Takao Kazunari
Midorima Shintarou
Veía al pelinegro frente a mí, sus mejillas sonrosadas y evidentemente nervioso.
-¿qué te pasa, Takao?
-¿Yo, nervioso?...no… yo...Shin-chan...¡¡que ocurrencias!! Yo, solo—
No podía con eso, había planeado todo un argumento en mi cabeza, inclusive había practicado con una persona aquello que venía carcomiendo desde hace mucho tiempo... ¿Para qué?
Evidentemente estaba nervioso, ¡claro que lo estaba! Estaba enfrente de esa persona que amaba y lo único que hago es ¡¿tartamudear?! ‘Concentraré Kazunari.’
-es solo Shin-chan...que...-respira un par de veces tratando de modular su voz, sin embargo se distrae con el verde tan profundo de los ojos del peli verde frente a él...
Veo el evidente nerviosismo de Takao, sus mejillas están tan rosas como el pelo de Akashi, y eso es mucho decir.
-¿no estarás enfermo?-murmuro y acerco mis manos a su nuca y frente.
Sintiendo las manos de Shin que al contacto son más frías que mi piel, mi respiración se acelera de modo tal, que podría darme una arritmia o algo así, estoy seguro de que mi sonrojo solamente ha aumentado y yo...quedo totalmente en blanco
-Shin Chan...realmente debo decirte algo, y entiende que no es fácil-lo toma de los hombros y descansa su cabeza en el pecho del más alto se hace un silencio en donde no recibo respuesta de Shin...lo que quiere decir que él me escucha.
-Shin-chan-cierro los ojos con fuerza-Shin-chan estoy enamorado de ti...
Miro a mi compañero de años, y me aparto de su contacto, miro sus ojos y solo puedo atinar a decir.
-¿es una broma?
-¿Shin-chan?...-veo el desconcierto en sus facciones y un miedo incesante embarga mi pecho-¿una....una....broma?-podría estar seguro que mi cara cambia totalmente y dudo por un momento si llevarlo como una broma o no, pero no... Prefiero hablar con la verdad, bajo la cabeza mientras me abraza a si mismo solo muevo mi cabeza en negación, evitando verlo.
-te diré algo que es mejor para los dos-nodayo, aléjate de mí, jamás existí...-mis palabras suenan frías, paso a su lado y sin poder evitarlo, contrario a todo, acarició su cabeza antes de irme-es lo mejor para ambos... De mis ojos salen unas lágrimas, más no sé porque duele... Y solo borro todo, lo que sentí y sentiré, como dije... Takao no existió para mí, ni yo para él, y aún no sé porque duele tanto.
Escuchó sus palabras y mi pecho se comprime tan dolosamente que cuando puedo darme cuenta mis lágrimas bajan por mis mejillas, no puedo... No debo, jamás me rendí, sin embargo ¿por qué?, ¿Por qué Shin?... Se supone que tu...debías corresponder, ¡no!, tu eres mi existencia.
Reacciono rápidamente y trato de tomarlo por el hombro....seguro me veo totalmente patético con mi cara de dolor y esas estúpidas lágrimas rodando por mis mejillas-¡SHIN ESPERA...!
Escucho su grito, su voz quebrada y me niego a verle, levanto mi mano en despedida y tomo un taxi... Duele, debe ser porque llevamos anís de amistad... Solo por eso, me trato de convencer.
-Shin...-escucho mi propia voz quebrada y solo atino a murmurar -te necesito... Eres todo para mí...-caigo de rodillas, menos mal que el lugar estaba vacío, pero... No puedo, lloro, por que duele, porque esas palabras que dije eran ciertas...lo amo tanto...y no quiero que se aleje...y cuando me han quitado mi razón de vivir....¿qué debo hacer?.... mis ojos arden siento una opresión más fuerte que la anterior y mis ojos cerrándose es lo único que siento...debo descansar un poco
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Estaba cansado, demasiado diría yo, mis piernas apenas y me permitieron llegar a mi casa, aunque realmente no me importa, mis padres...mis padres no estaban y dudaba que ellos se aparecieran por aquí, me sentía tan solo, que no sabía qué hacer, mi pecho se sentía pesado y de repente, una ansiedad más grande que la anterior me embargo. No podía quedarme así, Shin se había ido, y yo sentía que me había arrebatado toda la puta existencia, ¿porque era tan débil? Simple....Shin me había sacado de un hoyo de soledad, aunque él pensara lo contrario, él me rescato a mí, me hacía sentir como si lo fuera todo aunque él no lo supiera.... Cojo mi celular y apenas reproduzco la lista de canciones, escucho una que es blackout, fue la primera vez que esa canción cobro un significado tan fuerte que perfora más en la herida y como puedo lanzo el celular sobre la alfombra, estaba tan aturdido que una idea salta a mi mente... Alguna vez lo había escuchado pero no estaba del todo seguro.
