— ¡Eres detestable! —mingyu soltó sin remordimiento alguno, a pesar de que se trataba de una mujer. Se levantó de la banca que estaba pintada de una tonalidad verde ocre, típico color para las bancas de los parques y típico lugar para una confesión de amor o infidelidad — ¿Qué hice mal?
Consternado por las últimas palabras de su novia y la cólera inundando su sistema, huyo del lugar. A los lejos oía la voz ahogada de un llanto. La joven chica de cabello corto y castaño se situó de nuevo en la banca y lágrimas de arrepentimiento asomaban por sus facciones delicadas.
Mingyu desde niño sabía que las mujeres eran una pérdida de tiempo y dinero. Aun recordaba a esa niña de 7 años que le había tirado arena en la cara por decirle bonita. Y la terrible confesión que hizo a los 13 años por la cual gano un escupitajo en la cara. Nunca pensó que iba tener tan mala suerte con ellas. Su primera relación fue a los 15 y todo termino cuando la vio con su amigo JongHyun besándose en el parqueadero de la escuela. Aun no comprendía porque su suerte en el estudio era tan buena, pero en el amor era una completa porquería. Relación que entra, relación que es maldita por Xolotl.
El teléfono que estaba metido en su bolsillo delantero empezó a emitir una vibración. Mingyu aun decepcionado y sin ganas lo saco y vio por la pantalla un nombre bastante conocido.
— ¡Hola! —saludo una animada voz al otro lado. Mingyu sin ánimos contesto a su amigo. Wonwoo escucho la voz dolida de su amigo y supo que otra vez se había repetido la misma historia — ¿Mingyu dónde estás? Voy por ti, estoy andando en mi auto.
—En el parque de siempre —declaro sin mucho esfuerzo. Ya su mente y cuerpo se habían resignado con el amor pero la traición de cada una de sus parejas era tortura en su momento.
— ¡Ok ya voy! —exclamo el pelinegro quien de inmediato corto y comenzó con la preparación mental
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— ¡Bienvenidos! —saludo animado Soonyoung. Después de la reverencia pudo observar que no eran clientes quienes entraban sino sus amigos — ¡Mingyu! ¡Wonwoo! ¿Qué hacen por estos alrededores?
Mingyu paso a lado del rubio buscando un lugar donde sentarse. Soonyoung quien no entendía la situación se giró hacia Wonwoo con interrogantes en su mirada. El pelinegro solo coloco una mano encima del hombro del susodicho y en voz baja añadió:
—Soonyoung danos una mesa y no hagas preguntas por el momento más tarde hablaremos —susurro.
—Está bien —Hizo una breve pausa antes de alejarse —Solo una cosa, tan seria es la situación.
Wonwoo negó con la cabeza. Su cara mostro una expresión aburrida y se alejó de Soonyoung para acompañar a Mingyu. La campana que estaba colgada en la puerta de la entrada sonó indicando que una nueva persona estaba entrando. Soonyoung no pudo hacer la típica reverencia por un grito excitado y un abrazo efusivo.
— ¡Soongyoung! —Trato de pronunciar un joven chino — ¡te extrañe tanto!
Soongyoung no entendía lo que sucedía hasta que tomo el rostro del chino en sus manos y se fijó que era su novio. Ming Hao lo observaba con entusiasmo contenido y sin esperar le dio un pico en los labios a Soongyoung. El rubio al reaccionar y percatarse del momento abrazo nuevamente a Ming Hao con fuerza. Su novio se había ido a China hace tres meses y desde entonces trato de vivir sin las típicas palabras incoherentes de Ming y sin su desorden.
— ¡Oh Ming Hao! ¿Qué haces aquí? Dijiste que ibas a llegar la próxima semana —declaro el rubio con una sonrisa en su cara. El joven chino se soltó del agarre y llevo a su novio a la parte trasera de la cafetería.
— ¡Primero te necesito! —exclamo el chino y se abalanzo hacia su novio.
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— ¡A Soongyoung se lo trago algo o que! —expreso Mingyu al ver ni un solo rastro del joven. Wonwoo sabía que Mingyu no tenía ganas de hablar sobre lo sucedido. Suspiro nuevamente y por primera vez en el día se fijó en las ojeras que traía el más alto. Sabía que Mingyu era un hombre muy atractivo y su altura era algo que lo dejaba sin aliento. Su rostro perfilado y esa sonrisa de comercial que traía siempre era su mayor debilidad. Aun no podía creer porque las chicas terminaban traicionando a chico tan apuesto. Estúpidas.
—Mingyu deja de evadir el tema —hablo cansado wonwoo.
— ¿Qué quieres que te diga? —pregunto derrotado. Recordó el acontecimiento de esa mañana y un aura de tristeza y dolor se instaló en la mesa que estaba ubicada a lado del ventanal de vidrio de la cafetería.
