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Notas del capitulo:

Hello!!! Cómo están?? Aquí les traigo un nuevo capítulo! Y les soy sincera… van a salir con diabetes después de leerlo! A mí me gustó y esperó que a ustedes también. Agradezco a todos los que me dejaron sus reviews, que como siempre les digo, son la mayor fuente que alimenta las ganas de escribir. Bueno, sin más… les dejo el pie para que empiecen a leer!

Capítulo 16: Plato principal.

 

 

Después de tanto tiempo ausente, Superman había regresado de la nada como por arte de magia. Sus amigos estaban más que felices y la información voló rápido por toda la Atalaya. En cuestión de minutos todos los héroes se habían enterado de la gran noticia y varios se dispusieron a organizar una fiesta de bienvenida. Algunos se preguntaban dónde estaba el hombre de acero al no verlo en el lugar, ya que después de haber vuelto pensaban que lo primero que haría el héroe sería ir a la Atalaya para anunciar su regreso. Pero no fue así, las intenciones de Clark eran totalmente diferentes de las esperadas. Los únicos tres jóvenes que habían logrado verlo no dijeron nada sobre lo sucedido en Metrópolis y se guardaron para sí lo que suponían que estaría haciendo el Kryptoniano que se había marchado para alcanzar al murciélago.

 

Clark voló con su pareja en brazos hasta llegar a la ventana de su departamento, la abrió sin problemas e ingresó al mismo sin perder de vista los ojos del mayor que lo observaban atento. Soltó el agarre de las piernas del millonario delicadamente hasta sentir que el joven se afirmaba en el suelo. Luego cerró la ventana sin alejar la mano que aún permanecía en la espalda de su pareja. Bruce se sostenía sobre los brazos del Kryptoniano y suspiró acalorado al escuchar el clic que indicaba que la ventana estaba cerrada en su totalidad. Clark miró con intensidad los labios entreabiertos del mayor y tentado por esa boca que reclamaba ser besada arremetió sobre esta con energía. Ambos héroes se besaron con vigor y el hombre de acero soltó la capa que aún traía en mano dejándola en el piso de su habitación. Caminó junto con su pareja sin despegar su boca de la del contrario hasta arrinconarlo a la cama y luego ambos se tumbaron sobre esta. Bruce quedó debajo del Kryptoniano y trasladó sus manos hasta la nuca del otro para hacer el beso más profundo. Mientras, las manos de Clark comenzaron a descender desde el abdomen hasta la entrepierna del otro logrando sacarle un gemido ahogado simplemente tocándolo a través de la prenda. A simple vista pudo notar que su pareja estaba más sensible a su tacto que de costumbre. Luego reaccionando al verse en un espejo, trató de enfriar su mente y se separó de los labios del millonario con dificultad. Antes de hablar lo miró un instante con deseo a los ojos.

 

—Bruce espera. Primero… debería ducharme y quitarme estos trozos de tela. —Sonrió al ver su terrible apariencia y levantó parte de su manga para indicarle al otro lo mal vestido que estaba.

 

—Clark… hemos estado bajo la lluvia. La ducha puede esperar, yo no —dijo excitado con voz ahogada.

 

El rostro de Batman estaba completamente encendido y se removía acalorado bajo el enorme cuerpo que lo cubría. Bruce buscó la barbilla de su pareja para traerla hacia sí pero el Kryptoniano se resistió a la tentación y luego se apartó hasta sentarse sobre la cama.

 

—Soy un asco Bruce… además mira esta barba. —Se tocó molesto la barba y refregó su mano sobre esta—. Necesito afeitarme.

 

—No te queda tan mal —contestó al instante el murciélago pero luego una risita se le escapó.

 

Superman rió también y al instante lo observó al detalle con ojos bien abiertos. El traje de su pareja era ajustado al cuerpo y podía notar a la perfección su musculatura. Al segundo se entristeció y posó su mano sobre el pecho del otro con delicadeza. Le dolía ver a su pareja totalmente cambiado en comparación a la última vez que lo había visto.

 

—Estás más liviano Bruce, lo noté al sostenerte en brazos. Has perdido peso—. Susurró lastimosamente.

 

La mirada de Bruce se desvió hacia la ventana y permaneció en silencio sin comentar nada al respecto. Luego de unos segundos en que ambos habían quedado sin decir nada, habló.

