Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Paciente Complicado por yaonita

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^

¿Cómo estará Erick después de lo que le pasó?

¿Se lo dirá a Rody?

Vamos a descubrirlo en este capítulo ^^

Un beso

Yaonita

30. Distanciamiento.

(Rody)

No podía concentrarme en el trabajo, tenía demasiadas cosas en las que pensar.

Últimamente Erick estaba más raro de lo normal, desde aquel día en que se quedó con los compañeros a hacer un trabajo y llegó tarde a casa, que lo he notado distante.

Incluso diría que me rehúye.

Cuando intento hablar con él, me evita o saca un tema superficial, cuando le digo de ir juntos a cenar o a comer, siempre me dice que está ocupado, cuando llega la noche siempre está cansado como para hacer el amor conmigo.

Ya no sé qué pensar.

El problema es que no solo esta raro conmigo, ahora ya no queda con sus compañeros de Universidad para estudiar, ahora se queda en casa, sé que algo le ha pasado pero no sé el que, y eso me está matando.

Sé que debería hablar con él, sentarnos en el sofá y no dejar que se vaya hasta haber aclarado el tema, pero reconozco que me da miedo.

No quiero que me diga que ya no me ama, que le agobio, que necesita su espacio, no quiero que pase lo mismo que pasó con Johnny. Porque lo que está pasando es lo mismo que pasó con él poco antes de que me dejará, y ahora si se repitiera la situación con Erick, no lo soportaría.

Le amo demasiado y no quiero perderle.

- ¿Mal de amores? – Tristán me sacó de mis pensamientos. Estaba dándole un masaje después del esfuerzo de la rehabilitación mientras le daba vueltas a mis problemas.

- No es eso – Intenté desviar el tema, no quería hablar con Tristán de mis problemas amorosos.

- A mí no me engañas monada, he tenido muchas veces mal de amores como para no reconocer a alguien que lo sufre – Me dijo con esa sonrisa que tiene de sabelotodo. A veces creo que es mucho más listo de lo que quiere aparentar.

- ¿Tú crees que las personas pueden dejar de amar a alguien con el paso del tiempo? – Decidí aceptar que no iba a poder evitar hablar con Tristán, era muy cabezota y no pararía hasta conseguir saber que me pasaba.

- Buena pregunta – Sonrió – Si consigues averiguarlo me lo haces saber.

- Eres pésimo ayudando a un pobre chico con mal de amores – Bromeé.

- Normalmente soy yo el que necesita consejos sobre esos temas – Se rió – Solo puedo decirte, que a mí forma de ver, si una persona te ama por cómo eres y no has cambiado, sigues siendo quien eres, el amor no debería desaparecer. Ahora bien, si tu forma de ser ha cambiado, quizás esa persona sienta que ya no eres lo que eras, y entonces sí, el amor pueda desaparecer. No sé si me explico.

- Pero también podría ser que la persona que ha cambiado sea él, y que ahora ya no le guste lo que antes si – Murmuré.

- Efectivamente – Sonrió – Lo que quiero decir es que nos enamoramos de una persona porque en ese preciso instante, todos los planetas se alinean para que así sea, pero que con el tiempo los planetas se mueven, y si ambos planetas no se mueven en la misma dirección…

- Puede que ya no exista esa alineación cósmica entre ambos, y que el amor desaparezca – Acabé su frase.

- Exactamente – Aseguró – Pero también te digo, que si amas mucho a esa persona, y día a día luchas por ese amor, y le demuestras que la amas, por mucho que los planetas cambien su órbita el amor irá creciendo y nunca desaparecerá.

- ¿Tú crees? – Pregunté esperanzado.

- Rody lo que quiero decir es que todo está en tus manos – Aseguró – Conseguir enamorar a una persona es muy complicado, pero conseguir mantener viva la llama está en nuestras manos, depende entera y exclusivamente de nosotros. Así que no pierdas el tiempo lamentándote, actúa, consigue que esa persona siga enamorada de ti a pesar de todos los cambios que pueda haber. Sé que tú puedes conseguirlo.

- ¿Tú haces eso con tu chico Tristán? – Pregunté sorprendido. No me imaginaba que Tristán fuera tan intenso y romántico.

