Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor NO tiene remedio [Corazón de melón] por Blue FireWorks

[Reviews - 86]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola

Lo sé, lo sé. He tardado demasiado, me he pasado y lo sé, pero tengo varias razones: la primera es que tuve problemas personales y eso no contribuyó a mis ánimos, la segunda que tuve trabajos para entregar y por eso he tardado en actualizar; porque no podía escribir. 

Lo lamento :( Espero no tardar en al subir el próximo, este me quedó corto pero espero que os guste. 

DISFRUTEN DE LA LECTURA

Nathaniel había perdido la noción del tiempo, ¿cuánto tiempo llevaban en la ducha? No tenía ni la más mínima idea. Seguía notando a Castiel violando su boca y eso le hacía perder los sentidos. Suspiró al notar las manos del pelirrojo atraer sus caderas hacia él. Se separaron finalmente para tomar aire.

—¿Quieres ''jugar''?—preguntó traviesamente Castiel, cuando hubo recuperado el aliento, sin haberlo soltado aún.

—Depende del tipo de juego que sea...—respondió sonriendo.

Castiel sonrió y junto su nariz con la del rubio.

—Ya sabes de qué ''juego'' estoy hablando…—respondió acercándose a la oreja de Nathaniel.

Cuando el delegado estaba a punto de contestar escucharon a alguien aporrear la puerta.

—Joder, ¿es que hoy es el día de interrumpirnos y no me había dado cuenta?—gruñó irónicamente el pelirrojo. Se separó de él y salió de la ducha.

—Vuelvo en seguida—le dijo después de haberse vestido.

Aún se escuchaban golpes provenientes de la puerta, finalmente el pelirrojo se acercó a la perilla para ver de quién se trataba. No daba crédito a quién era…

—¡ABRE EN ESTE PRECISO INSTANTE!

Castiel dudó pero al final abrió solo un poco la puerta, colocando el pie detrás de ella para impedirle abrir.

—Baje la voz, no soy el único que vive en estos alrededores—se quejó él.

—¿Dónde demonios está Nathaniel?

—No tengo por qué responderle, no creo que se esté preocupando por él. Así que déjelo en paz.

—Soy su padre y tengo más autoridad que tú, mocoso.

—La autoridad la tiene perdida, porque no creo que le convenga que la policía vea a Nathaniel y sepa que fue usted quién le hizo todo eso—contraatacó él.

—Exijo que lo dejes salir, ¡se va conmigo!—empujó la puerta.

—¿Castiel?—escuchó al rubio desde el pasillo.

—Nath, no salgas—le ordenó el pelirrojo.

—¡Nathaniel! ¡Ven aquí ahora mismo!—volvió a empujar a Castiel—¡Quita de en medio, mocoso!

Debido a un fuerte golpe, el pelirrojo tuvo que quitar el pie y la puerta se abrió de pronto. Dándole otro empujón a Castiel lo trató de quitar del medio, pero él volvió a colocarse delante de Nathaniel.

—Está invadiendo mi casa, salga ahora mismo si no quiere llevarse otra denuncia más.

—¡Te he dicho que te apartes, mocoso del demonio!—trató de apartar a Castiel pero no lo consiguió.

—Papá...—Ámber entró en la sala.

—¡Ámber! ¡Te dije que te quedases en el coche!

—Los vecinos van a llamar a la policía por tu culpa, estás gritando muy fuerte.

—¡Me da igual!

—Papá, déjalo. Él está...está mejor con Castiel—soltó con dificultad.

—Nathaniel, ya te lo he dicho, tienes que volver a casa, tu madre está preocupada—dijo ahora con un tono de voz normal, pero aun así con dureza.

—Si vuelvo vas a seguir haciéndome daño, lo sé.

—Papá, vayámonos a casa—sugirió la rubia—Es suficiente por hoy.

—Nathaniel, te he dicho que vayas a casa ahora, obedéceme.

—Nathaniel se va a quedar conmigo a partir de ahora, no le necesita a usted—intervino Castiel.

—¡Tú que sabrás!

—No me voy a ir—advirtió Nathaniel.

