Él había ido a jugar a una cancha callejera, cerca de su casa. El viento era cálido pero fuerte, movía sus cabellos a su compás. Picaba el balón para luego lanzarlo al aro, encestándolo. Una sonrisa se posó en sus labios.
Esto no hubiera pasado hace meses.
Porque de no haber perdido allá en Japon, a mano de la Generación de los Milagros, la arrogancia seguiría en su vida. Pero ahora se sabía sabio, porque la arrogancia cruzo por su camino.
--¿Nash Gold Jr.…? –Escucho una voz, mientras saltaba a encestar --.
Su mirara se dirigió a la persona que lo llamo, con duda. Lo reconoció fácilmente. Era aquel joven de Japón. Lo detallo con su mirada. No había cambiado.
Mantenía esa aura salvaje, sus cabellos rojos se movían al movimiento del viento.
…pero…
Se quedó pedido en aquellos fieros ojos rojos, además de sorprendido. ¿Acaso la persona frente a él, no estaba en Japón?
No dijo nada, solo se quedó mirando a la persona frente a él. Como idiota… aunque…
¿Quién no se quedaría perdido en aquellos ojos…o en la bonita sonrisa que se posaba en sus labios…?
¡Esperen…! Él no pensó eso, ¿O sí…? Pasar tiempo con sus amigos le pasaba factura.
--Ha pasado mucho tiempo, Kagami Taiga –Rompió el silencio, con una sonrisa de lado --.
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Había regresado a Estados Unidos, por vacaciones. Sus padres y sus hermanos querían que pasara fiestas con ellos. Toda la familia se reuniría para pasarla todos juntos.
Una sonrisa se colocó en sus labios. Había extrañado tanto ese país. Puede que se haya acostumbrado a Japón, pero Estados Unidos era el lugar donde creció y vivió gran parte de su vida.
Se despidió de su nana, saliendo de la mansión. Dirigiéndose a una cancha de básquet, callejera y cercana.
Al llegar allí se encontró con alguien que se le hacía familiar. De cabello rubio dorado, brillante y sedoso, su piel semi acanelada.
Lo reconoció. Había tenido un partido contra él, allá en Japón.
--¿Nash Gold Jr.…? –Llamo, aun dudando, viéndolo saltar para encestar --.
Se sonrojó un poco, lo sabía porque sintió sus mejillas calentarse, al sentir que lo veía intensamente. Quedo sorprendido pero feliz al ver que los ojos del contrario ya no eran arrogantes si no que había amor hacia el deporte.
Una sonrisa se posó en sus labios.
--Ha pasado mucho tiempo, Kagami Taiga –Dijo el otro, rompiendo el silencio que se había creado --.
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Dos semanas habían pasado desde que se había encontrado con Kagami Taiga. Dos semanas donde se encontraban en aquella cancha callejera para jugar un uno contra uno.
Solo por diversión.
O eso quería creer Nash.
Porque desde aquel encuentro, necesitaba tener cerca de él al pelirrojo. Aunque solo sea para jugar o simplemente charlar. Se había enterado de varias cosas que le gustaban y le desagradaban.
Por ejemplo, Kagami les tenía miedo a los perros y sus amigos utilizaban eso a su favor. Por otro lado, le gustaba cocinar y él ya había probado lo exquisito que cocinaba, sin contar que comía mucho.
Cierto, también surfeaba. Le contó. Lo había aprendido de su hermano Hikaru.
También había descubierto un poco de su familia. Su padre era un empresario, al igual que su abuelo materno, su madre era una diseñadora de moda muy famosa. Tenía dos hermanos mayores, Natsuki quien era modelo y estudiaba bellas artes, y a Hikaru el del medio, que estudia económica para hacerse cargo de las empresas de su padre.
Además de tener dos primos de su edad, si mal no recordaba se llamaban: Hanamiya Makoto y Haizaki Shōgo. Aunque de ellos no le conto mucho.
En resumen. La pasaba bien con Kagami.
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Dos semanas, desde aquel encuentro. Al principio nunca espero pasarla bien con el rubio dorado, pero se equivocó. Era agradable pasar momentos con Nash Gold Jr.
