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Caerás cueste lo que cueste por ines111

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Notas del capitulo:

¡Hola!


Aquí vengo con el nuevo capítulo en el que ya podemos adentrarnos más en la relación de este par.. <3


Aunque no se si hay alguien que siga leyendo la historia D: si porfavor hay alguien que se manfieste con un review. Para un escritor es muy importante saber si su historia es leída y disfrutada. ¡Espero que lo comprendan!


Bueno, sin más dilación, ¡les dejo el nuevo capítulo! 

─Dame un beso ─susurró acercándose a los labios de su novio.


 


Rin y Sousuke estaban en el cuarto tumbados sobre la cama del pelirrojo. Mañana tenía examen de Literatura y lo que menos le apetecía en ese momento era estudiar a Lope de Vega. Quería estar con su novio.


─Tienes que estudiar Rin. Tu madre nos matará si suspendes el examen.


─¡Solo quiero un beso! ─infló sus mejillas en un puchero y frunció el ceño molesto.


─Te recuerdo las condiciones que puso tu madre para aceptar nuestra relación.


─Se lo tomó bastante bien, la verdad ─sonrió y con un rápido movimiento se tumbó encima de su novio─. Un beso no hace daño a nadie, ¿no crees?


Sousuke sonrió y con un rápido y sutil movimiento cambió las posiciones. Ahora el pelirrojo era el que estaba acorralado contra la cama con Sousuke encima de él mirándole fijamente.


─Te daré todos los besos que quieras una vez te hayas aprendido el tema, ¿de acuerdo?


─De acuerdo ─sonrió arrogante. Al menos había conseguido su objetivo.


Sousuke sonrió victorioso y se levantó de encima de Rin para tumbarse nuevamente sobre la cama enfrente de su novio.


 


La madre de Rin se lo había tomado bastante bien. ¿Podría decirse que estaba hasta feliz por ellos? Lo único que había cambiado es que ahora ya no pagaba sus clases. Sousuke no podía permitirle a su futura suegra pagarle las clases que le da a su novio. No era algo aceptable. Ahora, había comenzado a darle clases a una amiga que necesitaba asi que el dinero no era un problema. Además, gracias a las clases podía pasar más tiempo con su novio.


 


~Flashback~


 


─En 1789 ─contestó el pelirrojo mirando a su ahora novio.


─Muy bien ─se acercó a sus labios con una sonrisa y los besó.


─Así si que me dan ganas de estudiar ─comentó con una pequeña sonrisa al separarse de los labios del moreno─. Creo que deberíamos de emplear este método de estudio más seguido.


─¿Sí verdad? ─sonrió volviendo a atacar los labios de su novio─ yo también lo creo.


Rin sonrió dejándose besar por su novio. Que fuera su profesor particular tenía bastantes ventajas. Además de poder pasar más tiempo juntos, a la hora de la clase no había nadie en su casa.


Se separó de sus labios con una sonrisa y se levantó.


─¿Adónde crees que vas? ─le sujetó de la cintura.


─A por algo de comer, tanto estudio me da hambre ─sonrió pícaro─ ¿quieres algo?


─Sí ─le atrajó hasta él tirándole sobre la cama─ a ti.


Comenzó a besarle suavemente el cuello. Repartiendo pequeños besos y mordiscos por cada poro de su expuesta piel.


─S-Sousuke amor ─suspiró extasiado por lo que le producía aquellos besos de su novio. Sabía que su cuello era su punto débil. Y no solo él era consciente de su debilidad, Sousuke también lo sabía y se aprovechaba bastante de ello.


─¿Mgh? ─levantó la mirada dejando por un momento de besar el cuello de su hermoso novio.


─Si me dejas ir a por algo de comer luego te recompensaré, te lo prometo.


─De acuerdo ─se apartó del cuello de su novio dándole espacio para poder levantarse.


Rin sonrió satisfecho levántandose de la cama.


─Espero que la recompensa merezca la pena ─comentó Sousuke con una sonrisa pícara, pegándole un juguetón pellizco en el culo. Luego, le guiño el ojo viendo como este se sonrojaba.


 


Rin volvió a su cuarto y se tumbó sobre la cama dejando la bandeja entre el cuerpo de su novio y el suyo. La bandeja constaba de dos chocolates calientes, churros y, ¿eso era una bandeja de pockys?


─¿Pockys? ─preguntó Sousuke extrañado mirando a su novio.


─Pockys ─sonrió─ ¿no quieres?


─Sí


Se estiró para poder coger uno de la caja cuando, de pronto, Rin la cogió y se la escondió detrás de su espalda. Sousuke le miró extrañado.


─No amor ─negó con la cabeza divertido─ los Pockys no se comen así.


