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Juntos por la Eternidad por Ellie Blanch

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Notas del fanfic:

Bueno esta historia la habia escrito hace mucho para una amiga y asi se metiera de lleno en el mundo de KNB, cosa que pude lograr.

Vale estas tan obsesionada como yo ahora, cosa que agradezco XD

Notas del capitulo:

Bueno debo aclarar que los personajes pertenecen a Fujimaki Tadatoshi-Sensei

Dos jóvenes de tercer año de secundaria se encontraban disfrutando de una agradable comida en su sitio habitual después de clases, era un restaurante de comida rápida llamada Magi, como era costumbre el joven de cabello rojo pedía su porción de 30 hamburguesas junto a una soda grande, mientras tanto el pequeño peli celeste que lo acompañaba solamente pedía una hamburguesa pequeña y su malteada de vainilla, la cual se había vuelto su debilidad durante los últimos 3 años que llevaban frecuentando el lugar.

- ¿De verdad jamás te cansaras de tomar solo eso? – Era la pregunta que siempre hacia el pelirrojo a su acompañante.
- ¿Y tú jamás te cansaras de comer tanto?
- Vale…vale… ya lo pillo, no insisto más contigo – Hablo tomando una hamburguesa para comenzar a comer.

Llevaban unos minutos en silencio, a decir verdad los chicos hace un par de años se habían vuelto una pareja, eran bastante unidos, tenían sus altos y bajos como cualquiera, pero habían podido superar todos los obstáculos de buena manera, pero desde hace unas semanas atrás el pequeño peli celeste actuaba de una forma extraña, era más distante y esto le estaba molestando al pelirrojo, aunque el motivo de su malestar ya lo conocía, prefería no hablar de eso, ya que sabía que de alguna u otra manera terminarían peleando y era lo que deseaba evitar.

- Tetsuya - Susurro el mayor dejando de lado la comida a lo cual el muchacho en cuestión lo observo con sus grandes ojos, pero no demostrando ninguna expresión en particular.
- ¿Qué pasa Taiga?
- Yo quería... bueno…
- Sí, no me lo dices de forma clara no puedo entender.
- …Podrías dejar de hacer tanto berrinche, me gustaría que me apoyaras.
- Lo hago, pero… - El chico desvió la mirada.
- Por favor mírame - Le suplico tomando una de las manos que se encontraba sobre la mesa – Sabes que te amo más que cualquier cosa en este mundo y por eso quiero que ambos seamos felices.
- Taiga…yo… - Tartamudeo mirando a su pareja y luego bajo la vista hasta sus manos que estaban unidas – Tengo miedo…
- Lo sé, aunque no lo creas yo también, pero es lo que quiero y necesito tu apoyo – Le dijo y con su mano libre levanto el mentón del pequeño, para que este lo mirara a los ojos, lo cual logro solo por unos segundos antes de que este corriera la vista de nuevo.
- …
- Si sigues así, no te daré la sorpresa que tengo planeada – Explico el pelirrojo retirando su mano para seguir comiendo.
- ¿Qué sorpresa? – Pregunto el pequeño con un pequeño brillo en sus ojos.
- Termina de comer y veré si te lo digo, todo dependerá como te comportes.
- No soy un niño Taiga – Hablo enojado e inflando sus mejillas un poco, lo cual le pareció adorable a su pareja.
- Así no convences a nadie y lo sabes bien – Comento mascando una de las tantas hamburguesas que le quedaban en la bandeja – Me pregunto si los niños a los que eduques te verán como un profesor o un niño más del salón.
- No te pases Taiga, ya sabes lo que puedo hacer para castigarte.
- ... – El pelirrojo trago pesadamente la comida y prefirió no seguir molestando.

Luego de un momento ambos chicos habían terminado su cena y se encontraban caminando en el parque en el cual solían jugar básquet, aunque ahora no lo practicaban mucho, ya que debían estudiar para el ingreso a la Universidad y habían dejado el club hace unos meses.
Taiga tomo la mano de su pequeña pareja como solían hacerlo cuando nadie los veía, y lo guio hasta aquella cancha que tantos recuerdos les traía a ambos, al llegar al lugar Tetsuya lo miro extrañado.

- ¿Para qué hemos venido hasta aquí si no traes un balón para jugar? – Pregunto extrañado.
- Simplemente porque en este lugar tenemos muchos recuerdos juntos.
- No comprendo.
- Tetsuya – Hablo el pelirrojo colocándose delante del chico que era su sombra – Solo nos quedan unas semanas para comenzar con nuestra vida universitaria y me gustaría saber…
- ¿Qué cosa? – Interrumpió.

En ocasiones la curiosidad del pequeño era lo que más amaba, le encantaba ver esos ojos llenos de brillo y por lo mismo le gustaba molestarlo de alguna forma.

- ¿Aceptarías esto? – Pregunto sacando algo de su bolsillo y colocándolo en la mano de su amado, el cual al verla se dio cuenta de que eran unas llaves.
- Taiga…
- Quiero que seas mi esposo y vivas conmigo – Comento finalmente.

El pequeño no sabía cómo responder, primero miro al más alto a los ojos, luego la llave, después quiso decir algo pero las palabras no salieron, al final la única reacción que tuvo fue ponerse a llorar, colocando las manos que tenían la llave sobre su pecho.
Taiga no supo que hacer en un principio, pero luego abrazo a su amado el cual correspondió el pequeño, fue un abrazo que demostraba solamente amor de parte de ambos.

