Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Paciente Complicado por yaonita

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^

Seguimos con los chicos y sus problemas ^^ Ahora desde el punto de vista de Erick ^^

Espero que os guste el capítulo ^^

Un beso

Yaonita

29. Momentos difíciles II.

(Erick)

Estábamos en clase de psicología de la motivación, una asignatura que me gustaba bastante, pero lo que no me gustó fue el trabajo de última hora que nos estaban encasquetando. Miré a Edu espantado, él estaba igual que yo.

Ya estaba en mi segundo año de Universidad y me había adaptado mucho mejor de lo que en un principio había esperado. Al poco tiempo de empezar las clases pude dejar definitivamente las muletas, ya podía andar perfectamente y no necesitaba de ayuda extra.

Había dejado atrás un periodo de mi vida complicado, muy duro y que a punto estuvo de hundirme del todo. Ahora, se me había abierto un mundo nuevo, que quería disfrutar al máximo.

Por desgracia, la Universidad no era un camino de rosas. Me había acostumbrado a estudiar solo en casa, con un profesor centrado solo en mí, ahora debía compartir al profesor con cien alumnos más. Eso, unido a la dificultad de las clases en una carrera complicada, consiguió que el primer año estuviera a punto de no superar algunas asignaturas. Pero con mucho esfuerzo, y mucha ayuda de mis compañeros de Universidad, conseguí superarlo.

No quería que este año me pasara lo mismo, por eso había decidido tomármelo en serio desde un principio, aunque eso supusiera pasar menos tiempo con Rody y mis amigos.

Por desgracia, era consciente de que el poco tiempo que pasaba con Rody, junto con los problemas económicos que estábamos atravesando, estaban poniendo en riesgo nuestra relación.
Rody decía que lo entendía, que me apoyaría en todas las decisiones que tomara, sabía que lo decía en serio, pero notaba su mirada de tristeza cuando le decía que no podía quedar con él porque tenía que estudiar, o su voz apagada cuando se lo decía en una llamada. Por eso mismo, había decidido utilizar mensajes para las malas noticias.

Cuando Laura se fue a vivir con Hugo, lo primero que pensé fue que nos vendría bien a Rody y a mí, porque íbamos a tener más intimidad. Pero no había tenido en cuenta que mantener una casa, con un solo sueldo, no era tarea fácil.

Rody se negaba a que yo trabajara, quería que me centrara en los estudios, también se negaba a que pidiera ayuda a mi familia, no quería que pensaran que era incapaz de cuidar de mí. Y así nos encontrábamos, cada vez con más cargas y superando como podíamos los problemas económicos.

Rody empezó a hacer horas extras, si le salía alguna sesión de fisioterapia fuera del hospital la aceptaba, incluso desplazándose a la casa del paciente. Muchas noches llegaba cansado a casa, aunque le gustara mucho su trabajo y no le importara trabajar más, el cuerpo tiene un aguante, y había días en que Rody sobrepasaba el aguante de cualquiera.

Yo me sentía mal al saber que todo eso Rody lo estaba haciendo por mí, y cuando le veía cansado sufría por él.

Y todo empeoró cuando apareció ese nuevo paciente, Tristán. Rody estaba emocionado con su caso, quería ayudarle como fuera ya que decía que tenía una historia triste, incluso iba a su casa a ayudarle en la terapia. Pero yo no dejaba de pensar en lo guapo que era ese Tristán, y en los verdaderos motivos por los que Rody quería pasar tanto tiempo con él.

Que curiosa es la vida, un chico al que vimos tiempo atrás, y del que Rody se puso celoso porque en su momento quiso ligar conmigo, ahora era el causante de mis celos con Rody. Yo estaba convencido de que Tristán quería ligar con Rody, pero Rody me aseguraba que eso era mentira, que Tristán tenía pareja y estaba muy enamorado de ese chico.

Rody incluso organizó una cena de dobles parejas para que conociera al chico de Tristán y dejara de estar celoso, pero la cena consiguió todo lo contrarío, yo solo podía ver lo guapo que era Tristán y la complicidad que tenía con Rody.

- Solo tenemos una semana para hacer el trabajo, el profesor está loco es imposible – Protestó Edu a mi lado sacándome de mis pensamientos.

- Tendremos que ponernos las pilas desde hoy sino queremos tener problemas – Comentó Ángela, otra de mis compañeras de Universidad.

- Podríamos ir a mi casa para comenzar con el trabajo, pedimos una pizza y nos ponemos manos a la obra – Propuso Edu. Era un trabajo individual pero siempre era mejor hacerlo en grupo, nos podíamos ayudar mutuamente.