 

—Estoy bien Clark. Sucede que… —No sabía que decirle a su pareja. No quería que el otro se sintiera culpable por las decisiones que él había tomado—. En verdad no he sabido manejar muy bien tu ausencia —confesó al instante—. Lo siento.

 

—Dios, Bruce. No tienes por qué disculparte conmigo. Al contrario, siento el haberte causado tanto daño. Diana me dijo que nunca desististe tu búsqueda. Yo… esos días que estuve sin ti fueron… ­—. Y es interrumpido por el dedo índice de su pareja en su boca.

 

—Shhh, has vuelto Clark… es lo único que importa. Ya tendremos tiempo de hablar.

 

Superman no dejaba de sorprenderse de lo abierto y dulce que estaba su pareja. Era la primera vez que lo veía hablándole dócilmente y actuando tiernamente. Estaba consiente que su repentina llegada podría haberle causado mucha alteración y el mismo Batman se lo había confirmado minutos atrás cuando le pedía que no se le acercara al sentirse con los sentimientos revolucionados. Agradecía al cielo el haber reaccionado y no haberse quedarse a la distancia ya que probablemente no vería actuar tan seguido así a su pareja. Deseaba con todo su corazón que los sentimientos de Bruce pudieran seguir abiertos hacia él una vez que se calmara. Sus oídos necesitaban escuchar una vez más las palabras de amor que su pareja había pronunciado anteriormente. En seguida recordando la escena se sonrojó y habló para despejar su cabeza.

 

—Sabes que… deberíamos comer algo, estoy muerto de hambre y viendo la hora probablemente tú tampoco habrás cenado—. Superman sonrió tontamente, aún no podía quitarse de la cabeza las palabras que le había dicho su pareja en la lluvia.

 

—Olvidé que acabas de llegar y es obvio que necesitas comer y asearte. Si deseas darte un baño hazlo, solo… no te demores mucho. —Se aproximó a su boca para besarlo dulcemente mientras sostenía su rostro con ambas manos.

 

—Mmm…  yo también odio esperar… al menos dúchate conmigo —ronroneó el Kryptoniano sobre la boca del otro y continuó besándolo tiernamente.

 

—No… ve tú. Yo te esperaré aquí. —Acarició la mejilla del otro al separarse y cerró sus ojos apoyando su frente sobre la de su pareja. El tenerlo de vuelta con él hacía que su corazón desbordara de felicidad.

 

Bruce se quedó unos instantes en esa posición disfrutando de la sensación de tener a su pareja a su lado. Podía sentir el manso respirar de Superman y el calor que emanaba su rostro. Luego abrió los ojos y se alejó un poco para encontrarse con la mirada ajena que era intensa y penetrante. Simplemente se recostó sobre la cama y cerró los ojos nuevamente, tenía miedo que lo que estaba viviendo resultara ser un sueño más; pero no, al parecer era real. Así que suspiró aliviado al tocar el calor que emanaba Clark a su lado.

Superman se levantó y se acercó a su ropero para retirar un juego de toallas. Luego se aproximó hasta la puerta para salir de la habitación no sin antes echarle un vistazo al millonario que se había quedado tendido en silencio respirando tranquilamente. Suspiró dichoso y se encaminó hacia el baño listo para ducharse y afeitarse. Por más que se moría de ganas de intimar con su novio, se sentía sucio y quería estar en condiciones antes de poder tocarlo.

 

Lo primero que hizo Clark al entrar al baño fue afeitarse la molesta barba. Jamás le gustó dejar que le creciera y cada vez que aparecía unos pequeños vellos se los afeitaba, estaba seguro que sería la primera y única vez en que Bruce lo vería con vellos en el rostro. Al mirarse un poco mejor en el espejo notó que su cabello había crecido bastante en comparación a como lo solía tener, así que tomando unas tijeras procedió a cortárselo lo más prolijamente posible mientras pensaba que luego iría al peluquero para que se lo cortara correctamente. Luego se retiró la ropa que llevaba puesta y la puso directamente sobre un tacho de basura, la misma apestaba y ya no servía para nada. A continuación se metió bajo la ducha y se refregó una esponja enjabonada por todo el cuerpo siendo detallista hasta sentirse satisfecho de haberse limpiado bien; después se dedicó a lavar el cabello a conciencia. Así estuvo largo rato bajo el agua hasta que se sintió completamente higienizado.