- Te amo – Hablo finalmente – Por supuesto que acepto vivir junto a ti mi tigre – Luego levanto la vista para observar aquellos ojos rojos que tanto amaba, y sin previo aviso se paró de puntitas para robar un beso del más alto.
- Sabes que yo también lo hago – Le dijo cuándo se separaron, para llevar una de sus manos a la mejilla de su pequeño y limpiar así las lágrimas.

*****************************************************************************

Unos años despues…
- Nee, nee Tetsu-chan, ¿Por qué estas tan triste? – Pregunto su compañero.
- No es nada Kazunari-kun – Hablo el joven.
- ¿Es porque Kagami no pudo venir a la graduacion?
- No puedo hacer nada, tuvo una emergencia con un incendio forestal – Explico el peli celeste.
- Ohhh, no me digas que aun no ha vuelto ¡Ha pasado casi una semana!
- Lo se, me llama todos los dias, pero esperaba que al menos hoy estuviera aquí.
- ¡Kazunari, Tetsuya! – Se escucho una voz que los saco de su conversacion, ambos miraron hacia el lugar y vieron a un gran peliverde caminando algo incomodo con 2 ramos de flores.
- ¡Shin-chan! – Exclamo el pelinegro arrojandose a los brazos de su amante.
- Me vas a botar – Se quejo el mayor, a lo cual Kazunari se separo un tanto molesto.
- Deberias ser menos tsundere.
- Y tu dejar de ser tan efusivo.
- Vamos dejen de pelear, todos sabemos como terminan esas reconciliaciones – Hablo el peliceleste con una pequeña sonrisa en su rostro, provocando que a ambos mencionados se les subieran los colores.
- ¡Ya basta ustedes dos! Tomen un obsequio por su graduacion – Ofrecio uno de los ramos a cada chico – Espero que los niños no sufran mucho con ustedes.
- Gracias Midorima-kun.
- ¡Shin-chan eres el mas lindo tsundere de todos!

Justo cuando Kazunari planeaba tirarse a los brazos de su pareja de nuevo, comenzo a sonar el celular del peliverde, miro el nombre y despues observo a Kazunari antes de contestar, el cual entendio inmediatamente aquella mirada.

- Tetsu-chan vamos a despedirnos de nuestros compañeros – Comento Kazunari mientras empujaba a su amigo.

Cuando ya estuvieron lo bastante lejos como para no escuchar la conversacion, Midorima decidio contestar.

- ¿No deberias estar llamando a otra persona en este momento? – Pregunto el peliverde arreglando sus lentes.
- Lo se, pero…
- Esta bien, dime ¿Que demonios quieres? – Corto el joven, ya que hablar por telefono no era lo suyo.
- No alcance a llegar a la graduacion, pero espero llegar a casa a las seis…Necesito que lo entretengas hasta las ocho mas o menos.
- …
- ¿Midorima?
- Ya lo tenia previsto, Kazunari me dijo lo del incendio hace unos dias y por lo que vi en las noticias supuse que no llegarias, asi que decidimos hacer una fiesta sorpresa para ambos con todos los chicos.
- ¡Gracias!
- No lo hago por ti, si no por ellos.
- Gracias Tsunderima, te llevare un obsequio para la proxima.
- Deja de llamarme asi, y espero que no eches todo a perder.
- No lo hare, bueno nuevamente gracias – Dicho esto Kagami corto.

Midorima suspiro profundamente antes de ir a buscar a ambos chicos, la verdad es que odiaba las reuniones, pero esto obviamente era algo por lo que debian celebrar, y en la noche aprovecharía de celebrarlo a su manera con el pelinegro.

- ¡Kazunari, Tetsuya no vamos! - Exclamo llamando la atención de ambos a lo cual los chicos hicieron una reverencia y partieron donde se encontraba el más alto.
- ¿Qué sucede Shin-chan?
- ¿Ya terminaron con la despedida? – Pregunto mirando su entorno, dándose cuenta que mucha gente ya había desaparecido del lugar.
- Si – Respondieron al unísono los recién graduados.
- Bien, entonces vamos – Sin más Midorima comenzó a caminar, ambos chicos lo miraron y después de un momento decidieron seguir, quedando unos cuantos pasos tras él.
- Nee, Nee Tetsu-chan ¿Te puedo contar un secreto? – Susurro Kazunari para que nadie más pudiese escuchar.
- ¿Qué sucede Kazunari-kun?
- Bueno…veras… quería que Shin-chan fuera el primero en saberlo pero…mmm veras parece que…yo estoy esperando – Soltó sin más.
- … - El chico se detuvo y miro sorprendido al pelinegro.
- ¿Qué pasa con esa reacción?
- Pero Kazunari-kun recién nos graduamos – Susurro el peli celeste mirando fijamente a su amigo.
- Lo sé, pero yo quería un niño y Shin-chan quiere esperar muchos años mas ¿Crees que se enoje?
- Es un tema delicado, pero no creo que…
- ¿Qué sucede? – Pregunto Kazunari notando que su amigo se quedaba callado, y mirando al lugar, fue entonces cuando pudo ver que unos ojos color esmeralda lo miraban intensamente.
- Te diré que ya lo sabía y eres un tonto si piensas que no me enteraría, eres tan descuidado que dejaste el test a la vista – Hablo con molestia arreglando sus lentes nuevamente.
- ¡Shin-chan! ¿Desde cuándo lo sabes? ¿Por qué no me dijiste nada?
- Estaba esperando que tú lo mencionaras, pero no comprendo porque se lo dices a Tetsuya primero.
- Quería que me defendiera en caso de que te pongas agresivo – Explico colocándose tras el peli celeste.
- Kazunari ven aquí – Pidió el mayor.
- ¿Me pegaras? ¿Me gritaras? ¿Me dejaras? – Los ojos de Kazunari comenzaban a llenarse de lágrimas con cada pregunta que salía de sus labios.
- ¿Puedes venir?…Por favor.

