A cada paso lo recordaba, a cada paso lo tenía presente, a cada paso lo extraña aún más a pesar de solo haber pasado minutos desde la última vez en que lo vi, tal vez esa era una de las desventajas de haber extrañado tanto tiempo a alguien sin embargo lo sentía como algún tipo de masoquismo el cual quería que me invadiera por completo ¿Esto es lo que se siente el haber deseado? Es que simplemente no podía evitar el sentirme tan feliz por algo tan caritativo como el sentirlo nuevamente conmigo; tan bien, no podía pensar siquiera con claridad y de eso es lo que estoy hablando, tan bien se siente ser un idiota. No importara de qué forma lo viese ,el sentirlo entre mis brazos me daba esa seguridad que nunca había sentido desde pequeño en los brazos de mi madre ,joder que era atrayente .A cada suspiro me recordaba algo a mí mismo, y eso era más complexo que cualquier otra cosa “Valora cabrón, valora ahora que puedes” y ese gatuperio mental solo se justificaba con él ,con Miguel .Mierda ,realmente estuve tan cerca de sus labios, tan cerca de jugarme todo este tiempo de amistad, tan cerca de perderlo todo resbalando con la posibilidad equitativa de ganarlo, y entre ambos nos encontrábamos Nobita y yo, entre un infierno y un paraíso de posibilidades infinitas incapaces de comprender por alguien que nunca ha caído en la deficiencia de sentir un sentimiento tan afable como embriagador; ese calientito que se siente en el pecho se desenfrenaba cada vez más, no me importaba la fría noche ya que al parecer podría morir en llamas, y volver únicamente para decirle a él que era capaz de incendiar toda esta ciudad para que viera la luz con esos desconcertantes lentes que poco o nada me permitían saber sus verdaderas intenciones ,esos que sin duda alguna eran la manzana del pecado . Estoy a punto de enloquecer y extinguirme en mis propios sentimientos ya que el peso que involucra el descubrirlos es tan enrarecido que un leve rose desmantelaría por completo aquella dinamita dentro de mi mente ,todas las voces de mi cabeza que solo se presentaban al momento de mis sueños ya no tenían cuidado alguno de ser escuchadas por todo el mundo, incluso aquellos murmullos estaban alegres; me acogían y dolía tanto ,amar y el supuesto engaño de ser amado, quiero ahogarme en esa dulzura y dejarme llevar una vez más como las mil y un veces que me abalanzo sobre el 1% de probabilidad, y es que me siento tan arrecho que de no ser por las simples normas humanitarias puramente volvería a caer en aquellos labios ,volver y decirle que lo amo, que no lo soporto, que las voces dentro de mi cabeza lo ansían a gritos que antes eran tan solo susurros .Pero creo que más importante para él deben ser sus estudios y si no fuera por mi subnormalidad tendría la cabeza sumido en lo mismo ,ahora que lo pienso es algo bueno que no me haya quedado en materia alguna y es que desde que me enamoré de ese tonto empecé a encontrarle sentido a cosas tan simples, cada vez que lo veía me animaba más a estudiar y si bien no era el mejor trataba de hacer lo posible para ser visto de una forma diferente por aquel chico que tanto rebullicio me trae, aún recuerdo las palabras de Camila en ese entonces diciéndome que si juego nuevamente con fuego me acabaré quemando reiteradamente ¿Por qué nunca me preguntó si lo que andaba buscando era un poco de calor? Y eso, aún persistía en mí, mis mejillas se sentían tan tórridas ,mi cabello ahora extrañamente se encontraba a mi favor ,era todo tan distinto cuando se amaba, oh, ya debería estar acostumbrado pero es que estos síntomas se podrían repetir mil y un veces ; sin embargos yo como un básico seguiría sin saber controlarlo cuando se encuentran a libre disposición; eso se debe solo a alguien que está jodidamente loco, pero yo estoy sumido en la