Cojo el celular de nuevo y entre mis viejos contactos busco a ese chico de Yosen; Himuro. Recordaba porque me había alejado de él, sin embargo estaba de nuevo acercando la mano a la lumbre, aunque no me importa la advertencia sigue ahí, en mi cabeza, sin embargo cuando puedo darme cuenta escuchó la voz del otro lado de la línea y por un instante de duda cuelgo la llamada. Recibo un mensaje que estaba dispuesto a ignorar, sin embargo Shin seguía en mi cabeza, estaba furioso y dolido y yo solo quería desaparecer el dolor.....
Tatsuya: Kazunari? Es raro que me hables.
Sabía que ese estúpido mensaje cambiaría totalmente mi vida... Pero Shin no quería verme y lo único que importaba era desaparecer y fingir que nada había pasado...
Respuesta: Tatsu... Recuerdas lo que me dijiste la última vez?.... Quiero probarlo mañana te buscare en donde solíamos reunirnos...
Mañana volvería a ese agujero pero no importaba nada... Me tumbe en la cama y espere la madrugada, pues aún no podía dormir... Las ansias carcomían mi cuerpo y solo podría pensar en Shin-chan.
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Habían pasado semanas, semanas sin verlo ni hablar con él... Sin saber de él. Me había comenzado a juntar con personas... Poco fiables. Estaba actualmente en una fiesta de Kise... Bailaban y mecían sus cuerpos al compás de 'Kick out' de OLDCODEX.
Yo solo bebía tranquilo mi vaso de whisky, era algo fuerte, pero sin saber cómo me acostumbre a ello.
-estas muy solo-dice una voz que reconocí un poco-¿quieres probar?-me ofrece un polvo blanco, sabía que era... Cocaína.
Mire su rostro, y reconocí su sonrisa.
'Haizaki.'
-vamos, no seas estúpido-se une otra detrás de él.
‘Hanamiya.'
Dudo un poco, pero después pienso... '¿por qué no?, después de todo, perdí a la única persona a quién le importaba.’
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Tal vez habían pasado...no lo sé días...semanas, meses, no me importaba, al día siguiente que hable con Himuro, él me había preguntado el porqué de mi repentino cambio, a lo que solo pude atinar a contestarle que no era asunto suyo, tal vez había decidido drogarme pero jamás dejaría que Himuro se acostara conmigo, sabia de sobras sus intenciones pero en ese momento solo lo necesitaba a él. A él...y a ese maravilloso polvo blanco que te hacia ver estrellas.... Jamás lo había probado pero cada vez que dudaba las palabras de Shin taladraban tanto mi cerebro que cuando sentí ese ardor subir por mis fosas nasales instalarse en algún punto de mi cabeza era tarde para echarme para atrás, todo empezó a perder sentido después de eso, aunque de cierta forma ya no me sentía tan solo como al principio éramos muchos buscando un descanso al dolor y Tatsuya nos ayudaba en eso....
Poco a poco empecé a necesitar un poco más, cuando recordaba a Shin, Himuro solo me daba una pequeña porción más a mi línea diaria, y me sentía bien el dolor del momento desaparecía y Shin también....
No quería odiarlo, no se puede odiar a la razón de tus días pero cuando no estaba con Himuro el dolor seguía ahí, y estaba harto de sentir dolor, quería ser feliz porque no podía ser lo... Otra línea y todo se olvidaba empezaba a cambiar....ya no sonreía ya no hablaba y pocas veces comía mis ojos aun conservaban un brillo peculiar... Y cada vez que veía un espejo... Reía, reía incansablemente como un verdadero adicto.... ¿Qué diría Shin si me viera en estas condiciones?....
