Capítulo 19.
Despertó, tranquilo y relajado, hace mucho que no dormía con tanta tranquilidad, como si una gran pesadez en su espalda hubiese desaparecido, intento levantarse pero le resulto imposible, no por un mareo típico a los que su embarazo le anclaba, si no, había una pequeña presión en su vientre, que lo rodeaba con delicadeza pero a la vez fuerte y protectoramente, como si el bebe dentro de Ritsu fuera lo más importante para el, su tesoro… Eran los brazos fuertes y grandes de Takano.
Por instinto sonrio ante acto tan dulce, para después, al recordar la escena hormonal que había montado el dia anterior, sonrojarse enormemente.
“Bah, no se ni porque me sonrojo… No es como si esto no pasará todos los días”
-¿Uh? Buenos días Ritsu ¿Cómo dormiste?- Practicamente se quedo mudo al escuchar esa dulce voz que lo hacia caer hasta en las mas ruines trampas.
-Bi-Bien ¿Y tu?-
-Excelente.- Dijo el sin poder evitar aquel tono alegre y satisfecho en su voz.- Me complace mirarte dormir, me recuerda que soy un super padre responsable y tengo a una linda madre y un bebe a los cuales cuidar~- Ritsu frunció el seño.
-¿Madre?- No pudo evitar el mal humor que simplemente llego a el como un rayo en esos momentos, simplemente, si palabras como esas le molestaban, ahora ese día que cumplia los 7 meses de embarazo, y con las hormonas femeninas al tope, ese tipo de comentarios eran como invocar al demonio.
Masamune no pudo evitar reir ante aquella aura oscura y llena de molestia que ahora esta mostrando su amado ojiesmeralda.
-¡Lo siento!- Estaba intentando no reir, puesto que sabía que se iba a poner bastante molesto si lo hacía.
-Jamas permitiré que me llame “Madre”
-Veras como si… Por cierto… ¿Recuerdas de lo que hablamos hace dos días?-
-Sobre aquella cita, antes de dar a luz, ¡Por supuesto que me acuerdo!- Esta vez Ritsu le regalo una calida sonrisa, aquellas sonrisas que podían transmitir sentimiento a kilómetros de distancia sin necesidad de decir una palabra.
-¿Aun quieres ir?- Takano dudo un poco de su palabras, le miro serio, pero seguro de no incomodar a Ritsu.
-¡Claro que si, Takano! Yo… Yo quiero estar contigo… De… Una forma romántica.- Bajo la mirada con un ligero rubor en sus mejillas, lo que hizo a Takano sorprenderse, pero sonreir, ese castaño le daba cada dia mas sorpresas.
Sin pensárselo dos veces se abalanzo sobre Ritsu, con cuidado, para rodearlo con sus brazos.
-Muchas gracias Ritsu…- Sin pensárselo dos veces, correspondió al abrazo, con delicadeza, pensando en Takano, como su novio y padre de su bebe.
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-¡Te queda lindo el traje Ricchan!- No recordaba como pero prácticamente fue corriendo a los brazos de dos de sus amigos para salir bien en su cita.
-¿Por qué le dices eso? No se le ve bien.- Aquel de ojos azules examinaba con detenimiento al castaño.
¿Sorprendente, no? El oso gruñon de Marukawa, al que alguna vez odio, ahora era su amigo, desde hace poco claro, y estaba al tanto de su situación.
-¿Qué le quieres decir con eso? ¿Qué esta gordo?-
-¡Estas dañando más su autoestima! ¡No cambies las palabras de mi boca!-
-Pues ese le queda bien!-
-¡A mi no me gusta!-
-Entonces haz lo que se te pegue la gana!
-¡NO TU HAZ LO QUE SE TE PEGUE LA GANA!- Esos dos terminaron dándose la espalda molestos, y dejando a Ritsu más confundido que antes.
“¿Por qué vine aquí para empezar?”
-Chicos… No peleen, yo… Solo vine por unas sugerencias, pero… Si van a pelear, yo puedo escoger mi vestir solo.-
-¡NO!- Gritaron ambos al mismo tiempo, que claramente alteraron a Ritsu, haciendo que bajara la mirada reteniéndose por gritarles, pero sabía que ellos solo lo estaban intentando ayudar, que no funcionaria.
El suspiro de esos dos chicos, le hizo tranquilizarse.
