Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lejos de alta mar por Thirteen Wilder

[Reviews - 97]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo sé, pasó mucho tiempo para la actualizacion, la universidad me tiene con la cabeza hecha un desastre junto con mis actividades de oficina. Cosas de gente adulta responsable jajajjajajaa oh que buena broma :'D

Les agradezco mucho su paciencia, 

La habitación carecía de ventilación suficiente para la cantidad de personas que estaban ahí. Su madre estaba con sus brazos extendidos, sus hombros ya no sentían dolor alguno por el tiempo que estuvieron así. Sus hermanos estaban encadenados de pies y manos, con un pequeño collar metálico cada uno. ¿Cuándo los movieron de las celdas? ¿En qué momento había pasado algo así de monstruoso?

El verdugo caminó de un lado a otro, poco le faltaba para hacer un camino en base a sus pasos. Otro apareció a los cuantos minutos de que Milo abriera sus ojos, estaba asustado, no quería que su familia padeciera por su culpa.

-Bien, pequeño- el verdugo más alto fue por uno de los niños, lo tomó fuertemente del cabello para llevarlo a la parte central de esa cámara de tortura.- Háblame de la sirena

-No sé nada de una…-el niño sollozaba, sus lágrimas inocentes no eran nada para aquel hombre.

-¡Mientes!- soltó un fuerte latigazo a su espalda.

-No miento- gritó con un ensordecedor lamento

-¡Déjalo!- Milo se movió inútilmente tratando de liberarse.

-¡Silencio!- volvió a arremeter contra el pobre chiquillo- Este engendro va a decirme toda la verdad- jaló la cadena que iba a su cuello.

Los gritos del niño iban en aumento junto con los golpes, la pobre criatura no sabía nada de lo que su hermano había estado pasando durante el año. Ni siquiera una pequeña sospecha que lo hiciera ir a espiarlo junto con su otro hermanito. La sangre iba corriendo por su espalda, sus heridas palpitaban de lo profundas que eran y los continuos golpes no le daban un descanso. De un momento a otro los gritos y lamentos cesaron junto con las energías que el niño tenía, se desplomó en el suelo, agotado física y mentalmente por todo eso que tuvo que pasar sin tener que merecerlo. El dolor iba en aumento y se agudizó al sentir un aceite caliente correr por su espalda, su piel se iba enrojeciendo, los ríos de sangre que la adornaban se limpiaban al paso de ese líquido atroz, su garganta ya no podía dar más de sí, sus pulmones estaban al borde del colapso y sus ojos, cansados de tanto llanto y horrores, se apretaron con fuerza para intentar el ser insensible a todo ese dolor.

-Debería matarte por la poca cooperación- lo tomó del cuello, la pobre mujer solo pedía cambiar de lugar, no soportaba ver a su hijo ser torturado de esa manera tan repugnante.

-…-Milo estaba espantado, se comenzaba a arrepentir de todo lo que había vivido con Camus, no midió jamás las consecuencias de sus actos.

-Pero miren que tenemos aquí- el otro verdugo se acercó a la hermana menor, no más grande de 10 años- ¿Quieres ayudar a que digan la verdad?-

-¡No la toques, cerdo asqueroso!-

-Oh, pero si es linda…Le falta muy poco para madurar- le pasó las manos por las pequeñas caderas- Por un buen precio se puede quedar aquí como la mujerzuela de todos…- la inclinó un poco contra un poste de madera, rozando su entrepierna con las pequeñas nalgas de la niña.

-¡Ya basta!-

-¿Vas a hablar?- sonrió con malicia, haciéndolo callar.

-Milo- la niña lo llamó, sus ojitos estaban bañados en lágrimas y solo podían reflejar el terror que sentía en ese momento.

-No puedo…-sus lágrimas escaparon, esto era demasiado

-¿Y usted señora?- la miró mientras saco su miembro y rosarlo con la joven y rosada piel de la pequeña- Vaya que esta familia tiene sus prioridades…

Los horres que tuvo que presenciar frente a él, no había palabras para describir la sensación de vacío en el estómago al ver a ese verdugo poseer a su hermana hasta hacerla sangrar, la niña lloraba de dolor hasta verse sumida en un shock total. El tipo no se detuvo hasta terminar, llenándola de su horrenda esencia, acabando con el infantil corazón de la pobre, dejándola amarrada a ese poste, sin un aliento que la consuele.

