-Mami ¿Cuánto falta para que venga papá?- Preguntaba el pequeño y curioso Minho, sentado en una silla del comedor mientras movía ansiosamente sus pies de adelante hacia atrás
-De seguro ya viene para acá, cariño-
Minho sonrió y le dio un mordisco a la galleta que sostenía entre sus pequeñas manitas
- ¿Mami, te puedo hacer una pregunta?-
-Claro, dime-
-¿Papá y tú están peleados?-
Su madre, quien estaba lavando los platos en la cocina, se secó las manos y sentó al lado de su hijo en el comedor
-No, cariño ¿Por qué piensas eso?-Dijo acariciándole cálidamente el rostro
-Es que hoy Jong me contó que sus padres pelearon y que su padre se fue a vivir a otra parte. Y papá tampoco vive con nosotros-Minho puso carita de confusión- O es que papá ¿No….nos quiere?-
Su madre lo abrazó fuertemente
-Cariño, no es así- Le acariciaba el cabello mientras trataba de transmitirle tranquilidad-Es sólo que el trabajo de papá es complicado
-¿Y por qué no lo deja?-
-Porque necesitamos el dinero, amor- Su madre dejó de abrazarlo y lo vio a los ojos
-Entonces, te prometo que estudiaré mucho, mucho y trabajé para ganar bastante dinero para que papá ya no tenga que trabajar y viva acá, con nosotros- Minho le mostró el dedo meñique a su madre, para sellar la promesa
Su madre conteniendo las lágrimas, le dio el dedo meñique y con una sonrisa sellaron la promesa
-¿Puedo agregarle algo a la promesa?- Preguntó su madre
Minho asintió con la cabeza sonriendo
-No importa qué, no quiero que nada ni nadie te quite esa linda sonrisa ¿Ok?-
-¿Aunque papá me regañe?-
La cariñosa mujer tocó la punta de la nariz de Minho juguetonamente-Aunque el viejo renegón de tu padre te regañe y te pongas triste por un momento, al final no pierdas tu sonrisa ¿sí?-
-Prometido, mami-
***
La alarma del su celular, en éste se marcaban las 6:00
Minho lo tomó y apagó la alarma
-Otra vez ése sueño-pensó- Es por que hoy es el día negro
Tenía que alistarse para al colegio
Se preparó algo sencillo de desayuno, comió rápidamente y fue a sus clases
En la hora de algebra, la última hora; si, aquella en la que la mayoría de alumnos desfallece y se quedan dormidos. Minho intentaba concentrase, pero sólo podía pensar en la fecha de hoy, la desafortunada fecha de hoy. Mientras todos sus compañeros morían de ganas porque ya sea salida él sólo deseaba todo lo contrario, pedía con todas su fuerzas que no sonara ése maldito timbre
Lamentablemente el timbre sonó
-Bueno alumnos ya pueden reti……- La mayoría de alumnos salió cual manada de animales salvajes-Aigo, me pregunto si alguna vez me dejarán terminar ésa frase. Y ni siquiera se les puede resondrar porque al instante se quejan con sus padres éstos niñitos ricos
El profesor vio a Minho quien aún permanecía en su asiento
-¿Y tú? Van dos años desde que llegaste a éste colegio y aún no adquieres las costumbres del resto, supongo que por eso eres el alumno del primer puesto. Por cierto hoy te vi muy distraído en la hora de Algebra, Minho-
-Sí, disculpe profesor- Minho se puso de pie e hizo una reverencia- Me retiro
Hoy era el primer día del mes, hoy vendría su padre, hoy….hoy simplemente era un día negro
Al llegar a su casa, su padre ya se encontraba ahí
-Buenas tardes- Dijo Minho, un saludo muy respetuoso pero también lleno de frialdad
-¿Que tal el colegio, hijo?-
-Mis notas están bien-
-Me alegra mucho, no por nada te puse en uno de los mejores colegios de Seoul. Si sabes cuánto estoy gastando en ti ¿cierto?-
-Si-
-¿Y hay algo de lo que quieras platicarme?-
-No, nada-
-¿Por qué eres tan frío? ¿No piensas en lo que estoy haciendo por ti?-
-Gracias por pagar mis estudios, señor-
-¿Señor? ¿Piensas tratarme siempre así? ¿Soy tu padre, sabes? Tu madre…-
-No meta a mi madre en esto, por favor-
-¿Ella te dijo que me trates así? No lo creo ¿verdad? No creo que te haya criado tan mal-
- ¿Mal? Ella me enseño que el respeto es algo que todo mundo se merece, hasta usted; pero el cariño se gana-
-¿Y no me merezco tu cariño? ¿Alguna vez les ha faltado algo? - Alzó la voz su padre
-Sí, a mí un padre que me enseñe a manejar la bicicleta, que me recoja a la salida como a los otros niños, que me ayude en mis tareas, que me enseñe sobre la vida….-
-Pero…-
