Los días pasaron desde aquél primer ensayo y ya era un hecho que Afrodita había llegado a la banda para quedarse; reunirse los viernes y sábados en la sala de ensayo para tocar se había vuelto parte de su rutina semanal. No habían hecho sus propias canciones aún, simplemente tocaban versiones de sus bandas favoritas, pues nunca habían tenido la oportunidad de versionar a esos músicos que tanto admiraban con un cantante de verdad. Afrodita mejoraba en su interpretación cada vez más, alcanzando notas agudas que hacían vibrar los cimientos y dándole a la agrupación el característico estilo glam que buscaban. Estaba más que claro que Afrodita lo tenía todo: simpatía, estilo, una voz extraordinaria y, por supuesto, una belleza inigualable; incluso Kanon había dejado ya todas sus dudas atrás, pues descubrió que el joven sueco estaba dotado de gran talento y era también muy creativo, pues sugirió que Milo hiciera los coros, aprovechando que el heleno de cabellos azules tenía una voz cuyo tono era una octava más grave que la suya, logrando que ambas voces armonizaran perfectamente.
Poco a poco la música hizo a los cinco chicos muy unidos, tanto que forjaron una fuerte amistad; con el tiempo ya no solo se reunían a tocar juntos, sino que también comenzaron a ser frecuentes las reuniones en la casa de Deathmask algunas veces, otras en casa de Milo, para intercambiar vinilos y cassettes de las bandas nuevas que surgían en la escena mundial, así como las salidas a clubes nocturnos donde compartían cervezas y resacas. Fue así como, progresivamente, Kanon y Afrodita comenzaron a acercarse más pues, para sorpresa del gemelo, tenían mucho en común, y las eternas charlas sobre quién era el mejor guitarrista del momento, o el vocalista más agudo, no tardaron en aparecer. Una noche, luego de unos cuantos tragos de cerveza, ambos regresaban juntos a sus casas ya que Kanon vivía a unas cuadras de la casa de Afrodita. Habían terminado ellos solos esa noche, pues Deathmask se había emborrachado bastante y Milo tuvo que llevarlo junto a Saga a su casa; mientras caminaban y se acercaban a la morada del sueco, charlaban animadamente.
- ¿Quién te enseñó a cantar?- preguntó el gemelo.
- En realidad, nadie, aprendí sólo. Luego busqué algunos libros sobre técnica vocal en la biblioteca y allí pude saber de algunas cuestiones técnicas, pero no era mucha cosa. Sí practiqué mucho siempre, en cada momento que podía.- explicó el peli celeste- ¿Y qué hay de ti?
- Mi historia fue muy diferente. Siempre fui un niño muy hiperactivo, a diferencia de Saga que es más tranquilo, enloquecía a mis padres- dijo el gemelo y rió ante esto último, haciendo reír al sueco- y desesperados por buscar algo que me mantuviera ocupado, me llevaron con un psicólogo que les recomendó que me inscribieran en alguna actividad recreativa. Y así, con ocho años comencé a tocar la guitarra y a hacer karate. Para asombro de todos, resultó que tenía mucha facilidad para la música, y además comenzó a gustarme mucho... luego el copión de Saga quiso hacer lo mismo y estudió guitarra también, pero a los doce años descubrió el bajo y desde entonces ese es su instrumento.
- Entonces el don de la música es de familia...
- Algo así, mi madre, Sasha, toca el piano. ¿En tu familia hay músicos?- preguntó el gemelo.
- ¡Para nada! No pueden ni afinar la canción de "feliz cumpleaños" siquiera; soy la oveja negra de la familia.- contestó Afrodita a las risas mientras caminaba junto al heleno- Bueno, aquí me quedo, esta es mi casa.-dijo el sueco, deteniéndose frente a un pequeño jardín lleno de rozagantes rosales.
- ¿Esta es tu casa?- preguntó Kanon, mirando con admiración el jardín y el sueco asintió- Me gusta tu jardín, tus rosas se ven hermosas.