Tetsuya al escuchar el tono de súplica de Midorima y notar que Kazunari estaba aterrado, decidió actuar, así que dio un paso al lado y le indico a Kazunari con la mirada que fuera junto a su pareja. El joven pelinegro bajo la mirada y llego a paso temeroso junto a su amante, el cual sin previo aviso y a pesar de que aun habían unas cuantas personas, abrazo al pequeño pelinegro.

- Eres un idiota – Susurro en su oído – Me haces la persona más feliz, esperaba que esto fuera en un par de años más, pero ese bebé será muy bien recibido.
- Shin-chan eres el mejor.

Después de un momento de mimos por parte de ellos recordaron en donde se encontraban, además el celular de Tetsuya los saco de su mundo, el pequeño peli celeste esperando que fuera su adorado bombero contesto rápido, sin siquiera ver el número, pero era otra persona quien llamaba.

- Tetsu cuanto tiempo – Se escuchó la voz de Aomine.
- ¿Aomine-kun como estas? – Pregunto el joven educadamente, pero algo desilusionado
- Por supuesto que bien, ¿Ya te graduaste?
- Si, hace un momento.
- Perdón por no asistir, pero tuve unos inconvenientes en la comisaria.
- No te preocupes.
- Bueno te felicito, dale a Kazunari saludos de mi parte.
- Se los daré.
- Bueno hablamos cuídate.

Fue una llamada corta, pero basto para quitar el romanticismo de los dos tortolos enamorados que se encontraban junto a él.

- Bueno nos vamos – Sugirió Midorima.
- Yo tengo que ir a casa – Hablo Tetsuya.
- Demonios Tetsu-chan vamos a comer algo Shin-chan invita – Dijo el pelinegro soltando a su pareja y yendo junto a su amigo para pasarle un brazo sobre el hombro.
- Pero…
- Vamos no quiero que estés solo.
- Está bien, pero solo será un momento.

Eran alrededor de las siete treinta y todos disfrutaban de la celebración, todos sus amigos se encontraban reunidos en la casa de Akashi, para darles una fiesta sorpresa.
Midorima se había encargado de llevar sin sospechas a ambos jóvenes al lugar, indicando que Akashi quería verlos, pero tenía mucho trabajo pendiente por lo cual no podía salir de la casa.
Lo cual casi siempre pasaba así que ninguno dudo de eso, pero al llegar se encontraron con Ryota y Kasamatsu, quienes habían estaban repartiendo las invitaciones para su casamiento, Tatsuya y Atsushi, los cuales estaban a la espera de su primer hijo con casi los siete meses de embarazo del pelinegro, el peli morado cada cierto tiempo le hablaba al estómago de su esposo diciéndole que cuando naciera comerían toda clase de dulces, Daiki y Ryou este último esperando ya el tercer hijo del moreno con cuatro meses de embarazo, los otros dos estaban durmiendo, todos se dedicaron a molestar a la pareja diciendo que después del casamiento parecían conejos y tendrían un hijo por año, el moreno solo se puso a reír, mientras que Ryou se disculpaba mil veces como era su costumbre. Y por último se encontraba Seijuro y Kouki quien estaba muy contento con su pequeño hijo de 2 años, había salido varón por lo cual sería el próximo heredero de la familia.
Todos estaban muy contentos, reían y recordaban los momentos que tuvieron en la secundaria en los cuales las batallas de baloncesto lo eran todo, en cambio ahora eso quedaba un poco en el pasado, para abrir paso a la familia.
Kazunari le contaba a sus amigos que su bebé sería el más pequeño, dando así la buena nueva del próximo integrante de esa gran familia.
Todos estaban felices, excepto uno que a pesar de tener a sus amigos, no tenía lo más importante junto a él, le molestaba el hecho de que todos tuvieran a sus respectivas parejas, alardearan de sus hijos y él no podía hacer lo mismo.
Eran las ocho diez cuando se acercó a Akashi, para informar que volvería a su hogar, con la excusa que debía alimentar a Nigou, el cual lo estaría esperando ansioso.

- Está bien Tetsuya, le diré a uno de mis choferes que te lleve a casa.
- No importa, puedo irme solo.
- Sabes que no dejare que lo hagas así que no insistas.

Dicho esto salió del lugar y volvió unos cinco minutos después para decirle que todo estaba listo y podía marcharse en cualquier momento.
Tetsuya agradeció a todos los presentes y se fue casi de inmediato, necesitaba estar en su hogar y sentir el aroma al menos de su persona amada.
Al abrir la puerta, todo estaba oscuro, era el pequeño indicio de que Taiga aun no llegaba, esto fue como un balde de agua fría, sería otra noche solitaria, casi sin ánimos se dirigió a su habitación, pero grande fue su sorpresa al ver que el lugar se encontraba decorado con algunas velas y de pie se encontraba la persona a quien esperaba con ansias y en sus manos tenía un gran ramo de rosas rojas.

