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Mi bello genio {Yoonmin} por AngieStone

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Notas del fanfic:

¡Hola! Espero que les guste este nuevo fanfic que se me ocurrió, va a ser más largo de los shots que ya escribí, más obvia que las palomas, así que no sé como voy a poder hacerlo :o

Jajaja, na en serio, es un desafía apra mí (?

Apoyenme u.u. Ñe, no cuesta mucho, sólo dejen review please

 

Notas del capitulo:

Por favor, si quieren el próximo capítulo dejen review ^^:

Espero que les guste y no haber desperdiciado su valioso tiempo:

Yoongi caminaba cansado; lentamente por las calles, deseando que el camino a su casa se acorte mágicamente. O que simplemente de alguna forma pudiera llegar a su casa en un abrir y cerrar de ojos. Pero eso era posible solamente con magia, y eso no existía en éste mundo, o al menos, él no la tenía, se recordó un muy estresado Yoongi. 
El camino parecía no terminar nunca y Yoongi, quién ya venía algo estúpido después de una última e interminable hora de gimnasia, estaba caminando por un lugar más iluminado que su habitual camino a su casa; el pelinegro se había desviado.
Yoongi estaba acostumbrado a desviarse, gracias a su habitual cansancio que lo ponía un poco despistado, pero podía jurar que nunca anduvo por ese vecindario, o al menos por uno parecido siquiera. Siempre terminaba en vecindarios paralelos al suyo, por lo cual el desvío era solo de unas cuadras. Además, siempre eran los mismos, más nunca caminó por éste.
Las calles eran de un color blanco blanco, que de tan blanco parecía recién pintado. Como si ningún vehículo jamás hubiese andado por allí. Como si permaneciera siempre limpio, no encontró ningún rastro de suciedad.
Las luces que iluminaban ésta calle eran de diferentes colores pero extrañamente no cambiaban el blanco limpio de la calle. Iluminaban pero no reflejaban el hermoso color en las calles. A Yoongi le pareció extraño, pero culpó al avance tecnológico de su país.
Lo siguiente en sorprenderle fue la pintura de lo que él supuso que eran casas. Éstas, además de tener la estructura de un castillo de cartas, eran todas pintadas de cuadrados blancos y negros, lo cual le pareció, además de raro, encantador. Le daban un toque extravagante pero discreto ya que sólo eran blancos y negros. Ése color, como el de las calles, también era bastante reluciente y limpio.
Otro extraño hecho fue que las veredas eran brillantes, y él no pudo definir que material era esa "brillantina", ya que parecía polvo de estrellas por su admirable brillo. Ésta no tenía un color definido, porque parecía que cada vez que miraba un brillo, era de otro color distinto; o tal vez tanto brillo podía afectar su vista, así que Yoongi decidió creer eso. Tuvo el deseo de agacharse y tocar el maravilloso piso, que tanto deslumbró sus ojos, pero la flojera pudo con él y siguió caminando, no sin dejar de observar todo.
No observó ningún auto, moto, camioneta, bicicleta, colectivo o algún otro vehículo en la calle. Pero sí se encontró en la esquina de la misma calle, observando un tren, con sólo 2 vagones y decorado con alfombras coloridas colgando desde el techo, las cuales se movían aún sin viento. 
Yoongi pudo sentir un escalofrío recorrerle la espalda; tal vez si había viento.

La encantadora calle parecía interminable, y para completar su desorientación, en ningún lado decía el nombre de las calles. Al llegar a la otra esquina, cruzando la calle que parecía desierta, Yoongi se encontró con un problema: ¿Dónde termina éste vecindario? ¿Dónde carajos me metí? La calle parecía seguir esta dónde los ojos de Yoongi podían ver, parecía muy extensa. Pero Yoongi razonó que si seguía caminando sin saber dónde estaba o hacia dónde se dirigía sólo perdería más el tiempo, así que debería preguntar en algún lugar el camino a su casa, o al menos la salida del barrio.

Claro que no podía llamar un taxi y decirle “Venga a buscarme en el vecindario que tiene luces de colores, casas pintadas con cuadrados blancos y negros, la vereda de brillos y el tren de alfombras en la esquina”.

Así que sin perder más tiempo, y bostezando algo fuerte, golpeó la puerta de una de las casas que estaba en frente suyo. La madera de la puerta era muy suave y Yoongi desconfió en que el material sea madera, pero desvió todos sus pensamientos lejos cuando observó que alguien abría la puerta. Se preparó un monologo mentalmente, ya que Yoongi no estaba acostumbrado a entablar conversaciones casi nunca. Lo poco que conversaba era sólo lo necesario, y cuando tenía que hacerlo, aún le resultaba algo incómodo y molesto.