- Sí, ese sí es un talento de familia; mi padre es agricultor y se dedica además al cultivo de rosales.
- Empiezo a entender por qué la estricta familia italiana de Deathmask te contrató; nunca nadie ha durado tanto en ese lugar, ¿sabías?
- Me lo han hecho saber. ¿Quieres llevarte una?- ofreció Afrodita, con una encantadora sonrisa.
- No podría, sería una pena arrancarlas...
- Hay capullos por florecer.- respondió el peli celeste, mientras cortaba una aterciopelada rosa blanca de la que emanaba un agradable y suave aroma- Toma.- agregó y se la dio a Kanon.
- Gracias...-apenas atinó a decir el gemelo menor, bajando la mirada con algo de timidez, mientras que Afrodita hacía lo mismo- Yo... debo irme. Es tarde.
- Tienes razón, te veré en el ensayo. Gracias por acompañarme.- se despidió e ingresó a su casa el sueco, mientras que Kanon lo veía entrar; a los minutos se iría a su casa.
Una vez que llegó a su hogar, Kanon se fue a su habitación, donde se quitó las zapatillas y la remera para quedarse sentado en el borde de la cama, admirando la rosa que Afrodita le había dado, tocando sus suaves pétalos y degustando su perfume. Se dirigió a la cocina y llenó un vaso con agua para colocarla allí, de manera que se mantuviera bella por unos días más; estuvo un buen rato contemplándola fijamente, hasta que regresó a su habitación para quitarse los pantalones y acostarse en su cama. Se mantuvo muy pensativo con la mirada hacia el techo, pensando en las extrañas sensaciones que el sueco le causaba; no eran desagradables, muy al contrario. Curiosamente, había algo en ese muchacho que le atraía muchísimo, y no era simplemente por el aspecto casi femenino que tenía, sino que su personalidad magnética y la pasión que ponía en cada canción que cantaba lo hacían sumamente atractivo. Era extraño admitirlo, pero estaba comenzando a tener sentimientos amorosos hacia un hombre.
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Era una rutinaria mañana de lunes, de esos días que uno quisiera dormir todo el día; el radio despertador tronó con sorna en la silenciosa habitación y Deathmask abrió sus ojos de mala gana para cubrirse la cabeza con la manta nuevamente. Escuchaba como un eco distante lo que el locutor decía cuando, de pronto, algo captó su atención y despegó su cabeza de la almohada para escuchar con mayor detalle lo que había creído oír.
- Todos aquellos que tengan una banda de rock y quieran participar del tributo a Motley Crue sólo deben inscribirse en el bar "Rocka rolla". El gran premio será la grabación de su propio disco; escucharon bien, su propio disco de larga duración. Así que, quienes no se hayan anotado aún, dense prisa, tienen tiempo hasta este viernes.
El italiano saltó de la cama como si hubiese sido impulsado por una catapulta y se vistió rápidamente para así poder desayunar antes de ir a trabajar; esa noticia le había dado el ánimo suficiente para salir de su lecho. Hacía mucho que Deathmask deseaba poder grabar material de su banda y nunca había tenido oportunidad por lo costoso que era y por no contar con todos los integrantes necesarios para una banda, pero ahora que su agrupación tenía un nuevo y flamante cantante, era el momento perfecto para arriesgarse y participar. Al llegar a su trabajo se encontró con Afrodita y le contó del concurso, algo que entusiasmó muchísimo al sueco; cuando el extenuante labor en la florería culminó, ambos amigos decidieron ir por el bar organizador del concurso, que les quedaba de paso, y pidieron el formulario que debían llenar para inscribirse, pues los integrantes de la banda debía llenar una forma con los datos personales de cada uno y el instrumento que interpretaban. Una vez hecho esto, Deathmask y Afrodita se dirigieron a casa del primero y allí el italiano telefoneó a todos sus compañeros músicos para que estos se dirigieran a su morada, haciendo hincapié en que era una importante reunión. Una vez que todos llegaron, Deathmask les explicó del concurso y el gran premio, algo que entusiasmó a cada uno de los músicos, pero aun así, había una preocupación.
