Sentía una gran presión en el pecho, dolía y dolía muchísimo; no podía entender porque era que me dolía tanto, tal vez por fuera pareciese que era la persona más feliz del planeta por todo lo que tenía, era uno de los hombres (jóvenes) más ricos de konoha, podía tener lo que yo quisiese: carros, casas, mujeres, donceles… todo! Todo! Lo que se le viniese a la mente de una persona pero por dentro me moría… moría por la razón que la mayoría de las personas estúpidas muere: por amor.
Mi nombre es Sasuke Uchiha, tengo unos 26 años pero eso no me impide ser enormemente rico. Yo solía carecer de amigos, aunque hasta la fecha es así, pero eso no me importaba, lo único que me importaba era la amistad de alguien, solo me importaba estar con mi mejor amigo: Naruto Uzumaki. En esa época no podía apreciar todo lo que el significaba para mí, sin saberlo él era mi luz, por él era que cada día dejaba de ser tan frío pero… no pude notar lo que en realidad sentía por él; era más que un cariño de amigos, mejores amigos o de hermanos.
A pesar de todo lo que podía sentir por mi rubio no hice nada por estar a su lado, no, ni siquiera hice algo por comprender estos sentimientos… solía ser un completo mujeriego, andaba de cama en cama o más bien de cuarto en cuarto para acostarme con quien yo creyese que me satisfaceria pero aunque el revolcón fuese de lo mejor nada me llenaba o me satisfacía como yo esperaba; cada aventura ya sea con un doncel o una mujer se la contaba a Naruto, sin falta le contaba cada detalle con la esperanza de que me ayude a entender que faltaba, él solo me sonreía para luego contestarme según la situación. Recuerdo que en una ocasión conocí a una mujer hermosa con una piel blanca pero no exagerada, cabello rubio y ojos verdes, una figura que de seguro causaba suspiros y envidias… definitivamente era hermosa, la conocí en un bar y sin dudar aproveche para llevarla a la cama. Pensé que ella era la indicada, ni yo mismo se porque creí eso, seguí frecuentándola por unos cuatro meses más y cuando menos lo espere: me sentía enamorado. Al cumplir los seis meses juntos compre un hermoso ramo de rosas y un anillo, estaba seguro de que le encantaría y sin aviso ni nada me fui directamente a su apartamento en la noche pero al llegar note que todo estaba en completa oscuridad… eso era extraño, un día antes me había dicho que estaba enferma y no pensaba salir (motivo por el cual no nos vimos), extrañado tomé la llave que escondía en su maceta y entre; camine hasta la habitación donde se lograba ver un poco de luz, conforme me iba acercando escuchaba gemidos… no estaba equivocado pues al abrir la puerta la encontré con otro hombre. Debieron ver sus rostros de total espanto. Inmediatamente me quite de su casa para dirigirme a la casa de la única persona que podía ayudarme en ese momento.
- Sasuke…
- Hola Naruto- le sonreí
- ¿Qué pasa?, primera vez que te veo en seis meses y te vez fatal- sonrió
En ese momento no le di importancia a su sonrisa tristona, solo entré y me senté en uno de los muebles que tenía, no espere más y me desahogue con él. Ahora que lo pienso eso fue muy cruel, pero es que yo no sabía en ese entonces que él me amaba. Tomamos como nunca ese día, el para no dejarme solo y yo para olvidar, no supe en que momento la distancia que había entre nosotros comenzó a desaparecer, nuestros rostros comenzaron a acercarse mucho más hasta que nos fundimos en un beso…un roce apenas pero que aun estando borracho me causó un sinfín de sensaciones. Una vez nos separamos vi como sus ojos demostraban asombro, yo sólo pude sonreírle para seguir con otro beso; lo recuerdo como si hubiese sido ayer y no puedo evitar tocar mis labios y sonreír; después de tantos besos mis manos no pudieron quedarse quietas y fueron viajando por todo su cuerpo… él solo se dejaba hacer y yo no desperdiciaba la oportunidad. Lentamente nos dirigimos a su cama donde con suavidad lo recosté sin dejar de besarlo, Naruto se veía inseguro y temeroso pero un “tranquilo, confía en mi” de mi parte lo calmó un poco, lo que hizo que se relajara y comenzara a moverse el igual. Esa noche fue fenomenal, me sentía increíble… había sido incluso mejor que con ella y no me moleste en decírselo al día siguiente.
