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El amor NO tiene remedio [Corazón de melón] por Blue FireWorks

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Notas del capitulo:

¡Hola! :3

¡Muchas gracias a las chicas que dejaron comentarios! ;) ¡Para que veas que quiero lo mejor para tu salud mental, Revn L! jajajajaj 

Si tardo en subir el próximo capítulo es por los exámenes pero intentaré subirlo antes del domingo :$

En este capítulo no hay tanto romance peeeero ya veréis...

NO QUIERO HACER SPOILER ASÍ QUE DISFRUTEN LA LECTURA ♥

En la hora de comer Armin decidió ir a comer junto a su hermano y Kentin, claro que él no sabía de su relación aún. Los tres se encontraban en almorzando en el restaurante de comida rápida al que solían ir. Comenzaron a comer sin decir una sola palabra, Alexy le dio una leve patada a Kentin por debajo de la mesa, dándole a entender que aquel era el momento.

—Está muy rica, ¿verdad?—intervino Armin antes que él.

—Eh, sí—contestó el moreno, luego trago saliva para después continuar—Armin, hay algo que Alexy quiere decirte.

—¡Hey! Pero...—Armin lo interrumpió.

—¿Qué es lo que pasa?

Los dos se miraron antes de decir nada.

—Eh... Estamos saliendo...—musitó Alexy algo cabizbajo.

—¿Qué? Pero... ¿cuándo? ¿dónde?

—La noche que Alexy se quedó en mi casa—respondió el moreno.

—De eso hace... unas ¿dos semanas? ¿Por qué no me lo dijistéis antes?

Alexy dirigió su mirada a los ojos de Kentin y él suspiró.

—No quiero que nadie se entere todavía, no me gustaría que le dijeran algo a mis padres o a Sucrette.

—¿Sucrette?

—...Es una larga historia.

—¿Nadie más lo sabe?

—Solo Rosa, nos pilló esta mañana—explicó su hermano.

—¿Os pilló?

Ambos se sonrojaron notablemente.

—¿Cómo que ''os pilló''?

—Nos pilló...—repitió Kentin ruborizado.

—¿Estabáis haciendo cosas en el instituto?

—¡No!—contestó—Solo nos besamos—respondió Alexy al ver que Kentin era incapaz de pronunciar una sola palabra—. No digas nada, por favor...

—No lo haré...

—¿Sabes que estás actuando algo raro últimamente? ¿No hay nada que quieras contarme?—le preguntó Alexy.

—¿Raro? ¿A qué te refieres?

—Cada vez que nombran a Lysandro te ruborizas.

—E-eso no es verdad—musitó.

—Ves—señaló—Puedes contármelo.

—Vale—aceptó rindiéndose, soltó un suspiro—eh... el mismo día en que vosotros estabáis en casa de Kentin... Lysandro me besó.

—¿QUÉ, QUÉ?—exclamó su hermano—¿Por qué no me lo habías dicho?

Él se encogió de hombros.

—¿Y?—continuó.

—¿Y qué?

—¿Te ha vuelto a besar?

—No. Sólo ese día.

—A lo mejor está esperando a que tú lo hagas—respondió.

—No lo haré.

—¿Por qué? ¿No te gustó?

—No es eso, pero... es extraño.

—¡Te gusta Lysandro!—canturreó.

—¡Baja la voz!

—¡Ves! No lo niegas.

Armin bufó, tenía suerte si nadie que conocía se habría enterado también.

 

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad se encontraban Castiel y Nathaniel. Era tarde, pero ambos decidieron comer en la casa del pelirrojo, habían preparado pasta.

—No sabía que se te diera bien cocinar—musitó Castiel.

—En casa suelo cocinar a menudo.

—Tendré que secuestrarte más a menudo...—dijo con una sonrisa arrogante.

Nathaniel lo ignoró y continuó masticando los espaguetis. Unos minutos después terminaron y metieron los platos en el lavavajillas. Seguidamente se dirgieron al baño para lavarse los dientes.