esencia de Miguel como un novato en el tema ,que es como la misma cosa en esta altura ,porque aunque controla toda y cada una de mis tormentas ha podido llegar a ser el ojo de mi interminable huracán entusiasta. Y quizás haya cierta verdad en que si es que se da la posibilidad de que se dé cuenta de todos estos sentimientos pudiera romper mi corazón en pedacitos pero aun así, los recogería y los pondría en sus manos sin importar que, y es que quiero luchar por eso para que todo aquel que piense lo contrario se dé cuenta de que se equivoca, aunque eso signifique que lucharé solo, ahora mismo quisiera llamarlo y darle las gracias por el desastroso hecho de existir, sí, eso estaría bastante bien. Con las manos sudando rebusco entre los bolsillos de mi pantalón para sacar el móvil el cual se desbloquea ante mí al instante ,ver su número para después de esto suspirar fervorosamente ,colocar el aparato en mi pecho y repetir el anterior proceso con la diferencia de que ahora puedo sentir que verdaderamente estoy vivo y no eh muerto de felicidad ,esto confirmado por mis latidos, mis ojos llorosos dirigieron la mirada nuevamente para tan solo asegurarse de que esto era una posibilidad real y no tan solo un fantasioso sueño más ;al auto marcarse el número, en el segundo tono ,entro en pánico ,tanto que mis manos más resbaladizas que nunca se hacen una mala jugada con el electrónico objeto para continuamente tomarlo con más convicción y cancelar la llamada ¿Qué demonios estoy haciendo? No ,no, no…en un impulso sacado de la nada sonrío de oreja a oreja y parto a correr como un idiota a cualquier parte ,a donde el destino me lleve al mismo tiempo que de mis labios salían pequeñas bombitas de vapor que se alcanzaban a ver por el frío clima ,tomé una leve pausa para sostener mi peso con las manos en mis rodillas, una que tan solo duró milésimas de segundo para luego retomar la acción anterior, estaba tan ,tan feliz ,tan ,tan alegre, tan, tan emocionado de que todo volviese a ser como antes que no me di cuenta que tan solo de un segundo a otro ya me encontraba frente a casa y a juzgar por el estacionamiento mis padres ya estaban en la misma ,respiré sin control para seguido de esto con el mismo impulso idiota de antes volver a correr unas tres vueltas más alrededor de la manzana con grandes saltos largos de por medio, cuanto el ahogo tomaba parte de mi me pude dar cuenta de que ya era el límite ,de que estaba asquerosamente cubierto por sudor y que mis oídos se encontraban poco más a estallar, en menos de 24 horas podría estar nuevamente a su lado; si ,cierto pero eso era más que suficiente para tranquilizar estas llamas presentes en mí. Puse nuevamente la mano en mi pecho tratando inútilmente de tranquilizarlo y seguido de esto gritar como un demente en pleno de la calle para poder sacar todo esto, tanto que mi padre salió alarmado a la puerta viéndome de forma extraña a lo que yo tan solo correspondí con una sonrisa para posteriormente correr en cuestión de segundos subiendo aquellas escaleras y abrazarlo como si no hubiese un fin, estaba tan alegre de existir, entré rápidamente a casa sin escuchar las quejas que me proporcionaba ante la infringida regla de correr dentro de casa para abrazar a mamá de igual o mayor forma ,quien sabe ,y más que eso más misteriosas fueron las palabras que me señaló antes de que me metiera al baño dejando mi mochila caer por quién sabe dónde. Abrí la regadera con el agua en más puro estado frío, eso sin poder tan solo disminuir en un poco el incendio que se encontraba dentro de mí, incendio que se sentía más y más fuerte hasta bajar de a poco…de apoco…hasta desvanecerse por completo…hasta que quedase solo unas cuantas flamas que se complementaban con júbilo ¿A dónde iríamos Miguel y yo a partir de ahora? ¿Qué