Quien abrió la puerta fue una muy sorprendida muchacha, de tal vez unos 23 años de edad, un poco más alta que Yoongi, aunque Yoongi culpó a los escalones de la entrada.

La muchacha vestía una ropa muy extraña, tenía una remera de color verde manzana, algo transparente para disgusto de Yoongi, unos pantalones sueltos que se ajustaban a su pequeña cintura, mientras que en los pies llevaba sólo unas alpargatas que eran del color de sus ojos y cabello, celestes.

Yoongi la miró desde abajo, mientras que ésta le sonreía muy alegre desde allá arriba, tampoco era tanta diferencia, pero Yoongi odiaba que las mujeres sean altas, que lleven ropa transparente, que se comporten tan risueñas siempre. Si, Yoongi era algo gruñón.

-          Disculpa, me he perdido en el vecindario. ¿Podría decirme por dónde debo ir para salir? – Yoongi habló con voz aburrida mientras su cara reflejaba neutralidad. La chica lo miraba sin entenderlo, seguía sonriendo pero no le contestó. Y Yoongi comenzaba a molestarse. ¿Acaso estaba bromeándolo? - ¿No sabes? – Preguntó con un tono de voz más frío aún, la chica borro su sonrisa pero en sus ojos aún albergaba la felicidad. Yoongi, recuerda respetar a las mujeres, recuerda qué te enseñó tu abuelo cuando eras chico… - ¿Eres sorda? ¿Muda? ¿Ambas? – Preguntó levantando una ceja mientras que la chica seguía allí, sólo que ésta vez señaló con el dedo al tren, que se encontraba a sólo unos pasos de su casa. – Tampoco me importa, gracias de todas formas. – Sentenció Yoongi, usando todo el poder que se encontraba en su interior para no faltarle el respeto a una persona que tal vez tenía problemas.

Yoongi se dirigió al tren  caminando ya un poco más rápido, desesperado por irse a dormir a su casa, cuando escuchó que del tren salía música. Era una canción, Yoongi la conocía, y le gustaba mucho por su relajante melodía, así tal vez, se relajó un poco dejando atrás los nervios, y tocando la puerta de ése vagón, tarareando un poco de la letra de Stairway To Heaven.

¿Y por qué estaba vestida así de todas formas? Ag, me disgustó. Yoongi seguía preguntándose sobre la ropa de la chica, mientras esperaba para que alguien abra la puerta. ¿Desde cuándo hay puertas de cristal en los vagones de tren? ¿Y por qué un vecindario tendría un maldito vagón de tren en la esquina como exposición de circo? Ag, debe ser un barrio de locos. Sus pensamientos seguían dando vueltas sin encontrar respuestas, excepto una: Tal vez son de otro país con costumbres raras y otro idioma, y quién viva en el tren es un… ¿traductor? ¿De todas formas sino por qué me habría mandado a preguntar aquí? ¿Vive alguien siquiera aquí? ¡Demonios! Yoongi comenzó a impacientarse mientras golpeaba más fuerte la puerta.

Pero cuando se le cruzó la idea de irse y preguntar en otra casa, la puerta se abrió, despacio, mostrando el obscuro lugar y un chico, el cuál apenas visó a Yoongi se sonrojó e hizo una reverencia algo torpe. Yoongi rió.

-          Hola. ¿Sabes dónde me encuentro? ¿O cómo salir de éste vecindario? – Yoongi se sorprendió de su amabilidad, la cual no acostumbra tener. Pero decidió culpar a la relajante música de fondo. Realmente todo es diferente cuando se escucha un poco de buena música para Yoongi. - ¿Hablas otro idioma verdad? – Preguntó lamentándose de nuevo Yoongi – Desearía que hables coreano… -  Comentó el pelinegro mientras mantenía la mirada con el pelirrojo, el cual vestía parecido a la muchacha de la casa de al lado.

El chico llevaba el cabello de un color rojizo que parecía el color de las fresas que tanto le gustan a Yoongi, mientras que tenía cierto color celeste claro en los ojos, que parecía ir cambiando de tonos a medida que Yoongi los observaba más. Llevaba encima unos pantalones iguales a los de la chica extraña de la casa anterior, pero éstos eran de color rojo, como la puesta del sol, un poco más ajustados  a su cintura y de una tela que parecía ser, además de algo transparente, suave y  suelta. Arriba llevaba sólo una camisa del mismo color que los pantalones, pero sin abrochar los primeros botones, dejando al descubierto sus magníficas clavículas. La misma camisa era un poco corta, para gusto de Yoongi, pero de todas formas Yoongi pensó que le quedaba bastante bien, sorprendiéndose de sí mismo.

