Te extraño Miguel ,realmente te extraño, extraño todo aquello tuyo que puedo tener de ti a veces ,tu sonrisa, no sé si es mi imaginación ,es diferente cuando lo haces con alguien más o si solo para mis ojos es ese perfecto estado de querer y no querer ir justamente donde estás, lo que siento por ti es lo que me hace querer ver otro amanecer, lo que siento por ti es lo que me lleva a querer hacer algo que nadie más pueda hace ; quisiera estar a tu lado justo ahora y asegurarte que nunca voy a estar lo suficientemente lejos de ti; solo por esta vez quisiera que las vacaciones terminen y ver su rostro de nuevo ,me encanta ,me encanta ver lo que puede llegar a ser solo con sus ojos y todo aquello que pasa en mí.
Escribí en un papel al azar para la nada en el momento que desperté para después manipular su forma original a una más distorsionada entre mis manos y seguido de esto desecharlo en un basurero cercano de mi habitación, no sin antes escribir variadas veces un “te extraño” en varios bordes, y ya…pensé que eso desvanecería todas mis necesidades pero… ¿Por qué me sigo sintiendo de la misma forma? Tal vez me hace falta más que un papel para sentirme bien conmigo mismo, tal vez, no, no un tal vez, ¡Me hace falta Miguel! Tomé entre tantas de las cosas presentes en mi ropero una chaqueta de color oscuro y enseguida salir de casa; quería despejar mi mente un rato pero era imposible, había pasado tanto tiempo pensando en él que incluso caminando hacia la nada había llegado hasta su ahora vacío hogar, era nostálgico, ya habían pasado una semana completa…
Mis ojeras ya no eran causadas por Nobita, solo por un idiota que no sabía nada más que hacer que quejarse de que sus Pokémon aún no eran lo suficientemente fuertes,por cierto...¿Que estará haciendo esa zorrita?
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Günther se levantó perezosamente sintiendo que los ojos le pesaban a mil; anoche había sido bastante intenso, incluso pensó un poco ante la chica que había despertado a su lado ¿Pensar qué? ¡Para ser sincero, ni siquiera sabía su nombre! Revisó un poco entre sus sábanas pudiendo al fin respirar de a causa de la presión del momento, por suerte y llevaba condón ;se deshizo del plástico rápidamente entre risas mientras saboreaba sus labios halando con sus dientes levemente los aretes que se encontraban en los mismos, con una sonrisa de oreja a oreja se atrevió a avecinarse al baño y al momento de darle algo más de iluminación a la pieza percatarse que sus premisas iniciales eran ciertas; su cuerpo en absoluto estaba lleno de marcas de procedencia no tan extraña que acomplejaba su experiencia; al observarse vanidosamente en el espejo prosiguió cepillando sus dientes acompañado de un leve ajuste en sus hace un momento desordenado cabello; hubiera seguido con sus actividades de no ser porque se atrevió a experimentar un terror indescriptible al escuchar pasos aproximarse; estaba en su casa después de todo y si su madre o pare veía que seguía con sus estupideces ni se imaginaba que podía llegar a pasar, de la forma más rápida posible despertó a la chica mencionada anteriormente.
-¡Oye, oye!-la arremangó consecutivas veces hasta que al sentir aquellos pasos tan cerca no tuvo más sufragio que envolver a la mencionada entre sábanas y tratar de meterla en un armario cercano, eso sin contar que ella aún seguía dormida, hasta que lo impensable sucedió.
- Günther… ¿No vas a salir a…?
-¡Ah! ¡Que sorpresa! ¡Tabla triplex! ¡Hermana que amo tanto!-dijo aun tratando que el cuerpo cupiera entre el decorado de madera refinada que ahora estaba siendo utilizado para otro motivo que no era almacenar prendas.
La morena chica quedó boquiabierta ante aquella escena ocasionando que se deshiciera de sus audífonos -¿¡Qué mierda te pasa pendejo!?¡Sabes que no puedes hacer eso en la casa!
