Ana guiaba al pelirrojo hacia el lugar del accidente, ella iba adelante junto con Kusanagi, y los demás miembros del clan (quienes no pensaban dejar a su reina sola en tal situación) se encontraban detrás de Yata.
Durante todo el camino Yata parecía demasiado asustado, decía algo entre susurros, pero ninguno llegaba a escuchar lo que era.
Antes de que llegaran al lugar, Izumo pudo divisar los vehículos del Scepter 4.
-Espera Ana – le dijo a la niña.
Ella detuvo sus pasos y consecuentemente todos los demás también lo hicieron. Izumo se agacho a su altura.
-Los del Scepter 4 se encuentran más adelante, no creo que sea buena idea acercarnos, siendo que Yata-chan podría reaccionar de forma extraña.
La reina lo pensó. Volteo a ver al pelirrojo y pudo notar que parecía demasiado preocupado, la verdad le angustiaba mucho verlo así, pero habían bastado unos momentos en el bar para darse cuenta de que este Yata Misaki tenía reacciones demasiado espontaneas, y aunque usualmente siempre se la pasaba buscando pelea con los azules, esta vez temía que sus acciones llevaran a consecuencias irreparables.
-Comprendo – dijo en voz baja Ana para que el de lentes la escuchara. – Misaki – dijo dirigiéndose al chico – Me temo que en estos momentos será imposible que lleguemos a ese lugar, esperemos solo unas horas ¿de acuerdo?
Sin embargo Yata simplemente paso de ella y se acercó desesperado al lugar en donde se encontraban varias personas uniformadas de azul.
Los uniformados de azul sorprendieron por ver al vanguardia de HOMRA, por lo que inmediatamente se pusieron en posición de defensa. Grande fue su sorpresa al ver como el chico los pasaba de largo.
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Fushimi Saruhiko se encontraba bastante frustrado, ese día había despertado de malas, ya que debido al trabajo que había últimamente, el poder dormir 4 horas seguidas era ya todo un lujo. No tenía idea de cuantos días llevaba sin tener un sueño decente. Así que la noche anterior que por fin había podido terminar con todo el trabajo, y por fin había podido acostarse en su cama (ya que en los días anteriores en los que dormía unas cuantas horas, era solo en la silla de su escritorio) sintió que podía dormir una semana entera.
Una hora.
Ese era el tiempo que había pasado desde que se había acostado cuando sonó su PDA, era un mensaje de la teniente Awashima, informándole que había ocurrido actividad irregular en la Dresden Slate, y al mismo tiempo se habia registrado un accidente en un lugar que no escucho bien.
El solo pudo entender una cosa: Definitivamente no volvería a tocar su cama en unos días más.
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Él no tenía idea de que supuesta “actividad irregular” fue la que ocurrió con la Slate, pero parecía que no habia pasado nada especial con ella, ya que ahora se encontraba con su capitán Munakata Reisi y la teniente Awashima a revisar el área en donde ocurrió el accidente.
-¿Por qué se supone que este accidente es particularmente interesante? –dijo Fushimi de forma cansada.
-el momento en que ocurrió el accidente coincide con el momento en que la Slate mostro actividad irregular – dijo la teniente, repitiendo lo que le habia dicho cuando lo llamo
Un chasquido escapo de los labios del menor.
-Me refiero, a ¿Qué es exactamente tan importante que se dejó de lado la Slate?
La mujer estaba a punto de responderle pero, callo al ver que el rey azul, se habia detenido.
-Cuando ocurrió el fenómeno, la mayor cantidad de energía fue registrada en esta zona.
Las palabras del capitán sonaban tranquilas, pero Fushimi logro comprender. La Slate guardaba demasiados secretos, pero el que exista algo que tal vez sea más poderoso que eso era definitivamente algo preocupante. Comprendía la seriedad, pero aun así, seguía molesto.
-Fushimi-kun, cuando esto termine te aseguro que te daré 3 días libres. –dijo Munakata con una sonrisa, ante la sorpresa de Awashima.