-          Hola, si quieres puedes pasar y te lo explicaré todo. – Dijo con una voz algo insegura y titubeante el pelirrojo a Yoongi, quién abrió los ojos como platos y dejó de mirar sus ojos. Estaba sorprendido por haber escuchado que el chico hablé su idioma, y porque se dio cuenta de que lo había estado mirando a los ojos durante unos cuantos segundos. Sus mejillas quisieron teñirse de un color rosado al pensar en eso, pero los sentimientos y actitud de Yoongi no se lo permitieron, por lo que se limitó a pasar y agradecer mientras entraba al lugar, que desde afuera parecía oscuro, pero por dentro estaba bien iluminado.

-          Todo aquí parece tan extraño, debo estar volviéndome loco del sueño que tengo… - Murmuró Yoongi más para sí que para el extraño, pero él todas formas lo escucho.

Yoongi caminó hacia adentro del tren, el cual parecía más espacioso desde adentro. Visualizó unos sillones de color marrón claro, los cuales parecían bastante cómodos y se sentó, después de todo, esta gente parecía de otro país y  él nunca estuvo muy de acuerdo con las “reglas de respeto” que tenía Corea. Además, estaba muy cansado y estaba perdiendo mucho tiempo. Pero ver que el chico cerraba la puerta y se acercaba a él para sentarse en frente suyo, sin decir nada sobre su atrevimiento, lo hizo sentirse mucho más aliviado.

-          Mi nombre es Park Ji Min, pero puedes decirme como quieras, y no, no te estás volviendo loco, eres muy suertudo Min Yoon Gi. – Dijo seguro el muchacho, mientras Yoongi no lo escuchaba, muy desconcentrado mirando cómo se movían sus labios y ¿Acaso tiene brillo labial o…? Oh, me está hablando. Yoongi dirigió su mirada a sus ojos para encontrar alguna pista de lo que el chico había terminado de decir, pero encontró algo que lo confundió mucho; sus ojos se encontraban, ahora, de color verde, un verde cautivador, lo cual Yoongi no pudo resistirse a curiosear.

-          Tus… tus ojos eran… celestes ¿Por qué…? – Yoongi comenzaba a preguntarse si había visto bien al principio, pero sólo logró una risa del pelirrojo, la cual ubico a Yoongi un poco. ¿Qué estaba exactamente haciendo? ¡Tenía que volver a casa, y ya! No necesitaba desviarse tanto del tema. Sólo entro a la casa, o tren, como sea, para preguntar una manera de volver a casa.

-          Mis ojos cambian de color según mis emociones – Dijo un poco avergonzado el menor. Y Yoongi descubrió que ahora sus ojos parecían un océano de color, mientras cambiaban a un celeste algo verdoso. Eso lo dejó con la boca abierta. ¿Esa gente existía?  Quisiera haber nacido en ése país… Pensó maravillado Yoongi, cuando escucho otra risilla de la persona sentada en frente suyo. – ¿Debes estar algo confundido no es así…? – Al chico casi se le escapa la palabra “amo”, pero pensó en primero explicarle toda la situación al mayor para que no salga corriendo espantado, o se desmaye de la sorpresa. Miró a Yoongi, quién lo miraba confundió asintiendo con la cabeza.

-          ¿Por qué tardas tanto en decirme qué camino tomar? – Preguntó Yoongi algo frustrado por tener que esperar tanto, además, aunque haya tenido la suerte de que éste extranjero hable su idioma, y se haya sorprendido unas veces, no significaba que su sueño se había disipado. Pues él seguía cansado de su clase de gimnasia, y la gran caminata. Voy a comprarme un auto o dejo la escuela, sea o no el último año. Pensó con algo de exageración el pelinegro. Jimin hizo una cara un poco disgustada ante el tono de voz de Yoongi, pero lo dejó pasar y se dispuso a tratar de hacer sonar todo ésta historia un poco menos loca para el humano.