Himuro hablaba, ¡ese hombre era mágico!, podía mantener una conversación aun drogado, cosa que yo no podía, solo podría escuchar... Solo logre entender... Kise, fiesta....nada de importancia sin embargo plantearon la posibilidad de conseguir "magia" gratis y, ¡hombre!, eso no se desperdiciaba....
Desearía estar ahí, y seguir en mi pequeño mundo donde no veo a Shin...
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Había pasado más de una semana, semana donde no podía vivir sin jalar... Bajo mis ojos unas ojeras, mi nariz roja.
Hace al menos un día cambie de consumir cocaína a LSD. Me costaba más caro, pero no me importaba, necesitaba eso... Y de él.
En los viajes podía sentirle, podía verle y hasta besarle. Sentía su olor, veía su presencia y eso me enloquecía. Me gustaba oírle susurrar que me amaba.
Cada día caía más hondo
Aunque había veces donde le escuchaba gritarme cuanto me odiaba y se alejaba de mí.
-dame más-dije con voz ronca, hace meses que no me alimentaba ni dormía.
-tendrás que asistir a la fiesta de Kise... Y hay veremos si te damos más o no, me preocupas Shintarou-escucho decir a Haizaki.
-iré... ¿dónde es? -es en...
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Himuro había llegado algo alegre ese día, era la fiesta la gran fiesta para todos, conocía el lugar era en aquel edificio donde solía ser un centro de oficinas en la parte sur de la ciudad, no podía esperar no lo hacía, mis manos sudaban y parecía más nervioso que de costumbre rogué a Tatsuya por mi pequeña línea diaria sin embargo él me miro con dulzura y agarrándome del mentón me dijo que eso me lo daría más tarde, necesitaba entrar en ambiente y él sabia como hacerlo, antes de irnos repartió entre el grupo pastillas, aunque no sabía cómo funcionaban sabía lo que era.... Éxtasis.
Podría ser peligroso pues nunca la había tomado sin embargo necesitaba algo dentro de mi llenar ese vacío que sentía cada vez que estaba sobrio lo sabía era un adicto, sin embargo en ese pequeño mundo tenía un mundo que siempre quise, estar con Shin decirle lo mucho que lo amaba tumbarnos y hacernos el amor como siempre había sonado, vivir juntos que él dijera que me amaba lo era todo... Me colgué de Himuro y le robe un beso en la mejilla... Sabía que estaba mal pero en él solo podía ver a Shin... Teníamos que irnos si queríamos llegar antes de que los efectos nos enloquecieran a todos por lo que Himuro me cargo de manera nupcial mientras yo soltaba ciertas incoherencias repitiendo el nombre de Shin-chan y riendo de una manera espeluznante quería mi dosis, no quería despertar de aquella vida unilateral que visitaba cada vez que estaba bajo el efecto de la droga.
Al llegar solo había unos cuantos eso solo me decía que aún no llegaban los anfitriones.
Himuro me sentó sobre sus piernas y de alguna manera no podía dejar de hablar solo quería irme sabía que estaba mal el haber probado algo nuevo y después salir
Pero aunque quisiera no podía no sin antes esperar a que pasara el efecto y consumir mi vieja amiga.
Camine por la calle agobiado, se me había acabado el LSD e inclusive la cocaína que guardaba por emergencia.
La fiesta en la parte sur de la cuidad me quedaba cerca y por eso llegue en minutos.
-¿amigo quieres éxtasis?-pregunta un tipo, dándole una pastilla, la cual tomo sin pensarlo-aún faltan personas, pero disfruta la fiesta.
Asiento y camino directo a la barra.
-un wisky por favor-digo y espero mirando hacia la fiesta.