-No creo ni una palabra – dijo Saruhiko antes de retirarse y comenzar a pedir informes de lo que sea que hayan encontrado sus subordinados. Sin embargo, la sonrisa del mayor no se borró.
Sinceramente, quería terminar con todo eso cuanto antes, no porque creyera realmente en la promesa del rey azul, sino porque simplemente quería tener un buen descanso.
Se sorprendió un poco cuando se acercó al lugar en que se encontraban los subordinados y los vio algo agitados. Parecían decirse algo entre ellos y después dirigían su mirada hacia una dirección en específico.
-¿Qué pasa? ¿Por qué no hacen su trabajo? – dijo con mala cara.
-Se… ¡señor! – Dijo Enomoto quien lo saludo respetuosamente - ¡es que… alguien ha entrado al área!
-¿eh? ¿Y desde cuando eso es un problema? – Fushimi los paso a todos y vio a quien los demás observaban… era Yata Misaki.
“¿Misaki?” Pensó el de lentes, quien veía al chico que parecía muy desesperado buscando algo debajo de los vehículos que se encontraban.
Se sintió molesto
Sabía que la presencia del pelirrojo solo indicaba que esa investigación tardaría más. Se sentía tan agotado que ni siquiera tenía ganas de provocar al pelirrojo.
-Oye, sal de aquí, no es algo en lo que HOMRA deba meter sus narices.
Ok, talvez si quería molestar un poco al chico.
Grande fue su sorpresa al notar que el chico parecía no haberle prestado la más mínima atención.
“Tsk, ¿Quién diablos se cree?”
-¡te dije que no debes de estar aquí! – Saruhiko lo jalo del bruscamente del brazo para que lo volteara a ver.
Los ojos del chico pasaron de preocupación a la de sorpresa. Eso desubico al azul.
-Esos… - dijo el más bajo – ¡esos son mis lentes!
Sin que Fushimi se lo esperara, Misaki soltó un puñetazo en su dirección, el cual apenas logró esquivar. Sus subordinados se prepararon para desenvainar ya que ese habia sido un ataque directo.
-¡No se muevan! – grito Saruhiko.
Los chicos obviamente se quedaron confundidos, pero no podían desobedecer su orden, por lo que siguieron observando como el pelirrojo trataba ferozmente de atacar el rostro del de lentes.
Fushimi debía admitir que estaba sorprendido de la fiereza con la que su viejo amigo le atacaba, se notaba que estaba bastante desesperado por… ¿sus lentes? … si, eso es lo que habia dicho, y aunque casi siempre le gustaba provocar al pequeño para que pelearan, esta vez de verdad parecía estarle cobrando factura las noches sin dormir, pero parecía que el otro no está dispuesto a detenerse para hablar.
Antes de desenfundar su espada, decidió utilizar mejor sus cuchillas, lanzo dos, las cuales dirigió hacia sus brazos, pero Misaki logro esquivarlas y tomo una todavía en el aire lanzándola hacia él. Fushimi logro esquivarla, pero antes de reaccionar sintió el puño de Yata en su rostro, lo cual hizo que sus lentes salieran volando. Estos últimos fueron atrapados por el más bajo antes de que tocaran el suelo.
Yata inspecciono el objeto para después soltar un suspiro de alivio –Creí que no los encontraría
El límite de Fushimi Saruhiko habia acabado, lo cual notaron todos sus subordinados, los cuales se asustaron del aura oscura que lo rodeaba. Enomoto y Hidaka se vieron tentados a tratar de detenerlo, pero en el último momento decidieron que por su integridad física, lo mejor era no meterse.
Mientras tanto el dueño de los lentes que tenía el miembro de HOMRA en sus manos, se dirigía lentamente hacia el con todas las intenciones de descargar su furia sobre este.
Yata que seguía celebrando el haber encontrado los dichosos lentes, sintió una pesada aura detrás de él, por lo que volteo para ver quien lo provocaba. Al verlo, se levantó de golpe y se acercó lo más que pudo a su rostro (alzándose de puntillas)
-¡Pero si eres tú! – Dijo el pequeño bastante sorprendido – No puedo creerlo, no te reconocí con los lentes –cambio su tono a un poco incrédulo - ¿Qué pasa? ¿Acaso perdió sus lentes de contacto?