—Creo que tengo que marcharme ya a casa...

Castiel se acercó a él y sin previo aviso lo abrazo suavemente.

—¿Cas-Castiel?

—Te acompañaré, si ese... animal te llega a poner un solo dedo encima quiero que me llames, iré en seguida y te vendrás a quedar aquí conmigo, ¿entendido?

Nathaniel abrió los ojos sorprendido pero luego colocó sus manos en la espalda del pelirrojo.

—N-no hace falta que te preocupes tanto...

Castiel deshizo el abrazo levemente para mirarlo a la cara.

—Soy tu novio y me preocupo por eso mismo.

El rubio se sonrojó levemente, aún no estaba acostumbrado a esa palabra.

—¿Entendido?—repitió el pelirrojo.

—S-sí...

Salieron de la casa y caminaron hasta la calle anterior a la que vivía el rubio.

—Creo que será mejor que te deje aquí... No quiero que te de problemas...

—Sí, es lo mejor...—se giró para verlo. Castiel lo agarró por las mejillas por sorpresa y lo besó con delicadeza, pero de forma corta.

—Ten cuidado y mándame un mensaje cuando te vayas a dormir, ¿de acuerdo?

—S-sí...

Nathaniel se giró para dirigirse a la casa, cuando llegó, antes de tocar dirigió la vista atrás y se despidió de Castiel con la mano. Posteriormente, tocó la puerta y luego abrió con la llave. Entró con el corazón en un puño.

—¿Se puede saber dónde demonios estabas?

—E-en el instituto, tuve que quedarme para ordenar algunos libros en la biblioteca...—dijo tratando de ser lo más convincente posible, aún no sabía si Ámber ya había contado lo suyo con Castiel.

—¡No me lo creo! ¡Seguro que fuiste con tus amigos por ahí! ¿¡Cuántas veces tengo que repetirte que tienes que llegar a casa temprano!?

Él solo bajó la cabeza, aún no había mencionado nada sobre lo de Castiel. Se escucharon pasos provenientes de la escalera pero su padre lo ignoró, levantó la mano y la estampó contra su mejilla.

—¿Pa-papá?—ambos escucharon la voz de Ámber en la sala y dirigieron su mirada en su dirección.

—Ámber ve a tu habitación—le ordenó.

—Pero...—él la interrumpió.

—A tu habitación—repitió, ella se giró para irse, no sin antes echar un vistazo a la cara de su hermano, enrojecida por el golpe—Tú también—dijo refieriéndose a Nathaniel.

 

El chico subió las escaleras y entró en su cuarto, se sentó en la cama y suspiró algo aliviado. Ámber no le había contado nada aún, de pronto la puerta se abrió y dio un pequeño brinco.

—Soy yo—susurró su hermana.

—¿Qué haces aquí? Papá te dijo que fueras a tu habitación—susurró, la chica cerró la puerta lentamente.

—Él dice muchas cosas—se acercó un poco a él—¿Te hizo mucho daño?

—No es nada comparado con otras veces.

Ella miró fijamente la marca de la mejilla del rubio.

—¿Por qué yo no sabía nada?

—Porque ellos no querían que te enteraras, supongo—ella se quedó en silencio—Gracias por no decir nada de... ya sabes.

—Lo iba a hacer, pero... si te golpeó por llegar tarde no quiero imaginarme lo que te hará cuando se entere de eso.

Se quedaron en silencio unos segundos.

—¿Cuánto tiempo vas a callarlo?

—¡ÁMBER!—exclamó su padre desde el pasillo. Salió apresuradamente—¡Dije en tu habitación, no en la de tu hermano!

—Lo siento...

—Dame tu teléfono.

—¿Qué?

—Estás castigada, dame tu teléfono.

—Pero...—él la interrumpió.

—Dame el teléfono ya.