-Lo sé ñaña querida, y sé que mi hermana que tanto quiero no se va a atrever a…-para su mala fortuna la desconocida entre las sábanas se estremeció dando a saber que ya estaba despierta.
Ñaña: Forma cariñosa de decir hermana.
- Gün…Günther…vuelve a la cama… ¿No quieres seguir…?-El blondo tan solo cubrió los labios de la desconocida, labios que si quiera se eran capaces de observarse.
-Escucha Ariana, sé que ya me tengo que dejarme de huevadas; pero escucha, si no le dices esto a nuestros padres prometo que…
- Günther…vamos de nuevo…-rogó la tipa logrando que su mano saliera entre todo aquel enredo dando a conocer tan solo su manicure de un rojo bastante llamativo que no mucho tardó en clavarse en su pecho dejando leves marcas.
-¡No! ¡Te pasaste pana!-cerró su hermana caminando fuera de aquella habitación con coraje que se podía notar en cada uno de sus pasos.
Pana: Forma vulgar de decirle a alguien “hermano”.
-¡Ariana!- Günther soltó a la omitida hiendo detrás de su familiar tratando de rogarle –Mira, ¿Qué te parece si…si…?
-Olvídalo maricón, no me sigas jodiendo con tu mierda, de esto se va a enterar mamá. En sus últimos recursos el chico la tomó de su hombros deteniéndola -¡Saca tus manos sucias de mí!
-Escucha, antes de que digas cualquier cosa ¿Qué te parece si hago lo que tú quieras? Sabes que tu silencio de una u otra forma puede ser comprado pinche tabla, eso nadie más que tú lo sabe.
-¿Cualquier…cosa?
-Sí, sí, cualquier cosa, tú tan solo pide.
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¿Alguna vez has visto a esos típicos chicos jugando al Dance Dance Revolution, de unos 20 años de edad en la zona de Arcade en los centros comerciales? ¿Esos que dan jodida pena ajena? ¿Esos con los que te compara tu madre y esperan que alguien pague la partida para que jueguen con él? Con esta pregunta creo que no puede ser más posible remarcar lo obvio pero ahí me encontraba yo sin ninguna motivación en la cual centrarme más que hubiera alguien para que pagase la siguiente ronda…
¿Qué haces normalmente cuando Miguel no está?
-Esperar a que regrese…
Al percatarme de que el arcade al parecer está totalmente vacío no tardo en suspirar y bajar en toda la mañana de aquella maquina ¿Cómo había llegado hasta aquí?
Empecé a caminar por el lugar mientras releía los mensajes de mi móvil, de esos que intercambiaba con Nobita, y sentí algo de emoción al sentir que nuevamente esas palabras eran solo para mi…cerré el celular ¡La idea de todo esto era despejar mi mente! Miré hacia a mi alrededor, no había mucha gente a pesar de ser fin de semana…
A mi alrededor pude por lo menos ver a alguien en peor estado que yo, un tipo que probablemente está llevando las cosas de su elfa, cargando sus cosas hasta el cuello y siguiéndola…jaja que rayos, sin pensarlo mucho me acerqué al tipo con intención de ayudarle.
-¡Oye, ¿No necesitas algo de ayuda?!El tipo volteó con dificultad y pude percatar de que se trataba de…-¿Günther?
-¡Lautaro! ¿Me vas a ayudar?-cuestionó con alegría.
-Pensándolo bien…-voltee a lo que el soltó todas las cosas y tomó mi mano.
-¡Déjame déjame déjame!-traté de escabullirme pero al parecer el cabrón era demasiado fuerte.
-Por favor sácame de aquí, Ariana me trajo a este horrible lugar por…un chantaje y…
-Si claro, quién te manda a regalar tu culo tan fácilmente, lo siento pero yo…
-¡Lautaro!-me abrazó por la espalda casi llorando a lo que yo me deshice de ese indeseable peso al instante.