Al principio Tetsuya no podía creer lo que veía, hasta que Taiga decidió hablar primero.

- Felicidades amor – Le dijo con aquella sonrisa típica de él.

El pequeño peli celeste salió corriendo, para tirarse sobre los brazos de su amado, unas lágrimas de felicidad se deslizaban por sus mejillas.

- Te extrañe tanto – Le dijo escondiendo su rostro en el pecho Taiga.
- Y yo a ti, perdona por no estar en ese momento tan importante.
- No te preocupes, estas aquí ahora y es lo que importa. – Hablo el pequeño mirando directo a los ojos del pelirrojo.
- Te amo – Declaro el mayor besando de una forma bastante tierna a su pareja, extrañaba esos labios, ese cuerpo, necesitaba tenerlo ahora, pero se había prometido que primero le daría una sorpresa al chico, cuando se separaron Taiga llevo su mano libre a la mejilla de Tetsu.
- ¿Por qué no me dijiste que vendrías? – Reprocho el menor enojado.
- Porque quería que fuese una sorpresa.
- Y lo fue, ya estaba pensando en tener una velada con Nigou, por cierto te ves bastante bien con el ramo.
- Fue bastante vergonzoso, pero…- Se detuvo mientras le ofrecía el ramo a su pequeño – Todo vale si es por ti.
- Taiga eres un romántico – Acepto el obsequio – Huelen muy bien.
- Pero sabes esto aún no termina – Le indico tomando su mano, y guiándolo hasta la cocina la cual también estaba bastante arreglada con una cena romántica hecha por el tigre.
- Taiga…
- Por supuesto que después de esto viene el postre – Sonrío de forma picara, Tetsuya entendió inmediatamente a que se refería.
- Recuerda que ha pasado una semana…no seas tan duro por favor.
- Será algo difícil no puedo resistir la tentación y lo sabes bien.
- …
- ¿Qué sucede?
- Mejor comamos antes de que se enfríe – Hablo el menor con un leve sonrojo en las mejillas.
- Está bien, pero dejas las flores en agua antes ¿o piensas comer con ellas?
- Es que están hermosas, pero mejor te hago caso.

Después de un momento ambos cenaban a la luz de las velas, la atmósfera era completamente romántica, cuando las miradas se encontraban un leve rubor se apoderaba de las mejillas de ambos, pareciera que era la primera vez haciendo esto.

- Sé que no eres bueno bebiendo, pero me gustaría disfrutar junto a mi pareja un poco de vino para acompañar la cena ¿Te molesta?
- No, pero solo será un poco.
- Es solo para el brindis en conmemoración de tu graduación – Explico Taiga tomando la botella.
- Está bien.

Como Taiga había mencionado anteriormente Tetsuya jamás había sido bueno tolerando el alcohol, y por esta misma razón cuando termino su primera copa comenzó a sentirse un poco mareado, el menor se excusó diciendo que solo era por la emoción del momento, y le pidió a Taiga que le diera otra copa a lo cual este se negó en un principio, pero el chico le dijo que no era ningún adolecente al cual debiera cuidar, por lo cual no tuvo más remedio que aceptar, este fue un grave error…
Ya había pasado una vez en la primera junta que salieron todos, pero esa vez Kazunari había sido el responsable de poner alcohol en la bebida de la sombra sin que este se diera cuenta, logrando que este se quedara dormido en el mismo lugar diciendo que no se iría hasta que Taiga lo llevara estilo princesa hasta su casa, bueno esa vez fueron muchas más copas que ahora, pero la poca tolerancia que tenía hacia el alcohol ahora se demostraba de otra forma, al parecer había funcionado como afrodisiaco, elevando un poco el calor del cuerpo del menor.
Ahora Taiga se encontraba en una encrucijada, tenía a su bello amante sobre sus piernas dándole la comida que aún le quedaba en el plato.

- Taiga… ¿No quieres comer más? – Preguntaba nuevamente llevando un pequeño trozo de carne a su boca.
- Si quiero, pero yo puedo comer solo, además es a ti a quien le queda más en el plato.
- Pero yo quiero comerte a ti - Hablo el pequeño abrazando a su pareja y comenzando a besar su cuello.

Todo el autocontrol que tenía el pelirrojo se deshizo en ese mismo instante y en menos de dos segundos cargaba a Tetsuya hasta la habitación que compartían.

- Te advierto que quería controlarme pero tú no me dejas opción – Le dijo colocándolo sobre la cama.
- Entonces castígame - Llevo las manos hacia el cuello del pelirrojo y lo jalo hasta él para darle el beso más salvaje de esa noche.
- No te soltare niño malo.

Las manos de Taiga comenzaron a recorrer el cuerpo de Tetsuya, y lentamente comenzaba a quitar las prendas de este, cada beso…cada caricia y cada roce era hecho con el mayor amor del mundo, lo primero que desapareció fue la polera y aprovechando la situación el pelirrojo comenzó a jugar con las tetillas.

- ¡Ahh Taiga! – Gimió el chico.
- Sabes que esto es solo el principio ¿Cierto?
- Si…tampoco he dicho que te detengas… ¡Ahh!
- Eres un chico bastante travieso.

Taiga sabía perfectamente los puntos débiles de su pareja, cuáles eran aquellos que lo prendían completamente y lo hacían gemir su nombre sin reservas. Así que comenzó a besar el cuello, podía sentir como el cuerpo bajo él se contorsionaba debido a la excitación. Hasta que llego a su clavícula y la mordió sin vacilación dejando una marca en el lugar… ¡Bingo! Fue lo último que necesitaba para que su amada pareja comenzara a hacer esos sonidos eróticos que amaba.

