Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Paciente Complicado por yaonita

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola de nuevo ^^

Aquí vengo con un nuevo capítulo, nuestros chicos se van conociendo un poquito más y sentimientos se van despertando ^^

Espero que os guste ^^

Un beso

Yaonita

5. Avanzando a paso lento.

(Erick)

¿Quién me iba a decir a mí que me lo pasaría bien saliendo con Rody?

Llegar esta mañana al hospital y encontrarme con él había sido raro, no sabía muy bien cómo tratarle, se podría decir que somos… ¿Amigos?

Hasta a mí me sonaba raro.

El mastodonte resultó ser bastante divertido, y su amiga Laura fue todo un descubrimiento, reconozco que hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien.

Incluso me sentía un poco culpable por lo que estaba a punto de hacer, pero qué demonios, ya la avisé de que mi actitud no cambiaría.

Estábamos en la rehabilitación y Rody me había dejado a solas por un momento, según él para ir a buscar alguna cosa que me iría bien. Estaba sentado en la máquina de fuerza, en la que se ponía un peso y yo tenía que levantarlo con las piernas, no sabía su nombre ni me interesaba, odiaba esa máquina porque me dolían mucho las piernas cuando las forzaba.

Así que no dudé ni un segundo en aprovechar mi soledad para cambiar el peso que me había puesto Rody, evidentemente sin que él se diera cuenta. Había puesto a penas un kilo, y tenía la esperanza de que Rody no notara mi engaño.

- Siento haberte hecho esperar – Llegó Rody como siempre con esa sonrisa amable que lo acompañaba a todas partes – He pensado que antes de comenzar con los ejercicios de fuerza te vendría bien esta crema, te ayudará a que tus músculos no se agarroten.

- Nunca me la habías puesto – Comenté intrigado, viendo el tubo de crema que me enseñaba.

- Hoy quiero probarte un poco más, te vendrá bien – Se sentó en frente de mí, puso mis piernas sobre sus rodillas y se untó las manos con la crema para después comenzar a extenderla por ellas.

Sus manos, grandes y fuertes, podían llegar a ser realmente suaves y delicadas en mi piel, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir su tacto, se sentía… bien.

Como alguien tan grande y en apariencia tan fuerte podía llegar a ser tan tierno y delicado cuando quería, era algo que me sorprendía. Incluso su rostro, que podía llegar a ser intimidante, reflejaba bondad y cariño.

Intenté no mirarle directamente a la cara pues era consciente de que me había sonrojado ante su cercanía, hacía mucho tiempo que no sentía a un hombre tocarme así. Aunque en este caso sus intenciones no tuvieran nada de carácter sexual.

- ¿Me escuchas Erick? – Me había quedado tan embobado mirando sus manos subir y bajar por mi pierna, que no me había dado cuenta de que me estaba hablando.

- ¿Decías? – Le miré intentando controlar mi sonrojo.

- Hoy he puesto cinco kilos quiero que intentes levantar ese peso, sé que cuesta pero si no lo probamos no avanzaremos – Me informó.

- Si claro, ningún problema – Ya me había encargado yo de cambiar el peso, pero eso no iba a decírselo.

- Venga – Bajó mis piernas de su cómoda posición en sus rodillas y se levantó para comenzar con los ejercicios – Vamos a intentar levantar el peso cinco veces con cada pierna, sé que puedes hacerlo.

- Tienes demasiada fe en mí – Hacía que me sintiera un poco culpable por hacer trampas.

- Siempre confió en mis pacientes – Sonrió - Porque hay que tener mucha fuerza de voluntad para levantarse todos los días y venir aquí sabiendo que los ejercicios son dolorosos.

- ¿A todo el mundo le duele? – Pregunté curioso. La verdad era que a mí me dolía mucho, algunos días llegaba a mí casa completamente adolorido y no podía dormir por las noches.

- Depende de la lesión que tengan – Me informó – Pero cuando llevan tanto tiempo como tú sin andar, y además han tenido que ser intervenidos, suele ser bastante doloroso. Las operaciones ayudan a recuperar la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, pero no hacen milagros. Las terminaciones nerviosas, los músculos, incluso los huesos, están adormecidos y les cuesta volver a despertar.