-No me peques tus lagrimas llenas de sida maldit…-al percatarme de su situación no pude evitar acentuar con la cabeza, yo también había pasado por aquello antes y no era que digamos tan bonito…-Ya, dale, pero solo suéltame…
-¿Enserio?
-Si pero… ¿Todas esas compras?
-Déjalas, ella se las arreglará, ahora vámonos ¿Si?
-¿A dónde quieres ir?
-A cualquier parte que esté lejos de ella…
-No se…mi casa no me queda muy lejos pero…
-¡Lautaro! ¡Somos amigos no me puedes hacer esto!-se quejó colgándose nuevamente.
-¡Tan solo suéltame!
En el camino; por no decir en cada maldito paso, no paraba de acercarse cada vez por lo menos un milímetro más a mí, era desagradable.
-Che curco ¿Qué tan grande tenes al agujero del culo?-pregunté de una vez para que me dejase de molestar con aquel entusiasmo tan molesto.
-¿Sabes? También me pregunto lo mismo pero te aseguro que lo suficiente porque cuando me tiro pedos ni siquiera se escuchan.
Hice un leve pucherito para evitar reírme ante aquella respuesta, no importaba la forma en la cual lo viera; resultaba jodidamente cómico -¡L-Lautaro!
-¿Qué quieres?- me percaté de que el aspecto de esta perra se había pacificado tanto o por lo menos lo suficiente para que ya no estuviera chingando ,era algo extraño, hasta él se había reído así que creo que…-¡Oye, no me detengas!-me voltee para quejarme pero al volver la vista al frente pude percatarme de que había en medio de la calle un perro de tamaño considerable estorbaba ante nosotros, no podía especificar la raza pero es no lo dejaba de ser un fastidio. En fin –Apúrate wey…-traté de hacerlo avanzar pero al parecer este idiota… ¿Acaso será? -No me digas que le tienes miedo a un simple perrito-añadí con cara de violador de bosque ante su estado tan cobarde, pero que hablo yo, alguien que le tiene miedo a la oscuridad…
-¡N-no seas idiota!-al percatarse de que lo veía trató de componer su postura y aclarar su voz –No seas idiota, Lautaro, es solo que eso estorba en el camino así que es mejor tomar otro camino…-sus quejidos fueron interrumpidos por un ladrido del perro el cual lo motivó a dar unos pasos más atrás de mi dejando en la nada su actitud momentánea.
-Que idiota eres, es como el del día anterior en la playa; no te va a hacer nada.
-Pero…pero…es demasiado grande y…y…-trató de tomar mi brazo pero me escabullí al instante.
-A ya deja de ser pendejo, es solo un perrito-seguido de esto me agaché un poco para tratar de acariciar a aquel animal a lo que inesperadamente cuando siquiera le había puesto un dedo encima este reaccionó a las milésimas de segundo a morderme la mano… ¿Qué?...-¡AAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Rápidamente procedí a sacar la mano y consecutivamente tomar al Curco y pasar de largo de aquel animal ¡No le digas a nadie sobre esto?
-¿T-Te dolido?-preguntaba aun temblando un poco y algo intimidado por el momento.
-¡No te metas en mis asuntos ¿Si?!-le grité mientras pequeñas lágrimas de dolor se me escapaban; al percatarme de su mano no lo pensé mucho, el seguía algo asustado y no podía negar que entre todos los momentos en que podría dejarlo a la deriva este era el menos oportuno de todos; sólo sería por esta vez hasta que lleguemos a nuestro destinario…
Una vez ya en mi habitación no podía controlar lo castrante que se estaba portando; era simplemente tan latoso…
-No sabía que en esta habitación tenías tantos libros; pensé que solo estaría lleno de papeles que desechabas de forma perezosa cuando terminabas una paja-admite a medida de que va entrando a mi pieza y se aventura entre las miles de cosas que hay.
