Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Paciente Complicado por yaonita

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^

Vengo con un capítulo muy largo, en el que no pasa mucho pero que me ha encantado escribir ^^

Espero que a vosotros/as también os guste ^^

Un beso

Yaonita

19. Exámenes.

(Erick)

Salía de la sala de exámenes completamente desanimado, no me había ido tan bien como esperaba. Era mi quinto examen en menos de dos semanas y aún me quedaban otros cinco exámenes más, iba a acabar agotado.

Pero lo peor de todo era que eso estaba afectando a mi carácter y Rody era quien normalmente tenía que aguantar mi, ya de por sí, mal humor pero empeorado.

Sonreí al verle esperándome en la salida. Siempre que podía, cuando los exámenes eran por la tarde y el no trabajaba, me acompañaba a la Universidad, me dejaba cuando empezaba el examen y me esperaba hasta que acabara para animarme al salir. Rody sabía que siempre salía desanimado y él siempre tenía una sonrisa para mí, para animarme y hacerme sentir mejor.

Pero como siempre, mal que me pese reconocerlo, yo estropeaba el cariñoso momento con mi inadecuado y nefasto carácter.

- No sé para que me esperas – Fueron mis primeras palabras al acercarme a él – Puedo hundirme en la miseria yo solo no me hace falta compañía.

- Déjame adivinar, según tú, te ha ido mal el examen ¿Verdad? – Preguntó con burla.

- No te rías de mí ya sé que soy un inepto no hace falta que me lo recuerdes – Protesté molesto – No me ha ido mal, me ha ido fatal.

- ¿Qué te parece si vamos a tomar un café y me cuentas porque te ha ido fatal? – Preguntó sin hacerme mucho caso.

- ¿Es que no me escuchas estúpido mastodonte? – Me molesté – Dentro de dos días tengo otro examen, soy un inepto y no puedo perder el tiempo en tonterías, tendría que ir a casa a estudiar.

- Pues si eres un inepto no importara que pierdas media hora tomando un café con tu novio, eso no va a cambiar nada ¿No? – Se aprovechó de mis palabras, como lo odiaba por hacer eso.

- Jamás conseguiré hacerte entrar en razón así que vamos, tomemos un café – Acepté al fin.

Fuimos a una cafetería que había muy cerca de la Universidad, estaba empezando a saber manejarme bastante bien con la silla de ruedas por la calle, así que Rody apenas me tuvo que ayudar, íbamos uno al lado del otro.

- Ahora dime como te ha ido en realidad el examen – Pidió nada más sentarnos.

- No del todo bien pero creo que puedo aprobar – Reconocí.


- Entonces no eres tan inepto como dices ser – Bromeó entre risas.

- Soy un inepto por tener un novio como tú – Puse morritos.

- Anda, si sabes que te encanta que te espere fuera hasta que acabes el examen – Ronroneó – Por mucho que te hagas el duro, yo lo sé.

- Me gustaría más que tú hicieras el examen por mí – Resoplé.

Estuvimos un rato más hablando mientras tomábamos el café, me venía bien desconectar un poco entre examen y examen si no quería acabar loco.

Al poco rato, Rody ya me estaba llevando de vuelta a casa, iba a estudiar un poquito más esta tarde antes de la cena, como siempre nos besamos en el coche antes de despedirnos.

Me gustaba como Rody se inclinaba hacia mí y me besaba acariciando mis labios, aunque el beso siempre acababa profundizándose y convirtiéndose en un beso mucho más intenso y entregado. Siempre nos costaba separarnos y cada vez pedíamos sentirnos más el uno al otro, tocarnos y sentir la piel del otro. Rody me acariciaba por debajo de la camiseta de forma traviesa y siempre, de forma irremediable, acababa separándole de mí por miedo a que nos vieran mis padres.

- Rody, nos van a ver mis padres – Rompí el beso que se estaba intensificando demasiado.