-          Bueno, pues, primero debes saber mi nombre. Me llamo Park Ji Min, y soy tu… - Jimin lo pensó, otra vez, se lo diré al final razonó el pelirrojo – Es decir, estás en un vecindario… muy lejos de tu casa, no tengo idea de cómo lograste meterte pero eso no es muy extraño, a veces pasa. Y no, no somos de otros países ni extranjeros. Tal vez extraterrestres. – Tomo su mano para ponerla en su barbilla pensando si ésa palabra los podía definir, no eran de la Tierra, así que tal vez eran extra-terrestres. Retomo la conversación en seguida cuándo vio la cara de Yoongi deformarse con algo de miedo, el chico no era muy expresivo pero él podía notar algunas cosas. – No, me refiero… – suspiró pesadamente – escucha atentamente, ¿sí?

-          Estás loco, sólo dime cómo carajos me voy de aquí y listo. – Dijo Yoongi levantándose nervioso mientras veía los ojos del chico cambiar a un color rojo, lo cual, aunque no lo demuestre demasiado, lo asusto. Tal vez todas las cosas raras tenían explicación y toda esa gente era de otro planeta. ¿De todas formas cómo termino él ahí? ¿Qué hacía allí? Yoongi era persona muy curiosa, no podía mantener  tantas preguntas sin respuesta en su pobre conciencia. Todo esto lo estaba estresando más de lo que ya estaba.- ¡Sólo quiero estar en mi casa! – Gritó cerrando los ojos con intención de salir a correr o terminar con ésa “pesadilla o sueño”, o tal vez locura del momento, en el que estaba.

Jimin tuvo una idea, bastante inteligente. Ya que se preocupó cuando Yoongi casi sale corriendo por la puerta de su “casa”.

Yoongi mantuvo los ojos cerrados sin querer siquiera abrirlos cuando sintió todo silencioso, ya no sentía la música, se había detenido de repente, y temía abrir los ojos y ver esos ojos rojos de nuevo. Tal vez si los abría, seguiría allí parado, como estúpido exagerado y haciendo el ridículo. Pero aunque esos ojos que cambiaban de color, lo asustaron con ese nuevo rojo, el cual no se parecía en nada al color apasionado y tranquilizante de su cabello, debía admitir que el rojo le quedaba bien… Se sorprendió de sus propios pensamientos, cuando sintió una risa que ya le parecía haber escuchado hacía unos minutos… ¿Acaso seguía ahí? ¿Dónde estaba? Decidió abrir los ojos para confirmar sus dudas, pero su tranquilidad volvió al sólo ver su cama al frente suyo.

Aunque ésa tranquilidad no duró mucho. La confusión invadió su mente como un rayo cayendo en el cielo. ¿Cómo había llegado tan rápido? ¿Acaso soñó todo? ¿Acaso estaba alucinando? ¿Estaba loco?

-          Claro que no estás loco amo… - Yoongi escuchó una voz detrás suyo, una voz más dulce y tierna que la seria que había escuchado hacía sólo segundos, pero era el mismo tono, era su voz.  Mientras unos brazos tomaban su cintura, Yoongi soltó un gritó bastante femenino gracias al susto. ¿Por qué el extraño extranjero seguía ahí? ¿Y con él? – No te asustes amo, sólo debes escuchar bien lo que te digo y vas a entender todo, ¿vale? – Le susurró al oído mientras Yoongi sólo asentía con las mejillas de un color carmesí, parecido al rosa de los ojos de Jimin.

Tal vez, sólo tal vez, Yoongi sentía tranquilidad si Jimin estaba tan cerca. Tal vez ya no era miedo, y era confianza.

 

 

Adelantos del próximo capítulo(Esto me da risa epro igual lo pongo porque EBOLO*nadie conocía a Higa sorry*):

 

-          ¡No tengo hambre! – gritó desde su habitación - Ahora, dame un poco de kimchi Jiminie~

-          Tus ojos me dan miedo – mintió

-          Vas a necesitar ojos humanos – razonó algo triste.

¿Desde cuándo los genios tienen ése cuerpo?

-          Si sabes que no me molesta que uses calzas o shorts de mujer, ¿verdad? – Comentó Yoongi riendo al ver los ojos de Jimin teñirse de un color celeste rápidamente mientras un lindo sonrojo teñía sus mejillas.

-          Otra vez… - Dijo mirando a los ojos a  Yoongi, con ojos dorados y brillos grises. Yoongi no iba decirle que no a esos ojos. Después de todo, ¿quién lo haría?

Notas finales:

Ya no sé que más decir alskfhnbajsbnf

¿Dejen review? Si quieren que pase algo o esperan algo, comentenlo, y claro que lo pondré si quieren ajsklnfajsfn

Sarang sarang~ =3


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