-¡No todo en la vida son pajas! Además no eh tenido mucho tiempo libre…
-Creo que eso deberías decírtelo a ti mismo maldito virgen…-irónicamente empezó a revisar mis cosas y más tarde que nunca empezaron a aparecer una que otra crítica -¿La misteriosa llama de la reina Laona?¿Las hijas del frio? ¿Qué clase de literatura hipster es esta?
-Es que soy única y especial, ya sabes, como las shavas que andan en Tumblr y por culpas de las mismas piensan que tu banda favorita es de possers.
-Déjame adivinar ¿Nirvana?
-No…pero te acercaste bastante.
-No podría ser tan difícil… ¿Gorillaz?
-Sí, Godzillas; esos vocaloid son un desmadre…
Vi como seguía rebuscando entre mis cosas con la misma curiosidad de un niño -Basta ya, en uno que otro momento mi humúnculo va a salir de toda esa basura para atacarte…-advertí algo desanimado ya que lo último me hizo recordar a la banda favorita de Miguel ¿Qué estará haciendo ahora mismo? No sé mucho acerca de su familia del exterior pero si no me equivoco debería de estar quejándose por alguna de sus hermanas…es realmente lindo en cualquier sentido de la palabra, me encanta esa actitud infantil suya; y es que cuando extrañas de verdad sientes un dolor en el corazón y un gran vacío en las manos que aunque nunca estuviera lleno ahora mismo ese incognito parecía prevalecer y expandirse aún más con el índole del tiempo ¿Cómo seguir adelante cuando no está él para hacerme feliz a base de sus sonrisas? Creo que en estos momentos con lo único que puedo subsistir es con aquellos tiernos recuerdos y…-¡Wey, esa es mi ropa interior!
-¡Sí que eres niña!
Cuando por fin su curiosidad fue satisfecha sacó su Ds de uno de sus bolsillos para después mirarme entusiasmado y proponer lo predecible -¿Jugamos un rato?-cuestionó con un ánimo bastante notable ¿Tanto le gustaba este juego para niños? Ambos nos hicimos un espacio en la cama, aunque para ser sincero si quiera quedaba algo de espacio para mí; Ulteriormente de intercambiar algunos monstruos y echar algunos combates no me pude sentir algo frustrado; no es como si me quejase pero en las batallas me costaba un poco contra su Lucario de lvl 100; el mío apenas iba por 87 ¿No era algo injusto? Lo dejé por un rato ya que después de todo podía calentar un poco después de no tanto haber tocado aquella consola, una de las tantas cosas que me lo podía recordar pero… ¡Llegó a ser frustrante el hecho de no poder ganar siquiera un solo combate!
-Ya no quiero seguir jugando…-confieso para después desconectarme; no estaría aquí todo el día viendo como humilla a mi digimon ese, ahre.
-Anda… ¿No quieres jugar un poco más? Aún tengo algo de tiempo…
-Jugaré algo más, no te preocupes por mí, gracias.
-¿Y no te puedo acompañar?-dijo con un leve pucherito fingido del cual no me dejé manipular.
-Lo siento, es de un solo jugador.
-¡Pero es uno de pelea!-quejó desde la cama.
-¡Como sea maldito manco!...Voy a jugar un rato Play…
-Alguien está ardido por no poder derrotar un simple Lucario…
-te; sabes que mi Blaziken es mucho mejor que el tuyo…es solo que no tengo ganas de seguir jugando al mismo juego repetitivo-aseguro tomando asiento en el suelo, para ser más específico frente a la pantalla la cual me tardó unos minutos en el proceso de que la encendiera y conectar cierta qué otra cosa.
-En eso no te puedo objetar pero…-se tomó una leve pausa para dar una pequeña vuelta en la cama lo que le permitió acercarse un poco más a mi posición actual; boca arriba y con todo su fastidioso cabello al lado mío; pude notar que en su cambiar de perspectiva ocasionó que su celular cayera sin mucho estruendo; por lo mismo no me tardé en no ser descortés y devolvérselo al instante a lo que él inmediatamente me lo negó sin tan solo mirarme y seguido de esto sugerirme que respondiera a alguno de sus mensajes.