─¿Ah sí? ─enarcó la ceja divertido─ ¿y cómo se comen?


Rin sonrió satisfecho, abrió la caja de Pockys y, ante la atenta mirada de su novio, cogió uno y se lo colocó en la boca.


─Si lo quieres ven a por él ─le retó con la mirada.


Sousuke se acercó, no sin antes apartar la bandeja a un lado de la cama para poder pegarse más al cuerpo de su novio, sonriendo. Al estar lo suficiente cerca, se estiró viendo como Rin se mantenía firme, sin mover ni un solo músculo, mirándole fijamente. Al llegar a la punta del Pocky, comenzó a morderlo viendo como Rin le copiaba la acción, haciendo que el palo de chocolate se hiciese cada vez más pequeño. Ya tan solo la pequeña distancia de unos centímetros les separaba, Sousuke con una sonrisa mordió el pedazo de Pocky que quedaba juntando así sus labios con su novio.  Comenzando así una lucha, en la que poco se necesitó para que sus lenguas estuvieran batallando por el control de la boca ajena. Rin mordió su labio inferior con deseo. Joder, como le ponía eso maldición. Sin aplastar a su novio y sin separar sus labios ni un solo segundo le recostó poco a poco sobre la cama quedando tumbado encima suya.


Estaban tan absortos en devorarse mutuamente que no se enteraron cuando la puerta de la casa fue abierta.


─¡Rin hijo! ¿queréis algo para..?


─¡!


─¡¡¡¡Kyaaaaaaaaaa!!!!!


Al escuchar aquel grito se separaron rápidamente sin romper la posición en la que estaban. Sousuke encima de Rin acostados en la cama.


─¡M-Máma! ─gritó pálido─ ¡e-esto no es lo que parece!


Su madre les había pillado. Estaba en la puerta de su cuarto mirándoles totalmente roja y con los ojos completamente abiertos. Joder, Sousuke era hombre muerto.


─S-Señora Matsuoka, p-puedo explicarlo ─intentó excusarse. Ahora sí, iba a morir por enrollarse con un chico cinco años menor. Aún peor, la madre de Rin les había pillado dándose el lote en su propia casa.


La madre de Rin se acercó con pasos rápidos y se sentó en el suelo de la habitación de su hijo mirándoles a los dos.


─¿Desde cuándo estáis juntos?


─D-Desde hace dos semanas ─contestó el pelirrojo. Ya les había pillado, ¿para qué mentir más?


─¡¡Kyaa!! ─gritó emocionada─ ¡no sabéis lo feliz que me haceis!


Cabe decir que las caras de Rin y Sousuke eran todo un poema. ¿Qué estaba pasando? ¿no iba a matarles? ¿por qué?


─Desde que llegastes a esta casa quería que salieses con Rin. ─aclaró mirándoles fijamente─. Hey, no me mireis así, ¡no es mi culpa que os veais tan tiernos juntos! ─se explicó sonriendo.


Rin y Sousuke no pudieron evitar la sonrisa que les salió.


─Eso sí ─cambió su mirada a una seria y miró al moreno─. Cómo le hagas sufrir te mato.


─No se preocupe señora Matsuoka, no pienso hacerlo ─sonrió sincero buscando la mano de su novio para entrelazar sus dedos con la suya.


─¡Kya! ¡son demasiado tiernos! ─sonrió─. Ah sí, otra cosa, cuando hagais cositas por primera vez se cuidadoso con él, es virgen.


─¡M-Mamá! ─gritó totalmente rojo. Quería que la tierra le tragase en ese mismo instante.


─¿Qué pasa? ─sonrió como si no hubiese dicho nada─. ¡¡¡No me digas que no eres virgen!!! ─grito horrorizada.


─¡C-Claro que sí! ─contestó totalmente rojo─ ¡pero no tienes porque ir diciendo esas cosas!


─Lo siento cariño. Solo quería advertirle a tu novio, no te preocupes ─sonrió─. Bueno, os dejo a solas para que sigas “estudiando“ ─aclaró irónica con una sonrisa.


Salió del cuarto de su hijo, era la primera vez que veía a Rin tan feliz y tan rojo por alguien. Su hijo no era de los típicos de tener novios. Sonrió, Sousuke era perfecto para él.


Rin quería que se le tragase la tierra en ese mismo instante, estaba totalmente rojo y Sousuke no dejaba de burlarse de él con una sonrisa. Mataría a su madre nada más que su novio se fuese.


 


~Fin del Flashback.~


 


Comenzó a sentir un pequeño cosquilleo y besitos sobre su cuello. Rin se había vuelto a tumbar encima suya dejando el libro apartado. Sonrió mirándole.