- Yo mantengo la llama con mi chico volviéndolo loco en la cama – Se rio – Le doy sexo del bueno.

- Ya me extrañaba – Me reí yo también. Aunque sabía que en el fondo, seguramente que Tristán era muy romántico con su chico. De los típicos que se hacen los duros pero que cuando caen, caen con todo el equipo.

Acabé la terapia con Tristán y más tarde atendí a un par de clientes más antes de acabar mi jornada laboral, había pensado mucho sobre lo que había hablado con Tristán. Yo amaba a Erick y no iba a dejar que ese amor se esfumara, no iba a dejar que Erick dejará de amarme.

Completamente decidido, cogí mi móvil y tecleé un mensaje.

“Paso a buscarte por la Universidad, hoy comemos juntos.”

No era una pregunta, no iba a darle la oportunidad de poner escusas o evitarme. Íbamos a comer juntos, íbamos a recuperar la confianza que parecía que habíamos perdido, iba a pedirle que hablara conmigo y me contara lo que sentía, lo que le pasaba.

Y cruzaba los dedos para que lo que descubriera no me acabara destrozando por completo.

(Erick)

Un día más en la Universidad, un día más sin ganas, sin emoción, sin nada.

Después de lo que había pasado con Edu me había distanciado de los chicos, él siempre estaba con ellos y yo no quería que ellos supieran lo que había pasado. Me avergonzaba demasiado.

Edu, se había mantenido alejado de mí, pero de vez en cuando recibía algún que otro mensaje de él algo intimidatorio. Me amenazaba para que no contara nada, me insultaba, me decía que yo había tenido la culpa, que era un cualquiera, un buscón, y muchas otras cosas más que no quiero repetir.

No podía creerme que alguien, a quién había considerado una buena persona, fuera realmente así, tan sucio y despreciable.

Los demás chicos habían intentado acercarse a mí, pero yo siempre huía de ellos, me sentaba en las últimas filas, salía corriendo en cuanto acababan las clases, evitaba caminar por los pasillos para no encontrarme con ellos. La Universidad se había convertido en un infierno para mí.

Pero eso no era lo peor, sin ninguna duda lo peor era mí situación con Rody.

Yo me sentía tan avergonzado por lo que había pasado que ni siquiera podía mirarle a la cara. Intentaba evitar en todo momento que Rody se fijara en mí, le evitaba, le ignoraba, hacía cualquier cosa para que Rody no se diera cuenta de que algo me estaba pasando.

Lamentablemente, con mi distanciamiento le estaba haciendo más daño a él, me sentía triste por ello pero era incapaz de reaccionar.

Tenía dos horas libres ya que un profesor había faltado a clases, en otro momento habría aprovechado esas dos horas para estar con mis amigos de la Universidad, pero en estos momentos prefería a mis amigos de siempre, esos que estaban ahí para ayudarme en todo momento.

Había quedado con Maite en una cafetería cerca de la Universidad, le había dicho que necesitaba hablar con ella, y no dudó en saltarse sus clases para venir a verme. Realmente necesitaba hablar con alguien, tenía que sacarme el peso que tenía encima o acabaría alejándome de las personas que más me importaban, entre ellas Rody.

- Siento llegar tarde no encontraba la cafetería – Se disculpó al tiempo que se sentaba en la silla del frente.

- Encima de que te he hecho venir hasta aquí no te disculpes – Le sonreí – Te agradezco de verás que hayas venido.

- Ya sabes que estaré contigo siempre que me necesites – Sonrió – Aunque debo reconocerte que me ha sorprendido tu llamada.

- Necesitaba hablar con alguien Maite – Reconocí – No estoy pasando por un buen momento – Imaginé que ella ya sospechaba algo, hacía semanas que Rody y yo no habíamos quedado con el resto del grupo, siempre ponía alguna pega y Rody aceptaba mis escusas. Ahora que lo pienso, he sido un completo estúpido, me he alejado de mis amigos de verdad por centrarme en mi vida estudiantil, he sido un auténtico amigo de mierda.

- ¿Tienes problemas con Rody? – Preguntó después de que le trajeran el café que había pedido.