Entre una y otra cosa, el héroe de Metrópolis se había demorado unos cuarenta minutos aproximadamente en el baño y salió ansioso para ver de nuevo a su pareja, pero se llevó una enorme sorpresa al notar la cama vacía.

 

—Bruce… ¿Dónde estás? —preguntó mientras recorría la casa tratando de encontrar al mayor—. No puede ser, se ha marchado. Pero… ¿por qué? —pensó el Kryptoniano preocupado y rápidamente se vistió para salir en su búsqueda.

 

Al instante escuchó el ruido del Batjet y vio como Bruce descendía del cielo con su gancho hasta posicionarse frente a la ventana. Clark presuroso se acercó hasta la misma para abrirla y lo dejó ingresar. Batman soltó el gancho y presionando un botón en su cinturón retiro el Jet lejos del lugar. Estaba empapado ya que la lluvia no había amainado desde que comenzó a caer.

 

—Bruce… ¿A dónde has ido?—. Al instante notó una bolsa que el mayor traía en la mano.

 

—Dijiste que tenías hambre y fui a comprar algo para cenar. Estaba todo cerrado pero conseguí un restaurante Chino y traje algo de Sushi—. Le ofreció la bolsa a su pareja.

 

La mano de Bruce temblaba mucho y de igual manera todo su cuerpo. Clark tomó en seguida la bolsa y la dejó sobre la cómoda y luego retiró rápidamente la máscara que tenía el murciélago para palpar su rostro. Al sentir su temperatura baja lo abrazó presuroso para transmitirle su calor.

 

—Estás helado... y no paras de temblar. No debiste salir con esta lluvia—. Apretó con fuerza el agarre de su pareja que no paraba de tiritar.

 

Clark se alejó un poco para ver el rostro del millonario y vio su piel más pálida de lo normal.

 

—Clark… estoy bien —comentó al ver los ojos preocupado del reportero.

 

—No, no lo estás. Ven… iremos bajo la ducha, necesitas entrar en calor—. Y tomándolo del brazo le guió hasta el baño.

 

Batman se dejó llevar un poco desorientado, no quería preocupar a su pareja pero en verdad comenzó a sentirse un poco aturdido. Una vez bajo la ducha, Clark desvistió al mayor hasta dejarlo completamente desnudo y se abrazó a él después de retirarse su propia ropa para transferirle también su calor. Al rato alejó su rostro para poder mirarlo y sonrió al sentir como su cuerpo iba tomando temperatura y su rostro pálido era cubierto por unas mejillas sonrosadas. Al instante tomó la boca del playboy pretensioso y degustó su cavidad con lujuria. Bruce correspondió de la misma manera pero luego fue aflojando su intensidad y separándose de los labios del reportero habló con pesadez en su voz.

 

—Clark… no me siento… bien—. Y apenas terminó la frase se desplomó en los brazos del súper hombre que lo sostuvo con fuerza.

 

—¡Bruce! ¡¿Qué te sucede?! ¡Bruce!—. Asustado el Kryptoniano lo tomó en brazos salió rápidamente de la ducha.

 

 

____________________

 

 

Un par de horas después el millonario fue abriendo lentamente los ojos y al mirar a su izquierda notó los ojos del Kryptoniano que lo miraban perturbado. El murciélago estaba acostando en la cama usando solo unos boxers que probablemente no eran suyos. No sabía cuánto tiempo había permanecido dormido pero especulaba que había sido poco porque aún era de noche. Se incorporó y suspiró para a continuación hablar pero Superman se le adelantó.

 

—¿Cómo te sientes? —preguntó con tristeza en la voz.

 

Batman iba a mentirle pero al segundo creyó que no tenía sentido ya que era evidente que no se encontraba bien.

 

—Mejor… No estuve durmiendo muy bien últimamente… No te preocupes por mí, seguramente ha sido el cansancio.

 

—¿Qué no me preocupe por ti?... te acabas de desmayar en mis brazos Bruce—. Luego de una pausa continuó—. He hablado con Alfred y… me ha puesto un poco al tanto—. Bajó su rostro angustiado y luego siseó su cabeza para en seguida sonreír dulcemente—. Ya le dejé dicho que pasarás la noche aquí conmigo.