Me sentía completamente extraño, por alguna extraña razón esa alegría que antes sentía regresaba poco a poco a mí, sin embargo no me sentía con la suficiente fuerza para levantarme de mi lugar, mi cabeza se empezaba a llenar de ideas extrañas y una de ellas fue levantarme , tomarme un trago y empezar a reír como si no hubiera un mañana, realmente esto es lo que buscaba desde el principio así que con la música me ayudo del brazo de Tatsuya para subir a una de las mesas y empezar a bailar desubicadamente sin parar de reír, aunque realmente me hubiera sentido todo lo contrario, mi corazón se desgarra y me siento triste de un momento a otro, aunque varios han volteado a verme y no puedo dejar de animar la fiesta, quiero llorar aunque mi cuerpo no me permita hacerlo, quiero regresar el tiempo y jamás haber contactado a Himuro quiero ser quién era antes y haberle dicho a Shin que en verdad era una broma, porque me estaba consumiendo y no quería seguir cayendo de un momento a otro pies despabilan y caigo de la alta mesa donde los brazos de Himuro me atrapan, él susurra que ya es tiempo de mi segunda dosis y entonces solo existe eso... aunque quiera dejarlo....ni siquiera me quedan motivos para hacerlo.
Hace unos momentos vi a alguien que juraba era Takao, suspiro... Y me levanto, sería la primera vez que veo a alguien que se le parezca.
Voy y veo al que se le parece tomar otra pastilla y me acerco.
-¿bailas conmigo?-susurro, apresando sus caderas.
Tenía miedo era la primera vez que lo hacía...
Pero Himuro me había prometido que no pasaría nada por lo que pude ingerir mi dosis reducida de cocaína y una nueva dosis de éxtasis, mi corazón se había acelerado cuando me dejo libre y todo empezaba a hacerse más confuso, una nueva sensación me embargo.
Tal vez había sido excitación miedo alegría....todo eso junto… era arriesgado pero me llenaba completamente.
Sentí que alguien había tomado mi cintura de una manera un poco seductora tal vez la droga empezaba a hacerme daño... Sin embargo al voltear. Mi mundo de detuvo... ¿era Shin quién estaba frente a mí? ¡No!
Nunca, Shin era demasiado recto para que él estuviera en ese lugar con esas personas de un momento a otro risas nueva empezaron a salir de mí y yo lo tome del brazo, intentando no caerme. Estaba muy mareado y empezaba a dolerme el estómago de reírme tanto, pero la estúpida droga me hacia ver a quien más quería olvidar y estaba ahí, mientras mi corazón se rompía mis ojos veían a aquel que aún que lo negara, seguía siendo mi amado Shin... aunque eso solo fuera el efecto maravilloso de las altas drogas que acababa de ingerir...
Vi al tipo reírse mucho, su piel ardía y sudaba mucho, más eso solo lograba quererle más cerca.
-¿bailamos o no?-susurro en su oído.
Estaba tramando algo.
No me importaba estaba viendo a Shin-chan y aunque sabía muy en el fondo que no era mi amado Shin-chan... Porque él nunca luciría tan triste y demacrado, solo por esa vez me dejaría llevar... Enganchándome a su cuello y jugando con sus suaves cabellos acepte la oferta.
-por supuesto.... Shin-chan
-Ta...takao?-susurro en desconcierto.
Miro sus ojos y no sé cómo no le reconocí, pero veo en él los efectos de la droga... Esta tan cambiado como yo por ella.
-uhahajaj hasta suenas igual que él...-mi mente esta jugándome sucio siento mi pecho oprimirse y mis ojos arden, me pego más a su pecho y aunque lo amaba demasiado quería por todos los cielos estar alucinando y que él no fuera mi amado Shin.
Empezaba a sentirme muy mareado y cada vez me agarraba más fuerte de sus brazos.
-Shin-chan...jajajajaj no, eres tu estúpida y maravillosa droga.
-Takao... Soy Shintarou... No creer que te visto nuevamente
Lo abrazo y aspiro su olor, el cual es de droga pura y dura.
Caigo en cuenta de cuanto hemos cambiado y Haizaki se acerca y me entrega LSD, unos pitos y éxtasis.
-la casa paga... Suerte-dice y se aleja.
-jajaajajaajjaa no amigo...tú no eres mi Shin... Shin no estaría aquí... Shin me odia... Shin no quiere verme... Shin era mi razón de ser...-cada vez me cuesta más hablar y siento como mi cuerpo está en llamas, podría jurar que mis pupilas están dilatadas...creo que me he expedido-Shin-chan-levanto la vista y tomo su rostro con delicadeza y aunque lo miro a los ojos.
