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Los Sentimientos A Veces Cambian por LadyDeltaPhantomhive

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Notas del capitulo:

Holiwis e.e/!! Jajaja xD si si ya se, ¿que hago aqui si dije que actualizaria fines de semana? Bueno, he estado ocupada durante los ultimos dias y solo los fines de semana encontraba respiro pero... la cosa es que misteriosamente ya se calmaron las aguas -.- asi que heme aqui, en un arranque de inspiración he terminado ya el siguiente cap y me dije ¿para que esperar?

Agradezco de corazón los comentarios, de verdad me animan a seguir con esta historia n.n bueno, los dejo con el capitulo. A leer!!

El príncipe y futuro lord del Norte se llama Kouga, primogenito de los lords actuales y en el cual tenian esperanzas de que supiera guiar a la prosperidad su amado reino.

Era apuesto, cabello negro siempre atado por una coleta, ojos azules y a pesar de ser algo engreido por el hecho de que es hijo único, es un buen príncipe y siempre era justo, esa es la razón por la que todo el reino le tenia un gran cariño y sabian que seria tan buen lord como sus padres.

Kouga estaba molesto, sus padres lo habian comprometido con el príncipe menor del reino Oeste, y él ya les habia dicho que deseaba casarse con la persona que escogiera. Su padre, lord Daijiro le habia dicho que ya habian esperado lo suficiente y que con 300 años ya debia cumplir con sus obligaciones para con el reino, su madre lady Kira no dijo nada dedicandose a solo asentir con la cabeza en actitud seria ante todo lo que decia su padre.

Y sus amigos más leales, Ginta y Hakkaku solo dijeron que debia aceptar la desición que sus padres ya habian tomado, ¡Claro, como no eran ellos! Ahora a solo dos dias antes del “gran día" su prometido y su familia llegarian mañana para presentarlos formalmente, aunque para él no tenia lógica alguna ¿porqué no hicieron eso antes?

Nadie lo sabía pero él ya tenia a alguien que queria como esposa, sí, es una mujer. ¿Su nombre? Ayame, la dulce joven del clan de los lobos blancos, no era princesa pero conforme la conoció no pudo evitar enamorarse de ella e iniciar una relación a escondidas de sus padres. Se veian siempre en secreto y ya le habia prometido decirles a sus padres sobre ella y que se casarian, precisamente la noche anterior al día que le dijeran que estaba comprometido con alguien más.

Así que al momento en que sintió la rabia invadirlo no pudo controlarse y terminó diciendoles a sus padres (aunque en realidad les grito) sobre su relación con la joven loba, pero no sirvió de nada, su madre fue la que contestó en esa ocasión “lo hubieses dicho antes, ahora el convenio con el reino Oeste ya ha sido confirmado, no se puede hacer nada y como príncipe del Norte tendrás que responder como se debe" lo habia regañado ante su tardía por no dar a conocer esa información en el momento preciso.

Y Ayame como se esperaba no recibió nada bien aquella noticia, despues de haberle prometido semejante cosa ¿cómo esperaba que reaccionara? Habia que admitirlo, fue su culpa al no decirlo antes, como aquella vez en que ella se lo sugirió. Entendia que no se podia hacer nada y actuaria con su prometido de la forma que se esperaba de él, pero no concebia la idea de alejarse de Ayame...¿qué podia hacer?

Nada se le venia a la cabeza, ¿podría seguirla viendo a escondidas de su (para ese entonces) esposo?....la respuesta era clara, No. Seria muy descortés y una completa falta de respeto para su (en ese momento) consorte y eso lo haria sentirse muy mal.

No odiaba al joven, pues no lo conocía y no era culpa suya el que decidieran sus padres enlazarlos de esa manera. ¿Y si a él le explicaba su problema? ¿Lo acusaria con sus padres? Tembló ante la idea, no, definitivamente no diria nada. Era inteligente, podria buscar alguna solución y...

— ¡Kouga! -un susurro de una dulce voz llamándolo lo sacó de sus pensamientos.

— ¡Ayame! -dijo al reconocerla, cierto, ahora recordaba que esa noche se verian, lucia tan hermosa como siempre con su cabello pelirojo recojido con dos coletas y aquellos ojos esmeraldas que lo observaban con...¿enojo?- ¿qué sucede, estas molesta? -pregunto desconcertado.