haríamos? No tengo idea alguna pero lo de esa tarde no me cabía duda de que habíamos creado algo nuevo; algo que se repetiría mucho más, que nos tomaría a ambos acaparando el hecho de que estemos más unidos que nunca; en aquel acto no estuvo involucrado Miguel, él no había hecho nada, tampoco yo, vuelvo y repito, creamos algo completamente nuevo. Después de una perpetua ducha salí temblando y sin embargo alborozado con una toalla sosteniéndose en mis caderas, alboroté un poco más mi cabello como me era de costumbre para seguido de eso darme cuenta que todo en la sala estaba completamente vacío y oscuro, realmente había rompido record ,tomé mi comida de la estufa tragando como si nunca en mi vida lo hubiera hecho, la comida de mi madre nunca me había parecido tan buena, eso sin contar el hecho de las enfermedades que había contraído variables veces de pequeño a causa de su alimento pero eso era algo diferente ,bastante diría yo. Cepillé mis dientes con un entusiasmo incontrolable hasta que mis encías casi sangraran para subsiguientemente introducirme a mi habitación esta vez dejando la puerta cerrada para quien sabe qué .Sé que uno se puede volver adicto a cualquier tipo de tristeza y puede caer en la misma de una forma fácil, demasiado, pero ¿El volverse adicto a este tipo de alegría? Realmente podría acostumbrarme sin embargo esa felicidad no me duró mucho al encender la luz de la pieza y ver a… ¿Qué mierda?
-Dije que quería hablar contigo-Se encontraba raramente sentado en el filo de mi cama con una tranquilidad que no me extrañaba del este tipo.
- ¿G-Günther?-no le pensé ni dos segundos para tomarlo de la mano obligándolo bastamente a salir de mi habitación -Si ,si ,si ,mañana puede ser un nuevo día zorrita, ahora si me permites-interrumpió mi acción de la forma más inesperada posible a la normal ,bueno, para ser sincero, igualitariamente a la anterior ,tomando el mismo brazo con el cual lo había tomado hace tan solo unos segundos, ponerla detrás de mi espalda y ponerme a su dádiva-
-¿Usted no aprende verdad?
-C- cállate, ¿Cómo es que entraste?-cuestioné al mismo tiempo que recordaba sobre…oh mierda .Posicioné mis manos rápidamente de una forma que mis muñecas no fuesen fácilmente visibles.
-Tu familia me dejó pasar, de hecho escuché desde aquí que te lo dijo un montón de veces antes que te de metieras a ducharte, por cierto, lindas caderas eh-asentó un poco lo último para acercarse un poco más provocando que su…
-Ok, ok, ok-asenté logrando extrañamente zafarme en una actitud defensiva-Solo déjame vestirme ¿Si?
-Si-afirmó cruzando los brazos con una pose de diva.
-Eso quiere decir que salgas por unos segundos.
-¿Qué? ¿Eres marica?
-Eso debería decírtelo yo a ti- confesé en seco mientras mis ojos se ponían ojos medio cerrar.
-Si como sea, yo solo…-tomó una leve pausa para sentarse nuevamente en mi cama esta vez dándome la espalda y con las manos bien en alto-Voy a quedarme aquí hasta que TU maldito paranoico se le dé la jodida gana de terminarse de vestir y NO darse cuenta de que está haciendo esto frente a otro hombre-concluyó no sin antes remarcar ciertos monosílabos de forma ¿Necesaria?
-Para mí eso está mucho mejor, por cierto ¿Podrías pasarme el abrigo que se encuentra a tu lado? –entre buscaba como loco y de la forma más rápida posible algo de ropa interior y una pantaloneta.
-¿Qué acaso no tienes más ropa que ponerte? Siempre te veo con estos, y al parecer tienes muchos ya que si no me equivoco tenías otro puesto antes.
-Como si tú me fueses a comprar ropa nueva…no te preocupes ,encontré otro justamente acá ,y…ya-rápidamente veo como se gira viéndome con una mueca algo molesta a lo que no le doy tiempo a esa mirada tirándome a su lado con los brazos extendidos dejándome caer por completo ,realmente estaba agotado.