Lo único que veo es a mí mismo cayendo lentamente en mi propia agonía....
-lo soy... Takao, ¿estás bien?-le pregunto, siento su cuerpo arder y veo como suda copiosamente-¿Takao, que ingeriste, que drogas consumiste?
-no...No eres él, ¡entiendelo!-el calor está matándome.
Algo anda mal, quito sus manos de manera agresiva de mí y camino un par de pasos hacia atrás, cayendo estrepitosamente al suelo.
-no puedo... no puedo respirar…-mi mente me juega sucio, él no puede estar ahí, mi corazón late rápidamente y toso con dificultad para poder atrapar el aire que se niega a llegar a mis pulmones, ruedo un poco mientras coloco mis manos en mi pecho, en un intento desesperado de respirar con normalidad -Shin... No... Puedo...
Veo como Takao colapsa, y le tomo en brazos, salgo del lugar y llamo un taxi.
'Tengo que sacarlo de aquí... Tengo que...'
Un taxi para frente a mí y me subo.
-al hospital más cercano.
Aún sigo consiente y trató de no gritar para llamar la atención había espabilado completamente... Shin estaba ahí, Shin se drogaba y estaba en sus brazos no quiero verlo duele demasiado.
Suelto un alarido nuevamente tratando de coger algo de aire y veo la consternación del... ¿taxista? Estaba en un taxi a donde iba... ¿Por qué Shin se ve tan preocupado?
Veo que muerde sus labios en un acto desesperado y tengo miedo de que al cerrar los ojos ya no este, me revuelvo incesantemente en sus brazos y es la desesperación la que ocupa mi lugar.
El taxi para y salgo del taxi aun en los brazos de Shin...aunque cada vez todo se vuelve más lento, más confuso y más negro.
-por favor esta con sobredosis o algo así, ayúdenle-digo para la enfermera quien me lo quita de los brazos.
-¿cómo se llama?
-yo soy Midorima Shintarou y él es Takao Kazunari, ambos... Consumimos drogas, atiéndanlo, yo pagare los gastos... Estaré fuera-todo lo digo con los ojos llenos de lágrimas, la enfermera asiente y yo salgo.
Veo los pitos, los éxtasis y el LSD... Con duda prendó un pito, ya que necesitó tranquilizarme y estar más o menos consiente.
Al terminar me siento relajado en demasía y entro, para preguntar por Takao.
¿Con que sobredosis, eh?
Me sentía tan estúpido, tan triste y sin pensarlo unas lágrimas bajaron pos mis mejillas, aunque ni siquiera podía moverme.
Estaba conectado a un aparato que me ayudaba a respirar, sinceramente, poco me importaba lo que me pasara pero ver ahí a Shin estando drogado... no quería, no quería que él sintiera ese dolor tan bajo como yo lo sentí, trate por todos los medios de secar mis lágrimas, aunque no pudiera moverme ni hablar, quería a Shin, quería verlo y prefería mil veces renunciar a él a que él siguiera drogándose, no podía me dolía tanto el hecho de verlo ahí, que hacía que me faltara el aire en mis pulmones… quería que todo acabara... quería dejar de consumir... Quería tirar todo al traste, pero... esa cosa... esa maldita cosa se había aferrado a mi tanto que me era imposible dejarlo por mí mismo.
No hay nadie a mí alrededor.
Aunque me tenso al escuchar la puerta abrirse. Y finjo que duermo por temor a verle...
-un fallo de los pulmones, más intoxicación y sobredosis...-murmuro al entrar y verle en la camilla, me siento cerca de la ventana, al otro extremo.
Tengo en mis manos más pitos y otras drogas, soy oficialmente dependiente, estaba bajo el efecto de la cannabis, LSD y otras más
-debo esperar a que despierte o marcharme... No creo que me quiera ver, rompí todo en él y por mi culpa esta así... Debería marcharme de este lugar...-murmuro mirando al pelinegro al otro extremo de la habitación.
Escuchó todo lo que dice y mis ojos se abren como plato... Mi Shin-chan… Mi Shin-chan no puede ser dependiente, no puede serlo, y si es por mí no lo permitiría.