-¿Estás loco?-cuestioné algo molesto por aquella opción que me consideró.
-Claro que no, solo soy una regalada y estoy un poco loco ¡Pero no estoy loco!
-Si…como sea…-al darle una ojeada a su móvil puedo apreciar algunos chat de entrada los cuales no me llenan de sorpresa alguna frente aquel lenguaje tan sucio, no sé…-Hey…esto está lleno de…
-Gracias señor obvio, si no me dices no me entero.
-¿Por qué hablas con tantas chicas?
-No podrás entenderlo, el dolor que se siente el ser acosado por chicas, chicas pechugonas-añade sarcásticamente sonriendo para seguido de eso echarse a reír e invitarme a abrir algún chat; uno lleno de todo tipo de fotos de…
-¿¡Que mierda me estás enseñando!?-formulo alarmado mientras por la conmoción me sonrojo tirando el celular al suelo.
-¡Te dije que eran chicas pechugonas!
-No creo que deberías estar aquí teniendo a esas chicas esperando por ti…no es por nada pero… ¿No te sientes un poco mal? Te llenan la bandeja de varios mensajes y…-suspiro un poco para nuevamente tomar el mando de mi Play3 iniciando una nueva pelea sin tomarlo mucho en cuenta y tratar de liberar mi mente de las mórbidas y perturbadoras imágenes de hace tan solo unos segundos.
-Bueno pues…no estoy con ninguna de ellas ahora…ahora estoy contigo así que tú eres mi zorra actual- afirmó sin alteración alguna en su rostro y muchos menos un estremecimiento; lo dijo como si fuere la cosa más normal en este momento.
-¡No soy tu zorra!-negué sin desviar los ojos de la pantalla; y de igual o notablemente con más entusiasmo de neutralidad, tratando de concentrarme más en la arena que en cualquier otra cosa, los ranking eran mucho más importante que prestarle atención a cualquier estupidez que saliera de su maldito hocico.
-Digamos que no, pero es lo mínimo con lo que me puedes recompensar ahora que estoy contigo- añadió esta vez estirándose algo estresado y moviendo una de sus manos como si de tentáculos se tratase hacia mi rostro.
-A ver maldito narcisista; no soy ninguna de tus minas, y agradecería que quitases tus manotas de mi cara ahora que estoy concentrado, nadie te pidió que vinieses aquí- me enojo un poco siendo capaz de controlarme al mismo tiempo que logro apartarlo un poco gracias a unos leves movimientos faciales ¿¡Cómo puedo estar tan bajo de vida!? Esto es inhumano y mucho más mientras se tiene en cuenta que el personaje el cual estoy utilizando es una chica bastante fuerte ¡Este jodido oxigenado no hace más que molestarme!
-Todos necesitamos un poco de cariño de vez en cuando…siempre sales con tus amigotes de fiesta, ya ni me tocas-finge un poco de gimoteo y sollozo quebrando su voz para después reírse quedando exiguo en el parámetro.
-No creo que necesite tu cariño, y de ser así pediría algo a cambio…- Digo recuperando un poco mi HP agradeciendo a las técnicas de viento distantes de Temari, de hecho; las mejores…ahora que lo pienso más claramente no debí dejar libre algo como una posibilidad abierta ante Günther.
-¿Algo como…?