- Taiga…Taiga…
- Tetsuya no imaginas cuanto te extrañe – Susurro en el oído del menor – Me hacías falta.
- Esa debería…ser mi línea… ¿Sabes lo que significa no poder dormir…por pensar que te podía haber pasado algo?
- Pero no pasó nada y ahora estoy junto a ti.
- ¿No estoy soñando?
- Un sueño no puede hacer esto – Hablo dejando un nueva marca de dientes ahora en el cuello – Dejare todas las marcas necesarias para que sepas que me perteneces por la eternidad.
- ¡Taiga!

Entre mordidas, lamidas y besos, Tetsuya fue liberado de su ropa realmente era un estorbo así que tarde o temprano terminaría tirada por el lugar. Taiga al ver a su amante tal cual Dios lo trajo al mundo, se estimuló más de lo que pensaba al parecer esa semana sin tener relaciones había pasado la cuenta y la estreches en su pantalón se lo hizo saber.
Para Taiga el muchacho era un verdadero ángel caído del cielo, su piel tan suave y pálida era una droga para él, desde el momento en que probo por primera vez la sensación de poseerlo se hizo adicto y sabía que no podría dejarlo escapar jamás

- Tetsuya te hare el amor mil veces hasta que tu cuerpo ya no lo resista.

Bajo la mano hasta la hombría de su amante y se dio cuenta que una gotas de pre semen comenzaban a salir, estaba listo para lo que seguía, pero igual debía preparar aquel lugar tan íntimo, quería profanarlo inmediatamente, pero no podía, el autocontrol era necesario, no quería dañarlo.
Se separó unos segundos para buscar en la mesita de noche lubricante y preservativos, lamentablemente lo único que encontró fue lo segundo.
La verdad es que no quería ni tenía el tiempo de buscar, haría todo con lo que tenía a la mano.
Se deshizo de su polera, ya que comenzaba a ser un estorbo y dirigió una mano hacia a la entrepierna del chico, para comenzar a masajear el miembro ya erecto de Tetsuya.

- ¡Hazlo rápido! – Rogo el muchacho.
- Tengo que prepararte primero – Tomo unas gotas de aquel líquido que comenzaba a salir y dirigió aquellos dedos hacia el lugar correspondiente, un dedo ingreso y el peli celeste jadeo – Estas muy estrecho.
- ¡Ahh! No…importa…
- A mí sí, no quiero dañarte.
- ¡Taiga rápido!

Debido a las suplicas el pelirrojo, ingreso su segundo dedo al lugar…se escucharon más jadeos por parte de su amante, lo cual provocaba cada vez más al tigre, sentía que su pantalón en cualquier momento reventaría.

- ¡No puedo más! – Exclamo el peli celeste y se levantó de la cama.
- ¿Tetsu…ya?

No alcanzo a preguntar más sintió como el menor lo empujaba haciendo que cambiaran posiciones, ahora era el quien se encontraba arriba, el pequeño llevo sus manos al pantalón de su tigre y lo desabrocho, inmediatamente corrió la ropa interior, dejando el gran miembro erecto del pelirrojo a la vista. Esto hizo que el pequeño se saboreara como si estuviese viendo lo más sabroso del mundo y sin darle tiempo a reaccionar a su luz, llevo su boca hacia él y comenzó a lamer.

- ¡Ahh! ¡Ahh! – Ahora era el mayor quien jadeaba.

Mientras Tetsu saboreaba el miembro de su amor, con la mano libre se preparaba el mismo, Taiga se sentía en el cielo, al parecer darle el vino al pequeño en cierta forma había sido buena idea, ya que estaba más activo que de costumbre, habían pasado alrededor de diez minutos cuando el pelirrojo sintió que iba a correrse.

- ¡Ya no puedo más! – Exclamo, a lo cual el menor apretó el miembro fuertemente con la mano que lo sostenía - ¡Ahh! ¿Qué haces?
- Yo también quiero disfrutar – Se separó y busco en los alrededores el preservativo que habían encontrado, al hacerlo lo llevo hasta su boca y lo abrió de una forma lenta y sensual.
- Lo haces a propósito – Hablo mientras aquella molestia entre sus piernas se hacía mayor.
- Es tu castigo por dejarme solo tanto tiempo…Ta…i…ga…

Al cabo de unos cuantos minutos de suplicas por parte del pelirrojo, Tetsuya le había puesto el preservativo, cuando el trabajo ya estuvo hecho se subió sobre su amado tigre y comenzó a bajar lentamente para introducir ese enorme miembro en donde correspondía.
Solo basto la punta de este para darse cuenta, que la falta de sexo pasaba la cuenta, sentía algo de malestar, pero esto al chico no le importo, otros tantos minutos bastaron para que pudiesen continuar con su sesión de amor.
Tetsuya era quien llevaba el control, para Taiga esto era una tortura, sentía como su sombra se estaba desquitando de la peor forma por haber desaparecido durante una semana y además no haber llegado a su graduación, sabía que a pesar de haberle dicho que no importaba esto si le había dolido a su pequeño y bueno aceptaría el castigo sin reproches.
Durante un momento los movimientos se hicieron más rápidos, esto quería decir que estaba a punto de llegar al clímax, pero ahora la venganza era suya, tomo el miembro de su sombra para mantener el control.