Trató de gritar y con las últimas fuerzas logro quitarme la mascarilla que cubre la mayor parte de mi cara -¡Shin!-toso y trato de levantarme haciendo un gran escándalo-Shin-chan-estiró mis manos llamándolo mientras mis ojos vuelven a inundarse, mi corazón se estruja mientras veo sus pupilas dilatadas y su hermoso rostro demacrado, ya no estoy bajo los efectos de la droga, por eso puedo verlo, sus hermosos ojos dilatados y rojos con grandes ojeras, su cabello verde opaco, no puedo resistirlo y entro en llanto de nuevo mientras lo llamo a mi lado, con una cara de súplica.
-Takao...-murmuro y acercó mi silla para sentarme a su lado, no sabía si abrazarle, y eso rompía no corazón-¿porque lloras?
-Shin-chan... ¿por qué?...-digo en un murmuro que me cuesta horrores sacar...-¿Shin que pasa?...-acercó mi mano hacia su rostro mientras de mis mejillas no dejan de bajar lágrimas -¿por qué lo haces?
-¿por qué, qué?-susurro, tomando su mano y besándola.
Mi otra mano avanza a su mejilla y limpia sus lágrimas.
-¿por qué estas así, Shin?, ¡¿por qué te drogas?!-Trato de alzar la voz como puedo.
Me sorprendo, pero con indiferencia respondo:
-es lo único que podía hacer... No tengo nada que me importe, yo tampoco le importo a nadie... La única persona que me importaba y me amaba... La eche de mi vida, sin darme cuenta de que también la amaba... Lo siento, pero es tarde, ¿y tú porqué lo hacías?
Más lágrimas se acumulan en mi rostro y sin darme cuenta aprieto suavemente su mano. ¿por qué actuaba así?, no sabía que era por el que había iniciado todo esto...
Negué con la cabeza a eso no, no puedo ser... él no puede amarme... Pero aun lo amo tanto que no quiero verlo en esas condiciones.
-Shin-chan, te amo...-respondo como puedo, mientras usando mi vista veo lo que lleva en la mano y trato de quitárselo como puedo.
-¿aún lo haces...?, yo... Yo lamento haberte hecho daño al no darme cuenta que... Siempre te amé, y siempre lo haré-susurro besando sus manos.
-Shin-chan...-acarició sus mejillas con delicadeza mientras tiro las drogas lejos de él...por favor vuelve... déjalo…
-n...no sé si pueda...-murmuro y por primera vez en meses... Lloro, lloro amargamente y con verdadero dolor.
Tomo su rostro....-mira Shin-chan...también soy un drogadicto....por algo estoy aquí...Shin hace tanto que deseaba verte, te amo demasiado... perdóname por darme tan rápido por vencido-hagámoslo juntos-logro sonreír aun trayendo puesta la mascarilla de oxígeno-intentarlo Shin...
-tu perdoname por haberte hecho sufrir... Y... Lo haré, lo intentare por ti…
-Shin-chan....te amo…-me siento tan ligero pero aun siento una ansiedad por esa maldita droga... sin embargo ya no siento ese vacío de antes...Shin me ama y me duele tanto verlo así...que no puedo... quiero salir de aquí y buscar ayuda para ambos... quiero ser su sostén quiero quedarme junto a él...pero no sé por dónde empezar-Shin-chan...duerme conmigo-trato de moverme un poco para que él se recueste a mi lado a pesar de la cantidad de aparatos a los que estaba conectado.
-siempre que quieras...-susurro abrazándolo y acostándolo la mitad sobre mí, sin estorbar los aparatos.
-Shin-chan...dejemos de ser dependientes.... Ya no quiero despertar en la casa de Tatsuya...quiero estar siempre contigo-digo mientras la conciencia se me va, tomo las manos de Shin mientras mi respiración se vuelve lenta y pausada.
-señor...-dice una enfermera, sonriendo.
-inscribamos en un programa de rehabilitación a ambos.
Escuchó la voz de las enfermeras y veo el sonrojo de Shin por verse descubierto...
Dios hacia tanto que no lo veo sonrojado creo que podría morir de felicidad...
-¿Shin? - lo miro con un deje de súplica ya que sabía que ellos podrían ayudarnos
-saldremos adelante, Takao.
