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Celos por Pumkins

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Notas del capitulo: Aquí el siguiente capitulo :) espero y les este gustando
Era un día como cualquier otro en la escuela, a excepción de un rubio homofóbico molesto que veía con desden a todo el que se posaba frente o cerca del delegado de la clase, pero de todos, al que veía con mas desagrado era al propio presidente, el cual había recibido hasta hace un momento un par de mensajes de Hiromasa, de los cuales no quiso revelar su contenido, pero que al verlos sonrió de oreja a oreja
"No es nada, tonterías sin sentido" contesto, cuando el cocodrilo intento indagar sobre eso
-No debería este llamandote a esta hora, estas en la escuela
-Estamos en el descanso así que no tiene importancia
Un momento de silencio, en el que el rubio delivero y concluyo que el delegado tenia razón, pero el quería ganar la conversación, además que comenzaba a pensar que el doctor también era su rival además de su hermano Ousho.

-¿Es que acaso no tiene trabajo?- volvio a preguntar, recibiendo como respuesta un encogido de hombros por parte del otro.

El resto del día transcurrió sin problemas hasta la hora de la salida, justo cuando su coraje habia comenzado por apagarse, surgió nuevamente cuando lo primero que vio al salir fue la vagoneta de Hiromasa esperando en la entrada de la escuela
-¿Que haces aquí? -pregunto el delgado, al momento de acercarse
-Te dije que vendría por ti
-¿Lo decías en serio?
-Dudaste de mi...
-Pues la verdad si- dijo y el doctor sonrió y le abrió la puerta del acompañante
- Nos vemos mañana- dijo el delegado tanto a Yonekuni, como a su hermano y a Norío, subiendo a la camioneta y marchandose. El rubio quedó boquiabierto.

-Si yo fuera tu, no me preocuparía tanto- le dijo su hermano mientras los tres contemplaban alejarse a la camiobeta- Oh tal vez si... después de todo, los médicos ganan bastante bien- Yonekuni lo miro con rabia, pero eso no importaba Kunimasa ya iba lo bastante lejos como para darse cuenta.

- Hiromasa ¿que planeas ahora? ¿a donde vamos?
-A mi casa
-¿A que?
-A pasar un rato, mi esposo no va a estar y tengo que cuidar a los gemelos así que ayudame con eso, tu eres bueno con los niños.
-Siempre eres tan... aprovechado,- lo miro con recelo- Por eso no me caes bien
- Jajajajaja siempre tan sincero
- Definitivamente tu y yo nunca nos llevaremos bien- dijo el delegado
- Lo se...

El doctor y el presi finalmente llegaron al edificio de apartamentos en donde vivían, a primera vista era muy parecido al edificio donde el rubio y su hermano vivían, pero si mirabas mas de cerca podías notar pequeñas diferencias entre una construcción y la otra. Entraron al ascensor, Hiromasa selecciono un piso el 26 noto el delegado y el ascensor se puso en marcha. Justo cuando bajaban, el medico tomo a Shiro del brazo y lo detuvo

-Esperame aqui-susurro a su oido- Y no te muevas de aquí- comentó mientras se alejaba, pero regreso y de nuevo dijo-, Y procura que mi esposo no te vea si pasa por aquí
-¿EH? Pero que... ¿porque?
-¡Haz lo que te digo!- grito a la distancia y después se encamino a paso veloz hacía el final del pasillo y después a la izquierda.

El pobre presidente se quedo ahí de pie, sin tener la menor idea de lo que pasaba por la cabeza de ese hombre.
Rato después su amigo volvió por él
-Apresurate- le dijo - Los niños están solos - como la primera vez, se hecho a andar a paso veloz delante del delegado, guiándolo hacia una puerta en especial
-"Numero 345"-pensó el lobo al llegar a la puerta.
-Pasa- dijo el hombre entrando antes que el y dirigiéndose directamente a la cocina " Ahi deben de estar los niños" supuso una vez más el delegado y después de quitarse los zapatos y dejar su mochila en algún lugar seguro se dirigió a la cocina en búsqueda del doctor y sus hijos.

Entrando a la cocina los encontró cenando. A los niños, para ser mas especifico, ya que Hiromasa iba de un lado a otro, le daba un bocadillo a uno y después giraba para darle al otro y así sucesivamente. Había abandonado su traje color negro y lo había remplazado por ropa deportiva, color azul con una linea blanco a los costados del pantalón y una camisa cualquiera color blanco.

-Tomare prestado tu teléfono- dijo Fujiwara, pero fue ignorado por el otoro. De todos modos tomo el teléfono y llamo a casa.

Básicamente explico a su madre que estaba en casa de Hiromasa y lo ayudaría a cuidar a los niños. Su madre acepto el hecho con naturalidad y después hizo una broma de lo mucho que ellos dos se querían, cosa que no le hizo mucha gracia a su hijo. Su madre tuvo uno que otro recuerdo relacionado con su infancio y después colgó.

Por alrededor de dos horas, tanto Shiro como Hiromasa estuvieron haciendo caras, corriendo por el departamento y fingiendo ser enormes mounstros come niños, cuyo gusto principal era hacerles cosquillas hasta ponerlos rojos.

Cuando todo se calmo, los dos chicos fueron y se tiraron en el sofá más cercano.