En ese tiempo, descubrió varias cosas de su nuevo amigo. Por ejemplo, su padre y el padre del “Mago” eran buenos amigos y socias en algunas sociedades. Eso significaba que pasaban no solo tiempo jugando, si no hablando de diversos temas.
Además se enteró que Nash no quería cerca a su madre, ella lo había abandonado a él cuando era un niño de un año para irse con un hombre. Para luego regresar cuando el cumplía 7 años, para volver a estar al lado del padre de Nash, solo por su fortuna. Porque a la madre de Nash solo le importaba el dinero.
No tenía hermanos ni primos, aunque sus amigos en el equipo eran como unos hermanos adoptivos.
Sin saber porque, le agradaba pasar tiempo con Nash…
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Era año nuevo y su padre dio una fiesta. Por supuesto, la familia de Taiga estaba invitada. Eso lo alegro más de lo que esperaba. Sus amigos se dieron cuenta de eso, haciendo chistes y bromas, sacándole más de un sonrojo.
Decidiendo que era suficiente, camino hacia el menor de la familia Kagami.
--Hola, Taiga –Le sonrió, levemente, recibiendo un sonrojo y una tímida sonrisa --. Buenas noches, señor Kaito –Extendiendo su mano, siendo recibida por el mayor --, buenas noches, señora Mei –Le da un beso en una de sus manos --. Está muy bella esta noche, señorita Natsuki –A la modelo también le dio un beso en la mano, teniendo a cambio una mirada divertida --. Es un placer conocerlo al fin, joven Hikaru
--También es un placer, joven Nash –Recibió una sonrisa, pero percibió como los hermanos de su amigo, compartían una mirada cómplice --. Joven Nash, le sería mucho pedir que acompañara a mi hermano Taiga…
--Onii-sama –Dijo avergonzado Taiga, sobresaltándose al sentir como Nash le rodeaba su cintura --.
--Será un placer cuidar de su hermano…
Antes de llevarse a Taiga, le pareció escuchar un: “Ojala y mañana ya sean pareja…”
Eso lo avergonzó, pero sonrió mirando de reojo al pelirrojo. Esa noche, haría lo que más deseaba.
Sin importarle las consecuencias.
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Allí estaba, en la mansión del padre de Nash, en compañía de sus padres y hermanos, era la noche antes de año nuevo. Eso le saco una sonrisa.
Aunque quería desaparecía al escuchar los comentarios de su hermana, que junto a Hikaru lo avergonzaban diciendo que él y Nash hacían una linda pareja. Estaba por decirles que se callaran pero llego el “Mago”
--Hola, Taiga –Le saludo sonriéndole, sonrojándolo un poco y él también sonrió tímidamente – Buenas noches, señor Kaito –Saludo Nash a su padre, estrechándole la mano --. Buenas noches, señora Mei –Nash beso la mano de su madre --. Está muy bella esta noche, señorita Natsuki –Taiga no lo admitiría pero al escuchar eso le molesto mucho --. Es un placer conocerlo al fin, joven Hikaru
--También es un placer conocerlo, joven Nash –Dijo su hermano sonriendo, pero vio como sus hermanos compartían una mirada complica, sufrió un escalofrío --. Joven Nash, le sería mucho pedir que acompañara a mi hermano Taiga…
--Onii-sama –Dijo con las mejillas muy rojas, deseaba gritarle, pero en eso siente unos brazos rodearle la cintura --.
--Sera un placer cuidar de su hermano…
Se dejó llevar por el rubio, escuchando como su hermana decía: “Ojala y mañana ya sean pareja”
Quiso gritarle, pero no armaría un escándalo. Miro al rubio, que sonreía, y lo decidió.
Sin importarle nada, se confesaría esa noche.
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Sentía como su corazón latía con fuerza, temía que el tigre lo escuchara…pero mirándolo ahí, conversando con sus amigos, lo tranquilizaba un poco.
Su vista se desvió hacía su reloj. Faltaban solo 5 minutos para las doce, y un año nuevo comenzaría. Sonrió de nuevo. Tomo la mano de Taiga, jalándolo hacia su cuerpo.
--Nash… --Susurro avergonzado el pelirrojo --. ¿A dónde vamos…?
--Shhhhh… Confía en mí –Pidió, un poco nervioso --.
