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Au Revoir Mark por NoodleCat

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Notas del fanfic:

Holaaaa...

Vengo con un Markson/Jark muy corto. Espero les guste.

Enjoy?

 

Cada vez se hacía más tarde, el tiempo corría como un león tras su presa, sin embargo la perseverancia de Jackson era tan fuerte como un hierro. Sabía que no debía haber escogido el bus. A esas alturas de la situación ya no importaba esa idea, solo importaba el hecho de que Mark seguro ya no se encontraba parado en el lugar de encuentro. El pronóstico predecía que esa tarde se iba a convertir en noche muy pronto.

 

Por la ventanilla podía contemplar  la llegada del ocaso y con ella su depresión. Cuanto tiempo le quedaba, poco, nada, todo había terminado. Su mirada se desvió del orgulloso ocaso hacia la carta que tenía en manos. De un momento a otro, en la mente del muchacho se instaló  pensamientos sumamente abrumadores. Cuando pudo alzar la cabeza se encontró con una calle muy conocida y sin aguardar se lanzó hacia el  pasillo infestado de gente, pidiendo permiso y con una arrugada carta entre manos.

 

Su pecho subía y bajaba con esmero, corriendo entre los transeúntes. Las manos le sudaban y no dejaba de pensar en las distintas situaciones que a su cabeza llegaban. Mark seguiría ahí, tal vez o tal vez no. Su cabello se percibía húmedo, en ese entonces, pudo comprender que una ligera llovizna hacia acto de presencia en su camino. La gente que no tenía a la mano un paraguas, emprendieron una huida hacia algún estable techo.

 

— ¡Oiga! —grito una mujer que no superaba los treinta años, a pesar del grito histérico, Jackson no paro y siguió, dejando en el momento una mala impresión.

 

Sus piernas se detuvieron frente a una cafetería, alzo su cansada mirada hacia el no tan famoso establecimiento. Preocupado por su presentación, sacudió sus hombros que traían restos de agua. Jackson detuvo su ridículo comportamiento y recordó que su llegada no era precisamente  puntual, se maldijo por quinta ocasión y entro.

 

El lugar no estaba repleto de gente, apenas si había. Dio cortos pasos buscando una cabellera rubia, durante el escaneo no pudo encontrar la cara conocida que tanto le gustaba. Rendido y sin fuerzas, se posiciono encima de una silla bruscamente, provocando la curiosidad de los pocos comensales reunidos en ese pequeño establecimiento.

 

Ladeo su cabeza hacia el panorama de la calle que permitía el vidrio dejar observar. Subió su antebrazo derecho sobre la mesa, mientras que apoyaba su mentón en la palma de su mano izquierda. Contemplando la oscuridad que yacía a las afueras del local, podía recordar los momentos que paso a lado de Mark, cumpleaños, días festivos, navidad, fin de año y más días, que a pesar de ser normales, junto a su amigo eran importantes y valiosos.

 

Eran los mejores amigos, compartían todo y nunca se dejaban solos en momentos desoladores. Pero no siempre iba a ser así y Jackson lo tenía en cuenta, siempre estuvo presente ese hecho. Los días volaban y sabía que debía aprovechar cada uno de ellos. Hasta que el día llego, el día que tanto temía llego. Mark tenía que viajar a América porque así lo había decretado su padre. El hombre más prepotente que pudo haber pisado la tierra.

 

Sus pensamientos eran tan profundos que nunca llego a notar la presencia tras su espalda. Escucho el chirrido de una silla siendo movida y a pesar de ese llamativo ruido, no se dio por advertido. Jackson seguía concentrado hasta que una mano alcanzo su brazo extendido sobre la mesa.

 

Jackson rodo la mirada ligeramente hacia la izquierda sin pestañar, su boca se abrió de asombro y dejo caer la mano que sostenía su mentón.

 

—Hola —el saludo termino con Jackson, este no podía abordar la sorpresa. Alzo su muñeca para poder ver la hora en su reloj. Eran las siete de la noche, sin poder contenerse soltó algunas lágrimas. No podía con la emoción.

 

—Pensé que ya te habías ido —explico el joven muchacho en un balbuceo no muy entendible.

 

—Jackson puedo soportar que me hayas dejado una hora esperando, puedo soportar el hecho de que seas un llorón sin remedio, pero lo que no voy  a tolerar es que hables como un retardado. —la expresión de Jackson cambio, su respiración indicaba que se estaba calmando.

 

—Lo siento —susurro con más tranquilidad.

 

—Ahora si —Mark sonrió dulce. Jackson inclino la mirada hacia la mesa, ya estaban ahí, los dos. La situación era perfecta, era la oportunidad que tanto deseaba, pero ese viaje lo comenzó a torturar. Si hacia aquello que futuro les deparaba a ambos. Lo que tenía en la cabeza era algo imposible y el tiempo de aclarar cualquier cosa estaba pasando como una corriente que se lleva todo.

