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C.P.P.T: TakaReo por Yewooki

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen.

Notas del capitulo:

~Espero les guste~

Cuando la mañana llegó, llenó todo con sus cálidos rayos, Tsubasa abandonó su lugar en la cama, sonriendo al ver como Mamoru fruncía su ceño al no sentirlo cerca, se levantó con lentitud, con su vientre tan grande era difícil todo, salió de la cama dirigiéndose al baño donde se dio una ducha rápida, y cuando salió vio a su esposo viéndolo con el ceño suavemente fruncido.

 

- Te he dicho mil veces que es peligroso que te duches cuando estoy dormido o estás solo Tsubasa- le regañó antes de pararse y ayudarle a secarse el pelo- me preocupan- dijo acariciando el redondo y adorable vientre de su esposo- ¿se han movido mucho?

 

- Habían estado tranquilos hasta que los tocaste- dijo riendo al sentir las suaves pataditas de sus bebés- ¿quieres desayunar algo en especifico?- le preguntó dándole un tierno beso.

 

- ¿No se supone que el de los antojos aquí eres tú?- dijo Mamoru abrazándolo con cuidado de no aplastar su vientre.

 

La suave risa de Tsubasa llenó la habitación, Mamoru lo observó con amor y adoración, acomodó uno de los largos mechones azules detrás de su oreja y perdiendo en los hermosos ojos rojizos de su pareja, terminó uniendo sus labios en un beso apasionado, que los dejó con las respiraciones aceleradas y un lindo sonrojo.

 

- Te amo tanto- le confesó bajito, mientras acariciaba las mejillas sonrojadas del moreno, quien le sonrió apenado, había heredado la personalidad pasiva de Taiga, pero era tan  aferrado como Daiki.

 

- También te amo muchísimo- le dijo regalándole otra linda sonrisa- Hoy es la cena en casa de tus papás- le recordó, y vio hacia una pequeña mueca- vamos Mamoru-chan~- el dijo en tono cariñoso acariciándole los rojizos y despeinados cabellos- no pongas mala cara, Akumi y Sayumi hacen una linda pareja.

 

-Sayumi jamás me agrado y jamás lo hará, Tsubasa- le dijo suspirando, su hermanito menor había caído en las garras de la arpía de su “prima”, y antes de continuar con toda esa discusión su esposo le empujó a la cama, para con algo de dificultad sentarse sobre su cadera.

 

- No pienses mucho en ello, te recuerdo que ni a Tsuyoshi ni a mi Papá les agradas mucho- dijo riendo viendo la mueca molesta de su esposo- y eso no impidió que nos casáramos, mucho menos que formáramos una linda familia- dijo tomando las manos del pelirrojo para llevarlas a su vientre- nunca me arrepentiré de haberme escapado contigo Mamoru- le dijo antes de inclinarse y besarlo.

 

Los ojos de Daiki se abrieron de inmediato, ¡oh pero claro que no! ¡Sobre su frío y descompuesto cadáver!, pensó viendo a su esposo a su lado durmiendo aún, sonrió y le dio un tierno beso en la frente antes de levantarse para ver a Tsuyoshi quien ya se había despertado elevó sus bracitos esperando ser cargado, cosa que pasó rápidamente.

 

-Hora de cambiarte- le dijo sonriéndole, ganándose una linda sonrisa por parte de su bebé, lo cambió y salió con él en brazos hacia la cocina, donde le prepararía su mamila, cuando llegó no se sorprendió de encontrarse ahí a su pequeño ayudando a Seijuro con el desayuno- ¿Cómo dormiste campeón?- le preguntó besándole la cabeza, viéndolo sonrojarse y sonreír.

 

-Bien, tío Sei me contó cono conoció a tío Shintaro- dijo emocionado- ¿Y papi?

 

- Sigue durmiendo, está cansado- le dijo y antes de pedirlo, Seijuro ya le había pasado una mamila preparada y a la temperatura perfecta- gracias- dijo y acomodó a su retoño menor para que comenzara a comer.

 

- ¿Y papá?- preguntó un adormilado Mamoru, quien entraba en la cocina tallándose los ojos, para ser poco después levantado por su papi, quien le peinó un poco los cabellos antes de sentarlo junto a Tsubasa quien revolvía despacio la mezcla para los panqueques.