- Por mí perfecto – Aceptó Carmen, la última chica que formaba nuestro grupo de cuatro. Había hecho muchos amigos en la Universidad, con la mayoría me llevaba bien, pero con Edu, Ángela y Carmen había tenido una conexión especial, estábamos siempre juntos.

- Yo tenía planes, pero supongo que podré cambiarlos – Comenté apenado. Había quedado con Rody, me sentía mal por tener que cancelar la cita.

- Vamos Erick, Rody lo entenderá – Me animó Edu – Tu chico tiene que acostumbrarse, debe saber que salir con un Universitario tiene sus pegas.

Todos en el grupo sabían que Rody era mi novio, y que vivía con él. Les había contado muchas cosas, pero por algún motivo nunca quise mezclar mis dos mundos, así que apenas le conocían de vista de cuando me venía a buscar.

Después de haber hablado con Rody para contarle la situación y cancelar nuestra cita para comer, fuimos a comer algo rápido con los chicos para después ir directamente a casa de Edu, nos esperaba una larga tarde de estudio.

Me sentía mal por haber cancelado la comida con Rody, él parecía triste y parecía necesitar mi apoyo, no había tenido un buen día. Deseé que me suplicara que no cancelara la cita, que fuera a comer con él y me olvidara de todo lo demás, pero como siempre él se cayó y aceptó la situación sin ninguna pega.

Muchas veces pensaba que a Rody ya no le importaba mucho pasar o no tiempo conmigo, incluso llegué a pensar que para él era un respiro que yo estuviera ocupado en otras cosas y lo dejará a él tranquilo. Siempre he sido bastante molesto, quizás a Rody había empezado a molestarle también.

Seguramente se alegraba de que no fuera a comer con él para así poder pasar más tiempo con su nuevo paciente, Tristán el guaperas. Que rabia me daban los chicos guapos.

Debo admitir que soy celoso por naturaleza, y teniendo a un novio tan guapo es normal que mis celos estén a flor de piel, pero siempre intentaba controlarme. Pero con Tristán me era imposible. Lo veía tan guapo, con tanto don de gentes y tanta simpatía, que de lo perfecto que era me daba asco.

¿Y que era yo?

Un chico bajito, normalito, antipático, con mal genio y problemas de autoestima, todo un techado de virtudes.

¿Cómo podía competir contra la perfección?

No podía.

Toda la tarde en casa de Edu para empezar con el trabajo que nos habían mandado y yo sin poderme concentrar, pensando en tonterías.

Edu, era un chico guapo, alto, rubio, ojos oscuros, cuerpo perfecto, inteligente, también era perfecto. Y por algún extraño motivo, también se sentía atraído por mí. Esto lo confieso en mis adentros porque si estuviera hablando en voz alta, aseguraría que yo era el más guapo del mundo y que era normal que los tíos estuvieran todos detrás de mí.

Ante todo me gustaba ocultar mis inseguridades con falsa falta de modestia.

Yo sabía que Edu sentía algo por mí, Rody también me lo había advertido, pero por algún extraño motivo no quería alejarme de él.

Me caía bien y me gustaba sentirme deseado, era como una inyección de adrenalina para mi baja autoestima.

Hasta ahora había conseguido mantenerlo a raya, de vez en cuando me lanzaba indirectas, me mandaba mensajes algo subidos de tono, me buscaba en todo momento, pero yo siempre había conseguido esquivar sus intentos y dejarle claro que solo éramos amigos.

Pero quizás no se lo dejaba del todo claro, era demasiado egoísta y no quería perder esa atención especial que tenía por parte de Edu, sin importarme si a él le afectaba o no mi actitud yo le dejaba la puerta un poquito abierta.

Y no es que estuviera interesado realmente en Edu, yo estaba locamente enamorado de Rody aunque ahora no estuviéramos en el mejor momento. Pero necesitaba llenar esa falta de atención de Rody en mí con alguien más.

Una vez más, era cien por cien egoísta. Rody se estaba rompiendo los cuernos en trabajar para salir adelante con solo su sueldo, y yo le recriminaba interiormente que no me prestara la suficiente atención. Claro está, sin decirle a él absolutamente nada. Y por si fuera poco, yo mismo boicoteaba los pocos momentos que teníamos para quedar.

Era de lo peor.

- Nosotras ya nos vamos ¿Te vienes tú también Erick? – Levanté la cabeza del libro para mirar a Carmen, tan ensimismado estaba en mis pensamientos que apenas me di cuenta del tiempo que había pasado.

- ¿Qué hora es? – Pregunté algo perdido.

- Son casi las nueve – Me informó Ángela.