- ¡Taiga!
- ¿No me digas que planeabas llegar solo?
- ¡Lo tenías merecido! – Hablo inflando sus mejillas, pues lo habían descubierto.
- Ohhh mi niño no sabes que tan bien te conozco.
- ¡Que injusto! No…

Nuevamente era Taiga quien intentaba tomar el control, había tomado las caderas del chico y como tenía más fuerza, lo guiaba para que se moviera bajo su voluntad, llegando a los pocos minutos ambos al orgasmo, la semilla de Tetsu quedo entre ambos, a pesar de esto Tetsu se dejó caer sobre Taiga, ya tendrían tiempo de limpiarse después, esta era solo la primera ronda y ambos lo sabían.
Taiga lo dejo un momento, ya que conocía su poca resistencia, lo dejaría descansar unos minutos mientras tanto lo mimaba un poco por todo el tiempo perdido.

- ¿Cómo te sientes? – Pregunto corriendo algunos de los mechones que tapaban esos grandes ojos celestes.
- B-bien… - Hablo cansado.
- Eres un debilucho – Acariciaba ahora su mejilla.

Un pequeño momento de caricias no le hacían mal a nadie, es más podía decir que esto volvería a subir la temperatura de ambos, a los pocos minutos Tetsuya sintió como el miembro que estaba aun dentro de él comenzaba a endurecerse de nuevo, pero en un rápido movimiento fue Taiga quien volvió a quedar sobre su sombra, ahora sería el quien guiara los movimientos en su totalidad.

Unas horas más tarde Taiga descansaba sobre la cama con un pequeño cuerpo entre sus brazos, después de la quinta ronda de sexo salvaje el chico no había aguantado y debido al placer se desmayó. Había sido hace mucho tiempo que no pasaba esto y probablemente era porque hace bastante que no lo dejaba solo durante un periodo tan largo. Una sonrisa se dibujó en sus labios pensando en cómo lo molestaría por esta situación.
No quería separarse pero el preservativo comenzaba a molestar, acurruco al pequeño en la cama y se sentó cómodamente en la orilla, pero al sacarlo del lugar se dio cuenta que desde la punta comenzaba a salir un poco de su esperma ¡Diablos se rompió! El agujero no era grande, pero si había logrado que una pequeña parte de aquel líquido pudiese entrar en el pequeño. ¿Y si quedaba embarazado? – Pensó – La idea lo horrorizo, no porque le molestaran los niños, sino más bien porque Tetsuya recién se había graduado. Definitivamente lo mataría si resultaba que serían padres, su sombra no le perdonaría que por el hecho de querer pasar unos momentos de placer le truncara sus sueños.

- ¡Diablos! – Envolvió el preservativo y se dirigió al baño para botarlo, aprovechar de limpiarse y luego traer lo necesario para limpiar a su chico.

Lo limpio con toda la dulzura del mundo, y se dio cuenta de todas aquellas marcas que había dejado repartida en aquel cuerpo tan delicado, era un hecho él le pertenecía completamente y nadie lo podría negar. Al llegar a ese lugar privado pudo notar que no había sido mucho lo que había entrado, pero cuando estaba aseando al pequeño, se dio cuenta que se quejaba entre sueños, al parecer había sido mucho el esfuerzo y eso se lo alegaría en la mañana cuando despertara.
Había quedado un poco más tranquilo, así que al terminar, se acomodó nuevamente junto a él, lo cobijo en sus brazos, beso suavemente en la mejilla y después espero a que el cansancio hiciera el resto.

Los rayos de la mañana comenzaban a hacer lo suyo, despertando a un pelirrojo que se retorcía en la cama intentando mantener el sueño o máximo posible, sin resultados aparentes, lo único que agradecía era que la primera vista de la mañana era lo mejor que le había pasado en mucho tiempo. Tetsuya parecía un ángel, le recordaban a aquellos monumentos de la época del renacimiento que se encontraban en los museos.
Se inclinó un poco y deposito un beso en su mejilla, Tetsuya reacciono llevando una mano hacia sus ojos intentando despertarse, pero un dolor de cabeza lo detuvo.

- ¿Qué sucede? – Pregunto Taiga preocupado al ver al chico quejarse.
- Nada…
- No me mientas.
- Solo un dolor de cabeza – Susurro.
- Es por la resaca, te dije que no tomaras más – Lo regaño Taiga.
- Fue tu culpa – Se enojó un poco – Tu trajiste el vino.
- Y te dije solo una copa.
- ¡No debías dejarme tomar más!
- Ok, Ok…lo que digas – Se levantó besando la frente de Tetsuya – Espera un momento.

Conocía los berrinches que podía llegar a hacer el chico cuando se lo proponía y lo mejor era evitarlo así que se dirigió hasta el botiquín para buscar algún remedio, y de paso a la cocina por algo de agua.
Al volver lo vio sentado, se veía algo incómodo, le ofreció el vaso con el remedio, recibió dando las gracias y se tomó el contenido.

- Hoy tengo libre, solo quédate acostado, yo te cuidare – Le informo.
- Perdón – Bajo la cabeza.
- No te preocupes – Se sentó a su lado y coloco una mano sobre su cabeza para acariciarla, la verdad es que él se sentía culpable por ocultarle lo que había sucedido en la noche.
- Te amo – Hablo Tetsuya tomando la mano de Taiga que estaba sobre su cabello y la beso.
- Y yo a ti – Taiga fue directo a sus labios.