 

—Clark… no sé qué te ha dicho Alfred pero… estoy seguro que habrá exagerado—. Miró hacia un costado irritado. Se imaginaba que su mayordomo le había dado detalles que prefería mantener guardado.

 

—Bueno, lo que importa ahora es que tengo hambre así que lo mejor es que nos pongamos a comer—. Superman se levantó de la silla cambiando de tema y fue hasta la cómoda para agarrar la bolsa donde adentro estaba el sushi y una pequeña botella con salsa de soja.

 

—¿Aún no has comido?

 

—No. Quise esperarte a que despertaras para cenar juntos—. Se sentó sobre la cama y colocó la bandeja sobre la silla. Luego abrió la botella con la salsa y vertió la misma sobre los sushis.

 

—No tengo apetito Clark —dijo mirando a un costado arrugando su cara con disgusto.

 

—No puedes no tener hambre si hace días que vienes comiendo mal. Anda, no me digas que compraste esta enorme cantidad solo para mí—. Sonrió de ver comida como para tres personas.

 

—Pues si… supuse que deberías tener mucha hambre—. Rió al darse cuenta que había exagerado con la cantidad.

 

Superman tomó un bocado y lo devoró por completo, luego agarró otro y se lo ofreció directamente enfrente de los labios del mayor. Bruce suspiró pero abrió su boca y Clark introdujo el sushi dentro delicadamente. Batman masticó despacio y se relamió después de tragarlo, realmente sabía muy bien. A continuación Superman tomó otro y se lo puso en la boca para luego acercarse hasta los labios del otro y besarlo enérgicamente. Entre el intercambio de saliva y el juego de sus lenguas el reportero le pasó el bocado a la boca del millonario que gustoso lo recibió y masticó hasta tragarlo.

 

—Interesante manera de incitarme a comer —susurró Batman divertido por la iniciativa de su pareja.

 

—¿Quieres más? —preguntó con mirada encendida observando los labios del mayor.

 

—Si… por supuesto—. Se relamió.

 

A continuación, Clark besó nuevamente la boca del mayor y ambos se tumbaron sobre la cama. El Kryptoniano se separó un poco y se retiró rápidamente la remera que llevaba puesta y tomó otro arrollado para ponerlo sobre el pecho del playboy. Luego, deslizó sus dedos sobre la piel del otro dejando un rastro de salsa a la cual se dispuso a lamer. Recorrió todo su cuello con su lengua lentamente limpiando el recorrido que había dejado hasta bajar al pecho para luego tomar el alimento y comerlo. Seguido de esto tomó otro sushi y se lo ofreció nuevamente a Bruce que ya tenía la boca media abierta y con la respiración acelerada gracias al contacto de su pareja. Batman lo recibió apetecible y sostuvo la mano del menor para al terminar de comer el bocado disponerse a chupar delicadamente cada dedo. La mirada atenta de Clark se iba ensombreciendo y se deleitaba con la actitud fogosa de su pareja que lo miraba agudamente mientras hacía la tarea.

 

—Bruce… —susurró el nombre de su amante con lujuria y cerró levemente los ojos excitado por lo que había visto.

 

Clark devoró otro sushi y tomó otro entre sus labios para ir de nueva cuenta hacia la boca del mayor con claras intenciones de entregárselo. Bruce lo recibió y al terminar de tragarlo buscó con desesperación la boca de su pareja para arremeter con fuerza hasta tumbarlo y quedar arriba de él. Miró con lujuria la entrepierna del menor que ya denotaba la hombría despertada y con el hambre estimulado en todos los sentidos tomó varios sushis colocándolos en línea recta sobre el pecho y abdomen del reportero.

 

—Clark… has abierto mi apetito—. Miró el recorrido que se había armado y se mordió el labio inferior al ver nuevamente el prominente bulto.

