Suspiro enternecido pero algo molesto, a pesar de que el tenia su propio cuarto siempre terminaba colándose por la noches.
-Kami-sama, vamos despierta…de nuevo estas en mi cama
El rubio seguía durmiendo como un tronco, el otro chico volvió a suspirar y se levanto…sabía que no se movería, además ya era momento de levantarse tenía que ir a clases, luego pasar por la tienda…pero antes de eso tenía que preparar el desayuno.
-Siempre madrugas- el joven rubio apareció
-Porque me despiertas… ¿Qué tiene de especial mi cama Kami-sama?
-Es mas cálida…ya deja te dije que dejes de llamarme así….con Tsukishima basta
-Eres un Dios…no puedo ser irrespetuoso-sonrió
-Como un Dios te exijo que dejes de llamar así…es molesto Yamaguchi
Mientras comían el desayuno Yamaguchi se preguntaba como había terminado en esta situación…
Todo paso hace algunas semanas, Yamaguchi Tadashi es un estudiante de artes de la universidad, un chico tímido, de bajo perfil. Había sido invitado a un fiesta por sus compañeros de clases, cuando iba de regreso a casa se encontró a un joven herido en un callejón…su buen sentido le dijo que debía de ayudar aquel chico.
Curo sus heridas, lo abrigo y espero a que despertara…eso paso unos tres día después de que lo encontró. Cuando el joven abrió los ojos, parecía estar algo desorientado así que Yamaguchi solo le sonrió y espero a que se calmara.
-Tranquilo, aquí estarás a salvo…soy…
-Yamaguchi Tadashi…eso ya lo sé-suspiro molesto
-¿Heee?... ¿Me conoces?
-No mucho…no he recuperado mi energía así que es lo único que puedo saber
-¿Energía?... ¿Eso…?... ¿Quién eres?
-El Dios de la luna Tsukishima Kei
El cuarto quedo en silencio, Yamaguchi lo observaba impresionado… ¿Un dios?, pero Tsukishima sabia que tal vez este chico no le creería algo tan raro…inclusive pensó que le diría lo mismo que las demás personas “Estás loco”…ya estaba acostumbrado.
-¿Un dios?... ¡IMPRESIONANTE….MAS QUE ESO…GENIAL!...lo lamento-hizo una reverencia-disculpe mi rudeza Kami-sama
-Tu…-estaba demasiado impresionado, era la primera vez que alguien le creía-…no es nada tan impresionante, bien…Yamaguchi Tadashi por tu amabilidad te concederé tres deseos…es tu recompensa por ayudarme
-¿Queeé?... no espere…no lo ayude para ser recompensado
-Cállate Yamaguchi, eso lo sé…solo acepta mi gratitud
-Bueno…-suspiro-… ¿Tres deseos eh?... ¿Que podría pedir?...tal vez una porción de papas fritas-sonrió
-Denegado…no puedes desperdiciar los deseos así hombre…piensa bien las cosas
-Eso hago…pero no hay nada que quiera pedir-se quejo
-¿Dinero?...puedes ser millonario, famoso….que se yo-el Dios estaba molesto
-Pero si me lo dice tan de repente es obvio que no tendré nada en mente, Kami-sama
-Tranquilo, tomate tu tiempo…pero no desapareceré hasta que te cumpla los deseos…así que me quedare aquí
Yamaguchi sonrió al recordar como todo había sido su culpa….obligar a un Dios a quedarse en su casa, solo por no tener grandes ambiciones…pero, ¿Qué podría hacerlo feliz?...no era tan fácil.
Caminaba hacia la universidad, cuando se encontró con un amigo de una carrera diferente, Kageyama Tobio tenía su misma edad y se conocieron en una fiesta de bienvenida para los alumnos nuevos…no son mejores amigos pero se agradan mutuamente. Qué pensaría Kageyama si le contara sobre el Dios que está viviendo en su casa, ¿Pensaría que estaba loco?...era lo mas probable, ni el mismo Yamaguchi se creía el cuento de que un Dios estuviera viviendo en su hogar.
Luego de clases fue hasta la tienda, tenía que llegar a preparar la cena… mientras pensaba en lo que podría hacer pensó… ¿Cuál sería la comida favorita de Kami-sama?...¿Le gustaran los vegetales?, no sabía mucho de aquel Dios, pero no estaba seguro sobre preguntarle…era un Dios y no quería faltarle el respeto.