- Sí, bueno no… ayssss no sé – Dudé.

- ¿Qué es lo que pasa Erick? – Se la notaba preocupada.

- Verás Maite, de un tiempo para aquí he sentido como que Rody pasaba un poco de mí – Reconocí – Yo estoy cada vez más liado con los estudios, paso menos tiempo en casa y tengo menos tiempo para estar con él, pero a él no parece importarle – Expliqué – A todo eso se juntan los problemas económicos y el hecho de que Rody tenga que trabajar más horas, a veces pienso que es todo por mi culpa, me siento un inútil por no poder ayudar en la casa.

- No digas tonterías Erick – Me recriminó – Rody jamás pensaría eso.

- Ya lo sé, pero son tantas cosas que creo que Rody se ha cansado ya de mí – Confesé.

- Mira Erick – Me puso la mano en la mejilla y me hizo mirarla a los ojos – Sé reconocer a un chico enamorado en cuanto lo veo, y puedo asegurarte que Rody está loca y completamente enamorado de ti – Dijo con ternura – Conociéndolo como lo conozco estoy segura de que no ha querido agobiarte y por eso te ha dado tu espacio, no es que haya dejado de amarte, todo lo contrario, te ama tanto que quiere que cumplas tu sueño de estudiar una carrera a pesar de que eso conlleve el tener que pasar menos tiempo con él.

- Me ama de verdad ¿No? – Pregunté entristecido.

- Con locura – Aseguró Maite.

- Soy un estúpido – Escondí mi cara entre mis manos.

- ¿Ha pasado algo más Erick? – Maite parecía preocupada, seguramente se había dado cuenta de que había algo más que me inquietaba.

- He cometido un estúpido error, no me merezco a alguien como Rody – Sollocé entre mis manos, sin levantar la cabeza. Después de muchas noches sin dormir, y días en que me movía como si fuera un zombi, no había podido aguantar más, me había derrumbado por completo ante mi amiga.

- Dios mío Erick – Maite se levantó y se puso a mi lado de cuclillas para estar a mi altura, pasó su brazo por mi espalda para calmarme. No nos importaba estar en una cafetería y saber que cualquiera podría estar mirándonos, era un momento íntimo entre los dos a pesar de todo – Puedes contarme lo que sea, soy tu amiga y estoy aquí para apoyarte. Aunque deberíamos hablar en otro sitio más tranquilo, ven, vamos a mi casa – Maite y Germán se habían ido a vivir juntos un par de meses atrás, eran la pareja perfecta siempre lo supe. Maite me animo a levantarme de la mesa, yo estaba prácticamente ido, simplemente me dejaba llevar – He dejado el coche aquí fuera, vamos.

- Siento mucho todo esto – Susurré completamente desanimado, apenas me podía mantener en pie, mi cuerpo casi no me respondía.

- Tranquilo Erick, no pasa nada, vamos a casa, te relajas un poco y luego hablamos – A pesar de todo Maite se mostraba tranquila.

Mientras íbamos en el coche de Maite yo simplemente miraba por la ventanilla, viendo las calles pasar, la gente vivir sus vidas. Yo habría podido tener una vida maravillosa con Rody, pero ahora no estaba seguro de si me perdonaría lo que le hice.

Al llegar a su casa, Maite me hizo pasar y me invitó a sentarme en el sofá. Había estado otras veces en ese piso, incluso les ayudamos en la mudanza, pero ahora me sentía como si estuviera en un lugar extraño.

- Voy a prepararte algo calentito para que te relajes, ahora mismo vuelvo – Comentó justo después de haber tecleado algo en el móvil.

- Por favor no le digas nada a Rody – Supliqué. Tenía miedo de que al verme tan abatido, Maite decidiera avisar a Rody, lo último que ahora mismo quería era tener que enfrentarme a él.

- Tranquilo, simplemente estaba avisando a Germán, le he dicho que no me encontraba muy bien y que iba a saltarme las clases – Sonrió – Esto es entre tú y yo.

- Gracias – Me sentía realmente agradecido, Maite siempre había sido una amiga fiel y yo nunca la había sabido apreciar lo suficiente.