 

-Tuvo que ir de emergencia al hospital, pero prometió que volvería para la cena- le dijo viendo como su pequeño bajaba la mirada un poco triste- ¿Por qué no acompañan al tío Takao y al tío Reo hoy a sus trabajos?

 

- ¿Puedo papiiiiii?- preguntó Tsubasa con la mirada brillante, y sinceramente Daiki era un debilucho ante las caritas de sus tres amores, suspirando asintió, viendo como su pequeño Tsubasa se bajaba con cuidado del banco para correr hasta sus piernas abrazándolas con fuerza- gracias papi- dijo sabiendo que Daiki amaba cuando le decía papi, a pesar de que así llamara a Taiga normalmente.

 

-Anda a ayudar al tío Sei- dijo con burla, viendo la mirada molesta de Akashi, quien tomó en brazos a Tsubasa para subirlo de nuevo al banco.

 

Cuando el desayuno estuvo listo, la pequeña Sayumi apareció en la cocina de la mano de su papá Reo, quien sonrió enternecido al ver a los pequeños mayores llenos de harina mientras veían impacientes cómo Seijuro volteaba cada panqueque.

 

-Buenos días- saludó, recibiendo unas lindas y emocionadas miradas por parte de los niños mayores- ¿Qué con esos ojitos?

 

- ¿Podemos ir contigo al trabajo?- preguntaron Mamoru y Tsubasa al mismo tiempo, viendo como su tío les sonreía y asentía.

 

- ¿Y dónde me quedaré yo?- preguntó la pequeña Sayumi haciendo un lindo puchero.

 

- ¿Qué te parece quedarte con el tío Taiga y con el tío Daiki?- le preguntó el moreno, viendo a la niña sonreír feliz, la pequeña adoraba pasar tiempo con la familia Aomine a pesar de que eran pocas las veces que se veían durante el año.

 

- Buenos días- murmuró Tetsuya tallándose uno de sus ojos, con el sueño aun sobre él- ¿Dónde está mi sobrinito favorito?- preguntó viendo como Tsubasa reía completamente avergonzado,  antes de bajarse del banco para ir a él abrazándose a su redondo vientre, dándole un tierno besito.

 

-Hola Seki-chan- dijo Tsubasa con alegría antes de elevar su carita hacia su tío- buenos días Tío Kuroko.

 

Tetsuya revolvió los azulados cabellos del niño antes de sonreírle.

 

- ¿Por qué Tsubasa-kun siempre es el favorito?- se quejó Sayumi bajito, pero fue oída por todos.

 

- Sayumi-chan es mi favorita- le contestó Tsubasa viéndola sonrojarse y notando como Mamoru fruncía su ceño y se cruzaba de brazos.

 

- ¿Dónde están mis bebés?- preguntó agitadamente Taiga entrando con la pijama revuelta a la cocina, causando la risa de todos allí, logrando que formara un pequeño puchero, el cual fue  besado por su esposo, antes de entregarle a su pequeño Tsuyoshi quien ya se había vuelto a dormir, era un dormilón igual que Daiki.

 

- Papá me dejó ir con el tío Reo a su trabajo- dijo con emoción Tsubasa y Taiga frunció su ceño levemente.

 

- Estarán bien- le aseguró el pelinegro- hoy solo tengo que hacer revisión de los modelos y los diseños, además Kazu-chan irá con nosotros.

 

-Hazle caso a tus tíos- le pidió Taiga viendo a su bebé asentir, antes de ir a sentarse y comenzar a comer.

 

Cuando el desayuno terminó Daiki se encargó de ayudar a Tsubasa a cambiarse después de haberse bañado, mientras Seijuro hacia lo mismo con Mamoru, ambos salieron de sus habitaciones al mismo tiempo, se sonrieron y caminaron hacia el otro, se tomaron de las manos y con cuidado bajaron las escaleras, abajo ya los esperaban Reo y Kazunari con una sonrisa en los labios, la pequeña Sayumi sonrió malvadamente viendo a Mamoru cuando llegaron abajo, se acercó a Tsubasa y le dio un sonoro beso en la mejilla antes de correr hacia los brazos de Daiki quien la cargó sin problemas.

 

- Estaremos de vuelta para la hora de la comida, cualquier cosa ambos tenemos los celulares encendidos- dijo Reo, viendo como Kazunari acomodaba a los pequeños en los asientos traseros de su auto.