—¡Primero, me sales con que eres marica, y ahora también dices que te quedas a vivir con él! ¡Qué bonito cuento de princesas! ¿verdad?

Castiel lo miró con odio.

—Salga de mi casa, nadie lo ha invitado.

—¡Y a mi qué!

—¿Tienen algún problema?—era la vecina del pelirrojo desde la puerta.

—¡NO!—exclamó el padre de Nathaniel. Ella asintió y se alejó de la casa.

—Le he dicho que se largue, salga inmediatamente—repitió Castiel.

El padre del delegado se alejó refunfuñando hasta la puerta.

—Ámber, nos vamos y la próxima vez, vendré con la policía.

Salió, pero Ámber se había quedado allí. Nathaniel apartó al pelirrojo y le dio un abrazo a su hermana. Castiel bufó.

—Suerte, nos vemos—dijo despidiéndose antes de marcharse y cerrar la puerta. El rubio se giró para ver al pelirrojo. Se acercó a él y vio una marca roja en el hombro descubierto por la camisa sin mangas que llevaba Castiel.

—Es un bruto—musitó él.

—Ya me había dado cuenta.

—¿Cuándo te lo hizo?

—Cuando me empujó para abrir la puerta, no es nada—Nathaniel lo abrazó con fuerza, apoyando su cabeza en el hombro sano del chico, tragó saliva y cerró los ojos disfrutando del contacto con el pelirrojo.

—¿Qué…?

—Es que no puedo pensar en volver y… si vuelvo estaré solo y...—Castiel lo interrumpió.

—No quiero que vuelvas a decir que estás solo. Estás conmigo y yo no te voy a dejar, metételo en esa cabeza hueca—agarró las dos manos del rubio—Estoy contigo y... te quiero y todas esas cursilerías.

Nathaniel solo pudo abrazarlo con fuerza.

—Yo también te quiero—musitó.

—No volverás a esa maldita casa, te quedarás aquí conmigo. Si tu padre tiene motivos para denunciarme, nosotros también los tenemos, y son más graves, así que no te preocupes más por eso, ¿de acuerdo, rubia?

—No me llames rubia—musitó él.

Castiel se rió levemente.

—¿De acuerdo, ''gatito''?

Nathaniel no pudo evitar soltar una sonrisa.

—De acuerdo—y lo besó.

 

Alexy había decidido quedar con Kentin esa tarde, finalmente iban a hablar las cosas como se debía. Kentin llevaba allí media hora y el chico aún no aparecía, pero se quedó allí esperando.

—Kentin—se giró, encontrándolo detrás de él. No contestó, solo se quedo quieto y callado—. Hola.

—Hola—respondió secamente, estaba muy nervioso.

—Veo que me has esperado, gracias—dijo él mientras se sentaba junto al chico militar en un banco.

—Quería verte y… tenía la esperanza de que vendrías—sonrió con nostalgia.

—Yo… Creo que lo mejor será que...—suspiró. Kentin lo miró ansioso—Te quiero, Kentin y… te echo de menos.

—Yo también te he extrañado, Alex.

—Si… si volvemos… ¿me dejarás besarte? ¿No me rechazaras?

—Claro que no.

—¿Estás seguro?

—Por supuesto.

—Y si lo hago ahora… ¿me rechazarás?

Kentin abrió los ojos sorprendido.

—No.

Alexy se acercó a él, posó sus labios sobre los de Kentin y lo besó, cerrando los ojos ante el contacto. Disfrutaron de aquel beso unos minutos hasta que finalmente se separaron.

—Entonces… ¿podemos… podemos volver?—preguntó el moreno. 

Notas finales:

Eso es todo por hoy :) 

Espero que os haya gustado, lamento haber tardado tanto. 

Debo anunciar que a partir de ahora las actualizaciones serán una por semana, si puedo actualizar antes, actualizaré, pero si no tendréis que esperar una semanita. 

Lo lamento de verdad, si pudiera actualizaría más seguido pero mis condiciones no me lo permiten, disculpen. 

¡GRACIAS POR LEER! ♥

¿Qué creéis? ¿Dirá Alexy que si o que no? 

¡Los review son gratuitos! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).