 

—Bueno… sácialo si así lo deseas—. Y se estremeció al instante al sentir la boca del otro sobre su cuerpo

 

Bruce fue besando y lamiendo todo el pectoral del menor y en cada encuentro con un bocado lo tomaba acariciando con sus dientes la piel que tenía debajo. Llegado al pantalón lo tomó con ambas manos y se lo retiró ansioso para luego quitar el boxer el cual ya se encontraba húmedo gracias a las leves caricias que había dado con su lengua. Una vez el pene desprovisto de la prenda se alzó firme incitando al playboy que no se resistió más y lo tomó con deseo con sus labios. El señor de la noche apretaba con sus labios delicadamente cada vez que ascendía y descendía y lo hacía con un ritmo constante y firme. En seguida Clark se incorporó excitado y tomándolo suavemente del pelo retiró la boca del mayor deteniendo su tarea al instante. Bruce estaba agitado y de igual manera el reportero, que tragó saliva al ver la boca del mayor que permanecía abierta y jadeante.

 

—¿Por qué me detienes Clark?—. Acalorado miró con lujuria los ojos del menor.

 

—Primero… terminemos de comer—. Trató de controlarse y buscó la fuente a la cual le quedaban unos pocos sushis.

 

Bruce se sentó sobre el abdomen de héroe de Metrópolis y apoyó la fuente sobre su pecho. Tomó un bocado y se dispuso a comer mientras le ofrecía uno al menor. Luego tomó otro con su boca y buscó los labios de su pareja para intercambiar un profundo beso y luchar con el bocado que pasaba de una boca a otra sin definirse por cuál de las dos quedarse. Terminó quedando en la del reportero ya que Bruce se separó rápidamente después de habérselo dejado por cuarta vez.

 

—El último es tuyo —dijo Superman tomando el restante con sus dedos y se lo ofreció al playboy que sonrió divertido y lo aceptó apetitoso.

 

Al terminar de comerlo, volvió a la posición anterior y detuvo su mirada en la imponente figura de su pareja. Le parecía totalmente sexy recostado y jadeante viendo como su pene pulsaba y reclamaba atención. Volvió a relamerse los labios y miró con deseo aquel mástil que se alzaba con poderío.

 

—Bien… terminé con la entrada… ahora toca el plato principal —inquirió Batman mientras se acomodaba y descendía su rostro hasta posicionarse otra vez sobre el pene de su pareja.

 

Lo primero que hizo el señor de la noche fue tomar la base con su mano y comenzó un exquisito vaivén de arriba hacia abajo mientras que con su lengua lamía toda la base del pene. Luego retirando su mano fue dando suaves mordiscos a la piel haciendo un recorrido por el tronco logrando que Clark pegara un fuerte gemido.

 

—¡Ah!... Bruce… —gimió su nombre al sentir su cuerpo vibrar.

 

Al terminar el recorrido hacia abajo, Bruce volvió a subir lamiendo con su lengua para luego una vez llegado a la punta introducir la hombría de su pareja en su boca. Bruce comenzó a mover su boca viajando por todo el pene obteniendo gemidos ahogados de su amante que ya se removía de placer. Estuvo así por un largo rato y cada tanto Bruce alzaba la mirada para observar el rostro de Clark que jadeaba excitado mientras temblaba de gozo.

 

—Bruce… ya ¡Ah! No puedo… ¡Ahh!—. Se incorporó de inmediato y al instante arqueó su espalda llegando al dulce orgasmo.

 

Superman acabó en la boca de su pareja que tragó en seguida todo lo que salió de su miembro. Luego Bruce retirando su boca se relamió los labios cosa que estimulo más al Kryptoniano que sin problema levantó su cuerpo hasta sentarlo sobre sus piernas y besarlo con delicia. Sin soltar los labios del playboy, Clark se estiró hasta su mesita de luz y abrió un cajón para sacar una pequeña botella de lubricante. Primero, retiró el boxer hasta las rodillas del millonario, luego rodeó con sus brazos la cintura y detrás de la espalda abrió la botellita para luego tirar sobre sus dedos una cantidad importante de lubricante. Al terminar, descendió su mano hasta la entrada del mayor y comenzó a jugar con su ano durante varios segundos hasta que sintió que la cavidad se iba estimulando permitiéndole ingresar un dedo con facilidad. El cuerpo entero de Bruce se estremeció y se sostuvo con fuerza de los hombros de su pareja que lo miraban con lujuria desde un poco más abajo. Al sentir la entrada cómoda Clark metió otro dedo y comenzó a moverlos de adentro hacia fuera estimulando la zona erógena por completo. Mientras hacía esto comenzó a dar suaves besos sobre el cuello de su pareja haciendo un recorrido hasta su clavícula.