 

- Dudo mucho que Seki se adelante, pero esteré al pendiente- le dijo, y los vio marcharse- ¿Te parece si vamos a ver si Tsuyoshi ya despertó?- le preguntó a la pequeña quien asintió emocionada.

 

El camino fue relativamente tranquilo, Kazunari, Mamoru y Tsubasa se la pasaron cantando todas las canciones que fueron saliendo en el radió haciendo sonreír a Reo.

 

Cuando llegaron al enorme edificio los ojitos rubíes de Tsubasa brillaron emocionados, su papi trabajaba en casa para cuidar de Tsuyoshi y su papá decía que era peligroso llevarlo a su trabajo, esta era la primera vez que iba al trabajo de alguno de sus tíos.

 

-Mamoru-chan- le llamó Kazunari- ¿vienes conmigo o con Reo?-le preguntó cuando estacionaron el auto.

 

- Con el tío Reo- dijo, y es que aunque lo no quisiera su tío Kazunari, pero siempre terminaba agotándolo, además sentía que si dejaba que Tsubasa se fuera con Kazunari, terminaría cansado y ya no jugaría con Sayumi y podrían tomar una siesta juntos, sonrió con un brillo maloso pintado en sus ojitos verdes.

 

Kazunari tomó con cuidado la manita morena de Tsubasa y lo llevó hasta su oficina ese día haría solo papelería, y esperaba que el pequeño remolino no se aburriera mucho, cuando llegaron a su oficina lo sentó en una silla frente a su escritorio y le dio un par de hojas y un lápiz, mientras el comenzaba a leer contratos y otras cosas.

 

-Tío Takao- murmuró  mientras dibujaba , atrayendo la atención del pelinegro quien estaba leyendo- ¿Cómo fue que terminaste casado con el tío Reo?, ayer tío Sei y tío Shintaro dijeron que tu le tenias miedo- dijo confundido, y Kazunari sonrió sonrojándose al rememorar como había terminado casado.

 

-Cuando estaba en preparatoria, y junto al equipo entramos en la Winter Cup, y nos enfrentamos a Rakuzan, quien por supuesto nos pateó el trasero, pero dimos buena pelea- dijo haciendo al pequeño reír- después de aquel partido no sé cómo, pero comencé a recibir mensajes bastante cursis, me sentía incomodo al principio, después me encontré  esperando con ansias mi mensaje diario y a pesar de que yo enviaba preguntas sobre quién era y cómo había obtenido mi número solo recibía de respuesta cursis que me dejaban con más dudas.

 

La puerta se abrió dejando pasar a Reo junto a Mamoru, quienes sonrieron a sus respectivos amores.

 

- ¿De qué tanto hablaban?- preguntó Reo acercándose al escritorio de su esposo, dejando un par de cosas encima.

 

- ¡De cómo terminaron casados!- dijo Tsubasa emocionado.

 

Reo sonrió más, soltando un suspiro alegre.

 

- ¿Dónde ibas?- le preguntó cariñosamente a su esposo quien se sonrojó, recordándole los mensajes- Oh cierto, batalle horrible para que me dieran su número, pero al final lo conseguí por parte de Miyaji cuando lo amenace con decirle a Kota-chan que él quería una cita- dijo riendo- y diariamente durante largo tiempo estuve enviándole mensajes a Kazu-chan, hasta que nos topamos en aquel restaurante después de que perdiéramos contra Seirin, me acerque decididamente y me lleve la decepción de mi vida cuando me dijo que salía con Shintaro, pero no pensaba rendirme- dijo decididamente.

 

- Cuando Seijuro se enteró de que aquello no era verdad, me dijo que le diera una oportunidad a Reo, y casi una semana después le pedí su número a Seijuro, y me sorprendió totalmente cuando vi que su número era el mismo que el de mi mensajero secreto, y no dude en enviarle un mensaje pidiéndole que nos viéramos en una cancha.

 

-Ese día, en nuestra boda y cuando nació Sayumi-chan fueron los días que más nervioso he estado en mi vida- murmuró Reo haciendo reír a los pequeños ante su rostro dramático- Cuando llegue y vi a Kazu-chan esperándome casi podía sentir como mi corazón estaba a nada de salirse de mi pecho, y cuando llegue frente a él me dijo “Acepto darte una oportunidad, así que no lo arruines”.