Ella lo obedeció algo molesta, el padre de Nathaniel comprobó la pantalla y descubrió la foto que había tomado Karla en el móvil de la chica, abrió los ojos sorprendido.

—Papá...—musitó la chica.

—A tu habitación y no salgas—le advirtió.

—No es lo que...—él la interrumpió con un grito.

—¡He dicho que vayas a tu habitación!—resignada se encerró en su cuarto.

De repente abrió la puerta de la habitación de Nathaniel de golpe.

—¿¡SE PUEDE SABER QUÉ ES ESTO!?—dijo mostrándole la foto que había tomado Karla desde el móvil de Ámber.

—Y-yo...

—¿¡CÓMO PUEDES DESONRAR A TU FAMILIA DE ESA MANERA!? ¡Y ENCIMA CON UN CHICO!

Nathaniel no dijo nada, se quedó estático y con el corazón latiéndole a mil por hora.

—Papá, de-déjame explicarlo.

—¿QUIÉN DIABLOS ES ESTE CHICO?—tragó saliva antes de responder.

—Castiel...

—¿¡Y POR QUÉ HICISTE ESO!?—exclamó furioso. Él suspiró y decidió que lo mejor era decir la verdad.

—Papá... Castiel es... m-mi... no-novio—tartamudeó.

—¿¡NOVIO!? ¿ACASO ESTÁS LOCO?

—No estoy loco—susurró.

—¡Los dos sois hombres!

—Pero eso no...—él lo interrumpió.

—No quiero que vuelvas a ver a ese chico, ¡si lo haces te mandaré a un internado!

—¡Yo no pienso dejar a Castiel!

—¡IDIOTA! TÚ NO ERES MARICA, ¡Él no te conviene!

—¡Me conviene más que tú! ¡Y voy a estar con él quieras o no!—gritó.

—¡SOBRE MI CÁDAVER!—y le dio un golpe que hizo que cayera contra el suelo—ESTÁS ADVERTIDO.

—No voy a dejarlo, estoy cansado de que me hagas esto—Francis lo ignoró y le volvió a pegar, esta vez con el pie.

—¡ERES LA VERGÜENZA DE ESTA CASA!

Otro golpe más llegó a su boca, esta vez haciendo que se mordiera el labio y este comenzara a sangrar.

—¡IRÁS A UN INTERNADO POR SER TAN DEPRAVADO!

Nathaniel gruñó lleno de rabía y no pudo contenerse para contestar lo que realmente pensaba.

—Te denunciaré si vuelves a ponerme la mano encima—musitó él, pero fue en vano, ya que nuevamente llegó otra patada.

—¡A mi no me amenaces!

—Ámber estará de mi lado, Castiel y algunas personas más del instituto.

—¡NO PUEDES HACERLO!

—Sí que puedo.

—LÁRGATE.

—¿Qué?

—QUE TE VAYAS, NO QUIERO VERTE, ¡ERES UNA VERGÜENZA! ¡LÁRGATE Y NO VUELVAS!

Nathaniel lo miró con rabia, se levantó del suelo y salió de la casa. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos de la rabia, andó sin mirar atrás y sin rumbo fijo. Mientras andaba bajo la penumbra de la noche, se sentó en un banco. Se llevó las manos al pelo, no sabía que hacer. Ni siquiera tenía dónde ir. Suspiró y levantó la mirada. No había nadie cerca, las calles estaban desiertas. Y se sentía horriblemente solo.  

Notas finales:

Gracias, Karla, ahora Nath está en un buen lío, ¿qué creen que hará? (creo que es bastante obvio pero igualmente lo pregunto :3) 

Se ha revelado a la persona que no acepta la relación de Castiel y Nath, pero pronto se revelarán las demás (intrigaaaa) XD 

Espero que os haya gustado, ya sabéis que siempre podéis dejarme review con críticas constructivas o vuestra opinión, ¡todos son bienvenidos! 

Hasta la próxima, Blue ♥


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