Título One-shot: Después del verano.
Pareja: Dantalion x William Twining.
Anime: Makai Ouji.
Un nuevo año comenzaba en la academia Brooks (*) y William Twining, un chico de cabellos rubios y orbes color verde, no se encontraba para nada contento al ver quién era el chico que sería su nuevo compañero durante los próximos tres años.
—Buenos días —saludo respetuosamente el chico de cabellos negros y orbes granate que en ese preciso momento se encontraba frente a la clase —mi nombre es Dantalion Nightray (*), es un placer conocerlos y espero que todos nos llevemos bien —se presentó con una radiante sonrisa que hiso que todas las chicas comenzaran a murmurar entre sí.
—Si realmente lo conocieran, no hablarías así de el —susurro más que nada para sí mismo el rubio —realmente es… —freno en seco sus pensamientos para enseguida regañarse mentalmente por pensar así de aquel chico, bueno después de todo estaba perdidamente enamorado del pelinegro como no comenzaría a pensar cosas maravillosas de él, suspiro y decidio dejar aquello de lado y observo el patio donde la clase de gimnasia comenzaba sus actividades.
—Joven Nightray, por favor siéntese junto al joven Twining —ordeno el sensei observando que junto al rubio no había nadie sentado.
—Está bien —respondió Dantalion y sin dudarlo comenzó a acercarse mientras ensanchaba aún más su sonrisa al ver que cierto rubio de orbes verdes se encontraba en su misma clase —Hola nuevamente William —saludo el pelinegro al tomar asiento junto a Twining.
—Buenos días —le devolvió el saludo más que nada por educación pero a pesar de que se encontraba dolido y enojado con el pelinegro su corazón no paraba de latir con frenesí en el interior de su pecho.
Ambos chicos se habían conocido en un campamento al cual William había decidio asistir para no tener que estar aburrido en su mansión por lo tanto había convivido con Dantalion por aproximadamente tres meses y para sorpresa de ambos habían congeniado bastante e incluso para el rubio habían surgido sentimientos de querer, los cuales estaban claro que el pelinegro no sentía ya que el día en que el de orbes verdes había decidido confesarse, había visto algo que no le había agradado para nada.
William suspiro nuevamente de nada le servía pensar en el pasado por lo tanto decidio dejar de pensar en cosas innecesarias y decidio prestarle atención al sensei ya que no quería arruinar sus calificaciones por pensar en el idiota que se encontraba sentado junto a él.
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La mañana paso sumamente lenta o eso fue lo que le pareció a William ya que a pesar de que se había propuesto no pensar en el pasado, no había podido evitar que su mente se llenara de varios recuerdo que había vivido con Dantalion en la vacaciones pasadas —suspiro— ya había perdido la cuenta de todas las veces que lo había hecho, no podía creer el hecho de saber que el pelinegro se encontraba a su lado sirviera para que su mente se llenara de momentos con él, volvió a suspirar y al escuchar el timbre para el receso rápidamente tomo sus cosas y salió del salón en dirección a la cafetería.
William necesitaba con urgencia alejarse del pelinegro ya que no quería recordar nada más acerca de Dantalion.
—Buenos Tardes Will —saludo un chico de cabellos cortos de color celeste y orbes del mismo color al ver que el aludido se sentaba junto a él en una de las tantas mesas de la cafetería.
—Buenos tardes Sitri —saludo con una media sonrisa observando al peli-celeste.
—Buenos tardes —esta vez fue un chico de cabellos verde y orbes del mismo color al sentarse junto a ellos.
—Buenos tardes Camio —saludo con una enorme sonrisa Sitri.
—Buenos tardes —saludo William comenzando a servirse su almuerzo.
Y así los otros dos chicos decidieron seguir al rubio y comenzaron a servirse sus respectivos almuerzos mientras que la cafetería comenzaba a llenarse de los murmullos habituales, todo normal hasta que…
— ¡Dantalion! —un grupo de chicas no dudo en gritar el nombre del chico pelinegro que entraba en la cafetería —siéntate junto a nosotras —volvieron a decir.
Sin embargo no recibieron respuestas ya que el pelinegro solo se encontraba buscando a una persona, William Twining.