Lo condujo hacia los rosales de su hogar, se detuvo, sintiéndole chocar contra su espalda. Se dio vuelta. Admirando el sonrojo del Kagami.
--Nash…
Él no dijo nada, solo lo tomo de la cintura…La cuenta hacia atrás comenzaba.
10
9
8
--Lo siento, pero no resisto más –Susurro acercando su rostro hacia el contrario --.
7
6
5
--Te amo, te amo como nunca ame a nadie –Confeso --.
--Yo…
4
3
2
--Te entrego mi corazón…
1
Lo beso, posando sus labios en los rosados y entreabiertos del contrario. Fuegos artificiales estallaron al hacerlo. Saboreo su boca, colando su lengua en esa cavidad e invito a su habitante a jugar entre ellos.
++++
Se estaba divirtiendo mucho, los amigos de Nash eran amigables y le agradecían que él junto a la generación de los milagros, les haya mostrado un nuevo nivel de juego. Uno que se jugaba por el placer de jugar.
Sintió una mano en su muñeca, jalándolo hacia el cuerpo de Nash. Lo miro un poco molesto, pero sonrojado.
--Nash… --Lo llamo en un susurro, mirándole claramente avergonzado --. ¿A dónde vamos…?
--Shhhhh… Confía en mi –Lepidio, y Taiga lo noto nervioso --.
Se dejó guiar, hacia el jardín. Sonrió un poco al ver las flores. Choco contra la espalda del rubio, se había detenido y no le aviso. Vio cómo se giró, quedando frente a frente. Se sonrojo, la mirada del otro era como un torrente de distintos sentimientos.
--Nash… --Susurro, saboreando el nombre del rubio --.
Más no hubo respuesta verbal, el mago lo abrazo de la cintura. Su sonrojo se incrementó y escucho como la cuenta hacia atrás, comenzaba.
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--Lo siento, pero no resisto más –Escucho el susurro del rubio, confundiéndolo --.
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5
--Te amo, te amo como nunca ame a nadie –Se sonrojo furiosamente, al escuchar la confesión --.
--Yo… --Quiso hablar pero no pudo --.
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--Te entrego mi corazón… --Le dijo acercando un poco más su rostro hacia el de Taiga --.
1
El menor de los Kagami entreabrió sus labios, sintiendo casi al instante el tan anhelado beso. Que esperaba con ansias desde hace algunas semanas. Sintió como un intruso se metía dentro de su boca, obligando a su lengua a jugar con la contraria.
Escucho los fuegos artificiales…pero se concentró más en aquel beso. Coloco sus brazos, alrededor del cuello del mayor de edad. Sintiendo como los brazos del rubio se ajustaban a su cintura.
--Te amo, yo también te amo –Se confesó, con mejillas rojas y labios hinchados --. Cuidare de tu corazón… si prometes cuidar del mío…
--Lo prometo…como prometo amarte como te lo mereces, cariño –Sonriendo de felicidad, Nash volvió a besarle --.
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Extra
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--Al fin se confesaron –Susurro Kagami Natsuki, con su celular en la mano, sacando fotos a la recién pareja --.
--Natsuki, por favor, basta… --Pidió avergonzado Hikaru --.
--Hacen linda pareja –Asintió Silver, feliz de ver a su amigo con el pelirrojo --.
--Cierto… –Sonrió Natsuki al amigo de su cuñado --.
--Mi bebe ya tiene pareja –Suspiro Kagami Mei, con ojos soñadores --. ¿Qué esperan ustedes dos…? –Pregunto a sus hijos mayores --.
--Nah, más adelante –Comento Natsuki, sin darle mucha atención a su madre --.
--Madre –Hikaru miro decepcionado a madre --…madre…
--¿Si, Hikaru-chan…?
--Creo que padre le busca…
--Ups… Yo aquí no estuve –Les dijo, encaminándose hacia la fiesta --.
--Onee-sama, joven Silver… --Los llamo --. Sera mejor que los dejemos en paz…
--…pero…
--Otro día podemos advertirle a nuestro cuñado que cuide a nuestro pequeño Red Tiger…
--Eso me gusta más…
Sin decir ninguna palabra más, Hikaru, Silver y Natsuki se retiran dejando solos a la nueva pareja.