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MI ALL BLUE por Aya Chwan

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Notas del fanfic:

TITULO:

MI ALL BLUE

RESUMEN:

 

Universo One Piece.

 

Tú batalla final.
 Mi sueño de encontrar ese mar legendario.
 Nuestras promesas jamás dichas pero siempre presentes.
 

¿Qué va a ser de nosotros…qué va a ser mí?

ZoSan

N° DE CAPÍTULOS:

One-Shot

AUTOR:

Aya~Chwan

NOTAS DEL FANFIC:

.El fic está ambientado en el universo pirata. En un momento que solo se desarrolla en mi imaginación.

.Todos los personajes pertenecen a Eiichiro Oda. Yo solo los utilizo anónimamente :v

.Puede contener algo de Ooc.

Notas del capitulo:

¡Hola gente guapa!

Aquí traía otro One-shot n.n  Últimamente no he estado del todo bien de salud así que no sé qué tal salió. Pero, me causa sentimiento cada vez que lo vuelvo a leer ;-;

 Recuerden que lo que está en cursiva son pensamientos y/o recuerdos.

Espero os guste y disculpen “Horrores” c:

 

 

 

MI ALL BLUE

 

¿Por qué es tan corta la vida y tan largo el olvido?

 

Sus ojos se abrieron pero la luz era excesivamente fuerte, volvió a cerrarlos y se dejo envolver por el sonido del mar.

Las piernas le dolían en exceso y no sabía si lo que sentía resbalarse de su frente era sudor o sangre. Se preguntó donde estarían Luffy y los demás ¿Qué estarían haciendo? ¿Lo estarían buscando?

Y la cruel realidad le hizo abrir sus lastimadas retinas ¿¡Donde estaba Zoro!? Quiso levantarse pero el dolor en su costado le hizo soltar un alarido. A como pudo, se apoyo sobre sus codos y con la mirada busco al marimo.

La isla estaba casi por completo destruida, no quedaban más que escombros. Comenzó a arrastrarse. Sus piernas le eran completamente inservibles, ya ni siquiera las sentía.

Una tos reseca le atacó. Dolía. Le raspaba la garganta y al soltar un escupitajo miró con horror como era una mezcla de sangre y saliva. No imaginaba que tan mal estuviera,  pero quizás tuviera una hemorragia interna.

El penetrante sol del mediodía le quemaba la piel y su penosa marcha parecía no fructificar. No encontraba más que destrucción. Sus codos seguramente sangraban. La arena de la playa le escocia y el agua salada en lugar de refrescarle le causaba ardor en las heridas abiertas.

 Un horrible mareo le distorsionaba la visión, todo estaba demasiado borroso y la cabeza le punzaba. Seguramente estaba perdiendo mucha sangre.

Las alucinaciones no se hicieron esperar. Veía a Zeff llamándole, sonrisas de clientes satisfechos, a Merry esperándole apaciblemente en un muelle que solo existía en su mente, voces llamándole. Era como una película que se reproducía en cámara lenta ¿Así se sentía estar muriendo?

Rendido, se dejo caer cerca de una rama caída. El dolor era insoportable.

-Me sorprende que aun sigas vivo- una extraña y casi distante voz gruesa provenía de quien sabe dónde, trataba de abrir los parpados pero hasta eso dolía. –No intentes moverte. Agotaras tus ultimas fuerzas- el sonido de un objeto pesado siendo levantado del suelo fue captado por sus oídos.

-¿Qui…?- sus cuerdas vocales estaban destruidas. Había gritado su nombre demasiadas veces

-Tu presencia aquí solo fue un estorbo para él- esas palabras rebotaron en su cerebro, como un eco atrapado en un cuartucho vacío… ¿él? Y su cara, derrotada contra el suelo se alzo súbitamente. Ese hombre no podía ser otro que…

-¡M-Mihawk!- pronuncio con dificultad. Antes sus ojos la regia figura de aquel hombre se alzaba…en su mano, lo que antes había sido su imponente espada, ahora, solo tenía el cabo en forma de cruz y la mitad de la hoja negra… ¿Qué demonios había sucedido? ¿Dónde estaba Zoro?

-Amarte con locura fue su perdición- y ante la expresión llena de pánico del rubio, si brazo se elevo señalando en una dirección –Su cuerpo está por allá, en la playa- y su mundo se derrumbó. El dolor físico no se comparaba al vacio que invadió su pecho. No podía estar muerto ¡No podía estar muerto! No ahora que estaba tan cerca de encontrarlo…El All Blue

-Mien…estas mintiendo…-se dedos se enterraban en la arena ¿Por qué de pronto todo se sentía tan surrealista?

-Está muerto. Yo lo…- dirigió su penetrante mirada al suelo al sentir como el rubio le había tomado el tobillo.