- ¿Qué día se realizará la presentación?- cuestionó Saga.
- Pues aquí dice que el sábado siete de agosto todas las bandas realizarán su primera presentación en vivo en el bar. El concurso constará de cuatro rondas a realizarse semanalmente los días sábado, en los cuales se irán seleccionando a las bandas. Aquellas que sean finalistas se presentarán el último día del concurso y al finalizar el concierto el jurado dictaminará quién es el ganador.
- O sea, es en... ¡¡dos semanas!!- exclamó Milo.
- Eso significa que tendremos que ensayar las canciones que elijamos para tocar todos los días...- dijo Kanon.
- Aha...- respondió Deathmask.
- ¡Ni loco!- dictaminó el gemelo menor, ganándose una mirada de decepción y tristeza por parte de Milo y Afrodita.
- ¡Vamos Kanon! ¿Qué tenemos que perder?- dijo el italiano.
- Horas de ensayo para no ganar nada... Además, se olvidan del hecho de que Motley Crue son cuatro y nosotros cinco...
- No seas tan pesimista, ¿te das cuenta de que si ganamos podríamos grabar nuestro propio disco?- dijo Milo, intentando convencer a su terco amigo.
- Sí, además en las bases del concurso no dice que la banda tenga que estar conformada por cuatro miembros estrictamente...- agregó Deathmask.
- Podemos grabar un disco en cualquier otro momento...- respondió Kanon.
- ¿Ah sí? ¿Con qué dinero? ¿Tienes idea de los gastos que acarrea algo así?- sentenció Saga.
- ¡Anda, Kanon, intentémoslo! Tal vez no ganemos, pero al menos podremos divertirnos haciendo lo que nos gusta, y si algo sale mal, nos reiremos de ello cuando seamos viejos...- agregó Milo y todos los demás miraron a Kanon con una sonrisa esperanzada, pues anhelaban que diera el sí.
- Está bien, anotémonos en el concurso.
- ¡¡¡Sí!!!- gritaron todos los demás al unísono.
Todos se tomaron el tiempo necesario para llenar los datos que se requerían: nombre completo, edad y ocupación en la banda; el formulario detallaba que ninguno de los músicos no debían ser menores de dieciocho años y que la agrupación no debía tener grabado material discográfico ya. A pesar de que los cinco habían completado su parte correspondiente sin problema, un gran espacio quedó sin responder, y ese correspondía al nombre de la banda. Todos se quedaron mirando, con miles de dudas en sus cabezas, pues por más que pensaban y pensaban, nada parecía convincente.
- ¿Qué tal "Antares"?- sugirió Milo.
- Olvídalo, no usaremos el nombre de tu banda anterior para tener problemas legales antes de tener un disco siquiera.- sentenció Saga.
- Pero...
- La respuesta es no, Milo. Debe haber algo...- dijo Saga, frotándose la barbilla en señal reflexiva.
- "Deathmask y sus asesinos".- propuso el italiano con entusiasmo.
- ¡¡¡Es un nombre horrible!! Además, parece el nombre de una de esas agrupaciones de música tropical, como merengue o salsa.- dijo Kanon a las risas, ganándose una mirada fulminante de Deathmask.
- El doble tiene razón, además, no eres el líder de la banda...- dijo Milo.
- ¿Qué les parece "Gold saints"?- preguntó Saga.
- Sí, Saga, ¿y luego haremos gira con los New kids of the block?- cuestionó el gemelo menor y su hermano le dio un golpe en la nuca.
- ¡¡Entonces empieza a hacer una sugerencia en lugar de criticarlo todo, Kanon!!- respondió el mayor y una acalorada discusión se desató entre los tres griegos y el italiano, por lo cual Afrodita esperó impaciente a que se calmaran, algo que no parecía ocurrir, por tanto silbó fuerte para llamar la atención de todos, pues se le había ocurrido una idea. Todos lo miraron como si fuera un lunático.