— ¡Hola Wonwoo! —saludo un camarero muy conocido para el nombrado. Este levanto la vista y sonrió a su compañero de trabajo.
— ¡Hola Jun hui! ¿Qué haces aquí? Tú trabajas los fines de semana —declaro el pelinegro. Mingyu seguía como un espectro del más allá y decidió guardar silencio. No quería dirigir la palabra a nadie. Wonwoo frunció el entrecejo y rodo los ojos por el infantil comportamiento de su amigo y regreso su mirada con una sonrisa.
—Ah... ya sabes el dinero nunca esta demás —hablo mirando con interés al joven atractivo que conservaba su mirada en los transeúntes que iban y venían por las calles. Wonwoo no perdió ese detalle y sin ser muy grosero ordeno.
— ¡Que te parece si nos traes dos americanos bien helados! —exclamo con rapidez. El joven chino asintió sin perder detalle del chico sentado frente a su compañero. Y desapareció de la escena. Durante su estadía como trabajador nunca había visto a ese joven.
—Mingyu deja esa cara de perro moribundo y levántate como lo has hecho siempre —ordeno el pelinegro. Siempre que una chica le daba calabazas a Mingyu el joven de ojos muy rasgados se convertía en su terapeuta.
—Wonwoo porque me pasa esto —wonwoo volvió a resoplar y miro su reloj para ver la hora. Esto le iba a tomar tiempo otra vez— ¡Acaso soy muy feo!
Wonwoo quiso reírse en su cara, pero no sabía si era buena idea.
— ¡Acaso huelo feo! —adivinaba Mingyu mientras movía la cabeza de lado a lado inhalando inseguro.
— ¡Pero qué dices Mingyu! Eres el hombre más atractivo que he visto en mi vida! —Hablo muy seguro wonwoo, pero luego se arrepintió de semejante declaración — ¡Digo eres aceptable!
— ¡Dudaste, entonces no me estás diciendo la verdad! ¡Dios! ¡Soy feo y mi mejor amigo me lo acaba de decir! —dijo Mingyu tomando sus cabellos mirando con desesperación a la mesa. Wonwoo era consciente del drama que su amigo estaba dando en el lugar y por ridículas razones.
—Mingyu por favor deja de decir tantas estupideces —pidió el pelinegro harto de la exageración. Varias personas dirigieron su mirada curiosa hacia ellos y eso era incómodo para wonwoo, se maldecía por a ver traído a su amigo a un lugar público.
— ¡Aquí tienen su pedido! —exclamo Jun Hui sin quitar la vista de Mingyu. Este simplemente se rascaba la cabeza con exasperación. Ignorando cualquier mirada.
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— ¡ten y termina tu drama ya! —pidió wonwoo. Tomo asiento a lado de Mingyu y pudo observar como la nuez de adán de su compañero se movía con gracia mientras bebía la soda que le había pasado. Se encontraban en el apartamento de wonwoo escudriñando acerca de las posibles soluciones al problema del más alto.
Mingyu contemplaba la pequeña sala sin mucho interés, su vista vagaba por toda la habitación mientras meditaba. Su vista capto una foto de wonwoo con uno de sus amigos americanos, siempre se encendía cierta molestia en el cuándo veía esa foto. Wonwoo había vivido su infancia en américa pero todo se desmorono por la aventura que su padre había tenido en su oficina de trabajo. La señora Jeon siempre tuvo un carácter fuerte y orgulloso eso la llevo a dejar su vida en américa e iniciar algo nuevo con su hijo en Corea. Wonwoo nunca culpo a su padre por la separación y en vez de cortar lazos con él, decidió ser más unido. Cada año lo va a visitar en días festivos.
Mingyu rodo los ojos con amargura. La odiosa foto le restregaba en toda la cara el beso que el americano le dio en la mejilla a wonwoo. El pelinegro salía sonriente y sus ojos se perdían en una gruesa línea de delineador negro. El momento se inmortalizo a través de ese papel protegido por un marco con vidrio. El alto sabía que wonwoo era libre hacer cualquier cosa, pero besarse con otro chico. Un beso entre chicos, un jodido beso. Y de forma inesperada a su mente llego una interesante propuesta.
— ¡Wonwoo! —dijo Mingyu con un tono de voz alta.
— ¡mmm…! —wonwoo estaba cansado de escuchar a su amigo decir tonterías, ya había conseguido bastante toda la tarde.
—El problema es solo con chicas y si pruebo algo nuevo —menciono el pelinegro alto con una expresión llena de esperanza.
Wonwoo enderezo su cuerpo y dirigió su mirada hacia su amigo, quien se había vuelto loco oficialmente. MIngyu encontró la mirada del más pequeño y se fijó que lo miraba como si fuera un ser extraño de cinco cabezas.