-¡Cállate! ¡N-No te atrevas…!-  como quería descargar todo su ira y todo el dolor que sentía en ese momento, le hubiera clavado las uñas en la piel de no ser por los botines altos que el otro usaba. Odiaba a ese sujeto por querer perturbarle, Zoro no podía estar muerto, era simplemente impensable ¿Cómo iba a morir el mejor espadachín del mundo?

-Él estaba listo para enfrentarme. Es tu culpa que este muerto- sus palabras eran como puñaladas para el rubio, su agarre se aflojo y la desesperación invadió su maltrecho rostro. Su corazón palpitaba tan a prisa que sentía como si su pecho no tuviera suficiente espacio… ¡El marimo tenía que estar bien!

-¡Mientes!- a pesar de su desgarrada garganta, gritó con todas las fuerzas que tenía como si quisiese que alguien más le escuchara. Un hilo de sangre broto de sus labios. El nudo en el estomago, sus ojos acuosos que no le permitían ver con claridad…No quería creerlo ¡No debía creerlo! Mihawk le miró impasible. Que patéticos eran aquellos que se dejaban dominar por las emociones.

-No miento- el pelinegro se puso en cuclillas -Te lo mostrare- alargó su mano y le tomo el cuello de su camisa o lo que quedaba de ella.

-¡No te atrevas a tocarme…Arghh!- Sin ninguna clase de tacto, Ojos de Halcón comenzó a arrastrarle por la playa. Le dolía en demasía, incluso podía escuchar sus costillas crujir. El problema, no era lo insoportable del daño en todo su cuerpo, el problema era el miedo ¿Qué iba a hacer si lo que decía Mihawk era verdad? ¿Con que cara le diría a Luffy y a los demás que por su culpa el espadachín estaba muerto? ¿De qué manera afrontaría aquella ausencia?

Tanto tiempo navegando juntos, enfrentando el peligro, riendo, llorando, preocupándonos y sufriendo.  Ambos sabíamos que este estilo de vida era sacrificado.
 Ambos sabíamos que la mano de la muerte iba a estar siempre cerca de la nuestra, esperando el momento para tomarla y alejarnos de los demás. ¿Por qué tenias que ser tu el primero? ¿Qué hay de tus sueños? ¿Qué hay de nuestros planes? Esas promesas silenciosas ¿Qué pasara con ellas?

Su mente se perdió entre las preguntas y los sueños rotos. El cielo ya no parecía tan hermoso y todo empezaba a perder la razón de ser. Su maltrecho cuerpo estaba siendo arrastrado por la arena, dentro de poco contemplaría como todo lo que conocía, todo lo que quería para sí, yacía sin vida.

-Te preparare el mejor banquete de tu vida solo y solo si, derrotas a Mihawk. Ese sujeto es fuerte pero lo quiera o no, tu eres mejor- el cuchillo golpeando repetidamente contra la madera era lo único que se escuchaba. Se avergonzó un poco por lo dicho y pensó en retractarse.

-Cuando encontremos el All Blue…-hizo una pausa y una casi imperceptible sonrisa cruzo por su rostro -seré el primero en probar uno de tus platillos- sus miradas se cruzaron y con eso, las promesas se sellaron. Las palabras sobraban.

¿Qué iba a suceder ahora? “Cuando encontremos…” ¿Quién se suponía iba a estar a su lado en el momento en que encontrara lo que tanto tiempo había anhelado?

Ojos de halcón finalmente le soltó. No sabía con certeza cuanto le había remolcado pero le daba miedo con lo que se iba a encontrar.

-Ahí- Sanji siguió lentamente el trayecto que marcaba su hombro, siguiendo con su brazo, su antebrazo, hasta llegar a su mano y finalmente su dedo índice…su mirada no quería pasar de ahí y tomando todo el aire que le era posible dirigió sus azules ojos hasta la dirección en la que apuntaba…

-¡Zoro!- ¡Ahí estaba! La intriga iba a terminar por matarle y un golpe de adrenalina le hizo olvidar su dolor, tenía que ir, tenía que socorrerle, no podía estar muerto. Ya habían pasado por esto antes, Kuma no se las había puesto fácil y a pesar que todas las posibilidades estaban en su contra, el alga parlante se había enfrentado a la muerte y había salido victorioso.

Una falsa esperanza le invadió. Quizás solo estaba inconsciente…y entre más cerca estaba, mas rápido moría aquella ilusión.

El suave oleaje mojaba su cuerpo, el agua se teñía de rojo y en los alrededores había sangre manchando la blanca arena ¿Por qué se sentía como un De javú?  Su yukata verde le cubría la mayoría del cuerpo, al parecer Mihawk se había tomado la molestia “Maldito…”

-¡Despierta Marimo!- una vez junto a él, grito con todas sus fuerzas. Su rostro tenía algunos cortes profundos y parecía más pálido. No quería ver bajo su yukata…no quería ver sus brazos, su pecho…Su mano, blanca como la arena se dirigió a su rostro ¿Por qué…por que estaba tan frio?