 

—¿Te gusta Bruce?—. Superman estaba acalorado sintiendo como su pareja jadeaba de placer.

 

—Si… ¡Ahhh! —gimió fuertemente al sentir como los dedos de su amante llegaban a su punto más dulce—. Ahí… ¡Ngh! ¡Justo!

 

—Si… lo sé. Llegué a la zona sensible —ronroneó Clark sobre el pecho del otro.

 

Luego sin detener el movimiento de sus dedos tomó el miembro de su pareja con la mano que estaba desocupada y comenzó a masturbarlo con movimientos regulares.

El cuerpo de Bruce temblaba de la sensaciones que sentía en todo su cuerpo, su entrada siendo invadida con pretensión y su pene estimulado continuamente sin detenerse. Sus gemidos eran fuertes y altos y de la comisura de sus labios descendía saliva que no podía controlar gracias a su boca abierta.

 

—¡Ah! ¡Mgh! ¡Clark! Me… veng…—. Bruce no pudo terminar su frase… Terminó acabando estrepitosamente sobre la mano del menor y sobre el pecho de ambos.

 

Clark lo rodeó con sus brazos y lo recostó delicadamente sobre la cama mientras observa cómo se iba relajando el cuerpo de su novio. Lo miró unos segundo en silencio y disfrutó el ver la cara llena de placer que le devolvía Bruce. El Kryptoniano un poco encendido nuevamente se removió ansioso con ganas de continuar.

 

—¿Cómo te sientes? —preguntó curioso el héroe de Metrópolis en un susurro.

 

—Bien… —contestó Batman suavemente recuperando el aliento.

 

—¿Listo para otra ronda? —. Su rostro se iluminó con la pregunta. Él ya estaba en condiciones de una vuelta más.

 

—Por supuesto —afirmó el mayor con ánimos y prosiguió—. Pero ahora… te necesito adentro —susurró en la oreja de su novio logrando encenderlo por completo.

 

Superman excitado por las palabras escuchadas no se hizo esperar más y levantó las piernas de su pareja para tener total acceso a su entrada. Sin dar vueltas apoyó la punta de su pene en la cavidad del mayor e ingresó con fuerza logrando quitar un gemido sonoro de la boca de su pareja. Clark inició un frenético movimiento dentro y fuera de su pareja logrando que ambos cuerpos temblaran de la excitación. La pasión los inundaba a los dos logrando que juntos hicieran un coro mezclado con sus voces agitadas. Se deseaban con desesperación y se afianzaban en el contacto con él otro con fuerza. Durante todo este tiempo que estuvieron separados extrañaron la presencia del otro y en este acto tan carnal podían sentir nuevamente que no estaban solos… que otra vez volvían a estar juntos. Era una sensación que ambos atesoraban y que no tenían ninguna intención de dejar escapar.

 

—Dios Bruce… ¡Mgh! Como anhelaba el tenerte así —dijo Clark completamente entregado.

 

—Si… ¡Ahh! ¡Mgh! Yo… también—. Bruce abrazó con más fuerza el cuello de su pareja. Luego acercó su boca al oído del reportero y susurró—. Te amo… Clark.

 

El cuerpo del Kryptoniano tembló por completo al instante y se mordió con fuerza el labio inferior. Escuchar aquellas palabras lo incitaron a más no poder. Sin poder controlarse arremetió con más fuerza la entrada de su novio haciendo que este se inclinara hacia atrás sintiendo como su punto “G” era alcanzado con mayor influencia.

 

—Bruce… ¡Ah! Espera… no hables, porque yo…

 

—¡Te amo Clark! —repitió nuevamente con fuerza sintiéndose en la necesidad de transmitírselo una vez más.

 

Superman, al oír nuevamente decir que lo amaban, cruzó el punto de no retorno y llegó sorpresivamente al clímax. Culminó dentro de su pareja en cantidad y arremetió un par de veces más mientras se deshacía de placer entre los brazos de su amante. Luego de unos segundos miró con frustración al rostro de su pareja.

 

—Maldición Bruce… no pude… evitarlo—. Se disculpó por haber acabado él dejando a su compañero aún encendido.