— ¿A qué te refieres Mingyu? —pregunto wonwoo con una mirada incrédula. Mingyu sonrió de nuevo y con solo una mirada dio entender mucho — ¡Pero qué demonios! ¡Que yo sepa eres un jodido hetero!
—mmm… sí... Pero que tiene de malo experimentar — inquirió tranquilo —Además no tienes derecho a juzgarme y menos si te consideras bisexual.
— ¡Eso es distinto Mingyu! No sabes lo que es besar a un hombre o interactuar de forma romántica con uno —trato de exponer los puntos débiles wonwoo.
—Como te dije voy a experimentar —insistió el morocho sin dar ningún paso atrás. Estaba harto de las infidelidades de las mujeres, ahora quería probar algo nuevo y si tenía suerte tal vez encontraría el amor verdadero pensó positivo.
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La cafetería Kim nunca se había visto tan desolada. Era un sábado y se suponía que debía ver más clientela que un ocupado día entre semana. La imagen era tan triste que los meseros se limitaron a sentarse y conversar entre ellos. Wonwoo pasaba un trapo al mesón dejando un notable brillo sobre este.
—Wonwoo puedo hacerte una pregunta —hablo Junhui cerca del mencionado. Wonwoo distraído por su tarea solo asintió — ¿Quién era el chico de la otra vez?
En la cabeza de wonwoo se escucharon sirenas que activaron las alarmas de cada sentido de su cuerpo. El tono meloso que se escuchó en la pregunta era una clara advertencia. Tenía que actuar con cautela para evitar un augurio desafortunado.
— ¿Cuál chico? —wonwoo no daría el nombre de Mingyu ni por la mayor fortuna en esos momentos y menos si su amigo quería experimentar. Así se llama el nuevo capricho del cabeza hueca pensó el pequeño joven.
—Hablo del chico con el que viniste la última vez —insistió Junhui. El castaño no era ningún idiota su sexto sentido le decía que su compañero no quería hablar por una razón, lo había notado por su forma de agarrar el trapo con el que estaba limpiando el mesón. Junhui pudo presenciar la tensión en el aire.
— ¡No recuerdo! —Exclamo girando para verlo frente a frente y al instante se le ocurrió desviar el tema — ¿Ya terminaste de guardar los granos de café?
— ¡Si! En serio no lo recuerdas, es un joven muy alto. Puedo decir que mide 1,80 cm y trae el cabello oscuro —Junhui hizo hincapié del atractivo.
Wonwoo no sabía cómo deshacerse del chico, pero toda preocupación se esfumo cuando escucho la campana de la puerta. Ambos jóvenes se inclinaron en una reverencia y levantaron al mismo tiempo la cabeza para saludar al futuro cliente.
Junhui abrió los ojos con sorpresa y en su cara se instaló una sonrisa que termino con una mordida en su labio inferior. Wonwoo sintió que todo se iba por la borda en ese corto instante, hablaron tanto del rey que decidió aparecerse.
— ¡Hola Wonwoo! —saludo Mingyu con una mano alzada.
Antes de hablar el pelinegro sintió un empujón que lo deje fuera de la vista de su amigo. Alzo la vista con rapidez y pudo ver como el castaño se había acercado a Mingyu y frunció el ceño por el agarre tan atrevido de su compañero.
— ¡Hola, me llamo JunHui! —se presentó el chico y Mingyu observo con detenimiento las facciones de este y por su cabeza paso la fabulosa idea de iniciar su travesía por el misterioso mundo de la bisexualidad.
— ¡Hola Soy Mingyu! —saludo el alto con una sonrisa simpática. Junhui experimento la buena atmosfera y decidió aprovecharla.
— ¿Quieres algo? ¿Un te? ¿Un americano o tal vez un postre? —ataco con preguntas y el más alto había olvidado por completo la razón del porque había decidido aparecerse por ahí.
Entretanto Mingyu seguía una conversación coqueta con el joven castaño, quien en su mente empezó a recordar las técnicas de la seducción. Wonwoo miraba la escena sin poder creer que su amigo heterosexual este coqueteando con un hombre, no supo que hacer y prefirió seguir con la limpieza. Sintió una mano en su espalda y con un ligero movimiento de cabeza busco al dueño de ese contacto.
— ¡No crees que el mesón ya tiene suficiente brillo —musito Soongyoung. El pelinegro dejo el trapo encima y se fue a la parte trasera del café. El joven rubio no comprendió la actitud de su compañero y levanto su vista buscando posibles respuestas. En el acto se topó con Mingyu conversando con el nuevo mesero.
— ¡Eh Mingyu! —llamo y este levanto la cabeza de su conversación encontrando la sonrisa de un rubio.
—Me disculpas —hablo Mingyu dejando a lo que sería su primera conquista. Junhui lo dejó ir pensando en lo caballeroso que era el pelinegro.