- Disculpen, pero comenzaban a desesperarme. Se me ocurrió un nombre: Bloody rose.- dijo el sueco y todos se miraron pensativos por un buen rato.
- Me gusta, suena seductor...- dijo Milo.
- Y elegante.- agregó Saga.
- Sí, creo que no está mal.- replicó Kanon.
- Bien, entonces de ahora en más seremos Bloody rose.- agregó Deathmask y anotó el nombre de la banda en la ficha.
Con el formulario ya listo y mucha emoción, Deathmask y Afrodita regresaron al Rocka Rolla para concretar su inscripción en el concurso; en los días siguientes los cinco jóvenes hicieron una lista de las canciones de Motley Crue que interpretarían, pues solamente podrían hacer cinco, ya que la presentación no podía exceder los treinta minutos. Todos acordaron que tocarían Smoking in the boys room, Looks that kill, la balada You're all I need, Shout at the Devil y la controversial pero pegajosa Girls, girls, girls, pues con una selección de canciones como esa, todos estaban de acuerdo en que, si no ganaban, al menos quedarían en la ronda de finalistas. Una vez que ya estaba decidida la lista de canciones, durante las jornadas restantes los muchachos se reunían cada tarde luego de sus trabajos para ensayar por largas horas; era realmente extenuante, pero a medida que más se acercaba la gran fecha del concurso, más mejoraban y sus interpretaciones se acoplaban perfectamente, logrando un sonido uniforme y muy fiel a la famosa banda de Los Ángeles. Finalmente supieron que se anotaron al concurso diez bandas, de las cuales sólo seis quedaron efectivamente seleccionadas, pues en las demás había menores de edad y una de las reglas era que los integrantes debían ser todos mayores de dieciocho años. El día anterior a la presentación, Afrodita se encargó de insistirle a sus compañeros que, para hacer su show más interesante, debían vestirse lo más parecido a los chicos de Motley Crue; por ese motivo, les pidió que llevaran toda su ropa en un bolso y se dispuso a seleccionar aquellas prendas que más se asemejaban a la de los famosos californianos. Empero, no revelaría el detalle final hasta la noche del espectáculo: maquillaría a sus compañeros como a los muchachos de Motley Crue, para que la similitud fuera mayor aún.
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La esperada noche del concurso finalmente llegó y los chicos se dirigieron al Rocka Rolla con sus instrumentos para realizar la prueba de sonido; la misma les llevó aproximadamente una hora la cual fue muy provechosa para saber cómo sonaban los instrumentos en la locación y a qué volumen debían tocar los guitarristas sin que las guitarras acoplaran y le hicieran rechinar los dientes a los oyentes. Acto seguido, llegó el momento que Afrodita esperaba: maquillar a sus compañeros, y fue entonces que en el backstage reunió a sus amigos y les mostró la mesa llena de cosméticos para comenzar con la transformación, pues él ya se había maquillado como Vince Neil minutos luego de finalizar la prueba de sonido.
- ¡¡Oye, no nos dijiste que nos maquillaríamos!!- regañó Saga, en cuanto vio el emocionado rostro de Afrodita sosteniendo los delineadores de ojos y labiales.
- ¡¡Sí, ya estás pasándote de la raya, amigo!! ¡¡Tengo que mantener mi reputación de hombre hecho y derecho!!- se quejó Deathmask.
- No eres hecho y derecho, y dudo que algún día lo seas....- dijo Kanon- ¡A mí no me pondrás eso!- Agregó.
- ¡No tiene nada de malo! ¡¡Todas las bandas que escuchamos se maquillan, es lo llamativo de su estética!! ¡¿Acaso me dirán que quieren verse como los Beatles?!- contestó Afrodita.
- Tiene razón, piénsenlo como si fuera un disfraz...- dijo Milo, encogiéndose de hombros.