 

—Descuida Clark… ¡Ah! —gimió de nueva cuenta al sentir como su pene era atendido.

 

Clark empezó a masturbar el miembro de su pareja buscando que el otro acabara también. Aun sin retirarse del interior del cuerpo del mayor esperó dentro del otro que empezaba a removerse acalorado al sentirse todavía invadido. Superman movía rápidamente su mano que estaba embebida con el líquido preseminal de su amante y al sentir un poco más firme su propio pene, sin dudarlo lo movió lentamente para rozar aquella zona sensible de Bruce.

El señor de la noche estaba muy cerca del orgasmo y se aferró aún más sobre el cuello del otro sintiendo como las estimulaciones lo invadían.

 

—Clark… ¡Ahhh! ¡Ahh! Clark…—exclamaba con pasión el héroe de Gotham.

 

—Eso es Bruce… quiero oírte gritar mi nombre ­—murmuraba el Kryptoniano fogoso.

 

—¡Ahh! Me… vengo, Clark… ¡Ahh!

 

—Vamos… acaba para mí Bruce—. Al terminar de decir esto tomó la boca del mayor y la besó con pretensión.

 

Bruce se retorció de placer y llegó al orgasmo al instante. Su cuerpo eyaculó gran cantidad sobre ambos pechos y a continuación todo su cuerpo se fue relajando mientras saboreaba los restos del orgasmo que lo iban abandonando. Clark satisfecho salió suavemente del interior de su pareja y nuevamente buscó su boca para besarlo.

Bruce estaba por demás agotado pero se sentía sumamente relajado y miró unos instantes con ojos entrecerrados al rostro del menor.

 

—Clark…  —balbuceó esto último y se quedó dormido al segundo.

 

—Dulces sueños Bruce—. Besó dulcemente sus labios y se recostó a su lado pasando un brazo sobre su cintura.

 

____________________

 

 

Al día siguiente Clark se encontraba de muy buen humor y cocinaba tranquilamente desplazándose por los diferentes armarios agarrando distintos condimentos para su gran plato. En un momento cruzó por la pieza para ver al mayor y llegó justo cuando el otro se estaba despertando.

 

—Buenos días—. Superman estaba recostado en el umbral de la puerta.

 

—Buenos días —contestó Batman con un poco de pesadez y se estiró hasta incorporarse de la cama.

 

—Si deseas puedes ducharte, en veinte minutos estará el almuerzo—. Se encaminó hasta el armario y tomo un juego de toallas. Luego se acercó hasta un pequeño sillón, tomó de este un bolso y lo puso a los pies de la cama—. Te traje ropa de tu casa, Alfred te preparó el bolso.

 

Bruce alzó una ceja y aun medio dormido se rascó la cabeza. Después miró el bolso y lo abrió para ver el contenido dentro. Había bastante ropa para elegir desde un juego de remeras, pantalones, ropa interior, hasta zapatillas y medias. Al instante muchas cosas se le vinieron a la cabeza y miró hacia la ventana notando como el sol se dejaba ver a través de los espacios entre las cortinas.

 

—¿Qué hora es?... Debería irme, tengo muchas cosas que hacer—. Se levantó de la cama y tomó las toallas.

 

—Tienes el día libre Bruce, te quedarás conmigo el día de hoy recuperando fuerzas—. Sonrió divertido al ver arrugar la cara del otro pero ignorándola prosiguió—. Ya está todo arreglado. Dick y Bárbara patrullarán esta noche en Gotham, ellos mismos se ofrecieron; Lucius le informó a Alfred que en la oficina está todo en orden y los papeles que tenías que revisar te los va a enviar directamente a tu mansión. Dijo que si los dejaste desatendidos por tanto tiempo pueden esperar un día más—. Clark no pudo evitar dibujar una enorme sonrisa satisfecho.

 

—Por lo visto tienes planeado todo desde temprano—. Suspiró molesto pero en seguida la idea de tomarse un día libre no le pareció tan mala; al fin y al cabo su pareja se había tomado la molestia de liberarle de compromisos—. Primera y última vez Clark—. Sonrió levemente y antes de dirigirse al baño le dio un beso casto.

 

—Espero que no… —susurró encantado tocándose los labios.

