El baile de Navidad, el evento que ansiaban los chicos y chicas de las 3 diferentes escuelas que cohabitaban ese año bajo el techo de Hogwarts, por fin había llegado, y si, el Hufflepuff había observado al Gryffindor durante casi toda la noche sin mayores intenciones de acercársele, solo lo observó.
Cedric había asistido con su mejor amiga Cho Chang y ahora se encontraba en uno de los bancos dispuestos alrededor de la pista de baile mientras descansaba un poco, no era el mejor bailarín del mundo pero había logrado divertirse lo suficiente además, como estudiante de ultimo año, tenía que ser el ejemplo de la madurez y el recato para los mas jóvenes, en teoría, Cho por su parte todavía se encontraba bailando y disfrutando con sus otros compañeros de 3er año.
Mientras su respiración se serenaba y en sus mejillas se desvanecía un poco el color rosado, el castaño observaba a las personas que como él se encontraban sentadas dentro del salón y le sorprendió ver a Harry y su amigo pelirrojo recostados perezosamente en unos de los bancos.
- ¡Vamos Cedric, no seas aguafiestas!
Era la voz de la asiática que lo llamaba en la distancia, logrando interrumpir su concentración e hizo que desviara su mirada, el baile había liberado endorfinas en ella y se mostraba realmente contenta, su voz era potente y se notaba que no hacía gran esfuerzo en captar la atención del castaño.
- Diviértete tú, creo que me quedare aquí un rato, avísame cuando estés lista para irnos.
Su respuesta fue más bien tranquila, muy gestual y solo ganó una torcida de comisuras por parte de la chica
Quedarse un momento más en ese punto específico del salón representaba sólo tiempo adicional para aprovechar la oportunidad de poder observar al pelinegro sin que este se diera cuenta.
Cuando por fin pudo enfocar su mirada en el menor nuevamente, éste se encontraba sólo en aquel asiento de color invernal sin el saco de su esmoquin, logró notar que Weasley discutía con Hermione mientras se dirigían a los pasillos exteriores del salón y otra vez pasó su disimulada mirada a través de la figura de Harry, el mayor notó que había peinado su crecido cabello oscuro y que por su pulcritud quizás aún su perfume se podía percibir, lo lógico para hacer en un baile era, en efecto, bailarpero desde la apertura del baile por parte de los 4 campeones, no había logrado ver al joven bailar en toda la noche.
Repentinamente Cho se apareció ante él, nuevamente interrumpiendo sus cavilaciones.
- Ya es suficiente para mí, es hora de irnos, gracias por esperarme.
Le ofreció una sonrisa a su acompañante, un cambio considerable a la expresión de concentración de hace unos segundos.
- No se preocupe bella dama, los caballeros para eso estamos.
Dijo con sonrisa burlona, provocándole una pequeña risa y posteriormente le tendió su brazo a la chica.
En la última mirada furtiva de la noche distinguió al pelinegro levantándose repentinamente y tomando su saco para luego salir del recinto con paso apresurado hasta que se perdió a través la inmensa puerta del salón, Cedric podría jurar que estaba viendo en su dirección.