame, estamos preocupados por ti, necesitas dejarlo ir.
El chico negó.
—No.
—La tanatología tiene como finalidad curar el dolor de la muerte o el de la desesperanza, Baek —explicó —. No se va a tratar de que te dé consejos ni consuelo, sino que va a curar los dolores que estas sufriendo por la pérdida de Chanyeol.
— ¡Basta! —gritó —. No puedo.
—Puedes y lo sabes. Sabes que Chanyeol nunca hubiera querido verte en ese estado tan deplorable, Baek. Recapacita e inténtalo. Lucha por dejar ir esos recuerdos que sólo causan un daño para ti e inmortaliza los buenos momentos que viviste junto a Yeol.
Baekhyun miraba por la ventana, rememorando aquellos días en los que Chanyeol estaba a su lado, riéndose, hablando e, incluso, llorando. Baekhyun sabía que tenía que dejarlo ir, pero no era tan sencillo y sí, Baekbeom tenía razón, necesitaba ayuda si quería continuar y no dejarse vencer. Chanyeol siempre iba a estar con él en cualquier momento, aunque ya no estuviese físicamente, porque había quedado inmortalizado en su corazón.