- Por eso puedo mover mis piernas, pero soy incapaz de mantenerme en pie ¿No? – Había recuperado las sensaciones en las piernas, incluso podía moverlas, pero cuando pretendía andar, caía de bruces al suelo.

- Exacto – Afirmó con una sonrisa algo triste – Digamos que es como si un ordenador tuviera el software más sofisticado del mundo, pero tuviera un hardware antiguo que no le acompañara. Por muy potente que sea el software no puede hacer nada sin un buen hardware.

- Entiendo – Dije con interés – Entonces debo fortalecer mis piernas para que todo vuelva a funcionar correctamente.

- Y para eso estoy yo – Volvió a sonreír – Y ahora vamos, que por mucho que lo intentes no te vas a librar de mí. Probaremos primero con la derecha – Puso mi pierna derecha en la máquina del demonio – Ahora intenta levantar el peso. Intenté levantar el peso pero me costaba mucho, a pesar de haber bajado el peso seguía costándome ¿Realmente creía que podía con cinco kilos?

- No puedo – Protesté rindiéndome.

- Si puedes, no es la primera vez que lo haces – Me animó – Vamos Erick esfuérzate un poquito, sé que cuesta pero es bueno para ti – Lo intenté una vez más y la pierna comenzó a subir – Ves como si puedes, sigue así – Conseguí levantar la pierna hasta lo alto y la dejé caer como un peso muerto cuando lo logré.

- Ya está – Sonreí por haberlo conseguido.

- Bravo Erick, ahora solo te faltan cuatro veces más – Volvió a animarme.

- ¿Cuatro veces? ¡Estás loco! – Exclamé. Me había costado un mundo levantarlo una vez y quería que lo hiciera cuatro veces más ¿Estaba loco?

- Erick una vez que lo has conseguido ya es más fácil, vamos inténtalo – Me miró esperanzado y por algún motivo no quise decepcionarlo.

- Está bien – Resignado, volví a intentarlo de nuevo.

- Vamos Erick, ya casi tienes el segundo – Me animaba – Perfecto, ahora a por el tercero – Y de alguna manera conseguí hacer los cinco levantamientos que me había pedido. Cuando acabé me dolía la pierna como si me la estuvieran machacando – Eso ha sido fantástico Erick, ahora vamos a por la otra pierna.

- Pero estoy muy cansado ¿No podemos dejarlo para otro día? – Casi supliqué un descanso con mi mirada.

- Te prometo que si lo haces ahora te dejaré descansar por hoy – Me sonrió. Y solo con esa sonrisa consiguió convencerme ¿Dónde está el Erick malo cuando lo necesito?

- Espero que cumplas tu promesa mastodonte – Comenté molesto mientras comenzaba con los levantamientos con mi otra pierna.

- Así me gusta ¿Ves como si que podías hacerlo?- Se alegró cuando conseguí los cinco levantamiento con la otra pierna – Ahora como te prometí te dejaré descansar, te daremos un poco de electroterapia y ya estará por hoy – Comenzó a apartar la máquina para ayudarme a volver a mi silla y entonces puso una cara rara, se acercó a mirar las pesas y su ceño se frunció. Me había descubierto – No puede ser ¡Me has tomado el pelo! Yo puse cinco kilos y lo cambiaste ¿Verdad?

- Yo…

- Eres increíble, yo preocupándome por ti y tú riéndote de mí, pensé que eso se había acabado – Estaba realmente molesto – De verdad que confiaba en ti pero ahora…

- Te dije que no podía con cinco kilos – Me puse chulo.

- ¡A la mierda! – Blasfemó – Si no quieres cooperar me da igual, haz lo que te de la gana con tu vida, ahora me voy, si cambias de opinión y estas dispuesto a colaborar búscame sino… mejor pide que te cambien de fisioterapeuta porque yo ya me rindo – Y se fue dejándome con dos palmos de narices.