─Aún no has terminado de estudiar la maravillosa vida de Lope de Vega, Rin.. ─le recordó.


─Estabas distraído y quería devolverte a la realidad ─susurró contra su cuello siguiendo dejando pequeños besos─. ¿En qué pensabas?


─En el culazo que ha entrado hoy en la comisaría ─confesó con una mueca graciosa. Quería ver la reacción de su novio.


─¿Cómo? ─dejó de besar su cuello y levantó la mirada fijándola en sus ojos.


─Eso, ha entrado una rubia con un culo a la oficina que..


─¿Ah sí?


Se levantó levemente acomodando sus piernas a los costados del cuerpo de su novio quedando así de rodillas. Sonrió y se agachó hasta la altura de su oído. Cogió las manos del moreno y las colocó sobre su trasero.


─¿De verdad que te gusta más su trasero..? ─susurró a su oído. A continuación, mordió y besó su lóbulo.


Maldición, la pequeña travesura le había salido mal. Sólo quería molestar a su novio. No tenía pensado que las cosas se tornarán de esa manera. Joder, ahora era él el que tenía un problema. Y si seguía de ese modo quien lo iba a tener iba a ser su entrepierna. No pudo evitar el apretar aquel majestuoso trasero. No se retractaría en lo que pensó nada más conocerle, era el mejor trasero que había visto en su vida. Lo tenía duro y era una delicia tocarlo.


Rin comenzó a trazar un camino de besos húmedos desde su oreja a su cuello. El moreno suspiraba por aquello. Sonrió orgulloso y repitió el camino de vuelta.


─Estoy seguro de que ahora no estabas pensando en el culo de aquella rubia, ¿me equivoco amor? ─sonrió orgulloso viendo como la nuez de Sousuke subía señal de haber tragado saliva. Le había pillado─. Más bien en el culo de un pelirrojo que te vuelve loco.


─Me has pillado ─sonrió inocente─ ahora, de vuelta a Lope de Vega.


─No quieroo~


Infló sus mejillas en un puchero que a Sousuke le pareció adorable. Se acercó a sus labios y los besó de forma tierna.


─Ya te he dado un beso. Ahora vuelve a Lope de Vega, que te está esperando.


─Creo que me satisfacería más que tu ─le guiñó el ojo travieso.


Se tumbó completamente sobre el moreno y se acercó a sus labios. Sousuke, más listo, se apartó con una pequeña sonrisa.


─No más besos hasta que acabes.


─Al final me voy a terminar yendo con él. No me satisfaces.


─¿Me vas a ser infiel con el mayor influenciador del teatro Barroco? ─preguntó con una pequeña sonrisa.


─Sí


─¡Qué cruel eres! ─gritó dramatizado.


Rin se levantó con una pequeña carcajada. De pronto, sintió un pellizco sobre su parte trasera.


─¡Oye! ─gritó─ ahora no creas que puedes recuperarme tan fácilmente. Estoy con Lope.


─¿Ah sí? ─enarcó una ceja divertido.


─¡Sí! ─le sacó la lengua y se giró dándole la espalda con los brazos cruzados.


Sousuke se levantó de la cama con una sonrisa y se acercó a Rin. Rodeó su cintura con sus brazos y le atrajó a su cuerpo abrazándole por la espalda. Acercó sus labios a su oído.


─Me encantas.. ─susurró.


─Ya lo sabía ─contestó arrogante con una pequeña sonrisa.


Sousuke enarcó una ceja. Rin se giró con una enorme sonrisa en sus labios y le besó. Al terminar el beso se separaron y el moreno le acarició la mejilla con ternura.


─Ahora sí, a Lope de Vega ─sonrió ante la mueca del otro─. Has conseguido más besos de los que deberían haber sido, no puedes quejarte.


─Yo siempre consigo lo que quiero, ¿te lo recuerdo?


─Tienes razón ─sonrió recordando─. Caí completamente a tus pies.


─Exacto


Rodeó su cuello con sus brazos acercándole a él. Quería más besos e iba a conseguirlo.


─Lo siento Rin, pero esta vez si que no ─apartó sus brazos─ a Lope de Vega.


─Solo quiero un beso más.


─Nos conocemos Rin y no quieres solamente uno más.


Maldición, le había pillado.


─Puedes darle todos los que quieras a Lope. ¿No crees que se pondrá contento?


─Que te den capullo ─le sacó el dedo. Aunque, no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro.


─Yo sé que me amas.


Rin sonrió y se sentó sobre la silla del escritorio. Sousuke le siguió con una sonrisa.


Y así, Sousuke consiguió que Rin se pusiera a estudiar. Y el pelirrojo entre frase y frase, conseguía algún que otro beso. Porque Sousuke no podía resistirse.


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