-Bien, vine aquí para preguntarte algo pero lo vas a tomar enserio ¿Si?-confesó con los ojos bien abiertos dirigidos hacia a mi sin duda alguna, creo que nunca antes lo había visto de esta forma, o tan solo aparentaba, quien sabe.
-Ok, ok, relaja la dona, tu tan solo dime…mientras yo me recuesto…-le di paso libre mientras me acomodaba un poco más entre las sábanas.
-¡No te lo estás tomando enserio!
-Si como sea, tu tan solo habla…
-¿Cómo es que…?-vi como vacilaba un poco mientras tomaba una de las incontables perforaciones de sus orejas moviéndola un poco –Es que no sé cómo decirlo, pero no puedo entender lo que sientes por Miguel, te enamoraste de la nada de él según lo que me has contado, pero ¿Eso es acaso posible?
Me extrañaba en mayor parte su forma de tomar las cosas, tal vez esta era la vez en que más sincero lo había visto, siquiera me miraba a los ojos ¿Qué se estaba tramando? –No tienes que entenderlo; solo tienes que respetarlo-dije adaptando un tono de igual forma más certero para luego añadir –Y ya te dije que no te hagas falsas ideas, solo somos amigos, el no... No sé-dejé de lado mi tonta excusa que nunca se dio paso para luego continuar y dejarme llevar por palabras que solo había guardado para mí hasta este momento -un día simplemente me di cuenta que lo amaba, que quería que estuviese a mi lado y que la satisfacción de la compañía fuera mutua-confesé tratando de buscar su perdida mirada.
-Eso no me cuadra, ¿No se supone que el amor lleva tiempo…?
-No tiene por qué “cuadrarte”-le interrumpí –Me importa un carajo con lo que te cuadre, solo quiero que respetes lo que hago ,no es malo que tengas ese concepto sobre el amor en lo absoluto, todos lo tienen ,lo malo es que creas que todos aman igual y no que cada uno lo hace a su manera ;a unos lo pueden llevar años y más pero a mí me bastó y me sobró con su mirada y darme cuenta que cerca de mi más que lejos tenía lo que siempre había buscado, la sencillez de un chico sincero.
-Ustedes entonces…-encogió un poco los hombros-¿Se conocieron desde antes? ¿Hablaban mucho de algo que les gustaba? ¿O como…?
-Siempre estuvo presente y yo siquiera había intercambiado un dialogo antes ¿El hablarnos antes? –añadí en tono sarcástico y de igual forma una mueca-El intercambio de palabras no era un problema, somos los humanos, que no sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escuchar, Y el amor se siente con el corazón, no con el tiempo y mucho menos con el cuerpo, buscarle un significado o una razón para sentirlo es tan solo perder el tiempo.
-…Si yo hiciera lo mismo ¿Sería un idiota?-todo su ser, o tolo lo que yo creí a ver conocido de él se encontraba muerto, o gran parte, su rostro ya ni dirección tenía para mí.
-Todos somos idiotas, unos más que otro.
-Sí, y tú lo eres más de lo que piensas maldito idiota.
-¿Qué?
-…
-…
-Que si pudieras decir que es lo que más te gusta en la vida ¿Qué sería?
-¿No es obvio?-hasta la pregunta me parecía tonta mientras veía como una sonrisa se dibujaba en su rostro, esa perversa que siempre tenía, hasta pude imitarlo en cierta parte.
-¿No me lo vas a preguntar?-mientras iba acercándose un poco más a lo que yo era esta vez el que desviaba el rostro.
-E-está bien… ¿Qué es?