- Uffff, apenas he leído el primer capítulo – Me desesperé – Se me ha pasado el tiempo volando.

- Si quieres puedes quedarte, pedimos algo para cenar y continuamos – Propuso Edu.

Había estado toda la tarde despistado, iba muy retrasado con lo que teníamos que leer para hacer el trabajo, la propuesta de Edu no me disgustó. Por un momento pensé en Rody, no sabía lo que pensaría él y me preocupaba que pudiera tomárselo a mal.

Edu me miraba sonriente, esperando una respuesta por mi parte, quizás no era del todo mala idea quedarme. Podría adelantar con el trabajo y pasar un rato agradable con Edu, en el fondo era un buen chico y me gustaba estar con él.

¿Qué podía pasar?

Acepté la oferta, nos despedimos de las chicas y decidimos entre los dos que pedir para cenar. Mientras Edu llamaba por teléfono para pedir la comida decidí enviarle un mensaje a Rody para avisarle de mis planes. Si, lo sé, soy un cobarde y en lugar de llamarle fui a lo más fácil.

“Rody aún no hemos avanzado mucho en el trabajo, vamos a pedir una pizza para cenar y seguiremos trabajando. No sé cuánto tardaremos, no me esperes despierto.”

Sin pensármelo dos veces, por miedo a arrepentirme, le mandé el mensaje. No tardó en llegar su contestación.

“Ok”

¿Ok?, ¿Solo eso?

Rody no parecía muy disgustado por mi ausencia, ni si quiera me había intentado convencer de que volviera a casa. No me había reclamado que volviera, que me echaba de menos, que me necesitaba, que quería cenar conmigo, no sé, cualquier muestra de desagrado por la situación me habría venido bien.

Parecía no importarle lo más mínimo el que volviera tarde a casa.

¿Se había cansado ya de mí?

- Me alegro de que hayas decidido quedarte, tenía ganas de estar contigo a solas – Edu me sacó de mis pensamientos – ¿Ya se lo has dicho a Rody?

- Si, no hay problema – Dije algo disgustado por el mensaje de Rody. Tiré el teléfono de cualquier forma y me centré en Edu. A él si parecía agradarle mi compañía.

- Si fueras mi novio no me haría mucha gracia que pasaras tanto tiempo alejado de mí – Comentó Edu.

- Rody confía en mí – Murmuré no muy seguro de lo que decía.

- Siéntate conmigo, vamos a tomar algo mientras nos traen la cena – Edu empezó a abrir una botella de vino, ni siquiera me había dado cuenta de que la había dejado sobre la mesa junto a dos copas.

- No deberíamos beber si luego queremos continuar con el trabajo – Aunque estaba tan desconcentrado que en lo último en lo que pensaba era en el trabajo.

- Me he dado cuenta de que hoy no estabas muy centrado – Acertó Edu – Por eso he pensado que sería mejor que hoy nos olvidáramos de los estudios y pasáramos un rato tranquilos, hablando. Si hay algo que te preocupa puedes contármelo.

- La verdad es que estoy bastante distraído – Reconocí. Pero no quise hablar más, no le tenía tanto confianza a Edu como para hablarle de mis problemas con Rody.

- Es duro centrarse en estudiar una carrera y mantener una relación al mismo tiempo – Parecía que Edu sospechaba porque estaba tan distraído – Pero si Rody te quiere tendrá que entender que necesitas tu espacio, no puede estar siempre encima de ti.

- Rody no es así, todo lo contrario, él me apoya – Salté en su defensa. Por muy bien que me cayera Edu no iba a permitir que se metiera con Rody – Pero estamos pasando por momentos difíciles, solo eso.

- Pues si recién empezada la relación ya tenéis problemas, quizás sería mejor que no te ataras a una relación sin futuro – Edu ya me había servido una copa, yo no tenía muchas ganas de beber, pero no quise hacerle el feo, por una copa no pasaría nada – Eres un chico muy guapo Erick, seguro que hay un montón de chicos interesados en ti, no es un secreto para ti que me gustas – Le miré sorprendido, aunque sabía que le gustaba nunca había sido tan directo – Hasta ahora me he mantenido al margen, no quiero romper una pareja, pero si veo que la pareja hace aguas, no me voy a cruzar de brazos.

- Mi relación con Rody va perfectamente, que tengamos algún problemilla no quiere decir que haga aguas – Comenté molesto – Siento si te he dado una impresión equivocada, pero yo amo a Rody y eso no ha cambiado. Me sabe mal no poder corresponderte, me caes bien y había pensado que podíamos ser solo amigos, pero si eso es un problema para ti…

- Tranquilo, no te aceleres – Sonrió – No te estoy dando un ultimátum, solo quiero que seas consciente de mis intenciones, si tu relación con Rody fracasa quiero que sepas que estaré ahí esperando una oportunidad.