Ese día fue el mejor de todos en mucho tiempo, Taiga mimo todo lo que pudo a su sombra, lo ayudo a bañarse, ya que el dolor de las caderas lo estaba matando, vieron películas acostados y el pelirrojo le preparo sus platos favoritos, incluido el postre que era un batido de vainilla estilo Kagami.

*****************************************************************************

Las semanas pasaron y tanto Kazunari como Tetsuya trabajaban en el mismo lugar, el pelinegro había informado de su condición al Inspector, pero este le había dicho que no tenía problemas siempre y cuando cuidara a los niños al igual lo había hecho en su práctica.

- Aun no puedo creer que nos dejaran en la misma sala – Hablo Kazunari durante el almuerzo.
- Lo mismo pienso – Acoto Tetsuya.
- Bueno cuando le explique de mi situación dijo que le gustaba mucho el equipo que habíamos formado.
- Claro, porque mientras Kazunari-kun desordena a los niños soy yo quien mantiene el orden.
- Vamos no te enojes, te daré un poco de mi curry hecho con mucho amor por parte de mi amado Tsundere – Más que ofrecer le metió la cuchara completa a la boca sin darle opción de decidir.

Tetsuya masticaba la comida, pero de repente sintió unas enormes ganas de devolver todo, para asombro de Kazunari, el peli celeste desapareció de su vista en dos segundos.
Los minutos pasaron y el muchacho no volvía por lo cual su amigo se preocupó y fue en su búsqueda, según indicaciones de los demás se encontraba en el baño. Al llegar lo vio enjuagándose la boca.

- ¿Qué sucedió? ¿Tan mala es la comida de Shin-chan? – Pregunto preocupado - ¿O será que estás acostumbrado solo a la comida de Kagami y las exquisiteces de Shin-chan son muy refinadas para tu estomago?
- …
- ¿Tetsu-chan? – Pregunto ahora si preocupado al no recibir respuesta.
- Tengo miedo – Los ojos de terror de Tetsuya hicieron desaparecer la sonrisa del rostro de Kazunari.
- Vamos a sentarnos y conversamos – Ofreció el chico en un tono serio.

Al llegar al lugar donde estaban comiendo hace unos segundos, Tetsuya tomo asiento seguido por Kazunari, fue entonces cuando le explico que hace unos días atrás había comenzado a sentirse extraño, de repente se mareaba y otras veces lo poco que comía se devolvía como había sucedido ahora, no era siempre, pero cada vez se estaba volviendo más recurrente.

- ¿Y Kagami? ¿Supongo que se lo has dicho?
- …
- ¡Tetsu-chan! – Exclamo preocupado – Él es tu esposo debe saberlo.
- Lo sé, pero… ¿Qué pasa si es algo serio? ¿Si tengo algo grave? - Miro hacia un costado – No quiero preocuparlo.
- ¿No crees que si lo llega a saber por terceros será peor?
- Está bien se lo diré – Hablo como niño regañado – Gracias por escuchar.
- De nada, pero… - Se levantó y le pego en la frente – No digas de nuevo que tienes algo grave, me has asustado.

Kazunari hizo que Tetsuya llamara en ese mismo momento a Taiga, para informarle de la situación, el cual le dijo que lo esperara, que iría a recogerlo para ir juntos ese mismo día al doctor.

- No veo porque tanto apuro, podíamos esperar unos días – Hablaba con Kazunari mientras esperaban que llegara Taiga.
- Pero tú mismo estabas preocupado.
- Pero…
- Eres un niño haciendo berrinche– Se burló Kazunari.
- No eres quien para decirlo – La voz de su amado Tsundere se hizo presente - También te da por hacer berrinches cuando no te doy lo que quieres.
- ¡Shin-chan no tienes por qué decir eso!
- Buenas Tardes Midorima-kun.
- Hola Tetsuya, Kazunari me ha dicho que vendría Kagami a buscarte…
- ¡Qué lindo Shin-chan ha venido a buscarme para no irme solito! – Salto a sus brazos.

Justo en ese momento llego Kagami, así las parejas se separaron cada una yendo a su destino.
Tetsuya se extrañó, porque al médico con el cual Taiga había pedido la hora no era cualquier médico, sino más bien con un doctor especialista en embarazo de hombres.

- ¿Qué hacemos aquí? – Pregunto el pequeño confuso, mientras estaban en la sala de espera, la verdad es que eran los únicos en el lugar.
- Esperando al médico – Informo, la verdad es que estaba realmente nervioso, pero debido a las circunstancias este especialista era el único que lo podría sacar de las dudas.
- Pero…
- Tetsuya Kagami – Llamo el doctor interrumpiendo al chico para suerte de Taiga…por el momento.

Ambos pasaron al lugar y se sentaron en el lugar que les indico el médico.

- Bueno díganme ¿En qué les puedo ayudar?
- Mi esposo ha comenzado a sentirse mal – Fue Taiga el primero en hablar – Ha tenido mareos y vómitos.
- Ya veo, esos son los síntomas más recurrentes, aunque no todos los organismos humanos son iguales.
- Pero… - Tetsuya quería hablar pero las palabras no salían, por otro lado Taiga estaba más extraño que nunca, lo sentía en cierto aspecto distante ¿Qué significaba todo esto?
- Bueno para salir de dudas, necesito que se suba a la camilla, haremos una ecografía para saber qué pasa, si no encontramos nada haremos las pruebas de sangre.
- ¿Taiga? – Suplicaba por saber que pasaba.
- No sucede nada – Lo miro a los ojos, tomo las manos de Tetsuya y las beso – Por ahora has lo que el médico dijo.