Vale si, quizás me había pasado, puede que me sintiera un poco culpable, pero solo un poco. Rody dándome ánimos y felicitándome por algo que no había hecho era algo que no tenía que haber permitido, pero al ver como se alegraba por mi éxito no me veía con corazón de decirle la verdad.

- ¿Ya has vuelto a molestar a Rody? – No había visto a nadie cerca y me asusté cuando llegó Jessica, la compañera de Rody, y me preguntó.

- Es demasiado sensible, se enfada por nada – Le quité importancia.

- Rody es un chico estupendo y creo que es el que se toma más en serio su trabajo – Comentó – Para él sus pacientes son muy importantes y siempre quiere lo mejor para ellos.

- Eso ya lo sé, es demasiado bondadoso – Dije asqueado.

- ¿Desde cuándo eso es malo? – Sonrió – De todas maneras contigo es diferente, no sé lo que le pasa contigo pero le afectas de una manera especial.

- Porque soy un niño malcriado, me lo dice continuamente – Bufé.

- Créeme que ha tenido que aguantar a muchos pacientes más insoportables que tú y nunca le han afectado tanto – Se rió.

- ¿Rody se relaciona mucho con sus pacientes, normalmente? – Pregunté con curiosidad. Quería saber si solía quedar con sus pacientes fuera del hospital.

- Con alguno ha intimado más, incluso ha hecho amigos, pero normalmente es amable pero no cruza la barrera – Me informó – Siempre dice que es peligroso cruzar la barrera, que si te involucras demasiado con un paciente puedes salir lastimado. Aunque si te soy sincera, Rody tiene tanto corazón que creo que siempre llega a cruzar la barrera, y no solo con sus pacientes sino también con otros pacientes del hospital.

- Es un alma caritativa – Chasqueé la lengua.

- En el hospital le quieren mucho – Sonrió.

- Me lo imagino – Le busqué con la mirada y lo encontré con otro paciente, hablando con él y sonriéndole como si nada hubiera pasado.

- Eres afortunado al tenerle como fisioterapeuta, nadie quería serlo y él se ofreció voluntario – La miré sorprendido – Y eso que está colapsado, la gente hace cola para trabajar con él.

- ¿Por qué? – Pregunté casi sin voz.

- A pesar de su juventud es el mejor del hospital, ha traído técnicas nuevas y a veces consigue recuperaciones milagrosas – Eso no lo sabía – Hace poco tuvo un paciente al que le pronosticaban que se quedaría siempre con una cojera, y Rody consiguió que se recuperara al cien por cien, incluso podía hacer cortas carreras – Se rió – No desperdicies tu oportunidad – Dijo seria para luego marcharse con su paciente.

Mire de nuevo a Rody, seguía charlando con otro de los pacientes, ahora que me fijaba mejor, su sonrisa parecía algo triste. Rody siempre se había esforzado por mí y yo no había sido justo con él, quizás era el momento de hacer algo que nunca antes había hecho, pedir disculpas.

Rodé con mi silla de ruedas hasta donde estaba Rody, dispuesto a pedirle perdón aunque tuviera que rebajar mi orgullo al nivel del suelo.

- Disculpadme – Llamé la atención de los dos – ¿Puedo hablar contigo Rody?

- Si claro ¿Qué quieres? – Dijo de forma indiferente.

- Me gustaría que fuera a solas – Miré al otro paciente para que entendiera que allí, sobraba él.

- Ya has conseguido que se vaya Manu ¿Qué es lo que quieres Erick? –Preguntó molesto.

- Quiero pedirte perdón – Comenté apenado. Me sorprendió que me resultara más fácil de lo que había pensado – Sé que no estuvo bien lo que hice y que, en cierta manera, me burlé de ti – Una chispa de enfadó asomo por los ojos de Rody – Aunque no era eso lo que quería te lo aseguro – Dije atropelladamente al ver que se enfadaba – Yo simplemente quería evitar el dolor y por eso quite peso, no quería reírme de ti ni burlarme de tu trabajo – Me sinceré.