-Yo creo que lo que más me gusta en esta vida empieza con “V” y termina con “Erga” complementándose con “La de Lautaro”- explotó por fin tirándoseme encima a lo que yo obviamente traté de detenerlo pero con poco resultado ¿Por qué tengo que ser un maldito debilucho? Pff…y yo criticando algo que ni yo puedo hacer bien ¡Nunca debí confiarme de este Curco! Sus manos tomaron con fuerza las mías que se trataban de desistir pobremente ante aquella acción pero más tarde que nunca sentí nuevamente su lengua deslizarse reiteradamente por mi cuello.
-¡Odio que hagas eso!-Retuve entre dientes por miedo a que se escuchara muy alto; hasta que sus manos me soltaran y seguido de esto se dirigiera, sin que yo le dijese una respuesta alguna, a la puerta.
-Nos vemos al rato, quiero dormir unas horas antes de mañana eh-se despedía cerrando la puerta de mi habitación al instante sin esperar una respuesta suya, lo suficiente para darme cuenta de que mi madre había salido ya en el momento indicado para abrirle la puerta a Günther, como era predecible de ella, claro, se violan a tu hijo y tu muy tranquila .Pase mi mano por mi rostro para por fin tirarme rematadamente despejado a la cama dejando la luz encendida como de costumbre. Me bastaron tan solo con segundos para que mis ojos se entrecerraran de apoco…de apoco…hasta que…
-¡Levántate!
-¿Ah? ¿Eh? ¡Si, si! -Le decía a la nada mirando a todos lado dándome cuenta que no me encontraba en mi habitación, estaba en una…
-¡Oye, por si no me has visto, me encuentro aquí al frente!
-¿Qué?-observé un poco más detallado, me hallaba en la misma habitación de estilo oriental de uno que otro de mis sueños anteriores con Miguel; incluso la forma en que estaba sentado antes y ahora coincidía, pero…ahora el que estaba acompañando no era ese friki, era… ¿Yo mismo? Se encontraba extrañamente parado sobre la mesa gracias a la facilidad que su pequeña forma le proporcionaba.
-¡Si, soy yo pajero de mierda, el Lautaro chibi que ve cada jodida mierda que haces!-Traté de contenerme las risas per se me fueron imposibles a lo que rápidamente me eché a reír, era como una versión más pequeña mía pero un poquito más rellenita, sin darme segundos lo tomé por el brazo presionándolo un poco empalagoso; viendo como aquel animalito reaccionaba al instante alejándose despavorido -¡O-oye!
-N-no pude evitarlo ,lo siento-trataba de estructurar entre risas inútilmente hasta sentir sus manos tomándome por el cuello de mi abrigo de una forma grotesca ,tanto que parecía real ,un momento ¿Quién dijo que esto no era real?
-Escucha bien maldito niño emo-advirtió para luego soltarme toscamente y sacar sus lentes de la nada junto a unas hojas bien ordenadas y expresarme algo más tranquilo –Esto es un sueño constante como lo sabes…
-Pero es la primera vez que lo tengo-excusé desviando la mirada algo orgulloso.
-¡Si, como la primera vez que yo tengo que lidiar contigo sin tener que partirte la puta cara!-haciendo un puñito que me resultó tan raramente tierno –En fin, el punto es que tengo que tengo que hacerte recapacitar como Karen a Justin pero en un sueño ,no haciendo el ridículo público, de hecho ,eh preparado un discurso de The Last Of Us justo para este momento-reafirmó sobresaltando las hojas y acomodando sus lentes –Pero saltemos esa parte –algo más serio y tirando los objetos que anteriormente había posicionado para reiteradamente tomarme por el cuello del abrigo y gritarme despavoridamente -¡LAUTARO DEJA DE ACTUAR COMO UNA ZORRA Y SIGUE CON TU VIDA!
Desperté alarmado por el sonido de la alarme de mi celular dándome cuenta que tenía la hora exacta, no estaba atrasado o algo como eso…Oh dios mío…The Last Of Us…
Gracias a mi Padre pude llegar de forma rápida al colegio eso sin saltarme la regañada que me pegó por ser tan vulgar anoche, y que obviamente me la tenía bien merecida.
