Le preocupaba un poco que Radamanthys se encontrara hay tan cerca de él, no le tenía miedo solo le preocupaba una cosa, la luna, aquella hermosa esfera que se alzaba de manera perlada y brillante la sentía en la sangre, como con cada rayo plateado alteraba su personalidad.
La armadura de Cáncer tenía un vínculo directo con esta y debido a ello su actitud se veía afectada por el estado de esta, entre más llenita este la luna más agresiva será, pero cuando la luna empieza a menguar y hasta desaparecer su carácter se dulcifica, dos extremos un guerrero feroz o un hombre tímido, y pensaban que Saga era el loco.
La luna se encontraba a punto de desaparecer, sentía como el nerviosismo se apoderaba de su ser, un frio recorrió su espalda al escuchar la voz de Radamanthys que le preguntaba algo, no lo escucho bien, estaba a punto de mostrar su faceta más “accesible” y le preocupaba que el otro lo viera como una ventaja para hacer que el fracasase en su misión.
-¿estás bien?-Despertó de su leve meditación al escuchar las palabras del espectro y se percató de que su rostro estaba sonrojado, estaba a punto de cambiar su actitud
-Si…será mejor que te marches-dijo con gran dificultad tratando de mantener la mayor serenidad posible.
Lo empujo por la espalda hacia la puerta, el espectro se giró pero solo se encontró con la puerta cerrada. Deathmask recostó su espalda en la puerta no podía soportar más, su cuerpo tomo otra postura una más relajada, sus ojos parecían agrandarse por los hermosos brillos que se apoderaban en ellos una expresión inocente se apodero de su rostro, se alejó de la puerta, salto de la sorpresa al escuchar que esta se abría con violencia, dejando ver a un espectro con una expresión de asombro
-¿Deathmask?-el espectro no creía lo que se mostraba ante sus ojos, aquel no podía ser el caballero de la cuarta casa.
-Radamanthys-titubeo el cuarto custodio, al ver como el otro se acercaba a el
-debe estar bromeando-pensó el espectro-¿hasta dónde estás dispuesto a llevar este juego?-se acercó a él y le toco el rostro.
--¿juego?-el caballero veía como los labios del espectro se movían de manera provocativa, fue arrojado al lecho, El joven de cabellos azules se encontraba sorprendida con su rostro sonrojado, sus manos delicadamente posadas sobre sus labios y las piernas unidas hasta las rodillas pues sus pies se encontraban separados uno del otro. El espectro se acercó posándose sobre él y comenzó a besarlo mientras lo tocaba de manera descarada.
-¿Qué sucede?-pregunto el espectro mientras besaba el cuello del italiano-¿esto no te molesta?
Se detuvo en el momento en que escucho un sollozo alzo su vista para ver el rostro de Cáncer se encontraba llorando mientras balbuceaba una disculpa.
Perdóname….Aioria perdóname-El espectro comenzó a entender, lo más probable es que ese vestido estuviera alterando la personalidad del Caballero y su lado inconsciente o mejor dicho su lado “indefenso” confesaba todo lo que aquel hombre escondía…aun amaba a leo.
Le acaricio el rostro limpiándole las lágrimas – Perdona no quería que te sintieras incómodo.
Se levantó y se retiró, aun desde el exterior de la habitación podía escuchar el llanto del santo ateniense.
¿Tanto amaba a ese hombre de cabellos rubios? ese caballero había logrado incrustarse en el corazón del que se encontraba en su prisión, decidió hablar con hades con respecto a ese vestido pero él le dijo que ese vestido solo sentía la violencia que no podía alterar la personalidad, le explico al espectro el vínculo entre la luna y la armadura de Cáncer, Radamanthys comprendió y empezó a dejar solo al caballero las noches en que la luna estaba menguando, pero una noche no pudo evitarlo
Quizás era suerte, quizás el destino…Habían tenido un día ajetreado el Caballero de Cáncer decidió ducharse, para limpiarse el polvo y quitar de su cuerpo el sudar que se impregnaba en cada fibra de su ser.
Radamanthys entro cuando el salía de la ducha y se disponía a vestirse, el caballero secaba uno de sus ojos pues le había caído un poco de jabón y esto le causaba gran irritación, el espectro se acerco
Toco cuan suavidad el rostro del otro-¿cómo te siente?
-Ya estoy un poco mejor-le sonrió con dulzura
-déjame ayudarte-lo tomo de la mano y lo llevo a su habitación
Una vez que llegaron Deathmask se sentó en la cama, miro a Radamanthys y lo invito a sentarse a su lado, el espectro se sentó.
-Eres muy agradable-Cáncer balanceaba sus pies
-tú también lo eres-al espectro le había costado un poco amoldarse a los cabios de ese hombre
-De verdad lo piensas…digo ¿mi otro yo también te agrada?
El espectro asintió, la verdad es que a él le gustaba mucho ese lado delicado, pero sentía una mayor atracción por el lado Sínico de aquel joven. El caballero poso su cabeza en el hombro del espectro, le susurro un gracia y comenzó a quedarse dormido.
El espectro recostó al joven en el lecho y se retiró, la pregunto lo había extrañado un poco no era la pregunta en si más bien era el anhelo con el que el otro lo miro cuando él le respondió de manera afirmativa.
Deathmask estaba preocupado pues su lado menguante era muy susceptible a cualquier acercamiento y debido a esto se había enamorado de Aioria, cuando la luna no aparecía en el cielo el aprovechaba para ver al caballero de leo que hacia guardia por los alrededores del coliseo, poco a poco se fueron acercando el uno al otro en una relación no muy romántica, Aioria no era muy apegado al italiano pero le gustaba su lado tranquilo, era una forma de desahogarse de todo lo que le causaba ira.
Este tipo de relaciones no duran mucho y eso fue lo que sucedió Aioria se alejó se aburrió de descargar su sentir sobre el caballero de cáncer cuando este se encontraba vulnerable.
El caballero de Cáncer no podía descansar, salió de la habitación en busca del espectro
Lo encontró en el exterior de la prisión se acercó a él le gustaba sentir su presencia y era feliz porque ahora no solo sentía ese sentimiento cuando la luna no estaba también lo sentía cuando esta estaba totalmente llena.