- Entiendo – Dijo pensativo – Escúchame Erick, sé que la rehabilitación es muy dolorosa, créeme que a mí me duele tanto como a ti cuando veo tu rostro de dolor – Me miró con tristeza – Yo solo te pido que seas sincero conmigo, si te duele dímelo e intentaremos encontrar una solución, buscar otros ejercicios menos dolorosos, encontrar la manera de que sea algo más soportable. Porque dolor va a haber, eso no se puede evitar si quieres conseguir tu objetivo.

- Lo sé – Afirmé con tristeza.

- Si has venido es porque estás dispuesto a colaborar ¿No? – Preguntó algo más animado.

- Si, a partir de ahora colaboraré más – Sonreí al ver que empezaba a perdonarme.

- Está bien, te perdono pero con una condición – Me miró burlón.

- ¿Qué condición? – Pregunté con algo de pánico.

- Ya que solo has levantado un kilo y no cinco, no creo que estés tan cansado como para merecer un descanso como te prometí – Miedo me daba lo que me iba a pedir – Así que antes de la electroterapia, vamos a probar una vez en las barras, será tú primera vez.

- ¡¿Qué?! – ¿Ni siquiera podía sostenerme en pie y quería que probara con las barras?

- Hasta ahora no te lo he pedido, pero creo que ya es el momento – Se puso detrás de mi silla y me empujó hasta las barras, yo estaba aterrado.

- Pero Rody, no estoy preparado y todo el mundo me va a mirar – Protesté con miedo – Seguro que me caeré, no quiero hacer el ridículo.

- Si te caes, yo estaré allí para agarrarte ¿De verdad crees que no puedo con un enclenque como tú? – Se burló – Y no vas a hacer el ridículo porque aquí, quien más y quien menos, se ha caído alguna vez en las barras.

- Pero yo no quiero caerme – Protesté débilmente al ver como Rody me dejaba justo en frente de las barras. Se puso delante de mí y se agachó para estar a mi altura y mirarme a los ojos.

- No permitiré que te caigas Erick – Dijo serio – Nunca.

- Rody… – No sabía que más escusas poner, él parecía tan confiado, tan seguro de mis capacidades, incluso más que yo. No quería volver a desilusionarle.

- Vamos, pon tus manos en mis hombros – Me pidió, y no dude en hacer lo que me pedía – Ahora te levantaré de la silla y te pondré en las barras, tú no pienses en nada, simplemente mira al frente, donde yo estaré y camina conmigo.

- Vale – Afirmé. Ya no había marcha atrás tenía que intentarlo.

Cuando Rody vio que estaba preparada se alzó, levantándome a mí con él, dio un par de pasos hacia atrás obligándome a acompañarle a duras penas, colgándome de sus hombros. Cuando llegamos a las barras cogió mis brazos que estaban agarrados a sus hombros y los apoyó en las barras.

- Ahora te dejaré solo, pero recuerda, mírame a mí – Rody estaba justo delante de mí y me dejó solo, aguantándome a duras penas en las barras. Todo mi cuerpo temblaba, mis piernas no me aguantaban y yo me moría de miedo – Ahora ven hacia mí – Me pidió, dando un par de pasos hacia tras.

- No puedo – Me quejé. Tenía miedo de caer si daba un paso.

- No pensaba que fueras un cobarde – Me acusó.

- No soy un cobarde, tengo miedo de caerme – Protesté con molestia.

- Erick… Quien no se levanta jamás se caerá, pero tampoco avanzara – Se quedó mirándome con seriedad.

- Seguro que es una frase que utilizas siempre – Murmuré sin mirarle.

- No, solo te la he dicho a ti – Alargó una mano para acariciar mi mejilla.

- Hazlo por mí, o si lo prefieres por tu familia, pero inténtalo – Me pidió.

Y no pude evitar intentarlo como él me pedía. Con todo mi cuerpo temblando, con mis brazos adoloridos al máximo y mis piernas que se doblaban, intenté avanzar un par de pasos por la pasarela.