- Ahora que ya estamos más tranquilos – Maite me había traído un chocolate calentito para que me relajara y se había sentado a mi lado – ¿Cuéntame que te ha pasado Erick?

- Me da tanta vergüenza hablar de ello – Bajé la cabeza avergonzado, con la taza de chocolate caliente entre mis manos echando humo.

- No debe darte vergüenza hablar conmigo, cualquier cosa que sea la entenderé – Maite me animó a hablar.

- No sé por dónde empezar – La miré con los ojos humedecidos por las ganas de llorar.

- Empieza desde el principio, tenemos todo el tiempo del mundo – Me sonrió.

- Maite, soy tan egoísta que llegué a pensar que Rody ya no me amaba porque no se molestaba cuando le decía que iba a estudiar fuera de casa – Reconocí – Empecé a sentirme mal, pensaba que ya no quería pasar tiempo conmigo, que incluso se alegraba cuando le decía que iba a estudiar con los chicos de la Universidad. Ya os conté que me había hecho amigo de un grupo de chicos y chicas con los que me llevaba muy bien, pues resulta que en ese grupo había un chico que coqueteaba conmigo. Yo me hacía el tonto, pero se le notaba que le gustaba. Este chico sabía que yo tenía novio pero no parecía importarle, coqueteaba conmigo continuamente y yo no le frené. Necesitaba sentirme deseado por alguien, como estaba convencido de que Rody ya se había cansado de mí, utilizaba el coqueteo de este chico como forma de subirme la moral.

- Eso no está bien Erick, no se juega con los sentimientos de las personas – Me recriminó Maite con toda la razón del mundo.

- Lo sé, y créeme que he pagado las consecuencias – Confesé – Jugué con fuego, sin importarme lo que sentía ese chico, y acabé quemándome.

- Me estás asustando Erick – Exclamó Maite muy preocupada.

- De vez en cuando quedaba con mis amigos de la Universidad para estudiar – Expliqué – Entre ellos Edu, el chico del que te hablaba. Yo cada vez estaba más enfadado con Rody por no mostrarse enfadado al pasar menos tiempo con él, sé que es algo inmaduro pero no podía evitarlo.

- Siempre has sido algo inmaduro – Dijo con una sonrisa y acariciándome el brazo para animarme a continuar.

- Es algo que supongo que no cambiara nunca – Resoplé con resignación – El otro día quedamos todos para hacer un trabajo en casa de Edu, hasta ahí bien, se hizo tarde y todos empezaron a marcharse, pero Edu me dijo que si quería podía quedarme a cenar y continuar después con los estudios…

- Continua Erick – Me había quedado mudo, no quería continuar me avergonzaba lo que había pasado.

- Pedimos algo para cenar – Continué a pesar de todo – Luego nos pusimos a hablar y al final… todo se complicó.

- ¿Te hizo algo ese chico? – Preguntó con brusquedad, seguramente ya se imaginaba que algo había pasado.

- Creo que intentó abusar de mí – Confesé completamente avergonzado.

- ¿¡Cómo que creo!? – Preguntó Maite ahora completamente exaltada – Una persona o abusa o no abusa ¿Qué te hizo?

- Es que no sé si fue culpa mía si le envíe mensajes equivocados y me malinterpretó – Sollocé.

- ¿Tú le dijiste que parara? – Pasó su brazo por mis hombros para tranquilizarme.

- Si, se lo dije – Aseguré – Edu se puso encima de mí, yo intentaba quitármelo de encima pero no podía, soy un maldito enclenque – Dije casi gritando entre lágrimas – No era capaz de hacer nada y él no paraba de decirme que iba a follarme, que lo estaba deseando, que se lo estaba pidiendo a gritos. Yo le gritaba que me dejara, pero él no me hacía caso Maite – Me derrumbé y Maite me atrajo a su cuerpo para abrazarme – No quería que me tocara, pero no podía evitarlo.

- Tranquilo mí niño, no fue culpa tuya – Empezó a mecerme contra su cuerpo para tranquilizarme – ¿Hasta donde llegó ese desgraciado?

- Me besó y me tocó por todas partes, pero por suerte pude escaparme en el último momento – Dije entre sollozos.

