Rompimos y ahora me arrepiento
Dije adiós cuando no debería haberlo dicho
Incluso lloré pero nunca en serio
Y no sé por qué pero no puedo olvidarlo
Aomine estaba confundió y aunque no lo aceptara estaba ligeramente triste, no alcanzaba a pensar en otra cosa ¡joder! Si él era el que había termino con Kise, no al revés… es por eso que no comprendía porque no podía olvidarlo.
Y pues ni modos ahora tenía que joderse y llevar a cabo lo que tenía pensado hacer cuando se dirigía al lugar del trabajo del rubio. Para su desgracia o bendición aun recordaba muy bien lo que Kise tenía planeado para su agenda el día de hoy.
Dame amor, dame sueños, dame una buena autoestima
Dame algo bueno y puro ¿qué estas esperando?
Dame todo, todo lo que pueda traer tu corazón
Algo bueno y verdadero
Ya no quiero sentirme triste
Ya no quiero sentirme triste
Dame, dame...
-¡Tu esta jodidamente loco!… ¡Jamás de los jamases! ¿Sabes qué? Márchate, que me estas arruinando el día con solo ver tu cara. – Aomine pudo notarlo… Kise está molesto, no, furioso. Cualquiera se molestaría si su ex le dijera lo que él le dijo a Kise.
-Por favor Kise, yo… me siento triste – bajo la cabeza, porque lo que acaba de decir no era del todo mentira y le daba vergüenza que Kise lo mirara
-¡oh vamos! ¿Aomine Daiki triste? A otro rubio con ese hueso… a mi ¡a mí no me harás sentirme miserable ni una vez más! – Kise se dio la vuelta dispuesto a irse directo a su casa, a punto de llorar ¡puto Aomine! Como lo odiaba, pero más se odiaba el por si quiera considerar la propuesta de ese loco.
A pesar de su gran fuerza de voluntad por irse, no pudo hacerlo, porque Aomine era su maldita debilidad… y el hecho de que le tomara la mano y le acariciara el dorso con los dedos destruyo la voluntad que tenía.
Dame una noche más
Un último adiós
Hagámoslo una última vez
Hagámoslo una última vez
Una vez más
Kise estaba de nuevo en ese departamento el cual alguna vez había sido suyo también, Aomine lo besaba desesperadamente mientras lo encaminaba a la habitación, Kise podía sentirlo, sentía la excitación, el deseo, las ganas, el amor que le seguía teniendo a ese moreno a pesar de todo.
Aomine le quito toda la ropa, y él se quedó así a su merced, el moreno se acercó con lujuria después de todo le encantaba el cuerpo de ese Rubio. Lo tomo fuertemente de las caderas, mientras le devoraba la boca, la lengua de Aomine recorrió todo la cavidad bucal de Kise, topándose con esa lengua, empezando así una lucha para ver quien dominaba, Kise dirigió sus manos hasta el pene del moreno al cual comenzó acariciar solo para excitar más a Aomine.
No, no te amo
No, no me importa
Sólo quiero ser abrazada cuando estoy asustada
Y todo lo que quiero es una noche contigo
Sólo porque soy egoísta
Sé que es cierto
Kise se sentía increíble, Aomine estaba como loco esa noche, entraba y salía con rapidez de su interior, el moreno estaba siendo más duro de lo normal, lo cual le encantaba.
-¡Ah, ahhh! ¡Más duro Aominecchi!
-Ahh, Ahh! Quise me estas matando… eres… increíble en esto.
El moreno acelero el ritmo, hasta que los dos llegaron al orgasmo al mismo tiempo.
-Ah... Ah. – Respiraba Kise agitadamente- Te amo Aominecchi….
Sin embargo Kise no obtuvo una respuesta, el moreno simplemente se había quedado dormido, abrazado a él, eso ya era normal para Kise, así que resistiendo todas las ganas de llorar, se separó del moreno con cuidado para no despertarlo, se vistió, le dejo un nota y luego simplemente se fue.
Estoy harta de cuidarte
Necesito un hombre de quién aferrarme
Estoy aburrida de todo lo que hacemos
Pero simplemente sigo volviendo a ti
“Aominecchi solo quiero pedirte que por favor no vuelvas a buscarme, estoy harto de esta situación, sé que no es tu culpa, es mía por siempre aceptar que hagas conmigo lo que quieras, por eso te lo pido, olvídate de mí. Necesito alguien que si me valore y ame, no a quien solo me busca cuando tenga ganas de tener sexo. Adiós.
Kise. “