- No fracasará – Afirmé no muy seguro de mis palabras.

- Parece que ya ha llegado la cena – Por suerte el timbre de la puerta había interrumpido el tenso momento. Estuve tentado de irme, la situación se había vuelto algo tensa, pero no quise hacerle el feo a Edu.

Olvidándonos del tema, y haciendo como si no hubiera pasado nada, empezamos a cenar comentando cosas de la Universidad. Por dentro era consciente de que no estaba haciendo bien, Rody no se merecía lo que le estaba haciendo, pero inconscientemente quería ponerle a prueba. Quería comprobar si realmente le importaba que quedara con otro chico o si le daba completamente igual.

Le había hablado muchas veces de Edu a Rody pero a penas lo conocía, se lo presenté una vez y poca cosa más, pero continuamente le hablaba de él. En el fondo sabía que Rody estaba celoso de él, pero quería que me lo demostrara, quería que se pusiera firme y defendiera lo que era suyo. Pero Rody era tan buena persona que simplemente se mordía la lengua y soportaba los celos. Todo lo contrario a mí que no tenía problema alguno en discutir con él y ponerme furioso cuando los celos se apoderaban de mí persona.

Después de cenar ninguno de los dos tenía ganas de ponerse a estudiar, que era para lo que en teoría me había quedado, y la charla se alargó durante horas. En un momento dado supongo que mi consciencia regreso a mí, me di cuenta de que con quien tendría que estar disfrutando de una charla era con Rody y no con Edu, y decidí despedirme de Edu y volver a casa, con mi chico.

- Creo que debo irme ya, total no estamos estudiando nada – Comenté mientras me levantaba del sofá.

- Ohhh, vamos Erick nos lo estábamos pasando muy bien, quédate un poquito más – Edu me agarró del brazo y, con un ligero empujón, hizo que cayera de nuevo sentado en el sofá.

- Lo siento Edu, pero tengo que irme – Estaba empezando a ponerme nervioso, quería levantarme de nuevo del sofá pero Edu me lo impedía – Rody me está esperando, es tarde y será mejor que me vaya, mañana nos vemos.

- No eres justo conmigo – Edu me empujó tumbándome sobre el sofá y se puso sobre mí – Sabes lo que siento, me has estado calentando toda la noche y ahora te vas, no es justo.

- Edu, creo que has bebido demasiado – Intentaba quitármelo de encima pero no podía, era demasiado fuerte y grande para mí, cada vez estaba más asustado – Por favor Edu, deja que me vaya.

- De eso ni hablar – Se inclinó para besarme, yo giré mi cara para evitarlo pero Edu se puso furioso – ¿Vas a ponérmelo difícil? – Subió mis brazos por encima de mi cabeza y con una de sus manos los sujeto allí, mientras con la otra me obligaba a girar la cara de nuevo. Yo me sentía completamente impotente, Edu tenía mucha más fuerza que yo y no podía hacer nada para liberarme – Los chicos como tú me dan asco, saben que son atractivos y se aprovechan de ello, me has utilizado porque sabías que sentía algo por ti y ahora quieres deshacerte de mí.

- Yo no he hecho eso – Sollocé ya sin poder evitar que mis lágrimas salieran de mis ojos – Te consideraba un amigo, por favor no me hagas esto – Volví a suplicar entre sollozos.

- Un amigo que sabes que está loco por ti – Se inclinó para besarme, ahora ya sujetándome la mandíbula para impedirme girar el rostro. Cerré mis labios con todas mis fuerzas, al menos no le iba a permitir que metiera su lengua en mi boca.

- Si intentas meter tu asquerosa lengua en mi boca hijo de puta, te prometo que te la arranco de un mordisco – Grité furioso, se acabó el niño bueno, me estaba violando y no iba a permitírselo.

- Vaya, salió la fierecilla – Se burló – Por eso me gustas tanto, pareces un niño bueno e inocente pero tienes un carácter de los mil demonios – Hundió su cara en mi cuello y comenzó a lamerlo y chuparlo, yo no paraba de moverme intentando liberarme, pero su peso sobre mi cuerpo me impedía cualquier escapatoria posible – Eres delicioso, no sabes cuantas veces he soñado con este momento – Susurró en mi cuello.

- Suéltame maldito cabron – Grité desesperado.