- No importa, ellos ya saben que estamos juntos – Intentó volver a besarme.

- Lo saben, pero no tienen porque verme follar en el coche con mi novio – Protesté.

- Que exagerado eres, solo era un beso – Se rió – ¿Vendrás esta noche a casa?

- No debería, pasado mañana tengo otro examen – Nos habíamos acostumbrado a pasar muchas noches juntos, Rody venía a buscarme justo antes de la cena, íbamos a su casa, pedíamos comida a domicilio, a veces pizza, otras veces comida china, después veíamos alguna película y luego pues… que os voy a contar, acabábamos haciendo el amor en su cama. Casi siempre nos acompañaba Laura, durante la cena y la película no en la cama evidentemente, yo pasaba la noche con Rody y a la mañana siguiente me llevaba directamente a la rehabilitación, donde mi hermana me recogía al acabar mi sesión. Se había convertido en una deliciosa rutina, pero los exámenes se estaban cargando esos bonitos ratitos junto a mi novio.

- Me estás abandonando por los estudios, ya empiezo a echarte de menos – Puso morritos.

- Te dije que hacer morritos no te quedaba bien – Comencé a reírme – Además, este fin de semana nos veremos hemos quedado con los chicos – Habíamos quedado el sábado con Maite y Germán para pasar el día en el centro comercial, ir de compras, cenar e ir al cine a ver alguna película de estreno.

- Pues espero que esa noche duermas en mi cama, mis sabanas te echan de menos mi niño – Volvió a inclinarse sobre mí para besarme.

- Dormiré en tu cama si te portas bien – Le mordisqueé el labio al romper el beso – Anda, será mejor que entre a casa si quiero aprovechar lo que queda de día para estudiar un poco.

- Me gusta cuando te pones empollón – Bromeó mientras me ayudaba a salir del coche y subirme a mi silla de ruedas.

- Empollón lo serás tú mastodonte estúpido – Protesté – Seguro que cuando estudiabas eras todo un nerd.

- Pues al principio no te diría que no – Aseguró sin complejos – Aunque con el tiempo la cosa fue cambiando, y al mismo tiempo que mi cuerpo cambiaba y mis músculos se desarrollaban, mi popularidad iba creciendo.

- Ya, supongo que a las chicas les vuelve locas un cuerpo como el tuyo – Chasqueé la lengua.

- ¿A ti no? – Preguntó con picardía.

- Yo debo haberme dado un golpe en la cabeza porque si no, no me lo explico – Llegamos a la puerta de mi casa y nos despedimos con un beso, como siempre hacíamos.

- Nos vemos mañana mi niño – Me sonrió mientras volvía al coche.

Me sentía muy a gusto con Rody, era increíble como aguantaba mi mal humor o mis desplantes, como sabía sobrellevar mi, poco cariñoso, vocabulario. Siempre estaba ahí, siempre me sacaba una sonrisa, siempre conseguía que mientras estaba con él me olvidara de mi pasado, de todo aquello que me había hecho tanto daño.

(Rody)

Hoy Erick iba a buscar sus notas, hacía unos días que habían acabado los exámenes de acceso a la Universidad y hoy le daban los resultados. Por desgracia no pude acompañarlo, ya que las notas salían por la mañana y yo tenía que trabajar, pero esta tarde nos veríamos.

Le había preparado una sorpresa para esa noche, estaba convencido de que iba a aprobar así que había reservado mesa en un restaurante para cenar y celebrarlo.

Pero aunque estuviera convencido de que aprobaría, no podía evitar estar nervioso, y a cada dos por tres, le estaba enviando mensajes preguntándole si ya tenía los resultados.

“Erick ¿Ya tienes las notas?”

Envié el mismo mensaje que le había enviado cinco minutos atrás.

“Aún no ha llegado mi turno, pesado mastodonte.”

Daban los resultados en mano, iban llamando a los alumnos de uno en uno por orden de lista, y Erick llevaba un rato esperando. Por suerte podía estar tranquilo porque Noelia estaba con él.