-¿Cuánto más van a soportar por una sirena?- se acomodó la ropa- No valen la pena, todas son iguales

-Buscan a los hombres para aparearse y comerlos, aunque si no te ha comido a ti, es porque no diste en el blanco-

-Silencio…-susurró

-Hombres como tu van a existir siempre, seguramente te abandonó ahora, esas putas sirenas no son confiables-  se acercó a él- Habla ahora mismo o seguirá tu madre

-Yo…-suspiró derrotado- No pude hacer nada…la sirena me engañó- mintió- Prometió que iba a volver y me pidió que hiciera una cabaña para vivir juntos.

Las burlas de los cazadores le destrozaron los oídos, ya no tenía nada en su vida ahora, solo quería ver a su familia libre de todo, tantos deseos lo habían arrinconado a eso, no podía tenerlo todo en esta vida. Su hermana había perdido su inocencia, su hermano estaba casi muerto y padeciendo un dolor físico que no hubiera sido capaz de soportar, ahora su madre debía ver como el haber guardado un secreto le estaba cobrando muy caro las consecuencias.

Tras esa sesión de tortura, los dejaron abandonados a su suerte en una parte del puerto, las gaviotas se acercaban pensando que eran desperdicios para comérselos, algunas mujeres gritaron al ver como sus cuerpos habían sido maltratos, a pesar de no haber sido torturados como los más pequeños, la madre y Milo fueron golpeados casi desfigurándolos. Los llevaron a una casita para curarlos, los niños no hablaban, no tendrían por qué hacerlo después de todo lo que había sucedido con ellos unas horas atrás.

La noche sin luna se hizo presente, dándole una oportunidad al pescador de buscar en el muelle al tritón que amaba, no quería dudar más de su decisión, no iba a arriesgar a su familia por una criatura que quizá no sentía lo mismo que él. Su madre lo juzgó por irse a buscarlo, pero tenía que quitarse las dudas de una buena vez. Caminó a tropiezos hasta el muelle viejo donde siempre se veían, su lancha estaba ahí, seguramente arrastrada por Camus para darle una manera de llegar hasta la isla.

El dolor en sus brazos no le impidió remar hasta la isla, caminó con mucho dolor en sus extremidades hasta el derrumbe que hizo al destruir la cabaña. Poco apoco se hizo de espacio para meterse a un hueco que se mantuvo en pie. Jadeó de dolor y cayó de rodillas frente al hueco lleno de agua salada, no tenía fuerza para hacer ninguna señal así que solo lo llamó por su nombre una y otra vez.

-Aquí estoy- salió de inmediato, le tomó el rostro horrorizado- ¿Qué te hicieron? – pasaba sus dedos, dejándole un poco de aquella baba que cubría su piel, esta lo fue curando poco a poco y volviendo su rostro a su forma original.

-Dime la verdad- le puso ambas manos en el rostro, para luego bajarlas a su cuello y apretarlo- ¿Me amas en realidad? ¡Responde!- las lágrimas le escaparon del rostro-Dime que esto vale la pena…¡¡Dímelo!!-

-Ahg…M...Milo…-lo empujó con fuerza- ¿No crees en Camus?- aclaró su garganta- Yo quiero a Milo, como no tiene una idea, le amo desde  que lo vi por primera vez

-¿Por qué todo es tan difícil?- se sentó en la orilla cubriendo su rostro- Le hicieron cosas horribles a mi familia…No quiero que pase lo mismo contigo o con huevito-

-¿Por qué no lo dices ya?- tomó sus manos y lo vio a los ojos- El deseo de Milo, todos los deseos que quieras

-Ayúdalos a olvidar todo esto, como si jamás hubiera pasado- el tritón asintió- Quiero que mi familia se vaya de aquí y encuentre un buen lugar para vivir, con o sin nosotros-

-¿Qué más?

-Que huevito esté a salvo y con su familia el día en que nazca- sonrió

-¿Y?- sus ojos se veían ansiosos

-Quiero que Camus- le tomó ambas manos- Esté a mi lado hasta el final, como la persona que más amo en mi vida,  como un…-

-Un ser horrible- concluyó un cazador con una apariencia temible- Al parecer que hayan violado a tu hermana no fue suficiente, ni la tortura que le dimos al otro engendro-cinco cazadores más aparecieron detrás de él.