-Lo siento, traté pero es que no podía contenerme, estaba demasiado contento-traté de justificar una vez que todo estuviese más calmado y que ya hubiera terminado de escuchar una por una las palabras del discurso que me tenía que decir en cuanto a la velada anterior.
-Por cierto ¿Quién era el malandro que te fue a buscar?-cuestionó algo más serio a lo que yo tuve que usar algo de fuerza sobrehumana para no reírme sobre la palabra en la cual había denominado a Günther, la de “Malandro”.
-Descuida papá, es solo un amigo-explicaba mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad como me era obligado usar aún a esta edad, era algo tonto pero necesario, me pude percatar de que ya habíamos llegado.
-Ese chico era bastante extraño-concluyó para luego despedirse y dejarme en la entrada a lo que rápidamente suspire dispuesto a empezar la búsqueda de Miguel, seguramente no ha cambiado sus horarios de llegada al colegio; pero irlo a buscar donde siempre…
-¡Lautaro!-sentí sus brazos junto a mi cuello asfixiándome con ayuda de su peso, ese obviamente era…
-¡E-espera!-pedí tratando de tomar algo de equilibrio con un resultado notable para luego notar como se bajaba de mi espalda, era un flacucho bastante agradable después de todo, él lo valía.
-Tonto, vamos ya a nuestro grado, escuché que esta vez nos tocaban los que tenían aire acondicionado-decía con un tono infantil tomando mi mano y llevándome a la carrera por la parte de atrás de los salones, eso no sin antes notar su sonrisa tan perfecta en su rostro que tanto resaltaba en estos momentos.
-¡A mí también me alegra que estudiemos otro año juntos!-le pedí sin mucho resultado ante mi petición entre risas.
-¡No puedo esperar, esto va a…!-pude notar como su fructífera voz fue interrumpida ante el contacto contra algo, no, alguien que accidentalmente se había interpuesto en nuestro camino; pude notar como Miguel dio un pequeño paso hacia atrás sobándose la cabeza con los ojos fuertemente cerrados, a lo que yo rápidamente encaré al causante sin ver antes quien era, pues mucho me hubiera ahorrado.
-¡Oye, ten más cuidado con…!-me quedé algo sorprendido al ver más sólidamente que no se trataba de tan solo un tipo, eran unos tres aproximadamente de un físico que no daba buena espina y además bastante mucho más robustos que yo que me intimidaron un poco pero no hizo que perdiera mi postura ¿Realmente estaba dispuesto a jugarme a la verga?
-Pero que tenemos aquí-dijo el que tomaba la delantera del grupo tomándome por la camisa, zamarreándome levemente a lo que yo pude deshacerme de mala gana mientras los de atrás custodiaban con pequeñas risas, mierda, ya me había involucrado en esto, debí pensar bien en advertirle antes a Miguel en venir por esta ruta trasera; tanta fue la conmoción del momento que no tomé mucho en cuenta que mis lentes habían caído al suelo en aquel corto encuentro.
-¡Suéltame idiota!
-¡Uhhhh! ¡Parece que esta perra araña!-dijo el desconocido mientras los de atrás lo seguían escoltando con algo de depravación y un mohín algo roto .Segundos fueron los que pude ver su puño acercándose a mi rostro, que digo ¡Milésimas de segundo! Cerré fuertemente los ojos con intención de imitar la acción sin el tiempo suficiente para pensar en el resultado de mi estupidez y falso heroísmo ¡Jugar tanto GTA me tenía que servir de algo ahora!
-¡Oye amigo, creo que apuntaste mal!-esa voz…no me digas que…-abrí levemente los ojos con cierta pesadez por miedo de confirmar mis dudas pero una imagen habla más que mil palabras, no sé cómo ni de donde había salido pero era él, si, Günther, había sostenido la mano del brabucón con la suya justo antes de que esta tuviese impacto con mi tonta cara de estupefacto ante aquella escena.