“¿Tardarán mucho?”

Estaba aprovechando un descanso que tenía entre un paciente y otro para informarme de la situación.

“¡Y yo que sé! ¿A caso crees que soy adivino?”

Sonreí por lo cariñoso que podía llegar a ser mi niño cuando quería.

“Dime algo en cuanto sepas.”

“Por pesado no te voy a decir nada hasta que nos veamos esta tarde.”

“No puedes hacerme eso ¿No ves que estoy sufriendo?”

Sonreí al imaginarme la cara que habría puesto Erick al leer mi mensaje.

- Deja de escribirle a tu novio que ya ha llegado tu paciente – Jessica me sacó de mis pensamientos dándome un susto de muerte, no la había visto venir.

- ¿Cómo sabes que estoy escribiéndole a mi novio?

- Solo hace falta darse cuenta de cómo babeas para saberlo – Comenzó a reírse – ¿Ya sabe las notas?

- Aún no – Le escribí un mensaje de despedida a Erick y guardé mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón.

- No estés nervioso, seguro que le va a ir genial, Erick es muy listo – Intentó animarme.

- Lo sé – Sonreí orgulloso de mi chico – Pero ha pasado por tantas cosas y se ha saltado tantas clases que no sé cómo le irá lo de hacer exámenes.

- Ahí estarás tú para animarle en el caso de que no le vaya bien – Me sonrió y me abrazó con cariño – Anda ve que tu paciente te espera.

Intenté concentrarme en mi trabajo aunque tenía la mente en otra parte, esperaba que Erick no cumpliera con su amenaza y me informara de sus notas en cuanto él las supiera.

Dependiendo del resultado la cena que le tenía reservada sería para celebrar las notas o para animarle y que no se hundiera, dependiendo del resultado el ánimo de Erick iba a ser muy distinto. Así que por mi bien, y por no tener que soportar el mal humor de mi querido novio, deseaba que las notas fueran excelentes.

Más o menos una hora más tarde recibí una llamada, por desgracia estaba con un paciente al que no podía dejar de lado así que no contesté, pero en cuanto estuve libre llamé a mi novio para tener noticias.

- Para que querías que te llamara si no me ibas a coger el teléfono – Así fue como me contestó Erick.

- Lo siento Erick, estaba con un paciente no podía contestar – Me disculpé – Pero dime ¿Ya tienes las notas?

- Pues ahora no puedo hablar vas a tener que esperar – Maldito niño malcriado.

- No seas así Erick, sabes que no puedo dejar a un paciente para ponerme a hablar por teléfono – Intenté que razonara – Eso no significa que no estuviera deseando tener noticias tuyas, te he llamado en cuanto he podido.

- Si tú no me pones primero en tu lista ¿Por qué tendría que hacerlo yo? – Me estaba desesperando.

- Erick, sabes que te amo, pero estás empezando a ponerme nervioso – Intenté calmarme para no saltar – ¿Tienes las notas?

- Si – Confirmó – Pero no voy a decírtelas porque te has portado muy mal conmigo.

- No seas malcriado y dímelas o te cuelgo – Salté al fin.

- No hace falta que me cuelgues, ya te cuelgo yo – Y colgó dejándome con dos palmos de narices.

¿Pero cómo podía ser tan rencoroso mi novio?

Esperé un rato para ver si volvía a llamar pero ya estaba comenzando a impacientarme ¿Cómo podía dejarme con la duda? ¿Es que no tenía corazón?

Al final tuve que rebajarme, bajarme los pantalones, y volver a llamarlo yo.

- Erick siento no haberte cogido la llamada, la próxima vez lo dejaré todo para hablar contigo, pero por favor, dime como te han ido los exámenes – Pedí en cuanto Erick descolgó el teléfono.

- Ves, así tendrías que haber reaccionado desde un principio – Cuando lo vea lo mato – Tienes un novio muy inteligente Rody, lo ha aprobado todo con una media de notable – Habló de él mismo en tercera persona.