—Veo que el chico nuevo es bastante popular —exclamo Sitri con una sonrisa burlona —al parecer Camio paso a segundo plano, ¿No crees Will? —cuestiono.
Pero el nombrado no respondió ya que ver a Dantalion rodeado de chicas le trajo recuerdos que sinceramente no quería recordar.
Flash Black
Habían pasado alrededor de dos días desde que William y Dantalion se habían besado más que nada por accidente pero aquel beso le había aclarado al rubio varias cosas que días atrás no entendía para nada por lo tanto ahora se encontraba caminando en dirección a las cabañas donde se ubicaba el dormitorio de su amigo pelinegro para así de una vez por todas confesar sus sentimientos hacia el de orbes granate.
— ¿Y si me rechaza? —Se cuestionó así mismo el rubio —No William, ya has pensado en todo no te puedes acobardar ahora —se regañó de inmediato.
Y dándose ánimos mentalmente llego cerca de las caballas donde dormía su amigo divisándolo a unos cuantos metros así que sin dudarlo comenzó a acercarse a él mientras que su corazón no paraba de latir descontrolado en el interior de su pecho pero toda su emoción se desvaneció al escuchar a una chica hablando con Dantalion.
—D…Dantalion —tartamudeo la chica de cabellos castaños y orbes ámbar que se encontraba frente al pelinegro —T…Tú me gusta mucho… —dudo —Por favor acepta mis senti… —pero la muchacha no alcanzo a terminar la frase ya que el aludido se había acercado a ella acortando la distancia de sus rostros con un beso.
William que había escuchado y visto todo no dudo en salir corriendo del lugar después de todo era más que obvio que el pelinegro había aceptado los sentimientos de la muchacha.
Fin Flash Black
—Will —llamo Sitri completamente preocupado al darse cuenta de que su amigo no respondía a sus llamados.
— ¿Te encuentras bien? —cuestiono esta vez Camio preocupado tanto o más que el peli-celeste.
William que había vuelto a la realidad observo a sus amigos y nuevamente a Dantalion el cual se acercaba a su mesa.
—En realidad no —respondió con nerviosismo al ver que el pelinegro se acercaba cada vez más a ellos —me duele un poco la cabeza por lo tanto iré a la enfermería —y sin dudarlo se levantó.
— ¿Quieres que te acompañe? —cuestiono el peli-celeste ahora más preocupado.
—No te preocupes, puedo ir solo —y así sin más comenzó a caminar hacia la otra puerta de la cafetería después de todo había inventado aquello para no tener que toparse con Dantalion.
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En cuestión de algunos minutos el rubio se encontraba entrando a la enfermería de la academia, al parecer su mentira se había vuelto realidad ya que de un momento a otro sentía que la cabeza le iba a explotar.
—Buenas tardes —saludo amablemente la enfermera.
—Buenas tardes —devolvió el salido cortésmente— ¿puedo descansar aquí?, siento que la cabeza me va a explotar —le hiso saber a la enfermera.
—Claro, pero primero déjame comprobar algo —la mujer no dudo en acercarse al rubio tomándole la temperatura, colocando su mano sobre la frente de este —tienes un poco de fiebre así que por favor recuéstate sobre la camilla y trata de dormir un poco cariño.
—Hai —respondió William con una sonrisa y sin dudarlo acato la sugerencia de la enfermera, después de todo se sentía cansado.
Se recostó sobre la camilla entregándose rápidamente al sueño.
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William comenzó a despertar poco a poco y todo porque se sentía aprisionado contra la cama así que sin dudarlo abrió lentamente los ojos ya que estos aún se encontraban un poco nublados por el sueño.
El rubio no pudo evitar abrir de golpe los ojos al darse cuenta de que la persona que lo aprisionaba contra el lecho era nada más ni nada menos que Dantalion Nightray, el cual en ese preciso momento se encontraba sobre el a ahorcajadas.
— ¿¡Pero que rayos estas asiendo!? —Cuestiono completamente sorprendido, sonrojado y también molesto al ver al pelinegro sobre él.
—Algo que he querido hacer desde el verano —y al tener a William aprisionado con su cuerpo y la camilla no dudo en acortar la distancia que había entre ellos con un dulce beso.