— ¿molesta? Nooo que vaaa solo te he estado llamando como unas 20 veces y no me hacias caso pero no estoy molesta -dijo con sarcasmo ante la pregunta del lobo.

— lo siento -dijo apenado ante lo que la chica decia y para calmarla se acercó para abrazarla pero ella se retiró- bien, entendí - suspiró.

Se quedaron callados hasta que ella habló de nuevo.

— ¿sabes? He estado pensando en algo y ya sé como solucionar esto -dijo de repente con emoción señalandolos a ambos al terminar la frase.

¿Qué no estaba enojada?...puff, la amaba pero a veces no la entendía.

— ¿y esa solución es? -dijo curioso ante sus palabras.

— es fácil -dijo con una sonrisa- escapemos juntos

—¿¡Cómo!? -exclamó sorprendido, no se esperaba eso.

— lo que oyes, escapemos el día de la boda y no te podrán obligar a casarte con “ese" -dijo con tono de desprecio al referirse al prometido de Kouga.

Sus padres no eran como los demas demonios y a diferencia de estos ellos no hacian de menos a los hibridos, porque sí, le habian dicho que su futuro consorte era uno y como era de esperarse ellos lo educaron para que también los apreciara y valorara, despues de todo “no son tan diferentes a nosotros" la voz de su padre resonó en su cabeza. Pero su amada chica no tenia los mismos pensamientos y aunque quiso replicar por la forma en que se refirió al príncipe del Oeste, prefirió no hacerla enojar y callarse.

— No creo que eso sea buena idea y mis padres se molestarán si hago algo así, en especial ESE día -dijo serio, era tentadora la idea, ¡para qué negarlo! Pero no se veía haciendo eso.

— ¿cómo dices? -¡oh no! Ahí estaba ese puchero y esos ojos vidriosos por las lágrimas que se esforzaba por no dejar salir- ¿¡es que acaso no me amas tanto como dices!? -dijo furiosa y dolida ante lo que escuchaba.

— ¡P-por supuesto que si! -dijo rápidamente, aunque no entendía, ¿Porqué habia tartamudeado? Bueno, no le dio importancia- no llores porfavor -pidió en tono dulce.

— ¿entónces? -dijo con voz quebrada y sin verlo.

Suspiró, esto no seria nada lindo para sus padres y los decepcionaría si lo hacia, pero también queria estar con la persona que queria ¿Qué hacer?

— De acuerdo, escaparemos juntos -dijo mientras la abrazaba por la espalda- pero, ¿porqué el día de la boda? -ese detalle lo intrigaba ¿porqué no antes?

— Porque ese día estarán tan ocupados que no notaran cuando ya no estes y cuando lo hagan, estaremos muy lejos -dijo mientras se daba vuelta y lo abrazaba.

Eso tenia lógica, pensó, la sostuvo entre sus brazos y después de unos minutos de mimos se retiró, estaba cansado y mañana seria un largo día.

— jajajajaja -reía mientras se internaba en el bosque- ¡¡¡no puedo creer que lo he logrado, estoy tan feliz!!! Cayo como tonto jajaja -seguía riendose mientras más la envolvía la oscuridad- que lástima, no podré verle la cara a ese mestizo al verse plantado en el altar jajajaja bueno, con esto el prestigio del que goza el reino Norte se manchará y la dignidad del “príncipe" de Oeste quedará por los suelos ¡¡¡jajajajaja!!! -tomo un respiro profundo- y cuando haya logrado dejar pisoteado al Reino del Norte, podré desechar lo que ya no me sea útil jajajaja -terminó diciendo refiriendose a cierto príncipe lobo.

— Bien, basta de regocijos, tengo que informar a Naraku de que todo sigue marchando a la perfección -dijo mientras sonreía de forma siniestra.

Todo quedó en silencio, solo la Luna fue muda testigo de las verdaderas intenciones de aquella loba.

Kouga estaba por cometer un gran error y uno del que no podrian perdonarlo tan facilmente, ni siquiera él mismo.

Notas finales:

Espero les haya gustado y dejenme sus opiniones en los comentarios :3 talvez y a como van las cosas pueda actualizar entre semana ewe

No vemos n.n/


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