- Pues me alegro, aunque para ser tan inteligente a veces actúa como un crio – Aproveché para meterme con él – ¿Erick? – Me había vuelto a colgar, esta vez no espere mucho para volver a llamar.

- ¿Sí? – Cogió la llamada como si no supiera que era yo.

- Erick siento haberme metido contigo – Ante todo, primero la disculpa para que no volviera a colgarme – Estoy muy feliz por tus notas, sabes que me alegro mucho y vamos a celebrarlo esta noche.

- Sólo me quieres por el sexo – Protestó.

- Que diga que vamos a celebrarlo esta noche no significa que me refiera al sexo – Resoplé – Tú eres el mal pensado, yo me refería a una cena, he reservado mesa en un estupendo restaurante.

- ¿Ya sabias que iba a aprobar? – Se emocionó.

- Claro mi niño, siempre he sabido lo listo que eres – En realidad la reserva era tanto para celebrar como para animar en caso de fracaso, pero eso no iba a decírselo.

- Es fantástico, una noche para nosotros – Se emocionó de nuevo – Pero habíamos quedado de vernos por la tarde.

- Antes de ir a cenar quiero llevarte a otro sitio – Me hice el interesante – Te pasaré a buscar a las seis, estate preparado.

- Siempre con tus misterios – Se rió – Esta bien a las seis estaré preparado ¿Tengo que arreglarme mucho?

- Tú ponte guapo y elegante el resto déjamelo a mí – Me hice el interesante – Tengo que dejarte Erick, ya debe haber llegado mi próximo paciente.

- Está bien, nos vemos – Se despidió.

- Te quiero Erick – No podía despedirme de él sin un te quiero.

- Yo también te quiero mastodonte – Y él como siempre tenía que meterse conmigo.


Después de colgar la llamada volví a la sala de rehabilitación donde ya me esperaba un nuevo paciente. Jessica, al verme, me sonrió con burla sabiendo con quien había estado hablando, siempre decía que me veía como un bobo cuando hablaba con él. A lo lejos les hice una señal a ella y a Hugo para que supieran que Erick había aprobado, ambos lo celebraron a lo lejos.

Acabé el resto de la jornada pensando más en lo que íbamos a hacer por la tarde y por la noche que en mis propios pacientes. No me gustaba sentirme así, siempre me había considerado un profesional, pero Erick ocupaba todos mis pensamientos.

Tras pasar por mi casa, para comer algo rápido, ducharme, descansar un poco y arreglarme, ya había llegado la hora de ir a buscar a Erick. Laura me había dejado su coche así que íbamos a ir a nuestro aire, sin tener que depender de taxis o transporte público. Deseaba que llegara el momento en que pudiera llevar a mi chico de paquete en mi moto.

Me había vestido con unos pantalones negros ajustados, con rotos en las rodillas y cintura baja, acompañados de una camiseta blanca ajustada de manga larga con un chaleco encima negro con tachuelas, todo acompañado de mi chupa de cuero negra y mis botas militares.

Me moría de ganas de ver como se había vestido Erick.

Nada más llegar a su casa me abrió la puerta Lucila, su casa ya era como la mía y siempre era recibido como uno más. Me informó de que Erick seguía en su habitación arreglándose junto a Noelia, y me dejó subir para ir a buscarle.

La puerta de la habitación estaba entre abierta y dentro se podía ver a Noelia sacando ropa del armario de Erick y este sentado en su silla, negando continuamente con la cabeza.

- No pienso ponerme eso, Rody va a pensar que estoy desesperado – Recriminó Erick a su hermana.

- Vamos Erick, estarás muy mono con esto – Noelia intentaba convencerle sacudiendo la ropa frente al rostro de Erick.

- Erick está mono con cualquier cosa que se ponga – Hice notar mi presencia.

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí? – Preguntó un avergonzado Erick – Me has asustado mastodonte estúpido.