-...Nhe…no quisiera tener una muestra de lo gigoló que eres, no por ahora; tampoco se me ocurre nada…tan solo olvi…-de un momento a otro, no puedo asegurar si fue mi imaginación o un mal momento; si tuviese que elegir entre ambas no tardaría en mucho en elegir la primera sin dudarlo ya que aquella acción me mató por completo o lo poco que quedaba de mí. Fui capaz de sentir su mano de hace unos instantes tomar mi rostro con firmeza y seguido de eso girarme por lo menos lo suficiente para momentáneamente tener una visión bastante cercana de su rostro; milésimas de segundos diría yo para que después pasase lo menos esperado en aquel entonces -¡Oye, tengo cosas más importantes que…!-ese maldito Curco fue capaz de adosarme lo bastantemente hacia él innovando que sus labios se encontrasen con los míos en un… ¿Qué? ¿¡Que!? Reaccioné casi a los segundos para seguido de esto apartarme tomando desesperadamente aire y posteriormente mirar su putrefacto rostro con rencor y sin pensarlo mucho ponerme de pie para poder golpearlo -¿¡Que mierda te pasa maldito idiota!? ¡No busques en mí la atención que tus padres no te dieron de pequeño maldito hijo de perra! ¡No soy una de tus zorras!-Me conmocioné tanto que me costaba pensar y mis manos seguían temblando…ese…ese lugar estaba reservado para…al capacitarlo un poco más me tiré al suelo algo decepcionado ¿Yo…que acabo de hacer?
-¡Jajaja! ¡Eso me dolido!-asegura como si nada tomando su vientre entre sus manos.
-¡No lo tomes tan a la ligera!
-No mal interpretes las cosas-dijo suspirando un poco tratando de controlar un poco el dominio que le causaban sus jolgorios en su ser y seguido de esto entre buscar en los bolsillos de su pantaloneta; lanzándome a los segundos un objeto con agresividad a lo que gracias a un reflejo insospechado fui capaz de retener entre mis manos.
-¿Qué mierda es esto?
-¿No querías algo a cambio?
-¡Te digo que no soy una de tus malditas putas!-Un poco tenebroso abrí mi puño dándome cuenta de que se trataba de… ¿Un euro?
-Te repito que no eres como ellas, ellas abren las piernas para mí de forma gratuita, además tampoco son tan dulces…
-¡Dios, enserio te cuesta mantener tu pija calmada más de cinco segundo ¿No?! ¡Miguel me dijo que tratase de ser amable contigo pero ¿Cómo mierda esperas que lo haga cuando haces este tipo de estupideces?! Y más que nada ¡No te acerques a él!
-No lo tomes de mala forma –Añade esta vez tomando asiento en la cama desordenando un poco su cabello- Sé que lo quieres para ti…
-¿Qué mierda pasa contigo…? Agh…-me tranquilizo un poco encogiendo los hombros y bajando la mirada, las cosas no eran como para ponerse de esta forma…tomo asiento nuevamente en el suelo esta vez un poco más apartado y alejado de este idiota –No sé por qué eres así de lanzado y creo ya haberlo intentado todo, no me queda más que pedirte de favor que te dejes de majaderías.
-Entiendo por qué estas de esta forma pero esto es algo que se puede hacer entre amigos; incluso creo que Miguel…
-Deja de malinterpretar las cosas por favor-le interrumpí, no quería nombrarlo en lo absoluto en esa conversación a…él no tenía nada que ver –Él y yo solo somos buenos amigos.
-No creas que soy tan idiota como él, tengo mucho más experiencia.
-No te atrevas a compararlo con una de las chicas con las que te sueles involucrar normalmente.- Lo señalo aún algo enojado por el “accidente”.
-No me refiero a eso; ¿No te has dado cuenta de que cuando alguien está enamorado se le nota la cara de idiota?
-¿Qué sabes tú de mí? Solo eres un molesto chico que se vino a interponer entre ambos, y si, ya lo dije ¿Ok? Si él me gusta es mi problema; no me gustaría que hicieses eso de nuevo.
-Te repito que no lo malinterpretes pero si tanto te importa; quiero que sepas que lo siento ¿Si?
-¿Qué vas a entender tú? Tu no entiendes nada…-suspiro algo decepcionado ante permitir aquella estupidez mientras veo el marcado en la tv el cual demuestra que eh perdido a causa de mi ausencia en el torneo ¿Qué más podría pedir?
-Quizás no vale la pena decirlo ahora pero me gustaría conocer a una persona la cual poder confiar; contarle lo que sea y que nunca vaya a poder juzgarme.