- Gracias a dios – Maite suspiró con alivio.

- Pero me siento tan sucio Maite, me da vergüenza y no quiero decírselo a Rody, pero no puedo ni mirarle a la cara porque me siento avergonzado, asqueado de mi propio cuerpo – Reconocí – No sé que puedo hacer.

- Erick debes decírselo a Rody cariño, él lo entenderá – Me aconsejó cariñosamente – Estoy segura de que ahora mismo se está preguntado qué está pasando, el pobre debe pensar que ya no le amas y que por eso no quieres estar con él.

- Yo nunca he dejado de amarle – Salté de repente – Rody es lo mejor que me ha pasado en la vida, no quiero perderle Maite.

- Pues habla con él, estoy segura de que lo entenderá – Me animó.

- Pero y si piensa que yo me lo he buscado, si piensa que le he estado engañando por dejar que otro chico coqueteara conmigo, no podría soportar eso – Murmuré asustado.

- Tú no permitiste que ese chico te pusiera una mano encima hasta que él abuso de ti ¿Verdad? – Preguntó.

- Jamás – Aseguré con firmeza – Sabía que le gustaba, le dejaba coquetear conmigo, pero nunca dejé que me pusiera una mano encima y siempre le dije que tenía novio.

- Pues entonces no debes preocuparte por nada Erick, Rody lo entenderá – Me sonrió aún abrazándome.

- Tengo mucho miedo – La abracé con más fuerza – Miedo de enfrentarme a Rody y perderlo para siempre.

- Vamos a hacer una cosa – Comentó pensativamente – Vete a descansar un poco, puedes dormir en nuestra habitación no hay problema, piénsalo bien y consúltalo con la almohada. Cuando estés preparado hablaremos con Rody para que venga, entonces deberás hablar con él.

- No sé si voy a poder – Murmuré apenado mientras Maite me acompañaba a la habitación.

- Debes hacerlo Erick, él te perdonara pero no puedes ocultárselo – Sabía que tenía razón pero tenía tanto miedo que buscaba mil escusas para no tener que contárselo – Ahora descansa Erick, y no te preocupes por nada, yo me encargo de todo.

- Muchas gracias Maite – Estaba completamente agradecido de tener una amiga como ella.

- No tienes que darme las gracias, para estos momentos están los amigos – Me sonrió y cerró la puerta dejándome en su habitación.

Maite quería que descansara, pero me iba a ser imposible. En mi cabeza no paraba de darle vueltas a todo lo que había pasado, y a cómo iba a contárselo a Rody. Estaba tan avergonzado y asqueado conmigo mismo que me sentía sucio, indigno de Rody, y aunque él me perdonará no sabía si iba a poder perdonarme a mí mismo.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al darme cuenta de lo que podría haber pasado de no haber podido escapar de casa de Edu justo a tiempo.

Me tumbé en la cama, estaba realmente agotado mentalmente, y tal y como decía Maite necesitaba descansar antes de enfrentar a Rody.

Aunque había pensado que no iba a poder dormir, nada más tumbarme en la cama mis ojos empezaron a cerrarse debido al agotamiento. No sé en qué momento, ni cuánto tiempo tardé, pero pronto me encontraba inmerso en un sueño profundo, aunque nada tranquilo.

(Rody)

Estaba en la puerta de la Universidad esperando a que Erick saliera. Cada dos por tres miraba mi móvil con preocupación, desde que le había enviado el mensaje diciéndole que iba a pasar a buscarle no había recibido ningún tipo de respuesta por su parte.

En un principio no me había preocupado ya que podía ser que Erick estuviera muy concentrado en clase y no me hubiera podido contestar. Pero ahora, una vez acabadas las clases, no entendía porque no me contestaba, y lo peor de todo no le veía por ninguna parte.

Molesto por la actitud de Erick, decidí llamarle para saber donde estaba, para mi desgracia no me cogía el teléfono.

Empezaba a estar desesperado cuando vi a los amigos de Erick, no los conocía mucho pero sabía quiénes eran y ellos me conocían a mí. Decidí acercarme para preguntarles si sabían dónde estaba.