- Acabo de llegar, solo he podido escuchar que quieres estar mono para mí – El sonrojo de Erick iba incrementando a pasos agigantados.

- Pues has escuchado mal pedazo de mastodonte, la que quiere que este mono es Noelia, a mí no me importa – Protestó – Yo me pondría lo primero que pillara en el armario.

- Pues muy mal, te dije que debías ir guapo y elegante – Recriminé con una sonrisa.

- ¿Rody, no sabes que a una dama hay que esperarla hasta que este arreglada? – Me recriminó Noelia entre risas.

- ¡¿Y quién demonios es la dama?! – Exclamó un molesto Erick – ¡¿No estarás insinuando que yo soy la dama?!

- No te enfades hermanito, era una forma de hablar – Noelia empezó a reírse ocasionando que Erick se enfadara aún más.

- ¡Fuera de aquí los dos! – Erick comenzó a empujarnos con su silla hasta la salida de su habitación – Puedo cambiarme yo solo, espérame a bajo Rody – Y cerró la puerta en nuestras narices.

- Vaya genio tiene tu hermanito – Resoplé mirando a Noelia.

- No sé a quién ha salido – Resopló también Noelia – Con lo calmados que somos el resto de la familia.

Noelia y yo bajamos al salón entre risas para esperar a Erick, era agradable llevarse bien con ella, sabía que tenía una aliada en contra de Erick cuando me quería burlar de él.

Al poco rato Erick ya bajó completamente cambiado y si, sabía cambiarse solito y sabía cómo ponerse guapo y dejarme a mí con la boca abierta.

- Estás muy guapo Erick – Me acerqué para darle un besito ya que antes con la broma no le había saludado como es debido.

- Ya os dije que no necesito vuestra ayuda para ponerme guapo – Protestó. Llevaba unos pantalones color verde militar, ajustados y por debajo de la rodilla como a él le gusta, unas Vans negras y una camiseta negra ancha que le caía por un hombro, la camiseta llevaba un grabado también negro pero de otro tono que apenas se veía pero que le daba un toque elegante. En definitiva, estaba guapísimo y ya me moría de ganas por presumir de novio y por quitarle la ropa por la noche para que negarlo.

- Vámonos, o se nos hará tarde – Quería tener tiempo para hacer una cosa antes de la cena – Adiós Noelia – Me despedí de la chica con un par de besos en la mejilla.

- Adiós Rody, trátamelo bien – Bromeó.

- Adiós Noelia, está noche no vendré a dormir ya se lo he dicho a papa y mama – Explicó Erick, yo solo pude alegrarme al saber que dormiríamos juntos.

- Está bien, pórtate bien – Sonrió con picardía Noelia – No hagas mucho ejercicio y usa protección.

- ¡Qué pesada! – Erick cerró la puerta sin más – ¿Has venido en el coche de Laura?

- Si, hoy tendremos libertad para movernos – Sonreí. Le ayudé a subir al coche que estaba aparcado justo delante de la puerta de su casa, y una vez acomodado Erick, me dirigí a mi asiento de conductor.

- ¿A dónde vamos? – Preguntó con curiosidad.

- Pronto lo sabrás – Sonreí con misterio – Pero lo primero de todo… muchas felicidades por haber aprobado mi niño – Me incliné y le di un beso suave pero intenso.

- Gracias Rody – Susurró en mis labios.

Empecé a conducir dirección a mi destino, Erick, como siempre, intentaba sonsacarme a dónde nos dirigíamos, pero yo mantenía la boca cerrada. Cuando llegamos al lugar, aparqué lo más cerca posible y ayudé a Erick a salir del coche.

- ¿Qué es esto? – Estábamos ante un edificio enorme y Erick miraba sorprendido.

- He pensado que ahora que has aprobado los exámenes de acceso a la Universidad tendrás que decidirte por una carrera, y creo que este es el mejor lugar para que conozcas todas tus opciones – Le sonreí.