 

____________________

 

Batman salió de ducharse y al acercarse al comedor olió un delicioso aroma que hizo que su panza crujiera. Clark sonrió ampliamente al escuchar el ruido y sonrió divertido indicándole que se sentara.

 

—Me alegra saber que tienes hambre—. Sirvió en el plato del millonario una porción de estofado de carne y abundante cantidad de ravioles con salsa rosa.

 

—Se ve y huele delicioso, pero… me has servido mucho. No podré terminar el plato.

 

—Es una porción normal, quiero que lo termines todo Bruce —insistió mientras se servía para él.

 

El playboy lo miró unos segundos e iba a objetar pero luego lo meditó un poco y se sintió sin energías para estar discutiendo con el reportero, así que decidió no decir nada y se dispuso a comer con ganas. Hacía tiempo que no se sentía con tantos ánimos como para comer. Pero desde que había vuelto el reportero parecía que el sueño y el apetito habían regresado.

 

Clark se sirvió dos veces y Bruce apenas si pudo terminar con su porción, lo hizo con mucho esfuerzo para no escuchar quejas de parte del otro. Al parecer su estómago se había reducido y se había desacostumbrado a comer una porción normal. Luego, realmente muy satisfecho suspiró lleno y sintió como si su abdomen fuera a estallar. Al sentirse observado alzó la vista al Kryptoniano que lo miraba sonrojado y al encontrarse con sus ojos este los desvió avergonzado hacia un costado. Clark comenzó a removerse en su asiento y volvió a posar sus ojos sobre los de Batman.

 

—Clark… ¿Qué sucede?... Si tienes algo que decirme dilo de una vez.

 

Superman tragó saliva y trató de expresar lo que le estaba pasando.

 

—Bueno… es que ayer… todo ha sido muy intenso Bruce—. A Superman no paraba de darle vueltas un asunto desde que se había levantado—. Y bueno… yo quería saber…—. Lo miró decidido y al instante más avergonzado aún se calló. Apoyó su cabeza frustrado sobre la mesa y comentó—. Mejor olvídalo Bruce, has de cuenta como que no te he dicho nada—. Exhaló pesadamente sintiéndose idiota a la vez.

 

—Te preocupa aquellas palabras que dije ayer ¿cierto? ­—comentó interpretando en seguida lo que le sucedía a su pareja.

 

Clark alzó su rostro y dejó apoyado su mentón sobre la mesa. Lo miró unos segundos con brillos en los ojos y asintió levemente confirmando aún más las sospechas que tenía el señor de la noche. Al instante Bruce suspiró y cerró sus párpados para luego dedicarle una mirada seria y decidida.

 

—Lo que te dije ayer… sigue estando intacto Clark. Aún te… —carraspeó sintiéndose ahora él avergonzado y sus mejillas se incendiaron—. Aún te amo Clark… Dios, hombre… ¿es necesario que te lo repita a cada rato?, es vergonzoso —exclamó y se enderezó en la silla al ver al otro levantarse de la suya.

 

—Eres tan lindo Bruce… quisiera oírlo a cada rato—. Se encaminó con mirada profunda hasta ponerse a su lado y lo levantó de un brazo para luego arrinconarlo a la pared y besarlo.

 

—Creo que ya a esta altura sabes de sobra lo que siento —dijo acalorado apenas se separó de los labios del menor.

 

—Si… pero me gusta oírlo. Suena exquisito saliendo de tu boca, no tienes idea de lo que generas en mí cada vez que lo dices—. Acarició su espalda y continuó el descenso hasta el glúteo.

 

De nueva cuenta Superman tomó su boca con entusiasmo e introdujo su lengua con deseo siendo correspondido de igual manera. Ambos desatados y teniendo todo el día para ellos, se dedicaron a profesar su amor con pasión en el lecho de la habitación.

Notas finales:

Y???... no les dije yo que era mucha dulzura jajajaja. Bueno, gracias por el apoyo hasta ahora, todavía queda un poco antes de terminar con esta historia. De paso les comento que empecé otro fic de ellos llamado (50 sombras de Wayne) donde va haber BDSM. Los invito a leer si les interesa.

Bueno gracias a todos por las lecturas recibidas y de nuevo gracias a los que se animan a comentar y alentarme cada día. Les mando saludos y muchos besos. Hasta el próximo capítulo… Byes.  


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