-Y a ella un esposo que al menos la acompañe en sus últimos minutos de vida; en vez de irse de viaje con su otra familia, o mejor dicho su verdadera familia-
-Hijo…-
-Si eso era todo lo que quería decir, por favor retírese-
-Está bien, pero ésta vez acepta esto por favor- El señor sacó dinero de su billetera, dispuesto a entregárselo a Minho
-No se preocupe- Minho alejó el dinero
-Por favor, le prometí a tu madre que cuidaría de ti. Acéptalo, con lo que ella te dejó no te alcanza para nada, por eso tienes que trabajar a medio tiempo ¿verdad?-
-Lo que ella me dejó, se lo ganó limpiamente; y aunque sea poco prefiero eso a recibir dinero de usted-
-Por favor; no me sentiré bien si no lo recibes- El padre de Minho se acercó y por la fuerza se lo entregó
-Lo sé, usted es muy egoísta; sólo me entrega éste dinero para sentirse bien condigo mismo, no por que piense en mí. Por eso- botó el dinero hacia el suelo- No pienso salvarlo de su cargo de conciencia- Minho comenzó a subir las escaleras, hacia su habitación
El señor recogió el dinero, se veía realmente enojado- Sólo te digo, que un día de estos me cansaré de venir y….-
-Hágalo, desde un inicio nunca quise que viniera- Al terminar de decir esto cerro fuertemente la puerta de su habitación
Pronto su padre encolerizado se retiró. Mientras tanto Minho desquitaba su enojo golpeando una almohada
No podía enfadarse o quedarse llorando toda la tarde como cuando era más pequeño; además ya casi era hora de ir a su trabajo de medio tiempo
Se lavó la cara, observó su reflejo en el espejo del baño: Enojado con el ceño fruncido, y una extraña mueca en los labios
Pensó en su madre, aquella señora de hermosa sonrisa; pensó en su promesa
Volvió a verse en el espejo y esbozó una falsa sonrisa
Termino de alistarse y fue a su trabajo. Trabajaba en un café
Al llegar vio a un nuevo chico trabajando ahí
-Buenas tardes, perdón por la tardanza- Saludó a su jefe, y cuando se disponía a entrar al área de empleados, éste lo detuvo
-Minho, lo siento. Pero ya no trabajarás aquí… estás despedido-
-¿Qué? Pero…-
-Lo siento. Sólo surgió así-
-Mi padre te lo pidió ¿verdad?-
El señor sólo guardo silencio
Minho volvió a ver al chico- ¿Así que él es mi reemplazo?
-Lo siento-Se acercó a Minho y susurrando le dijo- Lo trajo tu padre, perdón por despedirte injustamente
Minho tomó aire-No se preocupe, ya encontraré otro trabajo-
Triste salió del lugar
Aprovecho el resto de la tarde para buscar otro trabajo pero para su mala suerte no lo encontró
Regresó a su casa. Estaba muerto del cansancio así que sólo pensó en dormir
Hoy había sido un día negro, no era la primera vez que su padre manipulaba gente para que al final Minho tenga que recurrir a él. Sin embargo no pensaba hacerlo, no pensaba pedirle ayuda a ese señor cruel jamás
Era triste ver que la persona que hacia su vida miserable era su propio padre
Su madre solía decir que en todo día negro existía una pequeña luz que te haga recobrar la sonrisa, aunque sea por unos minutos. Pero Minho se preguntaba por qué Dios le había quitado aquello único que le daba alegría en éste mundo: Su madre
Por la ventana de su cuarto Minho pudo ver pasar una estrella fugaz
Se acercó a su ventana y viendo fijamente a la estrella dijo-¿Un seseo? Desearía volver a tener algo de luz para recobrar la sonrisa-Pensó en lo que acababa de decir y se rió de sí mismo-Pfff qué tonterías estoy diciendo, ya no soy un niño para creer en estrellas fugaces
Entonces algo chocó fuertemente contra su ventana
Minho se alejó de ésta sorprendido-Pero qué demonios, tal vez… ¿Fue un ave?-Salió preocupado hacia el patio de su casa
Entre el pasto, malherido, se encontraba un pequeño murciélago
-Owwww Amiguito ¿Cómo llegaste hasta acá?- Minho lo tomo entre sus manos, era tan pequeño que alcanzaba entre sus dos palmas-Tu alita está sangrando- Minho lo cubrió con su casaca y lo llevó a su sala
-Perdón, esto posiblemente te arderá, pero aguántalo ¿sí?- Al poner alcohol sobre la herida del pequeño animalito éste le mordió-¡Auch! ¿Crees que mordiéndome dejaré de curarte?-Continuó poniéndole alcohol y al final le cubrió con una vendita
También se colocó una vendita en el lugar donde lo mordió
-Te vez débil, te daré algo de comer. A juzgar por tu tamaño debes de ser un bebé- Sacó una caja de leche de su refrigerador, sirvió un poco en una taza y la calentó; con una cucharita intento darle de beber al débil animal, pero éste se resistía