- Gracias, Milo. Empezaremos contigo.- dijo el sueco y se acercó al heleno con el delineador de ojos.
- ¡¡Espera, yo...!!- exclamó el escorpiano, cuando vio a su compañero acercarse con el delineador para luego pasarlo por la línea de agua de sus ojos turquesa- ¡¡¡Aaayyyy, ardeeee!!!
- ¡¡¡Quédate quieto!!! ¡Eres Mick Mars, agradece que no usarás más que esto!- exclamó Afrodita, delineando los rasgados ojos de su compañero, quien ya lagrimeaba por la falta de costumbre a los cosméticos.
- Bien, sigues tú Kanon, Mick Mars número dos.- dijo el sueco y el gemelo tomó asiento y rodó los ojos, pero prefería no oponer resistencia, quizás fuera peor.
Afrodita pasó el lápiz delineador con delicadeza y notó que el griego comenzaba a parpadear, por lo cual dejó un momento la tarea y agitó su mano para que la comezón que Kanon comenzaba a sentir en sus ojos cesara; una vez que el gemelo menor le hizo saber que podía continuar, Afrodita prosiguió. La cercanía hizo que Kanon notara el agradable perfume que el sueco tenía, sus manos eran suaves y cálidas, además de que su cutis parecía la más fina porcelana. Algo extraño le ocurrió, un escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir el contacto y la cristalina mirada del sueco sobre sí, la cual estaba enmarcada en delineador negro, algo que la hacía mucho más profunda y misteriosa.
- "Debo estar nervioso por el recital" - pensó el heleno.
Por su parte, Afrodita observó al gemelo en cuanto terminó su obra y se perdió en sus relucientes esmeraldas; definitivamente ese delineador negro le sentaba increíble. Un electrizante silencio se instaló en ambos, sus ojos se cruzaron, llenos de brillo y esplendor, algo que les hizo sonrojarse y el griego desvió su rostro a un lado para luego levantarse de la silla.
- ¡¡Hola muñeca!!- bromeó Saga.
- ¡Oye! ¡Ya veremos cómo quedas tú cuando te deje ambos ojos negros!- amenazó el menor de los gemelos, mostrándole a su hermano su puño derecho.
- Eso me recuerda que tú eres el siguiente, Saga... ¡¡¡y no eres nada más ni nada menos que el muy sexy y maquillado Nikki Sixx!!!- dijo Afrodita con emoción.
- ¡¡No, no me maquillarás como a él!!
- ¡Claro que sí! ¡¡Kanon y yo estamos con los ojos rojos como si hubiéramos fumado marihuana por esa cosa, así que tú no te salvas!!- exclamó Milo, y a Saga no le quedó otra opción; fue entonces que Afrodita no sólo hizo uso del delineador sino también de un labial rojo además de un rubor rosa intenso para resaltar las angulosas mejillas del heleno; Kanon no desperdició el momento y aprovechó para vengarse.
- ¡Mírate nada más! ¡Creo que ese travesti llamado Verónica, el que está siempre en la avenida principal ofreciendo sus chupadas, tendrá que empezar a preocuparse por esta competencia!
- ¡¡Kanon!!- regañó el gemelo mayor, muy sonrojado, mientras que Milo contenía sus carcajadas lo más que podía.
- Bueno, ya estamos listos, vámonos a ver a las demás bandas, el show comenzará en diez minutos...- dijo Deathmask, intentando escapar de su destino.
- ¿A dónde crees que vas, mi querido Tommy Lee?- dijo el sueco, tomando al baterista por los hombros y sentándolo en la silla para transformarlo. Fue así que, mientras Deathmask se resistía, Afrodita puso todo su esmero en maquillarlo. Una vez listo, todos rieron al ver al varonil italiano con maquillaje; al menos por unos minutos lograron dejar atrás el nerviosismo que los había embargado desde que estaban haciendo la prueba de sonido.
