Cap 15: Del odio al amor
Estaban cansados por lo sucedido anteriormente, el unico que seguia despierto era trafalgar. Aun seguía su conversación con su pareja para que no se sienta preocupado.
Seguía caminando por la casa para moverse un poco, pero torao iba a un lugar en el específico. Con pasos cortos y sumamente silenciosos se acercaba al cuarto de eustass. Mientras seguía en el celular preguntó a su pareja - sólo estás preocupado por mi ¿no?- del otro lado de la llamada luffy había hecho un pequeño silencio que no basto de más de 5 seg.
- ¡por supuesto que sí! ¿por qué no lo estaría torao? ¿a qué viene esa pregunta ahora? - cuando respondió eso el menor. Trafalgar había abierto la puerta del cuarto, para su duda él no estaba ahí.
- haz tardado mugiwara-ya en responder… ¿podría ser eso, por eustass-ya? - pregunto y salió del cuarto cerrando la puerta. Luffy no dudo en responder algo en claro - en parte lo es, se que no te llevas bien con él pero intenta soportarlo ¡es mi nakama! - dijo decidido, un poco molesto.
Se escuchó un ruido de la cocina como un pequeño golpe, unas puertas ventanales se abrieron y solo se oyó como se cerraban detrás de el pelirrojo.
El moreno cortó la comunicación apurándose a salir también por la cocina para seguirlo.
había viento y eso hacía que su visión disminuyera al seguir caminando por las huellas que daba el pelirrojo pudo encontrarlo.
Estaba haciendo un castillo de arena… eso sí lo sorprendió, aunque no pudo evitar una risita cuando vio que el pelirrojo había destruido su propia creación con su pie. “acaso ¿se creía un gigante?” viendo esa pequeña acción kid parecía un niño pequeño.
- ¿no tienes que estar durmiendo? - le pregunto aun de espaldas el pelirrojo mientras aún juntaba arena con sus manos.
- debería, ¿acaso nunca haz ido a una playa? - siguió burlándose el pelinegro, casi olvidaba del motivo del seguimiento.
- nunca… hasta hoy - al decirlo se volvió a parar para mirar a trafalgar, era más alto que el. Para sus ojos nunca había sido otra cosa que un enano, pero se dio cuenta de algo… su rostro no parecía mostrar ninguna amenaza. Se había acercado lo suficiente para estar cerca de ese pelirrojo.
- eres un idiota - eso había dicho sus palabras pero sus acciones eran otras. Se escuchó el ruido de las olas, antes de que pasara. Había sido besado. Los ojos del kid no paraban de abrirse lo más que podían, nunca se espero que ese moreno tuviera algún sentimiento por el. Nunca lo entendería o capaz no le encantaría saber nada de aquello.
Lo rechazó empujándolo con ambas manos, pero el otro solo lo agarró por los mismo para que cayera encima suyo.
- ¡esto es absurdo! ¿¡cómo es posible que yo teniendo a luffy pueda...- habló fuerte trafalgar luego de agarrar con sus manos el rostro enfadado pero más confuso del pelirrojo - amarte a ti también!? - estaba frustrado, más que enojado. Esto se había vuelto muy raro, bastante para kid pero solo se limitó a responder - ¡no lo se! ¡ahora suéltame! - decía nervioso el pelirrojo.
Entre tanto gritos de ambos, despertaron a sanji y este fue directo a ver qué ocurría. Zoro le seguía por detrás sin que el rubio se entere.
Cuando llegó sanji, vio cómo el pelirrojo tenía sus manos en las muñecas de trafalgar y estaba en una pose bastante sospechosa.
…
el pelirrojo solo recibió una patada.
- ¿por qué me golpeas a mi sanji? ¡yo no queria violarlo ugh... ahhh! - había recibido otra más en el estómago, ese si le había dolido.
- ¡oye! ¡ese idiota quería golpearme aun cuando estaba arriba suyo! además me empujo ¡diles ojeroso! - trataba de decirlo rápido ya que estaba esquivando los ataques de sanji. Cuando el rubio volteo a mirar a torao con cara un poco escéptica, /la que tiene siempre/ este respondió
- me das nauseas - dicho esto se retiró para volver a la casa, mientras le acompañaba zoro preguntando algo sobre el lugar.
- ¡ese maldito! - llegó a decir mientras recibía castigo de parte de sanji.
Al dia siguiente~
Luffy había llegado casi corriendo, cuando vio a kid y law. Le estaban esperando pero parecian un poco alejados… como un metro o dos. El menor estiró las manos tanto como pudo y los agarró en un fuerte abrazo cariñoso por su parte.
Para el pelirrojo fue horrible ya que estuvo cerca de el moreno pero se encontraba bien mientras este mugiwara feliz.
El abrazo se deshizo y un pequeño triángulo se formaba entre ellos, no era muy duro ni muy blando… este podía desarmarse cuando quería ya que no era real para uno de los tres involucrados.