-Estoy en casa
Siempre lo encontraba en el sofá leyendo con su expresión seria, pero no estaba allí… ¿Habrá salido?, dejo las bolsas en la mesa y sintió una extraña calidez que emanaba de su cuarto. Cuando abrió la puerta lo encontró dormido en su cama….pero eso no era el motivo por el cual Yamaguchi estaba impresionado, alrededor de Tsukishima habían pequeñas luces de colores flotando…como si lo estuvieran cuidando…entonces de verdad era un Dios…Yamaguchi nunca desconfió de su palabra, pero esto confirmaba cualquier cosa.
Decidió cerrar la puerta, aunque él quería acercarse y tocar aquellas luces, pero sabía que si Dios despertaba se podría enojar, eso era algo que había descubierto, tenía un temperamento peculiar.
-Hoy te retrasaste-dijo Tsukishima mientras se echaba comida a la boca
-Pase por la tienda, por eso me retrase… ¿Me estabas esperando?
-No realmente
-Dime… ¿Cuál es tu comida favorita?-sonrió
-Cuando no tengo forma humana no necesito comer…pero me gustan las fresas
-¿Fresas?...-su rostro se ilumino, se levanto bruscamente y se dirigió hasta la nevera y volvió-…que bien…estaba pensando en algo que te pudiera gustar y compre pastel de fresa
-Nunca entenderé porque te alegras por algo tan tonto
Su primera clase había terminado, y la segunda estaba suspendida, solo le quedaba hacer tiempo para esperar hasta la tercera hora, pero ¿Qué podía hacer?...tenía su cuaderno de dibujo por lo que pensó que mataría el tiempo en el patio bosquejando algo.
El sol iluminaba en todo su esplendor, la sombra de los arboles dejaban un perfecto espacio para que Yamaguchi dibujara sin preocuparse. Lo primero que se le vino a la mente fue Tsukishima…así que dibujo a un hombre…bueno se imagino como seria la imagen no humana del rubio, aunque no estaba seguro de cómo era…ya que él se negaba hablar de eso.
Estaba casi listo el dibujo, cuando tres chicos se acercaron hasta donde estaba y se sentaron a su lado, el cuerpo de Yamaguchi se tenso…sabia que de esto no saldría nada bueno.
-¿Qué haces idiota?-uno de los chicos le quito el cuaderno-…eres asqueroso…
-Es solo un dibujo, devuélveme el cuaderno
-Nunca pensé que te interesaran los hombres…ya veo porque tu novia te dejo-hablo otro chico
-No es eso…es un trabajo para la clase
-Oye idiota… ¿A quién crees que estás hablando?…un idiota siempre será un idiota…a nadie le gustan las pecas…es por eso que te botaron, ¿No?...con ese asqueroso rostro nadie se quedaría a tu lado
-Oi…llegaremos tarde a clases si seguimos perdiendo el tiempo con este idiota
Yamaguchi suspiro…ya estaba acostumbrado a esto, por algunos años siempre había sido a si, en cualquier lugar que estuviera siempre era molestado por personas que se creían superiores…por eso que no se molestaba…simplemente estaba resignado.
Observo el bosquejo que había hecho…Si Kami-sama lo viera ¿Pensaría que también es asqueroso?, desde un principio quería mostrárselo, pero tal vez no era una buena idea…si era asqueroso como dijeron aquellos chicos, podría herir los sentimientos de su Dios, por lo que solo lo guardo y fingió que no paso nada.
-Has estado muy callado… ¿Te sucedió algo en la universidad?
-Nada…-suspiro-…he estado penando sobre los deseos
-¿Ya tienes algo en mente?-se sentó a su lado
-Algo así... estaba pensado en que podría pedir que me borraras las pecas…-Tsukishima lo miro sin entender-…bueno ya sabes…no se ven bien en los hombres…por eso, pensé…
-¡Denegado!...-se cruzo de brazos-… ¿Por qué alguien querría borrar esas pecas?...sinceramente creo que es un desperdicio
-¿A ti te gustan Kami-sama?-sus ojos se volvieron a iluminar
-No le veo el problema…yo pensé que tenias algo inteligente en mente…
Yamaguchi sonrió a su lado…tal vez sus pecas no tenían ningún problema mientras a Tsukishima no le desagradarán…después de todo su Dios no le mentiría…