La hora de comienzo, nueve de la noche, se acercaba con velocidad y cada minuto que pasaba hacía que la ansiedad de los jóvenes aumentara cada vez más. Bloody Rose sería la última de las seis bandas que se presentarían; Saga hubiera preferido que fueran los primeros, pero la realidad era que ellos no elegían el orden sino el jurado. Una vez que el reloj marcó las nueve, la primera banda pisó las tablas y comenzó su interpretación; la agrupación se llamaba God Warriors, y era liderada por un atractivo y carismático joven de cabello rubio llamado Sigfried, quien se encargó de romper el hielo y animar al expectante público. La interpretación fue muy buena y ya cierto temor comenzaba a hacerse presente en los muchachos de Bloody Rose, pues pensaban que la competencia sería más difícil de lo que esperaban. No obstante, la segunda banda, una llamada Black Saints, les devolvió el alma al cuerpo, pues había sido un verdadero desastre: el guitarrista y el bajista tocaban totalmente fuera de tiempo, el baterista parecía no saber llevar el ritmo y el cantante era peor que un perro aullando. La tercera y la cuarta banda no eran malas, pero según Kanon no tenían feeling, pues no transmitían nada, es más, parecían estar allí sólo para probar suerte y no para ganar; empero, cierto temor volvió a invadirlos cuando escucharon a la banda número cinco. Era una banda llamada Cristal Wall que parecía tenerlo todo: un baterista grandulón llamado Aldebarán, que hacía retumbar los cimientos del lugar cuando golpeaba su batería, un sólido bajista llamado Dohko, Shaka, el guitarrista de afinación precisa y limpia, por supuesto, el simpático cantante llamado Mu, que con sus agudos hacía suspirar a más de una chica. Cuando Cristal Wall terminó su presentación, los chicos de Bloody Rose se miraron con temor, ¿cómo podrían superar eso? Esa banda era mucho mejor que los God Warriors aún, es más, ya parecían profesionales que podrían salir de gira con Poison o Cinderella.
- Maldición... son increíbles...- dijo Saga, en voz baja, pues ya los veía como ganadores.
A pesar de haber ensayado mucho, los chicos comenzaban a ver como posible el quedar eliminados en la primera ronda, pues luego de ver tal show por parte de sus rivales, temían no estar a la altura; Afrodita fue quien comenzó a ponerse más nervioso, pues a diferencia de Milo, que ya había tenido una banda antes, o de Kanon, quien parecía tener una chispa especial sobre un escenario (algo que pudo notar durante la prueba de sonido) él nunca había cantado ante el público. Pronto el organizador del evento, un joven de cabello negro llamado Shura, los llamó para que comenzaran a preparar sus equipos para presentarse; fue entonces que un hormigueo de nervios invadió al sueco, quien comenzó a sentir como si tuviera un enjambre de abejas en su vientre y que sus piernas temblaban.
- Estoy muy nervioso, siento que voy a vomitar.- dijo con preocupación el peli celeste a Milo.
- No te preocupes, aún me pasa cuando tengo que tocar frente al público. Sólo respira profundo y se te pasará...
- Y olvida que estás en un escenario. Imagina que estás solamente con nosotros en la sala de ensayo, o en tu casa cantando mientras te bañas.- agregó Kanon, palmeando el hombro de su compañero, quien se puso aún más tenso al sentir el contacto del gemelo.