- Es un salón de enseñanza – Murmuró sorprendido – No sabía que lo hacían.

- Yo me enteré el otro día, me lo dijo un paciente y pensé en traerte – Le expliqué – Creo que te puede ayudar a la hora de decidirte por una profesión.

- Era lo último que se me hubiera ocurrido – Sin duda estaba sorprendido – Pero Rody, yo no tengo ni idea de que estudiar – Se apenó.

- Por eso estamos aquí – Volví a sonreír – Aquí hay diferentes stands en los que explican las asignaturas que se imparten en cada carrera, las salidas laborales que tienen, en que Universidades puedes estudiarlas. Puedes coger información de diferentes opciones y ya en casa tranquilamente, y sin prisas, estudiar toda la información y decidir.

- Me siento un tonto por no saber a qué quiero dedicarme en la vida a estas alturas – Comentó más apenado aún.

- No seas tonto, eso le pasa a mucha gente, por eso existen estos salones y por eso hay tanta gente en ellos – Intenté animarle – Míralo por el lado bueno, quizás no sabes a que dedicarte porque sirves para muchas cosas, hay personas que desde niños saben lo que harán porque solo valen para eso.

- Eres capaz de encontrarle el lado bueno a cualquier situación – Empezó a reírse.

- Todo en esta vida tiene solución Erick, y si te fijas en el lado bueno de las cosas es más fácil encontrar la solución – Comenté. Erick simplemente hizo que me inclinara para poder darme un beso.

- Gracias por haberme traído aquí – Me sonrió – Ahora vamos a buscar información.

Y eso hicimos, estuvimos durante horas visitando cada uno de los stands que había en el salón, medicina, psicológica, arquitectura, bellas artes, matemáticas, economía, habían tantas carreras que era difícil decidirse.

Erick no tenía claro a que dedicarse en la vida, pero prometió mirarse la información que habíamos recopilado para tomar una decisión. Dejamos todos los panfletos recolectados en el coche y fuimos a cenar, agotados de estar tanto rato dando vueltas.

Por suerte, ya había pensado en eso, así que había reservado mesa en un restaurante cercano a donde se celebraba el salón de enseñanza.

Fue una cena deliciosa y Erick estaba bastante relajado, haber dejado los exámenes atrás ayudaba mucho, así que la velada fue muy placentera. Claro que siempre tiene que aparecer alguien que estropee el momento.

- Perdonad si interrumpo, pero no he podido evitar acercarme – Estábamos acabando los postres cuando se nos acercó una chica bastante mona, rubia, cuerpo esbelto, falda demasiado corta – Estaba con mis amigas cenando en aquella mesa y no podía dejar de mirarte – Se dirigió a mí – Necesitaba conocerte, saber tu nombre y conseguir tu número de teléfono – Demasiado directa para mi gusto.

- Ohh, es un honor pero lamentablemente tengo pareja – Decliné su oferta lo más amablemente posible, claro que Erick no pensaba lo mismo que yo.

- ¿No ves que no está solo? – Preguntó molesto – Si quieres zorrear ve a buscar a otro.

- Perdona pero no hablaba contigo, hablaba con tu amigo – Contestó la chica también molesta – Y pensaba que no le importaría dejar a un amigo para venirse con nosotras de fiesta, incluso tú podrías venir – Le dijo despectivamente.

- No tengo el más mínimo interés en irme con vosotras de fiesta y dudo que Rody quiera – Me miró molesto – Por si no te has dado cuenta es mi novio, y no voy a permitir que ligues con mi novio delante de mí.

- ¡¿Tu novio?! – Se sorprendió – Ja, eso no te lo crees ni tú, un chico tan guapo no saldría con un minusválido.