Aunque el contacto había sorprendido al rubio no dudo en responderle quedando fascinado con el sabor de los labios contrarios, lamentablemente el aire les hiso falta a ambos y tuvieron que separarse.
— ¡Que crees que estas asiendo! —exclamo un muy molesto rubio una vez que volvió a la realidad, Dantalion no era tipo de chico al que le gustaba otro chico y se lo había demostrado esa vez en el campamento.
—Besarte o ¿es que acaso no sabes que es un beso? —cuestión burlonamente el pelinegro.
— ¡No juegos conmigo! y ¡¡quítate de encima!! —volvió a decir molesto.
Dantalion no dudo en acatar la orden del rubio y tomo asiento sobre el lecho mientras que William se reincorporaba para quedar sentado sobre la camilla.
—Ahora me puedes explicar, ¿por qué fue todo eso? —cuestiono el rubio con algo de esperanza, realmente quería mucho al pelinegro.
—Como ya te lo dije antes, besarte era algo que quería hacer desde que estábamos en el campamento —respondió Dantalion observando los orbes verdes.
El rubio suspiro.
—Por si no lo recuerdas, ya nos habíamos besado antes —le recordó con algo de tristeza.
—Ese beso no cuenta —le hiso saber —ya que ni siquiera sabía que podía sentir esto por alguien del mismo sexo —volvió a hablar el pelinegro.
— ¿Esto? —cuestiono confundido.
El pelinegro suspiro, cuando estaban en el campamento no había podido decir nada ya que William había desaparecido justo cuando había aclarado sus sentimientos y ahora que lo volvía a ver no se callarían lo que sentía.
—William tú me gustas mucho —confeso sin dudarlo y observando fijamente los orbes color verde.
El rubio ni siquiera podía creer lo que estaba escuchando, aquello no podía ser cierto ¿o sí?, ¿su mente le estaba jugando una broma?, ¿y qué pasaba con el beso de Dantalion y esa chica?.
—Pero si yo… —dudo, ¿realmente le diría el motivo por el cual había dejado el campamento?, William suspiro —yo te vi besándote con una chica unos días antes de que el campamento terminara, ¿Entonces por qué ahora vienes y me dices que yo te gusto? —cuestiono.
—Entonces, ¿esa es la razón por la que dejaste el campamento? —dedujo rápidamente Dantalion, siendo como respuesta un pronunciado sonrojo por parte del rubio.
—Eso no importa —exclamo rojo como tomate —responde mi pregunta —le exigió William.
—Eso solo fue una manera de comprobar que era lo que sucedía conmigo —respondió el pelinegro esta vez posando sus orbes granate en las sábanas blancas de la camilla —siempre estuve consiente de que me gustaban las chicas por lo tanto descubrirme pensando en ti, pensando en un chico era completamente extraño para mí, así que cuando nos besamos por accidente aquello pensamientos se incrementaron y aún más extraño resultaba todo para mi —Dantalion suspiro —entonces cuando esa chica se confesó pensé para mí mismo, “porque no salir de dudas y ver si lo que siento por William es real ¿o no?” —levanto la vista para observar los orbes verdes —y resulto ser completamente cierto, tú me gustas pero resulta que sin decirme nada te marchaste del campamento sin que pudiera decirte nada de lo que siento… por eso ahora que volví a encontrarte no dejare que te marches y si es necesario hare que tú me quieras tanto como yo a ti —finalizo sonriéndole ampliamente al rubio.
El corazón de William por su parte había comenzado a latir descontrolado en el interior de su pecho, así que todo había resultado un mal entendido, realmente se sentía completamente feliz al aclarar todo, aquello solo había sido una equivocación así que sin dudarlo y con una gran sonrisa el rubio se abalanzo sobre el pelinegro quedando esta vez Dantalion recostado sobre el lecho y el de orbes verdes sobre él.
—No tienes que preocuparte por eso —le hiso saber el rubio aun sonriendo —al parecer todo fue un mal entendido y quiero que sepas que tú también me gustas y mucho, Dantalion Te quiero mucho —al escuchar aquello en el rostro del pelinegro afloro una enorme sonrisa de felicidad y sin dudarlo acorto la distancia entre ellos con un beso que poco a poco comenzó a ser más demandante y apasionado.