-No te atrevas a hacerle daño-

-¿Qué vas a hacer? ¿Defenderlo como a los que “amas”?- lo empujó a un lado y tomó a Camus del cabello- Es un espécimen muy bello…y por lo que veo la reproducción concluyó hace un tiempo-

-Aléjate de mí, humano asqueroso- gruñó en su idioma- Voy a maldecir a toda tu descendencia-

- Si te atreves pescaducho, voy a mandar a tu proveedor de semillas al otro mundo- aquel hombre no era común y corriente, podía entender su idioma, su apariencia grande y tosca le dio a entender con facilidad que era el líder de aquellos hombres.

-No vas a dañarlo- de un fuerte impulso le propinó un arañazo profundo, sus ojos cambiaron de color, presentando de nuevo aquella figura que Milo vio hace un tiempo atrás, sus dientes crecieron en afilados colmillos-Y no le harás daño a ninguno más- añadió antes de volver a herirlo, esta vez mordiendo también parte de su cuello.

Los cazadores se amontonaron sobre aquel monstruo, noqueándolo con habilidad. Lo separaron de su jefe quien aún seguía con vida, miró con odio al joven y lo amenazó.

-Tienes dos días para traernos el huevo, o todo aquello que amas se verá en tinieblas-

Milo no pudo hacer nada más, el dolor que ya cargaba con todo lo acontecido en ese día lo tenía inmóvil, ahora Camus no estaba y era su culpa. El huevo saldría en unas semanas y por su cuenta era imposible encontrarlo, se ahogaría antes de llegar a uno de los cientos de túneles sin salida que el tritón había hecho para evitar depredadores. Pero no tenía tiempo para buscarlo, solo había dos días para ir por el tritón, y pedirle a gritos a su familia que se largara del pueblo.

Abrumado por todas las consecuencias de sus actos, durmió en el frio piso de aquella casa en ruinas, esperaba que el sueño de esa noche lo ayudara a recuperar un poco más de fuerzas, se abrazó a sí mismo en aquel llanto que lo ayudaba a cansarse y conciliar el sueño.

A la mañana siguiente despertó con menos dolor, miró aquel pozo de agua y susurró algunas palabras en aquel extraño idioma. El barco principal de los cazadores estaba a pocos metros del puerto, unos cuantos barcos más iban paseando alrededor de esa isla seguramente para vigilarlo. Con anticipación había amarrado un coco dentro de su casa, de ese modo aquellos que lo vieran de lejos pensaría que era el huevecillo.
Su sorpresa aumentó cuando al llegar a su casa la encontró vacía, no había rastro de vida en ella, los vecinos solo pudieron decir que las heridas que tenían se curaron de un segundo a otro, los niños volvieron a sonreír y decidieron partir de ese lugar en busca de una vida mejor en otra ciudad mi lejana,  una cuyo nombre ni siquiera podían recordar.

“Cumplió los deseos” suspiró aliviado ante la mirada sorprendida de su vecino.

No dudaba en que los cazadores volverían a la cabaña en busca de su hijo, pero confiaba plenamente en todas las medidas de seguridad que Camus había hecho durante todo ese tiempo, los túneles no eran solo una forma de perderlos, también servían a la perfección para matarlos en un derrumbe, pero no lo suficientemente fuerte para obstruir el paso hasta el huevo.

Esperó durante todo ese día para poder ganas más fuerzas, el plazo era hasta el día siguiente y con su familia lo suficientemente lejos de ese lugar tenía una cosa menos de que preocuparse. Curó todas sus heridas, haciendo uso de sus habilidades se las ingenió para crear un par de armas que le iban a servir en cierto punto del día siguiente. Envolvió con más cobijas el coco que fungía como su huevecito. Preparó todo para ir a ese barco por última vez.                                                      

Notas finales:

En verdad agradezco mucho sus comentarios. ¿Quien esta listo para el capitulo final? ¿Alguien? Yo no...aun tengo muchas dudas, asi que voy a acudir a ustedes.

¿Que les gustaria que fuera "huevito"? ¿Niña? ¿Niño? ¿Que nombre les gustaría?

:D espero sus comentarios!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).