-¿No tienes tarea o algo?
Ya me encargue de eso en la escuela-aseguro
-Como siempre, eres un estudiante modelo- el delegado no dijo nada. Estaba lo bastante cansado como para objetar

Pasaron alrededor de 15 minutos en el que ninguno de los dos dijo ni pío, hasta que finalmente Shiro habló.

-¿Que pretendes?
-Ya te lo dije
-Y yo te dije que no iba a participar en tu juego
- No importa si estas de acuerdo o no de todos modos me ayudaras
-... Eres tan molesto
-Lo se- rio al momento de recargarse en el hombro del delegado.

A eso de las 12 de la noche la puerta del departamento se abrio y un Shima cansado entro por la puerta.
Lo primero que noto al llegaron fue un par de zapatos que no reconoció junto con una mochila. Su cara se puso pálida y comenzó a temblar nerviosamente.
Aun así no se oía absolutamente nada, pero todas las luces estaban encendidas.
El enfermero camino silenciosamente por el pasillo, paso por la cocina y aunque era un desastre no había ni un alma. Paso por la sala y ahí, a media sala en el sofá mas grande Hiromasa y Shiro dormían profundamente uno recargado en el otro. Juguetes desordenados los rodeaban en un caos desastroso, que por el momento Shima no lo noto, sus ojos se mantenían concentrados en esa escena.

Intento avanzar por el desastre, pero como solo veía a aquellos dos, tropezo con un tren y un oso, que despertó a Hiromasa al instante.

- Mm.. ¿Shima?- pregunto soñoliento mientras se frotaba los ojos lentamente
- Te... te desperté- dijo él, fingiendo no darle importancia a la situación.
-Esta bien, se suponía que iba a esperarte despierto- sonrió y momento después se volteo hacia el delegado y en un rápido movimiento de brazo lo estrecho contra su pecho tiernamente y con sus caras muy cerca la una de la otra.

-Shiro despierta-lo sarandeaba delicadamente- Ahí! Shi!
-Mmm!- se quejó, pero finalmente abrió los ojos .

Shima se fue a la cocina una vez término la escena.

-Es tarde, debería llevarte a casa- dijo Hiromasa, acomodandose en el sillon- Seguramente el ultimo tren ya salio- se frotó los ojos y bostezo
-Es obvio que debes llevarme a casa,- decia soñoliento- Después de todo es tu culpa que haya perdido el ultimo tren- dijo el presidente de mal humor, ya que no le gustaba que lo despertaran mientras dormía.

En un momento Hiromasa se percato que su esposo los observaba a escondidas por una pequeña ventana de la cocina.

-Tu... esposo... -dudo- ¿Ya a llegado?- preguntó el chico al momento que se rascaba un ojo, intentando despertarse un poco o mas
-Si el ya esta aqui- dijo al momento de acercarse a Shiro y susurrarle al oído -El nos esta observando en este momento- mientras utilizaba su rostro "sexy"
-¿Ah?-pregumto aún confundido y después con una ligera expresión que solo alguien que se conoce por mucho, mucho tiempo podría entender hizo la mueca de "¿por que demonios haces esa cara de idiota?" (Refiriéndose a su "cara sexy") lo que recibió como respuesta fue una sonrisa cínica que decía "no te importa".

- Voy a lavarme la cara y después te llevare a casa- se levanto
-Bien- contestó el delegado. En el momento que perdió de vista a Hiromasa, Shiro se levantó y se dirigió a la puerta donde comenzó a ponerse sus zapatos.
Derepente sintio una presencia detras de el, cuando voltio vio a Shima.

-¿Hiromasa te obligo a que lo ayudaras?- pregunto Shima
-Si- sonrio- lo hizo-continuo- Fue a mi escuela y me espero a la salida solo para que viniera a ayudarlo- no estaba dispuesto a mentirle en absoluto. Sin embargo, su sincera respuesta no parecio tranquilizar de mucho al esposo.
-Hiromasa es muy terco-hablo el delegado- También creo que es un estupido y... un masoquistas, pero a pesar de todo eso yo diría que es un buen padre.
-Si, sorpresivamente lo es- dijo Shima e intento sonreír. En ese momento Hiromasa regreso
-¡ Bien! Es tiempo de llevarte a casa- dijo en el momento en que pasaba al lado de su esposo y se posicionaba al lado del delegado al cual sostuvo del brazo.
-Lo llevare a su casa - anunció- Probablemente me tarde un buen rato, ya que su casa esta lejos- comento mientras revoloteaba el cabello del menor y sonreía alegremente.
A Shima se le formo un nudo en la garganta, pero aun así no dijo nada y solo asintió con la cabeza.

Salieron, Shiro primero y Hiromasa después, cuando la puerta de entrada finalmente se cerro, Shiro se volteo y dijo en voz baja
-Eso fue algo cruel de tu parte
-¿lo viste?- río- Se ve tan lindo cuando esta a punto de llorar
-... Idiota

Alrededor de una hora y media después, el medico regreso, su esposo ya estaba acostado, así que el entro a la cama sigilosamente, miro su celular y, estando consciente de que su esposo estaba despierto dijo
-Buenas noches ,.. Shiro.
Notas finales: Por cierto, esto no tiene nada que ver pero... .como esta el clima por donde quiera que vivan XD es simple curiosidad, es que donde vivo ya hace frío.

Ah si después traigo el siguiente capítulo :3

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