- Perdonad chicos – Llamé su atención – Soy el novio de Erick, le estoy buscando pero no lo encuentro ¿Sabéis donde está?

- ¿Tú eres Rody verdad? – Preguntó una de las chicas, no sabría decir su nombre.

- Sí, estoy preocupado por él, no me coge el teléfono – No quería ser descortés pero no me apetecía entablar una conversación, estaba preocupado por Erick.

- Erick se fue a media mañana y no lo hemos vuelto a ver – Saltó, de forma provocadora, el chico al que no había querido mirar, el chico que siempre conseguía ponerme celoso al ver como miraba a mi niño.

- ¿Sabéis donde ha ido? – No quise caer en la provocación. Ahora mismo lo que más me importaba era saber donde estaba Erick.

- Tú eres su novio, tú deberías saber donde está – Si continuaba atacándome de esa manera al final iba a saltar – Aunque la verdad es que te compadezco, deberías saber la clase de novio que tienes.

- No te permito que hables así de mi novio – Me dirigí hacia él y le cogí del cuello de la camiseta – Ahora dímelo a la cara ¿Qué clase de novio crees que tengo?

- Cálmate, no te alteres – Comentó burlón – Solo digo que tienes un novio un poco… digamos… ligero de cascos.

- Eres un cabrón – Tuve que controlarme mucho para no pegarle un puñetazo – Erick es mi novio y confió en él, no voy a permitir que digas esas cosas.

- Si confías tanto en él ¿A caso sabes lo que hicimos la otra noche? – Preguntó en tono de reto.

- Sé que se quedó con vosotros a estudiar, es lo único que necesito saber – Aseguré.

- Claro, como no – Empezó a reírse – Quizás deberías hablar con él, creo que hay cosas que tiene que decirte.

- ¿A qué te refieres? – Pregunté algo preocupado.

- Digamos que no tiene muy claros los sentimientos hacia ti, no pareció importarle mucho que lo besará – Le solté completamente devastado ¿Erick se había besado con ese chico?

- No es cierto – Murmuré más para mí mismo que porque quisiera que él lo escuchara.

- ¿Por qué tendría que mentir? – Se burló.

- Será mejor que me vaya, aquí solo estoy perdiendo el tiempo – Me di la vuelta sin querer seguir mirando al chico, no podía parar de pensar en si era cierto o no que se había besado con Erick.

El resto de chicos se había quedado mirando lo que sucedió sin decir o hacer nada, por sus caras diría que estaban igual de sorprendidos que yo. Sin mirar atrás, simplemente me dirigí hacia mi moto sin saber muy bien qué hacer o a donde ir.

Por un lado confiaba en Erick, no le creía capaz de haberme engañado. Pero por otro lado, no podía dejar de pensar en lo raro que había estado los últimos días, no podía olvidar como me había estado evitando en todo momento.

¿Y si se había enamorado de ese chico y ya no sentía nada por mí?

¿Y si había perdido a mi niño para siempre?

Subí a la moto y me marché de la Universidad sin rumbo fijo, lo único que había en mi mente y a lo que no paraba de darte vueltas, era pensar en lo que iba a ser de mí sin Erick en mí vida.

Ahora que por fin había encontrado a la persona con la que quería pasar el resto de mi vida no estaba preparado para perderla. Pero si él había dejado de amarme poco iba a poder hacer por cambiar la situación.

Algunas lágrimas se me escaparon en el camino, mi alma estaba desvaneciéndose poco a poco, todo mi ser se estaba apagando.

Toda mi alegría y felicidad se me estaba escapando de las manos y yo no podía hacer nada.

***
Notas finales:

¿Quién nos iba a decir que algún día veríamos a Tristán dando consejos de amor? XD

Se está fraguando la amistad entre Rody y Tristán, eso me gusta ^^

Y Erick acude a su mejor amiga en un momento difícil :(

¿Se creerá Rody lo que le ha dicho Edu?

Lo veremos en el próximo capítulo XD

Gracias por sus reviews a Natsuki4U, Valkiria123 y Ana ^^ Y gracias también a tarw que me dejó un lindo review en “Open Mind”, no sé si lo leerás pero gracias ^^

Un beso

Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).