-Así que no eres un bebé, entonces me pregunto qué tipo de murciélago eres- Se acercó al cesto de frutas y sacó una al azar- Tal vez un frugívoro- Le acercó la fruta, pero al parecer esto tampoco se le apetecía- Uhmmm entonces ¿Carne?- Le acercó un poco de carne cruda que tenía y vio cómo el animalito hacia esfuerzos por tratar de comerlo
Ya que no podía, lo cortó en pequeños trozos de carne y volvió a entregárselo, ésta vez sí lo comió. Lamentablemente aún se veía débil- Ahora descansar es lo que necesitas-Lo dejó sobre el sillón, sustituyendo su casaca por una suave cobija
Pero cuando Minho estaba por subir las escaleras hacia su cuarto, oyó cómo algo se caía y se golpeaba fuertemente contra el suelo
Al regresar vio a su pequeño amiguito en el piso tratando de moverse y agitando sus alitas en un vano intento de volar
-¿No quieres quedarte solito acá?-El animalito dejó de intentar volar y torpemente intentó acercarse a Minho- Bien, puedes dormir conmigo si quieres- Lo tomó entre sus manos y se lo llevó a su habitación
Se acostó en su cama colocó al pequeño animalito sobre su pecho y se cubrió con las fresadas
-¿Cómodo amiguito?-Minho acarició al pequeño animalito-Aún me pregunto cómo llegaste acá, o será que ¿La estrella fugaz te envió? Si ése es el caso ¿Qué crees? Lograste que olvide que hoy es un día negro, al menos por unos minutos-Bostezó- Bueno ya es hora de dormir- Antes de quedarse dormido pudo ver cómo su nueva mascotita se acurrucaba en su pecho
Al día siguiente Minho fue a su escuela y después a buscar trabajo, no sin antes dejar al cuidado de su vecina a su tierno animalito
Por la noche por fin pudo volver a verlo
-¿Cómo has estado?- Dijo mientras le daba de comer- Ahora ya no te vez tan mal como ayer, sería un excelente veterinario ¿sabes?-
Hoy Minho había ido a preguntar al zoológico si se les había escapado algún murciélago, ellos le dijeron que no, pero que si había encontrado uno podía traerlo ya que ellos cuidarían bien de él
“No, yo sólo, vi a una vecina con uno de esos, y tenía esa duda” respondió, sabía que si decía que lo tenía consigo posiblemente se lo quitaría y por alguna razón, él aún no quería alejarse del pequeño animalito
Pero sabía que no podía tenerlo en su casa toda la vida; ése animalito debía de convivir con más de su especie; y con los cuidados que su especie amerita
-Lo siento, soy muy egoísta ¿Verdad?- Vio a su mascotita, quien parecía entenderle- Debería llevarte a ése lugar, pero no quiero. Sólo por una semana, hasta que te sanes, te quedarás aquí ¿sí? -Suspiró- ¿Sabes por qué me encariño tanto con los animales? Los animales son los únicos que aman más a su amo que a sí mismos en cambio los humanos siempre piensan en ellos antes que en los demás. Así que perdón si te retengo y me porto como un vil humano ¿vale?-El animalito continuaba observándolo, cómo si pudiera ver el dolor que Minho contenía
Toda esa semana fue grandiosa para ambos, Minho no tuvo ese sentimiento de soledad que lo perseguía y el pequeño murciélago ya se veía completamente sano y fuerte
El viernes por la noche Minho sentía tristeza, mañana tendría que llevar al pequeño animalito al Zoo
-Te extrañaré mucho, pequeño- Dijo antes de dormir, dándole un beso en la punta de la nariz al tierno animalito
Si, mañana el murciélago iría con convivir con más de su misma especie. Y Minho volvería a centrarse en su soledad. Pero el destino tenía planes un poco diferentes
A la mañana siguiente, al despertar Minho notó que el murciélago no estaba sobre su cama. Buscó por cada rincón de su habitación pero no lo encontró
Bajó hacia su sala y tampoco encontró nada, entonces escuchó ruidos provenientes de su cocina
Al entrar pudo ver que su refrigeradora se encontraba entre abierta, lentamente se acercó y la abrió por completo
Topándose con un joven de cabello rojizo y lacio, de rostro ligeramente femenino, cubriendo su desnudes sólo con una cobija y sosteniendo un pedazo de carne entre sus manos
Minho sorprendido alzó la voz-¿Quién eres? y ¿Cómo a mi casa?-
El delgado chico se puso de pie y con una sonrisa dijo- Mi nombre es Taemin y bueno tú me trajiste acá….-