-¿Qué…?- los sollozos no le dejaban respirar y la cabeza le daba vueltas -…Tus ma…- se calló de golpe y presto atención, casi inaudible, pero estaba seguro que había escuchado una voz ¿Seria que… ¡Seria verdad!?

-¿Zoro?- se acerco lo más que pudo y acerco su oído a los labios del peliverde

-…manos… ¿Q-que…les pasó…?- entrecortada y cansada, pero ahí estaba ¡Era la voz del marimo! ¡No estaba muerto! “¡Sabia que ese presuntuoso no podría jamás contigo…!” se observó las manos y efectivamente, estaban heridas y sucias.

-¿Esto? No es nada…- unas pequeñas lagrimas surcaban su rostro, la emoción le estaba enloqueciendo.

-L...lo siento- el rubio intento controlarse y prestar atención, pero sus ojos se negaban a obedecerle y seguían dejando escapar aquellas gotas de agua salada –no pude…- la respiración de Zoro era inestable, demasiado –no…pude cumplir…m-mi promesa- parecía que estaba delirando y de nuevo el pulso de Sanji se disparaba, quería gritarle que no gastara fuerzas en hacerlo sonar como una despedida pero no quería interrumpirle…¿Y si esas eran sus últimas palabras? –…Kuina- hacia tanto que Zoro no la nombraba ¿Por qué ahora el oxigeno parecía insuficiente? –te veré…cuan...do encuentres el…All Blue…cocinero- a esas alturas el llanto era incontrolable. Tan claro con el agua que mojaba su blanquecino rostro y se resbalaba hasta llegar a la faz de Zoro, era una despedida y el marimo no iba a estar ahí…

-¡Zoro! ¡Idiota no te mueras! Chopper vendrá…y te curara, solo espera- abrazo la cabeza del peliverde contra su herido pecho, como deseaba que escuchara su corazón, si tan solo pudiera mantener latiendo el corazón de Zoro también… -Tu eres..Mi All Blue…- aquellas palabras llevaban su destrozada alma consigo -¿¡Me escuchaste!? ¡TU ERES MI ALL BLUE!- dolía, era horrible. Abrazaba con más fuerza la cabeza del otro y rogaba, a quien fuese que estuviera en la lejanía, que le salvara la vida…Que le permitiera quedarse junto a él.

¿Qué era esa jodida impotencia? Zoro estaba muriendo en sus brazos… ¿Por qué creemos que los demás estarán a nuestro lado por siempre? El llanto de Sanji era tan desgarrador que incluso Mihawk que hacía de simple observador, sintió pena.

“Cuando eres un pirata, tienes que estar preparado para ver morir a tus nakamas por que habrá momentos en los que no podrás hacer mas nada ¿Qué tanto más doloroso es si de verdad le amabas? En la vida de un pirata, no hay lugar para el amor”

Con ese pensamiento en su cabeza, decidió retirarse ¿Qué era el amor a esas alturas? ¿Qué era la vida o la muerte? ¿Para qué estamos destinados? Aunque se lo negara…si el chico rubio no hubiese estado presente, quizás el que estuviera liquidado en la arena hubiera sido él…

-¿Por qué…? ¿Por qué tuve que enterarme que tú eras lo que estaba buscando ahora que te estoy perdiendo?- la opresión, la ira, la tristeza…todo se había juntado y le destruían el corazón. Era insoportable.

-…Encuen…tralo…S-Sanji…por los…- se aferro con más fuerza a esa vana utopía. Y el ojo único de Zoro finalmente se abrió y le miro. Verse reflejado en aquel orbe oscuro que se apagaba lentamente, como una vela, fue lo que le mató en vida –Por los dos…- y su último aliento desapareció en viento junto aquellas palabras.

Se sentía jodidamente culpable, Zoro le había fallado a Kuina por su culpa…su presencia en esa batalla había sido un error y ahora, lo pagaba con creces.

Los recuerdos y las memorias. Los momentos juntos y la constante negación de sus sentimientos. Los planes para el futuro, uno que estaba más inalcanzable que el sol. Todo se había perdido en aquel momento en que el negro de aquellos ojos se ensombreció hasta no decir nada, hasta no reflejar nada…hasta estar muerto.

Y antes de caer en la inconsciencia, la brisa marina le llevo un mensaje…

“Daria mi vida por ti, una y otra vez…”  y quizás la pérdida de sangre le hacía escuchar cosas y finalmente el dolor alojado en lo más profundo de su mente le hacia colapsar. Tantas lagrimas y no iba a estar de vuelta, tanto dolor le estaban rompiendo en miles de pedazos ¿Qué hacer si la única persona que podría reconstruirle de nuevo, ya no estaba? ¿Por qué tantas preguntas y ninguna maldita respuesta?

Y no sabía si moriría o viviría, pero el tormento perduraría hasta que su corazón diera el último latido, fuese ahora o fuese después…

 

 

Notas finales:

 

Hay un extra ¡Sorpresa! C:

Lo estaré subiendo lo más pronto posible ^^/

Mil gracias por leer. Los quiero mucho.

 


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