Narra Zelo
Miraba fijamente el techo de nuestra habitación, no podía dormir, eran las 4 de la mañana y no pegaba ojo, nunca podía dormir cuando Yongguk no estaba conmigo. Después de una media hora más o menos se abre la puerta de la habitación y entra Yongguk. Le miro fijamente, a mi nariz llega un aroma a alcohol tabaco perfume barato y sudor. Me levanto de la cama caminando hacia él y prendo la luz. Me mira con molestia y me ignora mientras se quita la ropa.
-¿Dónde estabas?- pregunto con la voz ronca por haber estado tanto tiempo en silencio.
-¿Para qué preguntas si ya lo sabes?- me dice cortante. Aspiro ese aroma a colonia barata, me resultaba conocido.
-Yongguk, ¿Con quién estabas? - vuelvo a preguntar sintiendo como mis ojos empiezan a aguarse.
Me mira fijamente a los ojos y frunce el entrecejo. Me doy cuenta de que sus pupilas están dilatadas.
-Estaba en el bar con Taemin, tuvimos sexo- me lo dice tranquilamente sacándose la camiseta dejando a la vista todos los arañazos que tenía en la espalda.
-¿Por qué me haces esto YongGuk? - empiezo a llorar ruidosamente sin quitar mi mirada de él.
-Joder JunHong quiero dormir. Podrías callarte -me mira con molestia, comienza a avanzar a la cama pero yo lo detengo parándome en frente.
-¿Porque YongGuk? No sé qué fue lo que hice para que me trataras así. Por favor YongGuk -le digo con mi voz rota dejando salir sollozos.
-No te entiendo, no te das cuenta que no tienes ningún derecho hacia mí, no doy nada tuyo no debo rendirte cuentas de nada.- intenta hacerme a un lado pero no me muevo de mi lugar sintiendo como lágrimas resbalan por mis cachetes.
-Yo te amo Yongguk, me lastimas tanto.
-Ya comenzaste con tus cosas, sabes que no siento nada por ti. Y en realidad tu no me amas- aprieto mis manos clavando mis uñas en la palma de mi mano hasta sentir dolor.
-Yo te amo Yongguk más de lo que he amado a nadie en mi puta vida.
-Tú no sabes que es el amor JunHong.
-Mierda YongGuk me fui de mi casa, deje todo, todo! Por seguirte. -sonríe de lado.
-Tu no lo hiciste por mí, solo buscabas una forma de liberarte de tu familia, de salir de esa prisión en la que estabas. Yo solo fui tu boleto de salida.
-Es mentira, yo lo hice porque te amo.
-No digas mentiras JunHong, yo te conozco, solo eres un niño caprichoso y egoísta que está acostumbrado a conseguir lo que quiere. Y yo no soy más que un capricho al que quieres tener a toda costa.
-No digas eso Yongguk yo enserio te amo, te lo digo desde el fondo de mi corazón, créeme por favor.... -el final lo digo sin voz, con todo mi cuerpo temblando por los espasmos del llanto.
YongGuk me mira con lástima negando la cabeza. -Sabes que es verdad-
Yo solo me quedo callado, sé que no le puedo ganar y él no va a creerme. Nos quedamos en silencio, solo se escuchan mis sollozos en la habitación.
-¿No estás harto JunHong? Siempre es lo mismo, llego y comienzas a reclamarme, lloras pataleas me insultas, cuando te cansas de todo eso me besas y abres las piernas para que haga lo que me dé la gana con tu cuerpo.
Le miro herido, nunca había sido tan cruel conmigo.
-Sabes JunHong te veo y no te reconozco ya no eres ese niño tierno puro dulce e inocente en el que me fije. Ahora solo eres su sombra, una puta barata que hace lo que sea con tal de que no lo deje.
Esa fue la gota que derramo el vaso, alzo mis manos y empiezo a golpear su pecho con furia. -Eres un desgraciado hijo de puta.
-De mirarte así ya no me das ni ganas Jun, solo me das asco.