— ¡Hey Soongyoung! ¿Cómo estás? —pregunto Mingyu. El rubio lo saludo con un apretón de manos y a continuación empezó a reclamarle por qué lo había ignorado el día que llego con wonwoo acompañado.
— ¿Wonwoo no te comentó algo? —volvio a preguntar. Soongyoung recordó que ese día había estado muy ocupado con una persona especial. Así que negó con la cabeza, había perdido el chisme por algo mucho mejor.
—Bueno ese día había llegado de viaje mi novio. Así que no tuve tiempo de conversar con wonwoo—menciono con una sonrisa que causaba que sus ojos se pierdan entre tanta felicidad.
— ¡Oh en serio! Bueno pues no te perdiste de mucho, sucedió lo mismo de siempre —menciono Mingyu algo decaído pero su expresión cambio a una sonrisa al voltear y saludar a Junhui, quien le correspondió sin ningún problema. Soongyoung observo todo con los ojos totalmente abiertos y sin aguardar más tomo del codo a su amigo y acerco sus labios al oído del chico que le llevaba más centímetros de altura.
—mmm… Mingyu tu no eras heterosexual —susurro el rubio, sus ojos se achicaron con curiosidad y sin tratar de perder ningún detalle dejo que Mingyu se le acercara a su oído.
—Estoy probando cosas nuevas —susurro despacio y el rubio lo miro con grandes ojos. Después de escuchar tal cosa no dijo nada más. En su mente solo pensaba que de por si un Mingyu heterosexual era peligroso con ese encanto, no se imaginaba como seria bisexual. Fue hasta ese momento que Soongyoung noto que tenía que idear un plan para alejar a su novio de Mingyu.
Mingyu dejo su conversación y se acercó una vez más a Junhui. Soongyoung podía ver a Mingyu con auténtica cautela y pudo divisar como su compañero de trabajo se ponía colorado con la cercanía del pelinegro. Su alma se fue al piso cuando el chico alto se le acercó al oído y susurraba algo que no podía oír. El castaño asintió reiterada veces emocionado.
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Wonwoo miraba el techo de su habitación rememorando los acontecimientos de la semana; Trabajo, estudio, Mingyu en una cita con Junhui, Llegó tarde al trabajo, no entregó el reporte de historia, Mingyu en una cita con Junhui, conocio al novio de Soongyoung, estudio literatura y Mingyu en una cita con Junhui.
Se sentó encima de su cama en un rápido movimiento y empezó a jalarse los cabellos de su cabeza. Se preguntó el hecho de como llego a suceder esas extrañas cosas en una sola semana, sin mencionar la escena que presencio por el calenturiento novio de Soongyoung. Una vez más se maldijo por llegar sin avisar y entrar sin llamar.
Entre sus pensamientos escucho el tono de su celular y por la canción pudo adivinar quién era, contesto sin ningún preámbulo.
— ¡Hola Mingyu! —la voz de wonwoo no sanaba tan emocionada pero a pesar de eso el chico de la otra línea continuo.
— ¿Qué cosa? ¿Una fiesta? —pregunto alarmado wonwoo.
— ¡Si me invitaron a una fiesta y decidí ir con Junhui! —hablo normal. El pelinegro más pequeño sostuvo con fuerza el aparto en su oído y utilizo una carta que no era propia de él.
— ¡Mingyu no te quise decir esto porque pensé que solo estabas jugando con mi compañero, pero creo que ya va siendo hora de que sepas la clase de persona que es el —menciono con cierto remordimiento en la última palabra.
— ¿De qué hablas? —pregunto Mingyu mientras su rostro se deformaba por el tono empleado.
—Como tu amigo puedo decir que él no es adecuado para ti, él solo se encapricho contigo nada mas —menciono retorciéndose en su cama por sus actos, nunca había difamado de esa forma. Wonwoo no sabía que era lo que exactamente estaba tratando de hacer, solo podía pensar en que no podía ver a Mingyu y a Junhui juntos por más tiempo.
— ¡Oh vamos Wonwoo! Él es una muy buena persona, además no lo has conocido como yo —Mingyu suspiro por el infantil comentario de su amigo.
— ¡Conocer! —Hablo con exasperación — ¡Mingyu solo has tenido dos citas con el chico!
— ¡En fin! Te estaba mencionado lo de la fiesta porque quiero que vayas también, pero si no quieres está bien —y con eso último la línea se cortó y wonwoo se quedó helado en su cama por el trato de Mingyu. Se tiró en su cama y pensó en que no podía hacer nada, nada.
Nunca pensó que Mingyu iba a pasar por lo que estaba pasando, jamás pensó en cómo iba a actuar si se presentaba una oportunidad con su amigo. Ahora todo se fue por el drenaje y por un muchacho que ni si quiera conocía bien.