 

Cuando Reo apareció en la cancha, notó que Kazunari lo esperaba viendo hacia al horizonte donde el sol comenzaba a ocultarse, tomando toda su valentía avanzó  hasta él, parándose frente al menor, quien le sostuvo la mirada un par de segundos, los cuales sintió como semanas.

 

- Te daré una oportunidad, así que no lo arruines- le dijo antes de sentir los largos brazos del otro rodeándole, para elevarlo del suelo dándole un par de vueltas, haciéndolo sonrojarse con fuerza.

 

- Gracias, Kazu-chan  prometo que no te arrepentirás- le dijo dejándolo de nuevo en el suelo, antes de robarle un corto besito- para la buena suerte- dijo guiñándole un ojo.

 

- Cuando lo dices así me haces sentir mal- se quejó Kazunari formando un pequeño puchero, el cual fue besado por su esposo haciendo sonrojar violetamente.

 

- Me esforcé mucho por ganarme el corazón de Kazu-chan y una fría mañana de enero me dijo que me amaba, fue uno de los días más felices de mi vida- dijo Reo con emoción marcada en su voz- poco después le pedí que nos casáramos y me respondió con un frío no.

 

- ¿Por qué tío Takao?, ya le habías dicho que lo amabas- dijo Mamoru frunciendo suavemente su ceño.

 

- Me entró pánico cuando me lo pidió, dejamos de hablar por una semana, la más larga de mi vida, y cuando sentía que la desesperación me tragaría vivo, decidí que era suficiente y fui a su casa, cuando llegó de la universidad le dije que aceptaba casarme con él, pero sería algo pequeño, que iluso yo al creer que me haría caso en eso- dijo negando con una enorme sonrisa en sus labios.

 

- Reo- murmuró Kazunari con fastidio mientras veía como su pequeño apartamento se llenaba de cajas de regalos de boda- ¿Qué diablos significa todo esto?

 

-Son regalos de boda amor- le dijo abrazándolo por la espalda dándole un corto besito en el hombro- son de parte de amigos y socios de mis padres.

 

-Te dije que quería algo pequeño- se quejó como niño pequeño.

 

- Lo siento amor- dijo sinceramente, dándole vuelta sin romper el abrazo, rozando su nariz contra al ajena- prometo recompensarte esto- le dijo con sinceridad.

 

- Viviremos en un lugar tranquilo y no muy lujoso- sentenció Kazunari, viendo la cara de incomodidad de su prometido- ¿Qué hiciste Reo?

 

- Compre un condominio en Kioto, para que viviéramos juntos después de la boda.

 

- ¡¿Tú hiciste qué?!- gritó rompiendo el abrazo- sabes que no me gusta que malgastes el dinero así.

 

-Pero no es un malgasto, es un lugar grande, bonito y cómodo, además nos servirá cuando tengamos nuestros hijos- dijo ya que para ese entonces ya sabían del bebé que esperaba Seijuro.

 

- ¿Quieres que tengamos bebés?- dijo sonrojándose violentamente.

 

-Y que sean lindos como tú- le dijo antes de besarlo tiernamente.

 

- Poco después de la boda naciste tu Tsubasa-chan- dijo Reo revolviéndole el azul cabello al bebé- y mis ganas de empezar mi propia familia crecieron, pero ambos teníamos mucho trabajo y cuando estábamos en tu fiesta de 2 años, Kazu-chan se desmayó, asustado lo lleve al hospital donde nos dieron la noticia de que nuestra pequeña Sayumi-chan venia en camino.

 

- ¿El tío Takao se veía lindo en la boda?- preguntó curioso Tsubasa.

 

- Hermoso- dijo viendo con adoración a su esposo.

 

Kazunari estaba sonrojado hasta las orejas mientras una sonrisita adornaba sus labios.

 

-Reo también se veía muy guapo el día de nuestra boda- dijo viendo a su esposo sonrojarse- y estaba tan nervioso el día que Sayumi nació, casi se desmaya- se burló haciendo reír a los pequeños.

 

- Es normal, ambos estaban en peligro- dijo frunciendo un poquito su ceño.

 

Cuando Kazunari y Reo se enteraron de que el menor estaba esperando a su primer bebé, le dijeron que debido a su estructura corría peligro de sufrir un aborto y en caso de que el embarazo avanzara normalmente, uno de ellos podía morir al momento del parto.