Aprieto mi mandíbula con rabia, y le golpeo más fuerte haciéndole retroceder.
-Cálmate- me advierte con voz ronca pero yo sigo pegándole sin importarme nada, hasta que siento mi mejilla caliente y después dolor, mi cara está virada, pestañeo intentando ubicarme, busco con mis ojos a Bang y lo veo con el puño alzado, ¡Me acaba de pegar!
-Mierda JunHong te dije que te estés quieto- me mira recorriendo todo mi cuerpo con sus ojos.
-Ya ni siquiera puedo estar cerca de ti.- me mira una última vez se da la vuelta y sale de la habitación. Escucho algo romperse, me doy cuenta que es lo poco que quedaba de mi corazón, acaba de romperse en un millón de pedazos.
Me quedo en ese sitio congelado no sé cuánto tiempo, cuando reacciono mi cuerpo entero me duele y tengo frío, náuseas recorren todo mi cuerpo y voy al baño a vomitar, no sale más que saliva de mi estómago vacío. Me pongo de pie y me acerco al lavabo a lavarme la cara y la boca. Alzo mi mirada y me encuentro con mi reflejo en el espejo, por más que me miro no puedo distinguirme.
Estoy ahí con los ojos hinchados y rojos, ojeras debajo de estos, toda mi piel esta pálida como fantasma, mis labios están azules y mi mejilla esta roja e hinchado. ¡Ese no soy yo! No puedo serlo. YongGuk tiene razón ese ser que me devuelve la mirada en el espejo no es ni la sombra de lo que era.
Sigo mirando mi mejilla y es cuando caigo en cuenta. Mierda me pegó. ¡YongGuk me pego! El prometió nunca hacerlo y lo hizo. Por mi mente empezó a pasar todas los recuerdos de cuando mi familia no me aceptaba, mis padres pegándome por no ser “normal”, todo el bullying y los golpes que recibe en el colegio.
Mierda mierda mierda. Había salido de mi prisión para caer en un infierno. Todo eso me cayó como un baldazo de agua helada. No podía seguir así, tenía que salir de allí. Amaba a mi nueva familia a HimChan, Uppie Dae y Jae pero no podía quedarme, si me quedaba iba a seguir arrastrándome por YongGuk e iba a terminar matándome. Se suponía que salí de mi casa para ser libre por fin, pero no lo había conseguido, seguía amarrado a una persona, dependía totalmente de él, esto no podía seguir así, ya estaba harto de toda esta mierda, YongGuk tenía mucha razón.
Corro hasta la habitación y saco la maleta con la que hui de mi casa meto todo lo que encuentro, me pongo una sudadera y un jean. Cojo mi mochila y salgo de la habitación, regreso a ver por última vez el lugar donde había pasado tantos momentos hermosos con el que consideraba el amor de mi vida. Di media vuelta mientras las lágrimas volvían a escapar de mis ojos resbalando de mis, mejillas camino rápidamente y salgo del departamento sintiéndome como una mierda.
Narra Yongguk.
Abría mis ojos perezosamente con mi cabeza doliendo por la resaca, me sentía mal, todo mi cuerpo dolía, doy media vuelta y caigo del sillón.
-¿Pero qué mierda?- miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en la sala durmiendo en el sillón. Sobo mi sien y los recuerdos de la noche pasada vienen a mi memoria.
Me pongo de pie rápidamente y corro a nuestra habitación, la había cagado tenía que pedir perdón a Jun.
Entro y veo todo vacío, busco a Jun en el baño pero no está, salgo corriendo buscando por toda la casa sin dar con él, vuelvo a la habitación frustrado, ¿Dónde pudo haber ido?
La puerta mal cerrada del armario llama mi atención, me acerco y la abro, abro mis ojos sorprendido sin poder creer lo que veo, las cosas de JunHong desparecieron, no hay nada, camino hacia el baño y busco algún rastro de JunHong pero no encuentro nada. Me siento en el piso frío en estado de shock, no lo podía creer Jun se había ido, me había abandonado, la persona que juro nunca abandonarme se fue.
-¡JunHong!