Fue así como comenzamos a tener encuentros sexuales en los que cada día se sentía mejor, mi amigo me pedía que formalicemos, más de una vez me lo pidió pero yo simplemente me negué porque el formalizar significaba que ya no andaría con nadie más. Al cabo de 10 meses le cumplí el capricho de hacerlo mi novio, recuerdo como se emocionó y casi lloraba, aunque con la condición de no decirle a nadie por ahora pues según le dije, quería esperar al mejor momento para decirle al mundo.
Después de dos meses comencé a estar con más mujeres y donceles (claro, a espaldas de Naruto) ellos no significaban nada pero igual necesitaba variar de vez en cuando, después de todo sabía que mi rubio seguiría conmigo aunque no seamos nada y eso lo comprobé un día que Naruto me encontró con una mujer en mi oficina, el no dijo nada, solo bajo la mirada y se fue para que mi acompañante y yo podamos terminar; una vez terminamos fui a buscarlo a su apartamento para hablar… recuerdo sus palabras
-tranquilo, tengamos otra oportunidad, solo no me engañes
En ese momento no sé porque sentí un ardor en mi pecho pero no le di importancia. Seguimos un año más el cual ya era oficial para todos pero en el que ocasionalmente lo engañaba pero con más cuidado o eso creía… todo cambio el día que decidí meterme con una mujer detestable, me deje engañar por su buen cuerpo y de alguna forma terminamos en el apartamento de Naruto (pues llevaba unas semanas compartiéndolo), sentía que no debía hacerlo, tenía un mal presentimiento pero mis ganas de acostarme con ella me superaban así que al final cedí, después de todo Naruto estaba de viaje y regresaría al día siguiente. Gran error. Nos encontrábamos en la cama de la recamara que compartíamos mi entonces novio y yo cuando se escuchó como la puerta de la habitación era abierta y un “amor, te traje un regalito” se quedaba ahogado en la garganta de mi pareja para luego escuchar como caía algo. Yo solo pude alejarme de la mujer que estaba debajo de mí para voltear a verlo, lo que vi jamás lo olvidaré: su cara de sufrimiento y decepción junto con unas lágrimas… en ese preciso momento jale a la mujer para sacarla a pesar de todos sus gritos y reclamos y al volver con Naruto mis maletas ya estaban hechas.
“- Naruto…yo
-tu nada, confíe en ti y me fallaste. Quiero que te largues y no regreses”
Y a pesar de mis intentos no cedió, entonces comprendí que lo había perdido. Me dio dos horas para desalojar su apartamento mientras el salía a tomar aire, me senté en nuestra cama para poder ver ese regalo que se encontraba tirada en una parte de la recamara, al abrirlo mi corazón se estrujó, era un corazón rojo, un dije con un hilo rojo y una nota…
“sé que no es una ocasión especial pero solo quería decirte que te entrego mi corazón, eres el hombre de mi vida y siempre lo fuiste… por eso cuando me hiciste tu pareja estuve al punto del colapso, me haces inmensamente feliz, gracias por cada maravilloso momento.
Te ama, Naruto.”
Después de ese día perdí rastro de mí rubio, intenté ir por él pero había cambiado de casa, intenté llamarlo pero había cambiado de número y sus amigos no querían decirme donde estaba o trabajaba ahora pues, según parecía, había cambiado de trabajo. Fueron unos meses duros, deje de tener relaciones de cualquier tipo que no sea laboral o con uno que otro conocido, me la pasaba de bar en bar para intentar olvidar pero siempre regresaban los recuerdos. Mis pocos amigos varones siempre me decían “te lo dijimos” y eso me irritaba.
Mi única razón de felicidad verdadera, el único que me hacía sentir realmente bien, la única persona que me conocía por completo y la única persona de la que me había enamorado de verdad la había perdido por culpa de mi estupidez y mis hormonas.
Justo ahora voy caminando por las calles, fui a tomar un café con mi hermano para despejarme un poco de estos once meses que han pasado. Tan sumergido iba en mis pensamientos que no me di cuenta cuando fue que choque con alguien.
-l-lo siento- esa voz…
-¿Naruto?- al fin lo encontré!
-S-Sasuke