-Ok, Ok, vamos a tranquilizarnos.- Kisa sonrio.- Bien, Ricchan, probemos con otros trajes, si eso no funciona, entonces… Bueno, entonces no se que haremos, porque ¡Hay que ser sinceros! ¡Nuestras ideas siempre chocan!- Dijo mirando al más alto, el cual asintió compartiendo ese ideal.
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-¡Perfecto!-
-Si, definitivamente ese te queda bastante bien!- Al verse al espejo, se dio cuenta que era cierto, se le ajustaba a la perfección, su vientre no estorbaba ni se le veía mal, incluso podía asegurar que se le veía de maravilla, ya que, por primera vez desde que los tres eran amigos, las ideas de Takafumi y Shouta no chocaban entre si, y explotaban.
-Gracias por todo…-
-Si, si, ¿A que hora era la cita?-
-Etto… 9:30…-
-¿En donde?-
-Oh, preparo todo en el parque, ¡Una zona reservada para nosotros!- Sonrio, al recordar cuando Takano se lo dijo.
-¡Oh si, muy romántico! ¿Y que horas crees que son?
-8:57 Pm…- Dijo Kisa, ambos miraron a Ritsu con recelo, sus caras mostraban algo asi como “Nos esforzamos toda la maldita tarde, como para que lo dejes plantando, cariño”
-¡Oh cierto, ya es tarde!-
-Vamos, yo conduzco.- La emoción en la voz del peliazul, detonaba, que NO estaba para nada emocionado.
-¿Paso algo con tu “esposo”?- Hablo Kisa, mirándole con curiosidad.
-Nah, no hay ninguna razón por la cual lo golpee y robe su auto.- Una sonrisa forzada apareció por sus labios. Haciendo que el de ojos chocolate se arrepintiera de haber preguntado.
-Cuando dejemos a Ritsu en su cita, nos largamos a beber!-
-¿Tu invitas?-
-¡Claro! Y me platicas sobre tu situación sentimental~-
-Eh… Tal vez cuando ya este hasta el tope de borracho-
-¡Genial!-
-Ok… Sube al auto Ritsu.- Gracias a dios, podía contar con sus amigos para esto, y mas si ¡habría trasporte!
Solamente tenía que… Relajarse.
(Respira)
Esa noche sería perfecta, tenía que serlo.
(Respira)
Habian pasado por muchas cosas, desde que volvieron a encontrarse hasta su punto actual, donde esperaban a un bebe, que estaba seguro, ambos lo amaban, y esa criatura podía sentirlo.
Takano le amaba mas que a su vida, y, aunque habían pasado tantos malentendidos, ahora estaban JUNTOS, y eso nadie lo iba a cambiar.
(Respira)
-Ritsu ¡Llegamos!- Takafumi lo despertó de su trance y nervios.-Vaya que ahora si se lució, hasta caminito de rosas y toda la cosa.- Un suspiro salio de la boca de ambos compañeros del ojiesmeralda.
-Si tan solo el mio fuera un poco mas cursi…- Casualmente lo dijeron al mismo tiempo, estaba claro que estaban molestos con sus recientes parejas.
Pero Ritsu los ignoro, e inmediatamente se sonrojo al mirar fuera del auto.
Todo estaba levemente iluminado por faroles, y como dijo el ojiazul anteriormente, había un camino de rosas, todo eso combinado con la luz de la luna y las estrellas…
Era precioso…
(Respira)
No podía ocultar su emoción ni mucho menos sus nervios, Ritsu no estaba preparado para tal recibimiento de parte de Takano.
Tenía que haber algo especial de por medio, si o sí.
Si no, ¿Por qué no hacer más que una cena casual? Conocía a Takano, y algo estaba planeando.
Sin más que esperar, Ritsu salió.
-¡Suerte con tu hombre!-
-¡SHOUTA!- Le había gritado con un sonrojo mas fuerte, si es que se podía.
Y como si nada, Takafumi solto una pequeña risa.
-Suerte.- Le sonrió con sinceridad, mientras el auto arrancaba, y ambos se despedían con la mano.
(Respira)
Sea lo que fuera que planeara Takano, ya no había marcha atrás, puso una mano en su vientre, y con el rostro ardiendo, avanzo hacia adelante, siguiendo el camino de rosas.
Porque el plan que tenia Takano, lo descubriría ahora mismo.