 

Los meses avanzaron más rápido de lo que Reo pudiera llegar a querer, la cesárea estaba programada para principios de octubre, conforme los días pasaban  y la fecha se acercaba más nervioso se sentía, no quería perder al amor de su vida, pero tampoco quería perder a su bebé y sabía que si el bebé no sobrevivía Kazunari se culparía toda su vida.

 

- Estaremos bien amor- le dijo el día de la cesárea Kazunari mientras él metía la maleta al auto- no te preocupes.

 

Reo asintió, pero no estaba muy seguro de ello, cuando llegaron rápidamente prepararon a Kazunari y cuando el momento finalmente llegó, Reo entró en el quirófano junto a su esposo, el procedimiento le pareció muy rápido, y cuando el llanto de su pequeña llenó la sala las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, pero el pulso de su esposo comenzó a bajar muy rápido y el pánico se apoderó de su cuerpo.

 

“Sáquenlo de aquí” oyó al médico encargado gritar, viendo como la mirada siempre brillante de su esposo lentamente se apagaba, recuerda vagamente gritar y luchar por permanecer al lado de su amado, pero fue sacado a la fuerza de aquella sala, ahora estaba en la sala de espera, rodeado de amigos.

 

-Estará bien, Takao es fuerte- le dijo Shintaro, dándole un suave apretón en el hombro.

 

Los minutos pasaron lentos y tortuosos para él, hasta que el médico encargado salió y le dio una sonrisa, el alivió recorrió su cuerpo entero, y fue rápidamente guiado hasta la habitación donde su esposo reposaba.

 

- ¿Cómo te sientes?- le preguntó en cuanto notó que estaba despierto.

 

- Cansado y tasajeado- murmuró haciendo reír a su esposo, quien comenzó a  llorar- shh, amor, todo salió bien- dijo abrazándolo con suavidad, sintiendo como Reo se aferraba a su cuerpo.

 

-Temí tanto perderte, no puedo concebir este mundo sin ti a mi lado, simplemente no puedo- murmuró.

 

-Tienes la suerte de que me tendrás que soportar muchos años más- le dijo besándole la cabeza.

 

- Sayumi es muy linda- dijo Tsubasa, haciendo a Mamoru fruncir el ceño, me gustaría que se casara con Tsuyoshi- dijo sonriente.

 

- No- dijo Mamoru, sorprendiendo a los adultos y al peli azul- no la quiero como esposa de mi cuñado- renegó cruzándose de brazos, prefiero que se case con Seki que aun no nace, incluso con Teru que es una enormidad.

 

Tanto Reo como Kazunari no pudieron evitar reír de forma abierta ante los celos que Mamoru.

 

- Ya veremos cuando crezcan- dijo Reo, justo cuando el celular de Kazunari sonó, contestando de inmediato sus ojos se abrieron grande, volteando a ver a su esposo quien comprendió de inmediato el pequeño Seki había decidido venir antes, rápidamente abandonaron el lugar para ir al hospital, donde Tsubasa se reunió con sus padres y Mamoru con su papi, quien lo cargó nada más verlo.

 

El tiempo pasó lento, cuando salió Shintaro sonriendo, detrás de él venía un lloroso Ryouta.

 

-Es hermoso- dijo y todos se pararon a felicitarlo- Tetsu quiere ver a Tsubasa- murmuró cuando las felicitaciones acabaron, el pequeño caminó hasta su tío tomando su mano y ambos fueron al cuarto donde estaba su tío, quien tenía en brazos al pequeño Seki, Ryouta lo tomó en brazos subiéndolo a la cama, con cuidado se acercó hasta ver al pequeño una matita de cabello azul igual al de Kuroko abundaba en su cabecita y sus ojitos eran dorados como Kise.

 

-Hola Seki-chan- le saludó viendo al bebé parpadear lento sin apartar su mirada- soy tu primo Tsubasa- dijo dándole un besito, enterneciendo a los adultos.

 

-Tsubasa- le habló Kuroko atrayendo su completa atención- esperamos que lo cuides tanto como a Tsuyoshi-  el pequeño asintió emocionado, dándole un beso en la mejilla a su tío favorito.

 

-Lo haré- prometió con una enorme sonrisa.

Notas finales:

Gracias por leer~


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