Mientras que Milo, Kanon y Saga conectaban sus instrumentos, y Deathmask acomodaba los platillos de su batería, el sueco simplemente se paró en el escenario y tomó el micrófono con algo de miedo; observó el panorama que tenía delante de él: unas sesenta personas, desconocidas, que observaban cada movimiento, esperando ver qué tenía para ofrecer. Los demás afinaron sus instrumentos y una vez listos, Deathmask hizo sonar las baquetas para que los guitarristas ejecutaran los acordes de la primera canción que tocarían; fue entonces que el sueco recordó lo que Kanon le había dicho y, tal vez por el efecto de las luces que le encandilaban la vista o quizás por la adrenalina que empezó a recorrer su cuerpo, ya no veía las curiosas caras, todo era oscuridad. Eso le dio el ímpetu necesario para comenzar a demostrar que él podía ser tan bueno como Sigfried o Mu; cerró sus ojos y comenzó a cantar con toda la fuerza de sus cuerdas vocales y el aire que sus pulmones tenían. Su potente voz resonó en el lugar, amplificada por el micrófono, sobresaliendo sobre las potentes guitarras y la contundente batería, dándole su toque personal a la canción Looks that kill que tanto ensayó con sus compañeros, pero sin quitarle su esencia. Cuando menos lo esperó, había terminado de cantar la primera canción del repertorio, y el sonido de la música fue sustituido por una unánime ovación por parte del público; la inesperada respuesta le dio aún más fuerza, por lo cual agradeció con una sonrisa y presentó el siguiente tema del repertorio, Smoking in the boys room. Este lo interpretó con más confianza en sí mismo y, en lugar de quedarse quieto en el escenario como había ocurrido cuando comenzó el show, ahora Afrodita se movía con soltura por el mismo e interactuaba con los guitarristas; tuvo que ocultar su rostro tras su cabello cuando Kanon le sonrió mientras tocaba uno de los solos, dado que la cálida reacción del gemelo lo tomó por sorpresa.
Con esta última canción, Afrodita ya se había guardado al público en su bolsillo, pues los presentes coreaban e incluso sacudían sus melenas al ritmo de la música, pero lo que definitivamente le daría aún más puntos a favor a su banda sería la interpretación de You’re all I need; el peli celeste había logrado transmitir la intensa emoción de la letra, al punto que un par de chicas derramaron alguna lágrima al escuchar la emotiva y melosa voz del joven. Los siguientes temas transcurrieron como un rayo, fugaces para Afrodita, quien ya sentía que el escenario era el lugar donde quería estar por el resto de sus días; cuando menos lo esperó, la última canción, Girls, girls girls, llegaba a su fin, y los espectadores se pusieron de pie para dejar en claro que la presentación de Bloody rose no tenía nada que envidiar a la de las otras bandas. Cuando el show culminó, los cinco chicos saludaron al público con una reverencia y se bajaron del escenario, con el enardecimiento aun corriendo por sus venas; no tardaron en darse apretones de manos y festejar que su primera presentación en vivo fuera tan exitosa. Tal era su exaltación que su confianza aumentó en gran medida, pues se sentían seguros de que tenían gran chance de quedar seleccionados. Largos minutos de espera siguieron, en los cuales todos los músicos no podían ocultar su ansiedad por saber el resultado de la primera ronda; al cabo de diez minutos, Shura se subió al escenario y tomó el micrófono, pues era hora de anunciar a los ganadores de la primera ronda.
- Los ganadores de esta primera ronda del tributo a Motley Crue son: en primer lugar, Crystal Wall, en segundo lugar Bloody rose, en tercer lugar, God warriors y en último lugar Elyssium. Agradecemos la participación a todas las bandas, y a los ganadores los esperamos el siguiente sábado para la segunda ronda.
Apenas se anunció a los ganadores y escucharon el nombre de su banda en esa lista, los muchachos comenzaron a saltar y gritar de emoción; sabían que los demás músicos eran una fuerte competencia, pero ahora se sentían más seguros que nunca y estaban dispuestos a ganar. Esa noche se quedarían en el Rocka rolla a festejar su victoria con unas cervezas, aunque no se excederían dado que necesitarían reponer energías para, durante la semana siguiente, continuar con los ensayos. Al llegar a su casa esa noche, Afrodita tuvo problemas para conciliar el sueño, pues aún seguía eufórico por el resultado del concurso; desde ese momento supo que su destino era la música, que haría todo lo que estuviera a su alcance para lograr el éxito y poder vivir de ello. Y si en el proceso Kanon lo acompañaba, sería aún mejor.