Misaki vio a Saruhiko de manera acusadora, mientras que este último alejándose unos pasos de él, se preguntaba de qué diablos se suponía que hablaba el más bajo.
-¿Qué diablos dices Misaki, acaso por fin te causaron efecto tantos golpes que te das?
Eso ultimo lo habia dicho con toda la intención de ofender y hacer enojar al otro (llamarlo por su nombre nunca fallaba), sin embargo, contrario a lo que creyó, el nombrado no solo lo veía sorprendido, si no que podía jurar que sus ojos brillaban con emoción.
-¿Cómo… como me llamaste? –
-¿Mi…saki? – dijo el azul ahora con desconfianza
Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de Yata y sus ojos brillaban con aún más emoción.
-¡Entonces! – Dijo Yata acercándose nuevamente al otro - ¡¿Entonces puedo llamarte Saruhiko?!
-…
Muy bien, eso ya estaba muy raro, no cabía duda que algo le estaba pasando a su rival. Incluso si desde el principio sus acciones fueron raras, ahora definitivamente sabía que algo iba mal. Incluso sin importar que ambos se hubieran vuelto enemigos, algo que no cambio fue que ambos se llamaban por su nombre de pila. Si, era cierto que Misaki siempre se molestaba, pero por la misma razón no dejaba de decirle “Saru” o “Mono estúpido”
-¡Ah! – La exclamación del pelirrojo llamo la atención del otro – oh talvez… si llamo al rey azul por su primer nombre, sus subordinados ya no lo respetaran – dijo el bajito preocupado.
-… ¿Llamar que, al Rey Azul?
-Por su nombre
-¿A quién?
- A ti
-…
La cabeza de Saruhiko estaba a punto de explotar, ¿de qué se supone que iba la conversación?
-Oye Misa-
-¡Yata-san!
-¡Yata-chan!
Ambos voltearon rápidamente, mientras que los demás miembros del Scepter 4, notaron que por andar atentos a la conversación de los otros 2 (quien los culpaba, si en realidad se estaban diciendo bastantes incoherencias) habían dejado que personas no autorizadas entraran al área de investigación.
-Tsk, no puede ser – Fushimi noto que el rostro de su viejo amigo se contrajo en… ¿frustración? – incluso si se los prometí, no voy a acercarme a ellos hasta que encuentre lo demás… ¡es cierto! –apretó el abrigo de Saruhiko con sus manos – perdí mi libreta, ellos dicen que tuve un accidente en este lugar pero no encuentro nada, por lo que talvez lo que digan sea una mentira… aunque encontré mis lentes aquí… pero los tenías tu… en realidad no entiendo nada, ¡pero por favor, solo no les digas a donde me fui!, yo encontrare la libreta por mí cuenta para que ya no tenga que deberles ningún favor.
Habiendo terminado dicho esto, la vanguardia de HOMRA se alejó corriendo del lugar, dejando al tercero al mando de Scepter 4 con la palabra en la boca.
Los del clan rojo llegaron corriendo a donde estaba Saru
-¡Fushimi-san! ¿Has visto a Yata-chan en este lugar?
Saruhiko los observo atentamente y noto lo cansados que se veían, se notaba que habían estado corriendo buscando a Misaki. Chasqueo la lengua. No quería tener que involucrarse con HOMRA, pero parecía que algo raro estaba sucediendo.
-Más importante que eso – dijo Saruhiko - ¿Qué se supone que le paso? Solo tomo mis lentes y se fue corriendo alegando algo de que tenía que encontrar una libreta.
-Espera- le interrumpió Ana - ¿se llevó tus lentes?
-Sí, decía que eran suyos, al igual que una libreta.
Izumo y Ana se miraron con genuina preocupación.