Tetsuya lo miro asustado, no estaba entendiendo absolutamente nada, el pelirrojo podía sentir lo que estaba sucediendo en la cabeza de su pequeño el cual no entendía nada, tuvo que habérselo dicho en su momento al menos para que se preparara, pero ya era tarde, dependiendo de lo que dijera el examen se lo diría de la forma más delicada posible.
Una vez que el chico estuvo sobre la camilla, el doctor le dio la instrucción de levantar la polera, y bajo un poco los pantalones del muchacho para tener más acceso a su estómago, coloco aquel gel para hacer más fácil el manejo del aparato que ocuparía y luego puso este mismo sobre el vientre descubierto.

- Ahora veamos que tenemos aquí – Mientras movía el aparatito veía una pantalla sin mucha resolución pensó Taiga, estaba realmente concentrado, pero al parecer no era nada, se habían asustado en vano hasta que - ¡Aquí esta! – Exclamo, asustando a ambos, a Taiga le dio un vuelco el corazón y Tetsuya se preguntaba ¿Qué demonios había encontrado el médico? - Es aun pequeñito, diría que tiene unas cinco semanas, el papá podría acercarse a conocer a su hijo – Ofreció el médico, a lo cual Taiga hizo caso tomando la mano de su pareja.
- ¿Qué ha dicho? – Pregunto Tetsuya.
- Bueno, dije “hijo” pero aún no sabemos el sexo – El doctor sonrió contento – Aunque puedo decir que es un pequeño fantasma, me costó bastante encontrarlo.

Tetsuya estaba en estado de shock, no podía procesar las palabras dichas por el médico, después que bajo de la camilla, no pudo concentrarse en nada de lo que siguió, es más ni siquiera recordaba cómo había llegado a casa y ahora se encontraba en su habitación, sentado en la cama mirando a Taiga quien estaba justamente a su lado.


- ¿Tetsuya estas bien? – Tomo su mano.
- Por favor explícame de la forma más sencilla posible…Me volveré loco.
- Perdóname, no quería que esto pasara – Hablo Kagami.
- ¿Lo dices por el niño? – Pregunto Tetsuya molesto.
- ¡No! Él es una bendición, como crees que me molesta si es el fruto de mi amor con la persona más importante en esta vida – Exclamo algo avergonzado – Es solo que la forma…el momento…yo lo siento.
- Pero aun no comprendo dime ¿Cuándo sucedió?
- El día de tu graduación.
- Pero…nos cuidamos.
- Bueno un solo preservativo no fue suficiente, y se rompió.
- …
- ¿Tetsuya? – Pregunto asustado, la verdad es que en ocasiones le daban miedo las reacciones de su pareja.

El chico sin decir nada se levantó y se puso delante de el para luego darle uno de esos Ignite Pass que tanto resaltaban su estilo de juego en el pasado directo en el estómago dejándolo sin aire.

- ¡Kagami Taiga eres un tonto! ¡Me lo tenías que haber dicho desde el principio! – Tetsuya comenzó a llorar – No sabes lo preocupado que estaba, pensaba que podía tener alguna enfermedad rara – Intentaba limpiarse, pero las lágrimas no paraban de salir.
- Amor yo…lo siento, no quería que estuvieras preocupado.
- ¡Pero lo hice!

Al ver que su Tetsuya no se detendría se levantó y lo abrazo, esperando recibir un nuevo golpe el cual jamás llego, al contrario el pequeño cuerpo correspondió el abrazo.

- Tetsuya lo siento, estas recién comenzando con tu trabajo…y… - Se disculpaba nuevamente.
- Aún estoy enojado, pero lo dejare pasar esta vez solamente porque esta es la noticia más bella que he escuchado – Interrumpió mirando a los ojos a su tigre.

Taiga limpio aquellas lágrimas que aún permanecían en aquellos ojos color cielo.

- ¿No estas molesto por el hecho de que tendrás que posponer tu trabajo en algunos meses más?
- Eres un tonto.
- ¿Y ahora porque?
- No te lo diré.

Ambos se besaron, fue uno de amor, los dos estaban completamente felices con lo que les deparaba el futuro, desde que estaban juntos cada día era un milagro y ahora que se les sumaba una pequeña criatura lo sería aún más.


- ¿Tetsuya me harías el honor de acompañarme por el resto de la vida? – Pregunto cuando se separaron.
- Por supuesto que sí, ¿O esperabas liberarte de mí en alguna oportunidad?
- Mmmm quizás, aunque pensándolo mejor me encanta cuando haces berrinches, pero debo decir que me asuste cuando escuche mi nombre completo salir de tu boca, hace mucho no lo hacía.
- Bueno que esperabas que hiciera.
- Si, lo lamento, así que aceptare el golpe que me diste, aun tienes mantienes esa fuerza descomunal.
- Lo tenías merecido.
- Lo sé. Pero ahora sé con seguridad que estaremos juntos por siempre.
- Así es.


Un nuevo beso, y obviamente un nuevo comienzo partía para ellos.

Notas finales:

A todas las personas que llegaron hasta aqui se les agradece un monton :3

Y si creen que esto merece una continuacion con el M-Preg por favor haganmelo saber a traves de sus review.

Cualquier comentario es bienvenido, nos vemos hasta la proxima.

Un saludo gigante :)


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