 

—Mark —llamo Jackson sosteniendo la mirada sobre la mesa, específicamente en las servilletas blancas con diseños en los bordes. El otro muchacho contesto el llamado apretando su mano con la de Jackson —Sabes, te voy a extrañar mucho y siempre voy a recordar cada uno de los momentos que hemos pasado juntos. Pase lo que pase siempre vas a tener un mensaje en tu Facebook, o si no algún recordatorio en tu muro. Avísame cuando vayas al aeropuerto, no voy a olvidar el traumático día que te fuiste a Paris sin avisarme. Come mucho, acaso no te has visto en un espejo, tú estas muy delgado. No te preocupes por Coco, ya sé que no te permitieron llevarlo, yo lo cuidare y…

 

— ¡Jackson para! —pidió Mark, sus cejas parecen juntarse cada vez más por el enojo creciente. Trata de sonreír, pero la estupidez de su amigo alcanza niveles estratosféricos y eso lo desubica en demasía —No tienes algo más que decirme, aparte de toda la palabrería que bien me la puedes decir el día que me vaya.

 

—Mark creo que eso es todo —argumento Jackson decaído, Mark elimino su irritada expresión para mostrar sorpresa. En su mente proyectaba una declaración por parte del chico sentado al frente suyo, pero no todo lo que quieres se puede cumplir, verdad.

 

—Ok —hablo despacio y sin decir más se levantó de la silla, soltando en el paso la mano de Jackson. Este al sentir que el tacto ajeno se disolvía alzo la cabeza.

 

— ¡Mark espera! —Jackson hablo lo que parecía ser una súplica.

 

— ¡¿Esperar Que?! —El enojo de Mark retornó con fuerza — Jackson pasado mañana me voy a América, vaya a saber por cuanto tiempo. Entiendes lo que está sucediendo, es posible que no nos volvamos a ver nunca más. Desde que mi padre presencio ese beso, él… está empeñado en alejarme de ti y se puede decir que esta sea la última salida.

 

Jackson recordó el momento al instante. Cuanto valor le tomo para dar ese paso y todo se arruino con la llegada del Sr. Tuan. Agacho la cabeza intentando evitar la mirada que manifestaba dolor genuino.

 

—Mark yo te quiero —la confesión alegro a Mark, pero su sonrisa se hundió con la poca fe que conservaba  al escuchar las últimas dos palabras —Mark yo te quiero como a un hermano.

 

— ¡Mientes! —contradijo alterado el joven rubio. Con sus manos tomo las solapas de la chaqueta de mezclilla que Jackson usaba en ese momento —Si vas a decir eso dímelo a la cara, maldito mentiroso. El beso, entonces, que fue eso.

 

La clientela, que para ese momento eran tres o cuatro personas de la tercera edad, ignoraba por completo al par de amigos que discutían. Jackson no podía mirarlo, su conciencia le obligaba a mantener la cabeza en ese estado, agachada. No podía decir que lo ama desde que cumplió los  quince años. Como confesar eso cuando estaba a punto de irse, reflexiono en esos cortos segundos. Tampoco podía entregar la carta, era una idiotez ese detalle que había preparado. Se maldijo por ser tan ingenuo a sus dieciocho años.

 

Sufrimiento, solo eso iban a obtener los dos si seguían con todo eso. Tenía que evitar ese dolor, como él dijo no se volverían a ver. Cuanto  iba a durar ese supuesto amor. Como iban a cuidarlo a tan larga distancia. Era un suicidio. Con todo el pesar que podía sostener, levanto la mirada determinado.  

 

—Mark eso fue una equivocación, olvídalo —inquirió Jackson. Este logro percatarse que su chaqueta era liberada. Mark solo podía observar confuso la situación, acaso había escuchado bien, equivocación.

 

— ¿Equivocación? —Pregunto en un débil murmullo mirando algún lado que no sea Jackson —Eso soy para ti, una equivocación.

 

—Mark —hablo consternado Jackson.

 

—No digas más, creo que ya entendí —susurro saliendo de la cafetería.

 

Jackson saco la carta de su chaqueta. Lo único que le dio a la carta fue una mirada de tristeza y con sus manos la destrozo en varios pedazos. Se acercó al basurero más cercano y tiro los restos de lo que una vez fue una oportunidad para comenzar una nueva etapa en su vida.

 

—Adiós Mark —soltó al aire, sin mirar hacia atrás. 

 

Notas finales:

Si te gusto dejaun comentario y si no ¿Que haces aqui? 

Espero se cuiden, chao :3


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