- No te soltaré hasta que seas mío – Metió su mano libre por debajo de mi camiseta y comenzó a subírmela, por el camino acariciaba mi vientre, yo estaba empezando a tener nauseas de que alguien que no fuera Rody me estuviera tocando.

- Por favor, suéltame – Supliqué de nuevo desesperado y con lágrimas en los ojos.

- Eres mío pequeño, no voy a soltarte – Bajó su mano hasta mi entrepierna y me agarró el paquete – Vaya decepción, no pareces excitado – Se burló – Pero para lo que quiero hacerte no me hace falta que estés excitado – Apretó su mano contra mi polla a través del pantalón, eso para mí fue suficiente. No sé de donde saqué la fuerza suficiente, ni como lo conseguí, pero con ayuda de mis piernas conseguí deshacerme de él lo suficiente como para escaparme de sus garras – Ahhh, mierda – Le había dado un fuerte rodillazo en su entrepierna, de la sorpresa y, supongo que también del dolor, soltó su agarré sobre mí unos segundos, los suficientes para que le empujará con todas mis fuerzas y consiguiera quitármelo de encima, haciéndolo caer al suelo por la fuerza de mi empuje.

- Eres un hijo de puta – Grité furioso – No vas a volver a ponerme una mano encima en tu vida – Le di un par de patadas más aprovechando que estaba en el suelo, para asegurarme de que no se levantaba de nuevo para ir a por mí, y salí corriendo del piso, sin detenerme si quiera a recoger mis libros, cogiendo solo mis cosas que veía por el camino.

Salí del piso y bajé las escaleras llorando, por suerte Edu no me persiguió, quizás estaba demasiado adolorido como para salir corriendo detrás de mí. Cuando salí a la calle me recibió el negro de la noche, me sentí completamente perdido, había jugado con fuego y me había quemado.

¿Ahora como iba yo a explicarle a Rody lo que me había pasado?

Caminaba sin rumbo fijo, con miedo de volver a casa y que Rody me viera así. Sentía vergüenza de mí mismo, de mi cuerpo, de mi forma de ser, de mi poca fuerza física que me impedía defenderme cuando lo necesitaba, sentía vergüenza de tener que mirar cara a cara a Rody.

Después de estar durante horas deambulando por las calles, decidí volver a casa, si seguía así aún empeoraría las cosas. Volvería a casa, me metería en la cama con Rody que seguramente ya estaba dormido, y haría como si no hubiera pasado nada.

No quería perder a Rody, le amaba demasiado y no estaba seguro de cómo iba a reaccionar si le contaba lo que había pasado. Posiblemente, y con toda la razón del mundo, me culparía de la situación, me recriminaría mi actitud con Edu aún sabiendo que yo le gustaba, habiendo hecho oídos sordos a todas las veces que Rody me advertía sobre él. Pero lo que no soportaría y seguro que pasaría, sería ver su cara de asco al mirarme, asco por saber que otro hombre me había tocado de esa manera.

Yo mismo sentía asco de mí mismo ¿Como no lo iba a sentir él también?

Cuando entré en el piso pude comprobar que, efectivamente, Rody ya estaba durmiendo, fue un alivio, aunque al mismo tiempo una decepción. Ya no le importaba lo suficiente como para esperarme despierto.

Pero si ya de por si me sentía mal, cuando vi el ramo de flores sobre una de las mesitas del salón se me cayó el alma a los pies. Yo haciendo el tonto por ahí, desconfiando de los sentimientos de mi chico, y él preparándome una cena romántica con ramo de flores incluido.

No se puede ser peor persona, no me merezco a alguien tan increíble como Rody ¿Se dará cuenta él algún día de lo horrible que soy?

Con esos pensamientos entré al dormitorio sin hacer ruido, me quité la ropa y me tumbé en la cama junto al chico más maravilloso del mundo. Pero no le dije nada, no pregunté si estaba aún despierto, no le di un beso de buenas noches, solamente le di la espalda y me puse a dormir.

Me sentía demasiado sucio para alguien como él, era una persona horrible, Rody se merecía a alguien mejor que yo.

Y me dolió darme cuenta de eso.

***
Notas finales:

¡¡¡¡Ahhhhhhhhh!!!!

A punto estuvo Erick de sufrir una violación :( Quien juega con fuego al final se quema.

¿Qué pasara ahora?

En el próximo capítulo lo veremos XD

No quedan muchos capítulos, como mucho otros tres, estamos llegando al final espero que la historia os siga interesando ^^

Como siempre, quiero agradecer a aquellas personas que dedican un poquito de su tiempo para escribirme, en este capítulo fueron Natsuki4U,Ana, Oliver Azul y Psychoneko ^^

Un beso

Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).