-¡No vengas con esa mierda ahora! ¡Pudiste haberlo solo pedido en vez de hacer tal estupidez! ¡Y de ser así; no andarías siempre hecha la zorra con cualquier persona!
-¿Te consideras cualquier persona?
-¡Agh! Solo no hablemos del tema ¿Si?-propuse hundiendo el rostro entre mis manos con algo de abatimiento y intrepidez al mismo tiempo.
-No, nunca me ha gustado la idea de ser ese chico molesto y con una idea así de absurda que quiere que todos a su alrededor sientan lo miserable que es.
-¿Sabes? ¡No! ¡No me interesa! Ahora por favor…solo olvídalo… ¿Si?
-Deja de tomarlo enserio…si de algo sirve sabes que soy una “perra” ¿No? Entonces no tienes por qué exagerar esto, alguien como yo no importa en lo absoluto.
-… ¿Sabes que es lo peor de todo?
-¿Qué?
-Que a pesar de toda esta mierda no puedo evitar sentir pena por ti; estoy demasiado jodido y tengo muchas cosas en las cuales pensar.
-Lautaro…
-¡No me jodas ahora! ¡Me caíste de la forma más inesperada y desde ahora no eh podido pensar nada en claro!
-¿¡Y crees que yo no me siento mal por lo mismo!?
Solo tengo que soportarlo un poco más hasta que decida irse, de ahí en adelante no tengo por qué estar involucrado en esta estupidez – Es difícil creerte; nunca me ha gustado juzgar a nadie pero viniste y me hiciste de eso imposible ¿Cómo quieres que te crea si siquiera puedo sentir que te tomas algo enserio como el respeto hacia tu cuerpo?
-Fuertes declaraciones.
-Vete a la verga…
-OK, espera, espera, espera…viejo, si hago este tipo de cosas es por algo; lo hice simplemente contigo porque quería ayudarte.
-¿¡Ayudarme!? ¿¡Eres idiota!?
-Tómalo como quieras pero eh podido ver como miras a ese pequeño, eres bastante retraído ante…el que preferirías que no nombre, yo no soy gay, me encantan las tetas y eso te lo puedo asegurar, pero puedes hacer lo mismo con el cuatro ojos y decirle “Si, somos amigos, esto no está mal” de igual antes me has dicho que no eres gay; y hacer lo que yo tampoco lo hace.
-No lo creo, yo lo respeto bastante…
-No sería faltarle el respeto, no puedes llamarlo de esa forma si a él también le gusta…
-¿Qué?
-Eh…solo piensa en que hay una leve posibilidad…
-Alto ahí loca, sólo yo mismo me puedo ilusionar además de Miguel, tú, no.
-No es ilusionarte; sólo estoy permitiéndote ver más de lo que tu timidez impide.
-¡No soy tímido!
-Está bien, no lo eres, pero lo eres con él.
-Agradezco tu “ayuda” pero yo tengo otros planes…
-¿Cómo qué? Esperar hasta que por bendición del espíritu santo venga y ¡Wow! ¡Miguel dejó de ser pendejo y se dio cuenta de lo que cualquiera puede darse cuenta, así viendo que tu estas demasiado pendejo por él!
-Eh…
-Como lo pensé…tienes que dar el primer paso eh.
-¿Primer…paso?
-Bueno, ahora que lo dices…eso si depende más de ti…me largo, desde aquí veo como ese celular no para de vibrar desde hace unos momentos, la tabla de mi hermana debió de darse cuenta de que no estoy ahí…
-¡Pero…!
-Conéctate al rato en Pokémon ¿Si? ¡Y aféitate ese maldito bigote te hace ver del culo!-decía mientras recogía su consola y de igual forma su móvil después de levantarse con una pereza y mala cara notable.
-¡Solo lo olvidé!
-Te daría un besito de despedida pero eres demasiado dramático ¡Nos vemos! -se despidió seguido del estruendoso sonido de la puerta cerrándose a sus espaldas.