-También hablo acerca de que había sufrido un accidente y siendo sincero me gustaría mucho que me hablaran acerca de eso. – dijo una voz ajena a la conversación
Para sorpresa de Ana y el clan rojo, Munakata Reisi se encontraba caminando en dirección de ellos.
Ana lo pensó un momento, pero decidió que lo mejor sería hablara con el rey azul. Munakata hizo ademan para que ella le siguiera y el camino a lado de la teniente Awashima y Fushimi.
-Sí estuvo escuchando pudo haber hecho algo ¿cierto? – dijo Saruhiko un poco molesto.
Su capitán sonrió con tranquilidad.
-Pero si el chico estaba diciendo cosas muy interesantes… Rey Azul.
Fushimi sintió escalofríos, definitivamente en su plan de vida no estaba el convertirse en rey… y mucho menos el rey azul quien dirige Scepter 4.
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-Ya veo, entonces después del accidente fue que Yata Misaki comenzó a comportarse de esa manera. – dijo el rey Azul repasando lo que la pequeña reina habia dicho.
-Si
Se encontraban en una camioneta hablando los dos reyes. A su lado estaban la teniente Awashima Seri e Izumo Kusanagi respectivamente.
-En estas condiciones, el Scepter 4 tomara la responsabilidad del caso, no sabemos si Yata Misaki pueda representar una amenaza para los que le rodean o para el mismo, pero si de verdad se puso tan inestable por unos objetos, nada nos asegura que no tomara acciones violentas si se le somete a mucha presión.
-¿Y qué me asegura que ustedes sabrán como actuar con él?
Seri se sorprendió por la firmeza en la voz de Ana. Pero Munakata sonrió dulcemente.
-No le dañaremos, si eso es lo que le preocupa.
-No, lo que me preocupa es que ustedes no quieren ayudarlo en verdad. Quieren respuestas y atraparan a Misaki para encontrarlas, pero lo que le pasa realmente, eso a ustedes no les interesa.
Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Kusanagi, definitivamente Ana quería tomar las riendas del asunto.
-Misaki es miembro de HOMRA, y yo como la reina de este me encargare de este asunto. Si acepte hablar con usted no fue para pedirle ayuda, fue para que supiera que no pienso tolerar que le hagan daño a Misaki usando como excusa su investigación.
Todo quedo en silencio unos segundos.
Ana se levantó y se dirigió a la salida del vehículo.
-Eso no quiere decir que le queramos impedir completar su investigación, cuando encontremos y hablemos con Misaki, todo lo que nos diga le será informado.
Con estas últimas palabras, la reina roja salió del vehículo seguida de Izumo, afuera se encontraban el resto del clan.
Adentro, Awashima se sorprendió por la actitud de la reina y volteo a ver a su rey quien solamente tenía una sonrisa.
-Parece ser que si queremos respuestas, debemos encontrar al chico antes que ellos. Aunque hablaba en serio acerca de no dañarlo.
La mujer le miro y pidiendo permiso, salió del vehículo para dar órdenes a los demás.
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HOMRA caminaba en dirección al bar, para comenzar a planear que acciones tomar, cuando se encontraron con Fushimi bloqueando su camino. Algunos se previnieron por si su excompañero decidía atacarlos, mas este no dio indicios de eso. Pero tampoco decía nada.
-Saruhiko – la reina se acercó preocupada hacia él y tomo su mano. – No tengo idea de que es lo que paso, pero utilizare mi poder para averiguarlo, pero… - apretó su mano – esos lentes… en el bar el habia dicho que esos lentes eran muy importantes para él porque “El” se los habia dado… de alguna manera a la única persona que relacione con eso fue a ti. Pero por lo que veo… él tampoco te reconoció ¿cierto?
Saruhiko se mantuvo callado.
-Yo… no te pediré que nos ayudes, pero por favor… no dejes que lastimen a Misaki, él es muy importante para nosotros.
Con esto dicho, la niña lo soltó y siguió su camino seguida del clan. Dejando a Fushimi Saruhiko con un montón de pregunta que al parecer no serían resueltas pronto.
-Tsk… Misaki