- Muy bien Erick, tú puedes – Rody me animaba con una sonrisa y pidiéndome con sus brazos que fuera hacia él – Un poco más Erick, aquí te espero – Había dado un par de pasos y me faltaba un par de pasos más para llegar hasta Rody. Pero algo fallo, mis brazos se doblaron y no pudieron aguantarme más, perdí todo el apoyo que tenía e iba directo al suelo.

- Ya te tengo – Susurró a mi oído Rody al cogerme en brazos antes de que cayera.

Quedé entre sus brazos, me había cogido como si no pesara nada para él, y había evitado que cayera de morros al suelo. Todo mi cuerpo se estremeció al darme cuenta de que me estaba abrazando a él, la sensación que me recorrió fue muy extraña, su olor… su olor era perfecto, olía muy bien, el calor de su cuerpo me transmitía calma y tranquilidad, también seguridad. Me sonrojé de inmediato al darme cuenta de en lo que estaba pensando, por suerte Rody no me podía ver o se reiría de mí.

- Lo has hecho muy bien Erick, ha sido estupendo – Me felicitó mientras me dejaba de nuevo en la silla de ruedas. Yo agaché la cabeza para que no se diera cuenta de mi rostro todavía sonrojado.

- Pero me he caído – Comenté apenado, no sé si por vergüenza o por pena.

- Pero has avanzado dos pasos – No podía verle la cara pero estaba seguro de que me había sonreído – Y el próximo día avanzaras dos más, es un proceso largo pero que tiene recompensas.

Después del bochornoso momento, la rehabilitación acabó con una sesión de electroterapia, no tenía ni idea de que era pero según Rody eso me iba bien, y al menos no me cansaba.

Había vivido un momento muy extraño, las sensaciones al ser abrazado por Rody me habían dejado descolocado, no podía permitir que eso volviera a pasar.

- ¿Tienes algo que hacer esta tarde? – Me preguntó Rody. No sabía si lo preguntaba en serio o para reírse de mí ¿A caso no sabía que no salía de mi casa en todo el día?

- Pues tengo que ir al centro comercial, después he quedado con unos amigos para jugar al futbol, más tarde iré a la piscina…

- Vale, vale, entiendo – Se rió.

- ¿Por qué lo preguntas? – Recuperé el tema.

- Pues porque había pensado en llevarte a un sitio cuando acabé mi trabajo, si tu quieres claro – Comentó indeciso.

- ¿A dónde iríamos? – Pregunté interesado. Cualquier cosa sería mejor que quedarme encerrado en casa.

- Es un secreto – Sonrió.

- Te paso a buscar a las siete ¿Te va bien? ¿Ya habrás acabado de estudiar? – Estudiaba en casa hasta las seis, así que ningún problema.

- Si, a esa hora estaría disponible – Dije como si no me importara.

Y entonces llegó mi hermana para recogerme. No me había dado tiempo de preguntarle a Rody si vendría también Laura o no, y tampoco pude interrogarle sobre donde me llevaría. Si hubiera tenido un poquito más de tiempo se lo hubiera sonsacado por mucho que él quisiera darme una sorpresa.

Ahora iba a estar el resto del día pensando en a donde me llevaría.

***
Notas finales:

La relación poco a poco se va estrechando ^^

Os pongo un enlace donde podéis ver la máquina que utiliza Erick al principio, se llama “Banco de cuádriceps” y se utiliza mucho en rehabilitación:

http://es.tinypic.com/view.php?pic=2vrscqv&s=8#.ViE4i8XhAps

Y estas son las barras que tano miedo le dan:

http://i60.tinypic.com/11rax4l.jpg

Ante todo quiero decir que no soy una experta en fisioterapia, intento ser lo más realista posible, pero si en algún caso meto mucho la pata os agradecería que me avisarais ^^

Confesar que estuve a punto de no publicar este capítulo, no sé tengo la sensación de que la historia no interesa, pero también es cierto que está empezando y es difícil engancharse XD

De no ser por el review de Ana hubiera entrado en absoluta depresión, así que mil gracias Ana ^^

Un beso

Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).