- Pues te equivocas – Intervine ya cansado de que se metiera con Erick – Soy su novio, le amo y prefiero mil veces estar con un minusválido físico como él que con una minusválida mental como tú – Salté – Ahora será mejor que te vayas y nos dejes acabar nuestra cita romántica – La chica se fue murmurando insultos y desvariando de lo lindo, miré a Erick y le vi mirarme con una sonrisa – ¿Qué pasa?

- Me has defendido – Murmuró sorprendido – Con lo caballeroso que sueles ser te has metido con una chica por defenderme – Repetía incrédulo.

- Para empezar, soy caballeroso con las chicas que se lo merecen y en segundo lugar, haré lo que sea por defenderte de la gente insensible – Confesé.

- Rody, acércate – Me pidió con un susurro.

- ¿Sí? – Pregunté una vez a su altura.

- Te amo mi tonto mastodonte – Susurró con ternura antes de darme un beso – Y yo también insultaría a cualquiera con tal de defenderte – Confesó al romper el beso.

- Me alegra saber eso – Me reí – Ahora, vamos a acabar los postres i vámonos a casa, tengo ganas de hacerte el amor.

Haciendo caso omiso del sonrojo de Erick, me senté de nuevo en mi sitio y me dispuse a acabar el postre con mi novio.

Un par de horas más tardes ya estábamos en mi cama recuperándonos de una intensa sesión de sexo, Erick estaba sobre mi pecho mientras yo le acariciaba la espalda.

- ¿De verdad no te importa estar saliendo con un minusválido? – Murmuró sin levantar la cabeza de mi pecho.

- ¿Tanto te han afectado las palabras de aquella chica? – Sabía que desde que habíamos tenido aquel encontronazo con aquella chica Erick no había parado de darle vueltas al tema.

- Es solo que creo que muchas personas pensaran lo mismo, eres un chico muy guapo, podrías estar con cualquiera ya sea chico o chica, y te atas a alguien como yo, es raro de entender – Murmuró pensativo.

- Escúchame Erick, no le des más vueltas al tema yo te amo, y además, pronto volverás a andar estoy seguro – Intenté animarle.

- ¿Y si no pudiera volver a caminar nunca? – Preguntó preocupado.

- Eso no pasará, pero si pasara, me da igual – Le acaricié la espalda para que sintiera que estaba ahí pasara lo que pasara – Te amo pase lo que pase Erick.

- Espero que no llegué el día en que te canses de mí y veas todos mis defectos – Murmuró de nuevo.

- Ya los veo, pero me dan igual – Comencé a reír con suavidad para no romper el momento de relax – ¿No es esa la mayor muestra de amor?

- O la mayor muestra de estupidez, según se mire – Bromeó Erick.

- Erick, tú ves todos mis defectos al igual que yo los tuyos, no somos perfectos ni mucho menos – Razoné – Pero lo importante es que nos aceptamos y pensamos que somos perfectos el uno para el otro.

- Y uno de tus defectos es que siempre sabes lo que hay que decir – Levantó el rostro de mi pecho para mirarme con una sonrisa.

- ¿Y desde cuando eso es un defecto? – Pregunté con una pizca de diversión.

- Desde que debido a eso me dejas sin palabras, sin saber cómo decirte lo mucho que te amo – Me dio un beso suave y delicado que me pilló por sorpresa.

- Ya lo has dicho Erick – Susurré en sus labios – Y no necesito más para ser feliz.

Erick volvió a recostar su cabeza en mi pecho y así nos quedamos dormidos una noche más. Me gustaba sentir su cuerpo sobre el mío, el calor de su piel, el movimiento de su respiración, la caricia de sus manos.

Había encontrado a la persona que conseguía completarme y que conseguía que dejara de sentirme solo e incomprendido. En estos momentos, no podía ser más feliz.

***
Notas finales:

Me encanta la relación que tienen estos dos ^^

Hemos podido ver como su relación se ha afianzado, pero aún existen muchos secretos entre ellos :(

Como siempre, agradezco sus estupendos reviews a ItouMiyu, Cry Baby y Psychoneko ^^

Un beso

Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).