-lo se Shin-chan...solo hay que estar juntos-trato de quitarme esa horrible mascarilla y beso por sorpresa a Shin-chan, siendo algo que deseaba desde el momento que me confesara.
Correspondo el suave ósculo, y con delicadeza sigo el ritmo.
Trata de seguir con el beso pero se siente observado-Shin-chan...-gira su cabeza de donde provenían las miradas.
-¿me dejarían a solas con mi novio?-digo a las enfermeras ya que él tenía un cuarto para sí mismo.
Esa palabra resuena en mi cabeza como si me la hubieran gritado... ¿Novio?... era... yo... su...
-¿Shin-chan?-llamo a Shin mientras siento toda la cara caliente, evidentemente con un sonrojo -estamos... tu sabes...
-¿no quieres?-murmuro con voz inestable, de pronto me ataca la droga en mi sistema, y mi cabeza cae a su lado, siento el mundo girar y me siento flotar, mis brazos tiemblan.
-¡Shin-chan!, ¡¡Alguien ayúdeme!!-llamo a las enfermeras mientras trato de despertar a Shin...
Él no había sido desintoxicado como yo, necesitaban quitarle el LSD de su sistema.
Las enfermeras entran rápidamente seguida de doctores que se llevan a Shin lejos de mí. Trato de ponerme de pie, pero una de ellas hace que me recueste de nuevo, prometiendo que traerá noticias sobre él... mi corazón está demasiado acelerado, pues los escuchó a través del electrocardiograma...-Shin-chan…-murmullo mientras unas lágrimas bajan por los mejillas-Shin-chan si quiere...
Siento como me trasladan, sé que me harán un lavado de estómago, tal vez limpien mi sangre igual, de solo pensarlo me asqueo.
Siento todo agitarse más fuerte y pronto pierdo la consciencia pensando si Takao quería ser mi novio o no.
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Despierto en una camilla en la pieza que ocupaba Takao.
Me siento mucho mejor y ya no necesito esa mascarilla que cubre la mayor parte de mi rostro, sino solamente una pequeña.
Les deberé una grande a las enfermeras que dejaron que Shin se quedara conmigo. Veo a Shin despertar mientras como sus bellos ojos verdes se acostumbran a la luz...siempre ame sus hermosas pestañas, lo amo tanto –Shin-chan…-digo mientras me acercó y deposito un suave beso en su frente- ¿cómo te sientes?, no vuelvas a asustarme así, Tsunderima.
-no sabía que había pasado los límites, aunque debí suponerlo, estaba nervioso-susurro, tomando su mano y besándola.
-me paso muchas veces Shin-chan...pero pronto podemos dejarlo, sólo debemos estar juntos-se acerca lentamente hasta darle un casto beso al mayor-podremos salir adelante.
-deseo que sea tan fácil como dices... Takao-murmuro, con voz insegura y mirando a otro lado.
-Shin-chan mírame. No dejaré que nada te pase, ¿de acuerdo?-sonrió para darle seguridad a Shin, aunque muy dentro sé que también habrá muchas dificultades para mí.
-no es por eso...
-¿entonces por qué?-pregunto con nerviosismo mientras acarició su rostro.
-aun no respondes-murmuro, triste y cabizbajo-aun no respondes, supongo que es mi castigo, ¿no?
Primero no puedo creer lo que acabas de decir, por más que trató de no reírme, río por eso que acabas de preguntar tratando de controlarme al ver tu seriedad.
-Shin-chan, te amo... ¿cómo no querría salir contigo?, si eso es lo que más deseaba en el mundo-le beso antes de que pueda contestar y al separarme le dedico una tierna sonrisa.
Sonrió correspondiendo tu sonrisa y suspiro, aliviado-te amo...
Me sonrojo por el hecho de que lo haya dicho de manera tan natural – Shin-chan, te has quitado lo tsundere-lo abrazo sin dañarlo.
-no quiero ser lo más contigo, si te pierdo de nuevo estoy seguro que moriré... De tristeza o de adicto, te amo... Más que a nada en el mundo, te amo.
Esas palabras son tan cálidas, las espere con tanta ansia que no puedo evitar un ligero temblor y sollozar un poco de felicidad.
-Shin-chan también te amo, mucho-lo mira a los ojos mientras trata de sonreír.